Éste es Von Krantz y a las madres solteras… ¡las mata!
La avalancha de novedades que invaden las librerías cada mes hace que haya que seleccionar cuidadosamente las compras y muchas veces hay obras magnificas que se quedan en las estanterías, sepultadas entre tanta novedad. Y eso es precisamente lo que me paso con
Anne Simon es una historietista francesa nacida en 1980. Sus primeros trabajos ven la luz en el fanzine Dopututto. En 2004 recibe el premio nuevo talentos en el festival de Angoulême. En 2006 publica su primer álbum Perséphone aux enfers. Posteriormente publica Gousse & Gigot y Las pequeñas proezas de Clara Pilpoile (Norma). En 2011 comienza a colaborar con la guionista Corinne Maier en tres biografías dibujadas de Freud, Marx y Einstein, todas publicadas en nuestro país por Norma. En el año 2019 aparecer su último trabajo L’Homme à la Fourrure guionizado junto a Catherine Sauvat.
Aglaé es una oceánida que vive en el bosque de Enna. Un paraíso en donde todo es felicidad y comunión con el entorno. Pero un día conoce a un hombre que la deja embaraza y nunca más vuelve a saber nada de él. Su padre al enterarse decide expulsarla de su hogar. Así que embarazada y traicionado por los dos únicos hombres que ha creído amar debe salir del paraíso para buscarse la vida. Llega al reino de Marylène, donde su rey mata a las mujeres solteras que están embarazadas. En un circo conoce a al dueño llamado Mr. Kite que se ofrece a casarse con ella para que el rey no la mate. No tiene más remedio que aceptar, pero su espíritu libre e independiente hará que se rebele ante su sino.
Lo primero que hay que señalar es que pese a ser el primero álbum de una serie, El cantar de Aglaé nos narra una historia completa. Estamos ante un cuento de hadas que da una vuelta de tuerca en clave feminista a los cuentos tradicionales, cambiando en rol que tradicionalmente han tenido las mujeres en ellos. Sí buscáis princesas indefensas que esperan a que un apuesto príncipe las rescate os habéis equivocado de libro. Aquí se rescatan solas. El resultado es un cuento mucho más adecuado a la realidad a la que nos dirigimos, con las mujeres reclamando el espacio que durante años les ha hurtado un mundo tremendamente machista. Pero a pesar de poner de manifiesto todas las dificultades que han tenido que enfrentar las mujeres durante la historia, no es un relato complaciente con la protagonista ya que pone de manifiesto las contradicciones en las que acaba cayendo.
La historia bebe de un sinfín de fuentes, bajo su estructura de cuento de hadas hay un poco de intrigas palaciegas, comedia negra, alegato feminista o tragicomedia. En sus páginas hay influencias de la mitología griega, la película Freaks de Tod Browning o la música, en particular de la canción de Los Beatles Being for the benefit of Mr. Kite! de la que toma varios personajes, aunque también hay guiños a Bowie o a los Beach Boys. La autora francesa utiliza el personaje de Simon para introducir en el relato algunas de las reivindicaciones que durante la historia han ido haciendo las mujeres pioneras de la lucha feminista.
Aglaé, la protagonista, que no heroína, de la obra, está muy lejos de ser perfecta. Es una mujer empoderada que lucha por su libertad para hacer lo que le dé la gana, pero con muchas debilidades, es egoísta y caprichosa. Y está muy lejos de ser un ejemplo como madre, esposa o reina. Su reinado es tan arbitrario, injusto y cruel como lo fue el de su predecesor. Es el claro ejemplo de que los hombres y las mujeres son iguales, capaces de lo mejor y de lo más ruin. Los cromosomas no revisten a nadie de santidad y ni te convierten en un demonio. Además de Aglaé por la obra se pasean personajes de lo más variopinto que le dan un todo de irrealidad que sirve para que el mensaje que transmite se vuelva más poderoso.
En el apartado gráfico se puede ver la influencia de autores como Trondheim, Sfar o Claire Bretécher. Lo que más llama la atención de la obra es que cada uno de los episodios tiene una estructura de página distinta, el número de viñetas por página es distinto de unos a otros, al igual que sucede con la narrativa o la separación entre las viñetas. Todo ello es producto de que los distintos episodios se dibujaron de manera independiente y en distintas fechas. Pero a pesar de ello la obra forma una estructura sólida y no se aprecian grandes cambios en el estilo. Otro de los puntos fuertes es el diseño que hace tanto del reino de Marylène como de sus habitantes, una mezcla entre criaturas mitologías y animales antropomórficos que están muy bien diseñados y nos transportan un mundo propio de los cuentos de hadas.
La Cúpula hace un buen trabajo en la edición con buena reproducción y diseño. Ojalá funcione bien y podamos ver el resto de la serie además de más trabajo de Anne Simon y autoras similares ya que cómic, y la cultura en general, necesitan de visión nuevas.
El cantar de Aglaé, por suerte, no tiene nada que ver con los cuentos tradicionales que nos leyeron en nuestra niñez. Anne Simon se sirve del mundo imaginario que ha creado para proyectar gran parte de los problemas de la sociedad actual como el machismo estructural, la falta de oportunidades para las mujeres, el poder y la corrupción que lo acompaña o la maternidad como herramienta de sometimiento a las mujeres. Pero sin caer en maniqueísmos y poniendo énfasis en que todos los ideales por justos que sean pueden ser traicionados. Todo ello con un trazo que recuerda a los autores que fundaron L’Association.
Guión - 8.5
Dibujo - 7
Interés - 8.5
8
Cuento
Anne Simon nos propone un cuento en clave feminista sobre el poder y la búsqueda de la felicidad.