Marvel nos sorprende en este especial con una selección de sus artistas actuales (y también alguno ya veterano) para escribir y dibujar diez páginas de un conjunto de unas ochenta. En definitiva, se trata de una suerte de novela gráfica en la cual existe un mismo hilo conductor, si bien con un tratamiento diferenciado por cada uno de los autores. Los equipos que componen Círculo Cerrado son los siguientes: Jonathan Hickman con Chris Bachalo, Gerry Duggan y Greg Smallwood, Nick Spencer con Michael Allred, Kelly Thompson con Valerio Schiti, Al Ewing con Chris Sprouse, Chip Zdarsky con Rachel Stott, Jason Aaron con Cameron Stewart y la última parte viene creada por Duggan, Spencer, Ewing y Mark Bagley dibujándola.
Analizando, paso a paso lo que se nos presenta por la Casa de las ideas, en primer lugar, debo decir que siendo que los dibujantes con distintos, y por tanto su aproximación al personaje difiere entre unos y otros, este efecto discordante no es un problema a la hora de seguir lo que se nos quiere contar. El aspecto gráfico es de un nivel muy alto, si bien algunos dibujantes son mejores que otros, pero sin que debamos desmerecer a nadie.
En segundo lugar, debemos hablar de la historia. Llegamos al meollo de la cuestión, y la parte más problemática y por ende la que va a abocar a dejar una sensación no del todo satisfactoria.
¿Cómo definir este cómic? La lectura del mismo se torna casi imposible de seguir con un mínimo orden y calma. La sensación que perdura tras leer la última página del mismo es de confusión. La lectura se asemeja a un rápido pase de diapositivas sin que dé tiempo a disfrutar el contenido de las mismas. Confusión y falta de coordinación, que a la postre supone que el hilvanado del traje que confecciona el elenco de guionistas mencionado se deshilache con gran facilidad. Poca consistencia y caos, esa es la definición de este comic. Sin ser un argumento complejo se torna necesario releer algunas páginas para no perderse. No por ello es malo, ni desde luego debe ser olvidado o no considerado. Hay muchos diálogos rápidos y divertidos, e indudablemente se trata de una historia divertida, con dosis de humor. En definitiva, se trata de una historia entretenida, que podría denominarse de hilarante y desordenada.
En general, el apartado gráfico es lo que hace que la valoración de este tomo suba hasta rozar el notable. Los estilos artísticos en exhibición son tan variados como la narración. Sin embargo, a diferencia de lo que hemos comentado referente al argumento, el trabajo gráfico logra unirse de manera coherente. No hay interrupciones estilísticas discordantes, y a pesar de involucrar el talento de más de una docena de dibujantes, entintadores y coloristas, las imágenes fluyen bien de una página a otra.
Vemos estilos muy distintos pasando desde el peculiar trazo de Chris Bachalo, a través del estilo vintage de Michael Allred, hasta el trabajo animado y altamente dinámico de artistas como Valerio Schiti y Chris Sprouse. Lógicamente el cambio de estilo se produce, pero no supone un toque estridente, ni desagradable. Lo mismo ocurre con los tonos de color empleados, existiendo un equilibrio que da la sensación de un trabajo coherente y planificado.
La recomendación de este cómic va dirigida a todos los seguidores del trepamuros, si bien se torna imprescindible para aquellos que busquen lecturas distendidas y con toques de humor.
Hilarante, caótica, pero entretenida.
Guión - 6
Dibujo - 8
Interés - 6.5
6.8
Spiderman es reclutado por S.H.I.E.L.D. en una operación en la que el destino de la humanidad nuevamente se sustenta con sus telarañas. Pasen y lean y descubran una hilarante aventura.
