La guerra no fue igual para todos ni la lucha acabó al volver a casa
«Nosotros también tuvimos nuestros sueños, y mucho antes de que el doctor King tuviera el suyo»
La publicación en España del catálogo de Aftershock sigue adelante con la aparición de Dreaming Eagles de Garth Ennis y Simon Coleby. El guionista de Belfast es uno de los autores más representados en dicho catálogo ya que este es el tercer título de la editorial que lleva su firma tras Jimmy’s Bastards y A walk through Hell.
Con Dreaming Eagles Ennis recurre a uno de sus géneros favoritos, el bélico, donde nos ha brindado obras excepcionales como las War Stories (DC/Vertigo), Battlefields (Dynamite), algunos episodios de Punisher MAX (Marvel) o la reciente Sara (TKO). En esta ocasión su propuesta se basa en la historia real de los escuadrones de pilotos afroamericanos que combatieron durante la Segunda Guerra Mundial.
El experimento Tuskegee fue una iniciativa de las fuerzas aéreas norteamericanas para entrenar a pilotos civiles afroamericanos como pilotos de combate. En los años 40 del siglo XX, en los EEUU existían leyes que segregaban a la población blanca de la afroamericana y el ejercito no era una excepción. Además se daba la circunstancia que los afroamericanos tenían explícitamente prohibido actuar como pilotos de combate. La necesidad de incorporar pilotos a los diferentes frentes que tenía EEUU abiertos en vísperas de su entrada en la guerra mundial propició esta iniciativa que contó con el respaldo del propio presidente Roosevelt. El resultado fue uno de los mejores escuadrones de pilotos que tuvo la aviación estadounidense durante la guerra y un paso importante para el reconocimiento de los derechos de los afroamericanos en su país.
Ennis aborda la historia a través de la mirada de Roger Atkinson, un veterano de los pilotos de Tuskegee que vive con inquietud el Movimiento por los Derechos Civiles del reverendo King. Son los años 60 y el hijo adolescente de Atkinson siente que ha llegado el momento de luchar por su causa. A través de una conversación entre padre e hijo, Atkinson rememorará sus años como piloto y lo que supuso aquella generación de hombres intrépidos en la lucha por el reconocimiento de los derechos de los afroamericanos.
A través de los recuerdos de Atkinson (personaje inventado por el guionista) reviviremos las primeras misiones de combate en el norte de África y las dificultades que afrontaron tanto por la segregación y discriminación que sufrían por sus compatriotas como por el hecho de enfrentarse en inferioridad técnica a los aviones alemanes. Más adelante la historia se trasladará a Italia, a la incorporación al escuadrón de los míticos Mustang P-51D de cola roja y al reconocimiento obtenido gracias al impecable historial de misiones de escolta de bombarderos durante los últimos años de la guerra. Incluso veremos la reconstrucción de eventos reales como el raid sobre Berlín donde tuvieron que hacer frente a los temibles cazas a reacción Me-262 consiguiendo derribar varios de ellos.
Como es habitual en las obras bélicas de Ennis, el guion muestra un respeto absoluto por la historia y por las personas que participaron en las acciones bélicas (aunque sea a través de personajes ficticios), consiguiendo un equilibrio excelente entre las trepidantes secuencias de acción bélica y el enfoque humano. Un enfoque que, en esta ocasión, aúna la camaradería habitual de las historias bélicas de Ennis con la reivindicación social de un colectivo muy castigado por la intolerancia y las injusticias. El resultado no es solo un homenaje a unas personas que tuvieron que esforzarse más que nadie para demostrar su valor en el campo de batalla sino también un retrato de la evolución generacional de una lucha, ésta en las calles de su nación, por el reconocimiento de unos derechos injustamente negados durante años.
En el apartado gráfico Simon Coleby (El Juez Dredd, The Royals) aporta su trazo enérgico y nervioso en el que destaca el uso de la tinta. A priori, el estilo de Coleby no parece el más adecuado para dar lustre a la parafernalia bélica pero sin embargo es precisamente en las secuencias de acción donde más se luce. La energía de sus dibujos y el dramatismo de sus tintas consiguen transmitir con mucho acierto la tensión y el horror que los combates aéreos. En cambio en las escenas donde priman los diálogos entre los protagonistas su dibujo se vuelve menos consistente, con rostros poco definidos y una narrativa más convencional. Lo mismo sucede con el color de John Kalisz, donde el contraste entre los vibrantes colores de las máquinas de guerra y los tonos apagados del resto de escenas es demasiado acusado.
La edición de Planeta Cómic incluye los seis números de la serie original además de varios extras como las portadas originales de Francesco Francavilla y las portadas alternativas, el guion del primer número, bocetos y un interesante epílogo de Ennis hablando sobre la concepción de la obra.
Con Dreaming Eagles Garth Ennis vuelve a demostrar que es el autor del mercado USA que mejor se maneja en el género bélico gracias a esa combinación única de rigor, respeto y contundencia a la hora de presentar conflictos humanos en el marco de conflictos bélicos.
Lo mejor
• El respeto casi reverencial de Ennis por la historia.
• El excelente manejo del tempo.
Lo peor
• El dibujo de Coleby en las escenas domésticas.
Guión - 8
Dibujo - 6.5
Interés - 7.5
7.3
Necesario
Garth Ennis vuelve a demostrar que es el maestro del cómic bélico con un relato que combina las hazañas bélicas más clásicas con el discurso social y reivindicativo, todo ello narrado con respeto, veracidad y toque humano.
Gran reseña, Alejandro. Probablemente sea el estreno del mes al que más ganas le tengo, Ennis en modo bélico es tan bueno que jamás cansa <3
Yo soy muy fan de Ennis en general y más cuando aborda temas bélicos, en los que todavía no he encontrado una obra que me haya decepcionado.
Lo interesante de ésta es como relaciona el movimiento por los derechos civiles de los 60 con la historia de los pilotos de Tuskegee.
La única pega que le veo, y es algo subjetivo, es que en esta propuesta es muy respetuoso con la historia real por lo que la parte ambientada en la Segunda Guerra Mundial puede parecer un poco manida al ya haber sido tratada en otros medios como el cine (Red Tails) o la televisión (Escuadrón 332).
Muy buen cómic si señor, es que este tío clava todo lo bélico como nadie ahora en el medio.
Me molaría que tocará nuestra guerra civil a ver qué se cascaba, porque la historia de War Stories estuvo bien pero me supo a poco.
O ya por pedir un cómic sobre la 9, la novena compañía de la segunda división blindada del general Leclerc, que eran casi todos republicanos sacados de los campos de concentración franceses y se abrieron paso desde África incluyendo la liberación de París hasta terminar en el nido del águila de Hitler.
No ocurrirá pero lo dicho, por pedir que no quede.
Gracias por tus aportaciones Grijaldo
A mi también me gustaría ver a Ennis ambientando alguna de sus historias bélicas en la guerra civil para ver como enfoca el tema.
Si te interesa la visión de autores extranjeros sobre nuestra guerra, hace un par de años Norma publicó un álbum de Yann sobre los pilotos soviéticos que combatieron en el bando republicano.
Sobre la 9 creo los Surcos del Azar de Paco Roca hacía un buen retrato. Aunque Roca es un autor muy diferente a Ennis, en ese cómic demostraba que también es bueno en el relato bélico.
Tengo el de Yann si, muchas imprecisiones y bastante pobre en general para el nivel que suele tener ese guionista, que por otra parte considero bastante bueno.
El de Arrugas lo tengo ahí a ver si me lo pillo algún día o no;)