El Comepecados quiere acabar con Osborn y solo puede salvarle ….Spiderman
«Estamos en esto juntos- Norman Osborn»
La etapa de Nick Spencer en Amazing Spider-Man está repleta de altibajos y no está cumpliendo con las expectativas. Tras su excelente etapa en el Capitán América, los descacharrantes Enemigos Superiores de Spiderman y ser el responsable del evento Imperio secreto (además de otros trabajos fuera de Marvel como Morning Glories), Spencer parecía el candidato perfecto para hacerse con las riendas de Amazing tras la marcha de un Dan Slott que había realizado una de las etapas más exitosas y longevas de la historia de la cabecera.
La etapa comenzó bien, con la recuperación de la carismática Mary Jane Watson como pareja sentimental de Peter, pero conforme iban pasando los números se notaba una pérdida de fuerza al reutilizar una y otra vez villanos clásicos, alargar demasiado la trama del misterioso Pariente o contar historias como Cazado, que recuerdan a otras ya vistas anteriormente. En la parte positiva, la curiosa dinámica entre el lanzarredes y Bumerang, y algunos momentos cómicos muy bien logrados.
En el caso que nos ocupa, tenemos el one-shot The Amazing Spider-Man: The Sins of Norman Osborn, que en la edición española se ha incluido dentro de la serie regular. Y es todo un acierto porque si seguimos la numeración americana, este ejemplar vendría a ser el 48’5 de Amazing.
En los números anteriores habíamos presenciado el regreso del Comepecados y como había reanudado su cruzada contra los supervillanos, pero con dos diferencias respecto a sus anteriores apariciones: una, ha cambiado su forma de atacar a los malvados y dos, ahora no está sólo. En el ejemplar que hoy comentamos podemos ver cómo el Comepecados se dispone a acabar con su siguiente objetivo, el actual encargado de dirigir Ravencroft, Norman Osborn (es lo que tiene tener a Kingpin como alcalde de Nueva York). Y el único que puede salvarle es …Spiderman.
Norman Osborn, padre del mejor amigo de Peter Parker y, con permiso del Dr Octopus, el peor enemigo de Spiderman. La enemistad entre ambos comenzó hace más de medio siglo, con sus enfrentamientos en los primeros años de la serie regular. Incluso, cuenta la leyenda que fue el desenmascaramiento de este personaje el detonante de la ruptura de la relación entre Stan Lee y Steve Ditko, los creadores de Spidey, y la marcha de éste último de la colección. La identidad secreta del Duende Verde había sido desconocida por los lectores durante mucho tiempo y había llegado el momento de desenmascararlo, Ditko quería que fuera una persona normal, un desconocido para Spiderman y el lector, pero Lee pensaba que eso decepcionaría a los aficionados y que además ya lo habían hecho con el Amo del crimen. Como Lee era el que mandaba, se impuso su criterio y Ditko se marchó. Ahora sabemos que esto no es más que una leyenda que circuló durante años, pero se ha mantenido fuerte en el imaginario popular. En dos espectaculares números (39-40 de Amazing) ya dibujados por el sustituto de Ditko, John Romita Sr., el Duende Verde se desenmascaró ante Parker en una historia ya clásica con uno de los comienzos más impactantes que se recuerdan.
Nos saltamos varias amnesias y enfrentamientos, para pasar a otro momento decisivo en la historia arácnida. En los números 121-122 podíamos ver como arácnido y Duende se enfrentaban de nuevo, y durante el combate, como la novia de Peter y quizás,el amor de su vida, Gwen Stacy, moría en sus brazos. En el número siguiente fallecía Norman empalado por su propio deslizador.
Fue el fin de una era y el final perfecto para el personaje pero, a mediados de los noventa, se publicó la segunda saga del clon, la de Ben Reilly; fueron cerca de tres años donde pasó de todo y dónde al final, para dar por finalizada la historia, se decidió que todo lo que le había pasado a Spiderman durante esos años era culpa de una mano negra, la de Norman Osborn, que regresaba a las cabeceras arácnidas tras más de veinte años de ausencia. ¿La explicación de esa ausencia? Estaba haciendo negocios en Europa. Eran los noventa, la década en que Marvel se declaró en bancarrota.
Desde entonces Spiderman y el Duende Verde Original se han peleado en multitud de ocasiones, siempre con victoria arácnida. Norman llegó a tener su propio equipo, los Thunderbolts y después los Vengadores Oscuros. Sin comerlo ni beberlo, se convirtió en una amenaza para todo el Universo Marvel durante el Reinado Oscuro. En los últimos años, Osborn también se ha aliado con el simbionte de Matanza con explosivos resultados.
Tras esta puesta de largo, un breve resumen de la historia entre Parker y Osborn, volvemos al ejemplar que nos ocupa. Madame Web reúne al grupo de héroes arácnidos, exceptuando al Trepamuros, y les explica como su punto de vista respecto a Osborn es diferente al de Spiderman. Además de compartir los sueños premonitorios que están teniendo todos ellos relacionados con Spidey. Por otro lado, Parker va a Ravencroft para salvar a Norman del Comepecados, pero descubre que éste tiene otros planes.
Este ejemplar es un buen punto de arranque para lectores que se quieran subir al carro de esta etapa. A pesar de situarse en la parte central de la saga del nuevo Comepecados, casi la mitad del número está dedicado a hacer recapitulación de lo sucedido hasta ahora en la colección. Probablemente, en Estados Unidos lo publicaron como one-shot aparte con esa intención.
La reunión arácnida es muy interesante al igual que ver como los puntos de vista de algunos de sus integrantes difieren. Al final la cuestión que centra todo el ejemplar es hasta dónde llega el sentido de la responsabilidad de Spiderman y si sus actos, respecto al Comepecados y Norman Osborn, son los más acertados.
En esta historia Spencer aún se guarda algún as en la manga, como la aparición de cierto personaje totalmente ajeno al universo arácnido, (aunque tuvo un combate mítico con el bueno de Parker) que pilla al lector totalmente desprevenido.
Si bien es criticable el recuperar a un personaje como el Comepecados cuya historia ya parecía cerrada, lo cierto es que los cambios que le ha hecho el guionista le hacen un personaje interesante y una seria amenaza para el protagonista tanto a nivel físico como a nivel ideológico.
Sobre el dibujo, Federico Vicentini es un dibujante bastante normalito. Tiene una narrativa limpia, muy clara, aunque algo anodina. Sus escenas de acción tienen cierto dinamismo y las caras de los personajes son expresivas. En el lado negativo, su estilo es algo tosco, le falta fuerza en la puesta en escena y detallismo en los fondos. Sobre el color, Edgar Delgado realiza un buen trabajo, sobre todo en lo que se refiere a los flashbacks, especialmente en el sueño de Spider-Gwen. Delgado es un maestro de la ambientación; con sus colores consigue ubicarnos en distintas épocas, en diferentes momentos históricos, solo con la variación de su paleta de colores, algo que es muy meritorio a su favor.
Para finalizar, decir que es un cómic entretenido, dentro de una etapa de la que se esperaba mucho más. Si comparamos el trabajo de Spencer con el de Brian Michael Bendis en Superman o Tom King en Batman, podemos decir que estos dos últimos, en sus ciclos personales, han intentado hacer evolucionar a los personajes, llevándolos por caminos diferentes a lo visto hasta ahora. Si el resultado de los periplos de Bendis y King en los iconos de DC han sido mejores o peores es discutible, pero por lo menos han arriesgado en sus planteamientos. Spencer ni siquiera lo ha intentado.
Lo mejor
• La creación de un nuevo grupo
• Puestos a tener a Osborn, de nuevo en la cabecera, al menos la dinámica con Spiderman es diferente a lo habitual
Lo peor
• La recuperación de cierto secundario arácnido.
• El sentimiento que rezuma toda la etapa de deja vu constante.
Firma Invitada. Ángel Gil Montoro
Guion - 5.9
Dibujo - 5
Interés - 7
6
Típico
Nick Spencer continúa su batalla personal, en la colección arácnida, tratando de conjuntar lo nuevo y lo viejo, con desiguales resultados.
Todo lo relativo al comepecados (y quien es) así como al propio Spiderman es malo con ganas.
Los últimos números es un chicle estirado en el que Spiderman básicamente es un inútil que sólo puede llorar y morir. No veía nunca el final de esta saga por su duración, pero es que el resultado es horrendo
Los diálogos de Osborn y las constantes puyas a Peter de que no se le da bien salvar a la gente son muy buenas. También le hace una a la Gwen super heroica (¿mención sutil a pecados del pasado?) que vaya tela…
Hubiera sido mejor si en lugar del Come Pecados se hubiera inventado otro villano aunque hiciera la misma función.