Durango #1 al #4

13
1957
 

Edición original: 1981-2008 – MC Productions / Swolfs
Edición España: may. 2008 – jun. 2010 – Planeta DeAgostini Cómics
Guión: Yves Swolfs
Dibujo: Yves Swolfs
Entintado: Yves Swolfs
Portadas: Yves Swolfs
Color: Yves Swolfs
Precio: 13,95 € (los dos primeros) 14,95 € (los dos siguientes) (Serie abierta en formato Biblioteca BD de tomos en tapa dura)

 

Uno de los géneros con más solera en cualquiera de las artes literarias y audiovisuales es, sin ningún asomo de duda, el del salvaje oeste. La epopeya que llevó a una marea humana a conquistar los vastos espacios que separaban los océanos Atlántico y Pacífico, apiolando de paso a las poblaciones nativas ha dado para multitud de historias, dejando una huella imborrable en el cine, la literatura, los tebeos y, más recientemente, los videojuegos. Mitos del séptimo arte como el director de cine John Ford (considerado por no pocos el mejor cineasta de todos los tiempos), forjaron su leyenda con títulos como La diligencia, Los tres padrinos o El sargento negro. La literatura dio espacio a Zane Grey para que popularizara expresiones como “al oeste del Pecos” y más por estos barrios, un tal Marcial Lafuente Estefanía sigue, un cuarto de siglo después de su muerte, vendiendo como churros esas novelitas del oeste que todavía pueden encontrarse en no pocos quioscos. La realidad es que, pese a su marcado localismo espacial y temporal, el western, como dicen los académicos y “una del oeste”, como dice la parroquia, ha logrado cautivar a generaciones y generaciones de espectadores y lectores de todo el mundo y parte del extranjero. Poco importa que en el cine ya no tenga la presencia de antaño y que se lo considere un género muerto. Siempre puede aparecer un Clint Eastwood que se saque de la boina algo como Sin perdón, y siempre que se programa en una cadena de televisión, alguno de los clásicos de John Wayne o Gary Cooper, las audiencias responden, como demuestra la “tupida” que nuestras inútiles televisiones autonómicas meten desde hace bastante tiempo en sus respectivas programaciones.

Llama la atención que el género haya calado tan profundamente en el viejo continente, donde Sergio Leone abrió el camino a los spaguetti-western, y donde, centrádonos en el noveno arte, han surgido ilustres personajes como el Teniente Blueberry, Tex Willer o Lucky Luke. Ejemplos cómicos aparte, llama la atención el hecho de que hayan sido los europeos los que dieran una visión desmitificadora del salvaje oeste, pródiga en polvo, sudor y mugre. Los azules de la caballería en la que sirve el “Nariz Rota” de Charlier y Giraud son infinitamente menos gallardos que los que podían verse en Murieron con las botas puestas, y, si pasamos a la serie que nos ocupa, se caen definitivamente todos los mitos que aún pudieran sobrevivir.

Cuando me hablaron por primera vez de Durango, quien lo hizo me indicó que esta serie era al spaguetti-western lo que Blueberry era para el western, y lo cierto es que tenía toda la razón. Cualquier aficionado al género que se acerque a los cuatro tomos que, hasta el momento, están disponibles en España, identificará al instante en sus páginas el espíritu de títulos como Por un puñado de dólares, Le llamaban Trinidad o Al este del oeste, bajo un aspecto gráfico donde la influencia del Giraud de Blueberry está igualmente patente. De hecho, la primera de las aventuras, Los perros mueren en invierno, parece calcada de El gran silencio, el plomizo y sangriento filme que el cineasta Sergio Corbucci dirigiera a finales de los sesenta, hasta el punto de que el propio Durango pareciera la versión en tebeo de Triguero, el cazarrecompensas interpretado en la película por el histriónico Klaus Kinsi. Como en la película, los acontecimientos se sitúan cronológicamente en los últimos años del siglo diecinueve, cuando el salvaje oeste está llegando a su fin, pero sobreviven muchos territorios en los que el adjetivo que define a la época está plenamente vigente. Durango recibe aquí buena parte de los rasgos que van a definirlo en sus andanzas posteriores: su condición de pistolero encallecido, la pérdida de los últimos lazos que le unían con un pasado menos sangriento y, sobre todo, una lesión de bala que le llevará a cambiar el clásico revólver por una pistola automática Mauser, signo indiscutible de que el tiempo un mundo se está agotando.

A lo largo de sus aventuras, veremos que Durango es un pistolero que no tiene muchos escrúpulos en derramar sangre, pero también constataremos su inclinación a hacer, dentro de su profesión, lo correcto, poniéndose de parte de los más débiles. A lo largo de los quince álbumes publicados desde 1981, Swolfs ha ido introduciendo versiones y homenajes a las historias arquetípicas del spaguetti-western. Así, en un momento determinado veremos cómo el protagonista traba amistad con Amos Rodríguez, un mejicano inmerso en los conflictos que convulsionaban el país azteca en aquellos tiempos, y que podría pasar por el “Cuchillo” de El Halcón y la presa. Durango cabalga a lo largo y ancho del país, metiendo la nariz donde no debe y aumentando una leyenda de pistolero invencible, para alejarse al final hacia donde el sol se pone, en la mejor tradición del género.

Yves Swolfs ha creado a un personaje y unas aventuras que, sin ser el culmen de la originalidad, resultan de indudable atractivo para quienes gusten de disfrutar, cada cierto tiempo, de “una del oeste”. La edición española está bastante bien, aunque se deslicen las cada vez más comunes faltas de ortografía. Por el precio que tiene cada uno de los números, bien podrían ponerle un poco más de cuidado al asunto.

Gracias a Héctor Hernández León por el préstamo y por la recomendación.

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London after Midnight
London after Midnight
14 septiembre, 2010 20:15

Yo tengo el primer tomo,y esta bastante chulo. El problema es que no quiero seguir haciendome la serie,por que no puedo permitirmelo ya (demasiado gasto tengo) 🙁
 
Asi que si alguien quiere comprarmelo,se lo vendo por 8 euros 🙂

Miki
Miki
Lector
14 septiembre, 2010 20:59

 Pues si eres de Madrid yo te lo compro, que es una serie que me llamaba la atención pero no acababa de probar.

Ocioso
Ocioso
Lector
14 septiembre, 2010 21:09

Lo intenté con el primer tomo y la verdad es que me dejó bastante frío. Me pareció que puede tener gracia para incondicionales del género pero para el resto, Blueberry y Comanche.
Recomiendo con todo el entusiasmo del que soy capaz los dos integrales de Comanche que publicó Planeta hace un par de años. Sobre todo el primero.

London after Midnight
London after Midnight
14 septiembre, 2010 21:28

Soy de valencia me temo XD

Miki
Miki
Lector
15 septiembre, 2010 8:29

 Pues mala suerte, porque no pienso viajar por allí pronto y hacer un envío de dinero por esa cantidad (y el envío del paquete, ya puestos) nos iba a dejar con lo comido por lo servido. En fin, otra vez será XD

Konshu
Konshu
Lector
15 septiembre, 2010 10:17

El primer tomo, aún siendo bastante entretenido, no es un buen rasero para medir la serie. Es a partir del segundo, con la saga de dos partes en México, cuando Swolfs se empieza a soltar con los guiones (que nunca pasan de convencionales, pero mejoran mucho) y cuando empieza a explotar artísticamente. La evolución de la serie a mejor es palpable tomo a tomo.
A mi es una serie que me está gustando mucho y creo que se está editando en un formato muy adecuado y económico (más los dos primeros tomos) al contener tres números de la serie original cada tomo español.
Buena reseña, Luis

Ocioso
Ocioso
Lector
15 septiembre, 2010 12:35

Konshu ha comentado: El primer tomo, aún siendo bastante entretenido, no es un buen rasero para medir la serie. Es a partir del segundo…
¡Cabrón, eso no se dice! Ahora me voy a tener que comprar el segundo.

sibaix
sibaix
Lector
15 septiembre, 2010 19:22

Lo destacable de este comic es sin duda su maravilloso dibujo, los paisajes, los caballos y los personajes lucen en cada viñeta de forma brillante, los guiones aunque algo flojos son entretenidos, pero ya digo solo por el dibujo ya merece la pena tener esta obra completa, haber si sale pronto el quinto volumen para tenerlos todos.
Para mi COMANCHE esta por encima, quizas porque sus guiones son geniales y superan en mucho a los de DURANGO y porque a partir del quinto número HERMANN se desata alcanzando su madurez artistica y creando las mas bellas viñetas que haya visto en un comic del Oeste en Furia Rebelde, una Obra Maestra que nadie deberia perderse.

Konshu
Konshu
Lector
15 septiembre, 2010 23:10

En el apartado artístico Swolfs hace cosas muy interesantes. Juega mucho con la composición de página y emplea recursos estéticos y narrativos para intentar conseguir un ambiente espaghetti perfecto, imprimir tensión en los duelos, y acción vertiginosa. Son cosas muy vistas hoy día, pero no tanto cuando se hizo esta obra (y además con recursos artesanales, no como hoy día, que el ordenador te resuelve un montón).
Una imagen vale más que mil palabras y en este blog lo exoplican muy bien:
http://lacaravinieta.blogspot.com/2009/12/lecturas-durango-2-del-4-al-6-de-la.html

Jordi Querol Rielo
16 septiembre, 2010 15:16

¿ No hay mas de dos tomos recopilatorios de Comanche? Con eso tenemos toda la coleccion?
 
Buen texto, Luis Javier 🙂

Ocioso
Ocioso
Lector
16 septiembre, 2010 15:27

Existen otros cinco albumes de Comanche todavía con Greg en los guiones pero ya sin Hermann. Hace tiempo leí en el blog de Planeta que tenían pensado publicar un tercer integral con el resto. Me extrañaría muchísimo.

sibaix
sibaix
Lector
16 septiembre, 2010 16:47

Con esos dos de Comanche tienes todo lo de Hermann que es lo realmente interesante, una vez se marcho Hermann alargaron la serie con otro dibujante no recuerdo quien pero esta a años luz de Hermann, asi que con esos dos tienes lo principal.