En el mundo de los sueños
Hay autores cuyo estilo y personalidad son inconfundibles.
Si bien McCarthy suele dejar que sean otros autores quienes escriban sus cómics, nombres como el citado Peter Milligan o Al Ewing, en el caso de Dream Gang prefierió mantener un control absoluto sobre el guion, una unión de diferentes ideas que dejó madurar en su imaginación hasta que tuvo la impresión de que ya estaban listas para ser publicadas. Ese momento llegó en 2014 junto al relanzamiento de Dark Horse Presents, la aclamada antología de la editorial del caballo negro. Mike Richardson, amo y señor de Dark Horse, buscaba series únicas y diferentes para la antología y supo ver que Dream Gang era una de ellas. Posteriormente, la serie fue remasterizada en un tomo recopilatorio, versión que reseñamos aquí.
Siendo honestos, puede que esta sea una de las reseñas más innecesarias que he escrito como redactor de Zona Negativa. Es suficiente con leer dos páginas de Dream Gang al azar para juzgar si uno es parte del público objetivo de este cómic. Los cómics de McCarthy, un autor que rara vez pone límites a su imaginación, perversa y delirante a partes iguales, son para lectores que aprecian perderse en los mundos surrealistas que concibe en sus obras y dejar que los sentidos se sobrecarguen con la explosión de colores e ideas alocada en cada página. Yo soy uno de ellos, y una vez más quedé satisfecho; pero vuestra experiencia podría ser completamente opuesta a la mía si no sois capaces de conectar con la visión creativa de este pionero del cómic. Este no es un cómic a leer por la profundidad de su argumento, que trata sobre los guardianes de la dimensión de los sueños de la humanidad.
Tras tantos años en activo se le deberían haber agotado las ideas a McCarthy. Pero no, jamás recicla diseños o ideas, su mente expulsa conceptos alucinantes como si fuese un volcán en erupción permanente, un hecho que queda demostrado en Dream Gang. Cada cuatro o cinco páginas, o incluso menos, nos encontramos con una nueva idea con la que otros autores habrían desarrollado historias enteras; para McCarthy son anécdotas, pequeñas diversiones a las que solo puede dedicar unos minutos de su tiempo porque ya hay otra idea en su mente pidiendo a gritos ser dibujada. Y, de algún modo, siempre es capaz de dar cohesión a todas sus ideas, crear universos coherentes cuyas reglas internas no alcanzamos a vislumbrar pero somos conscientes de su existencia y de que se están respetando. Un universo visualmente único, precioso y caótico, aterrador y memorable.
Pero, claro, tarde o temprano el surrealismo, por muy bonito que sea, puede hacerse agotador. Tantos colores resplandecientes en una sola página, tantos conceptos surrealistas con nombres incomprensibles, tantas ideas compitiendo por la atención de nuestra imaginación… No os debéis avergonzar de dejar la lectura a medias si termináis hastiados o aturdidos con el estilo de McCarthy, quien en esta ocasión parece hasta querer ponerle unas cuantas trabas al lector ajeno a su obra, ya que su guion podría haberse beneficiado de una o dos revisiones. Hay momentos en los que le falta claridad, pues la jerga del mundo onírico de la obra se interpone entre la obra y el lector; momentos en los que los diálogos no explican lo suficientemente bien qué está sucediendo o cuál es el significado de tal objeto cósmico. Al ser tan sencillo el argumento de Dream Gang, basta con releer los diálogos en cuestión, situación que no debería suceder en una obra que ya puede sentirse lenta y pesada por su propia naturaleza.
Grant Morrison dijo que leer un cómic de Brendan McCarthy era como contemplar una fotografía clara y nítida de un sueño. Una descripción acertada, sobre todo para Dream Gang, que no es para todos los públicos ni pretende serlo. Si tenéis ganas de emprender un viaje alucinante a rincones insondables de la mente humana, a paisajes imposibles e incomprensibles, acompañados de personajes que no encontraréis en ningún otro cómic, ¿a qué estáis esperando? Dream Gang es para vosotros, y le perdonaréis todos sus altibajos.
Lo mejor
• La desbordante imaginación de Brendan McCarthy
• El dibujo y color es un espectáculo para todos los sentidos
Lo peor
• La lectura es abrumadora por momentos
• Al guion le hacía falta una o dos revisiones
Guion - 6.5
Dibujo - 9
Interés - 8
7.8
Surrealista
Como todas las obras de su autor, un cómic para paladares que quieran saborear un arte surrealista sin parangón.