Los barrios residenciales y sus grandes bloques de apartamentos; esos lugares tan comunes y propios del día a día de la sociedad moderna. Algo tan cotidiano que suele ser ignorado como espacio a la hora de crear historias ¿Qué puede tener de atractivo un complejo de viviendas, si quienes las habitan son personas como ustedes y como yo? Esperen… como ustedes y como yo… quizás sí que puede ser curioso…
Las historias ubicadas en entornos urbanos -y más concretamente en barrios residenciales- suelen ser un punto común en diversos manga. Es bien sabido que uno de los principales problemas de desarrollo urbanístico que afrentan las ciudades japonesas es la masificación. En Japón andan escasos de espacio, y de ahí que sea un país famoso por sus pequeños apartamentos y calles abigarradas de edificios. Cuando hablamos de barrios residenciales japoneses tendemos a pensar en las típicas calles suburbiales con viviendas unifamiliares de aspecto tradicional, pero conforme avanzamos hacia el centro de la ciudad nos encontramos colinas bañadas con gigantescos edificios de viviendas, en donde hasta cien individuos diferentes pueden compartir bloque (danchi, en japonés). Podemos imaginar que algunos de ellos jamás se cruzarán, pese a ser vecinos.
La proliferación de estos edificios en las pasadas décadas han llevado a que muchas obras de temáticas urbanas más o menos realistas hayan tomado como fondo estos barrios. En España, por ejemplo, pudimos disfrutar de
La misma editorial que nos trajo Pesadillas,
El joven autor natural de Ishioka, que ya lleva unos cuantos años de éxito dentro y fuera de Japón como una de las voces más interesantes del manga actual, suele trabajar historias con un fuerte componente urbano. Sus personajes caminan por el mundo moderno enfrentándose a problemas comunes, pero haciéndolo de una manera que los vuelve únicos. Desde
Publicadas entre 2004 y 2005 para la editorial
Los personajes que habitan esta urbanización son, naturalmente, personas corrientes. Gentes con rutinas, trabajos e inquietudes similares a los de la media. Residentes que podrían ser idénticos a los vecinos del barrio de cualquier lector. Pero aquí somos testigos de la vida privada de cada uno de ellos, algo que no podemos hacer en la realidad (nos tacharían de sociópatas) y que Asano se dedica a mostrarnos mediante una ficción tremendamente realista.
El realismo crudo y directo que emplea el autor viene casi siempre acompañado de un profundo existencialismo recurrente en toda su obra. Estos son los temas que bañan cada una de las historias aquí presentadas, en mayor o menor medida.
El lector de El barrio de la luz será testigo de la más absoluta intimidad de sus protagonistas, introduciéndose en su día a día y descubriendo que bajo una aparente y rutinaria normalidad se esconden todo tipo de secretos y problemas capaces de sorprender al aficionado más curtido.
No vamos comentar de manera explícita cada una de las historias del presente tomo, pues el autor es de sobras conocido por sus sugerentes narraciones y analizarlas detenidamente sería quitarles la virtud de la sorpresa. Diremos simplemente que estamos ante un slice of life adulto que apuesta por el drama imperante en las vicisitudes más corrientes de la vida humana a través de aspectos literales y metafóricos. Invitamos a que el autor lea atentamente cada una de las seis historias aquí presentadas, atendiendo especialmente a los nexos de unión existentes entre cada una de ellas, a parte del espacio común.
Pese a la aparente complejidad de la propuesta, Asano no llega al nivel de profundidad psicológica presentado en obras como
En cuanto al dibujo, estamos ante un arte más antiguo y por lo tanto menos pulido con respecto a las obras más actuales del mangaka, pero no por ello menos interesante. Inio Asano siempre se ha mostrado como un dibujante resuelto y profundamente detallista, que gusta de salir a pasear cámara en mano para capturar todo tipo de referencias y espacios que usar en sus obras (no en vano una de las historias aquí presentadas nos cuenta la experiencia de un mangaka, acompañado por su novia, que ha llegado hasta El barrio de la luz para tomar instantáneas de referencia). Personajes de aspecto casi caricaturesco se funden con fondos hiperrealistas, con los que el autor perfila la ambientación necesaria para historias de este tipo.
Seis son las historias -divididas en nueve capítulos- que reúne este tomo recopilatorio editado en formato B6, blanco y negro con sobrecubierta. Norma Editorial mantiene el nivel medio de calidad presente en sus publicaciones, ofreciéndonos un tomo compacto y notablemente diseñado que invita a una lectura cómoda.
En definitiva, estamos ante un recopilatorio que gustará a cualquier aficionado a las corrientes más realistas del manga para adultos pero que no sorprenderá especialmente a los lectores que vengan de otras obras más importantes del autor. Pese a ello, El barrio de la luz no deja de ser una lectura interesante que dejará un poso agridulce por lo que cuenta, pero que gustará por cómo lo hace.
Guión - 7.5
Arte - 7.5
Interés - 7.5
7.5
Una propuesta interesante que gustará a los amantes de los slice of life. Recomendada para aquellos que busquen iniciarse en el emotivo y complejo mundo de Inio Asano de manera accesible o que busquen hacerse con todo lo publicado del autor en España.