A menudo, se desprecian el shôjo manga y obras como El clan de los Poe por ser la corriente demográfica en la que se encuadran tantas y tantas historias con el romance entre adolescentes como eje central de las mismas. Sin embargo, es un error y una injusticia reducir todo el shôjo a este tipo de historias, que por otra parte las hay de mayor y menor calidad, y pensar en toda una corriente demográfica como si se tratase de un género. No, en ella podemos encontrar multitud de historias diferentes, pertenecientes a múltiples géneros y subgéneros, que abarcan una infinidad de historias diferentes y que pueden ser leídas y disfrutadas por cualquier tipo de lector.
Las autoras del Grupo del 24 son las responsables, en gran medida, de que esto fuera posible, ya que revolucionaron el shôjo, introduciendo en las revistas de este tipo géneros que hasta el momento estaban reservados para el shônen y el gekiga/seinen, de los que habían disfrutado como lectoras en su niñez y que, una vez convertidas en autoras consagradas, decidieron abordar desde su perspectiva y sus experiencias, constatando la conquista de nuevos derechos sociales por parte de las mujeres en aquella época, como el derecho a contraer matrimonio sin interferencias familiares, a divorciarse o a heredar el patrimonio de sus progenitores, por lo que las mujeres encontraron en el manga un reflejo de los nuevos tiempos.
HAGIO Moto fue una de las integrantes más destacadas de este grupo de autoras y una de las mangakas más relevantes de la historia. Ediciones Tomodomo está realizando una labor encomiable publicando sus obras en nuestro mercado, y tras habernos permitido disfrutar de ¿Quién es el 11º pasajero? y Catarsis, ahora llega el turno de la obra más importante de esta autora, en una edición a la altura de las circunstancias. Aunque ambas compartían una fascinación por el viejo continente, a diferencia de TAKEMIYA Keiko, su compañera y amiga, que ubica sus trabajos en Francia, Hagio sitúa sus obras en países anglosajones, concretamente Reino Unido y Alemania.
El clan de los Poe vio la luz en marzo de 1972 en las páginas de la revista Bessatsu Shôjo Comic, prolongando su publicación hasta junio de 1976. Posteriormente, Hagio ha revisitado su obra con nuevos capítulos especiales que han servido para demostrar que esta sigue generando un gran interés. Originalmente fue recopilada en cinco tankôbon, viendo agotada la primera tirada de 30000 ejemplares del primer volumen en tres días, lo que fue un hito en aquel momento. Gracias a esta obra, el terror se afianzó como un género recurrente en las revistas de shôjo, en las que autores como UMEZZ Kazuo o ITO Junji han publicado buena parte de su producción.
La familia Poetsnell es la protagonista de la historia principal, un clan de vampirnellas que siembra el terror allá donde van, criaturas sobrenaturales, eternamente jóvenes, que se alimentan de la sangre de sus víctimas y destruyen cualquier atisbo de felicidad que resida en las personas que los rodean. El barón Frank Poetsnell es un hombre serio y adusto, de noble porte, que dirige con mano de hierro el devenir de su familia, mientras que su esposa Sheila es una mujer elegante, de una belleza excepcional y refinados modales, que hechizan a quienes la conocen. Merrybelle es una niña pequeña de naturaleza frágil y gran belleza, que conmueve a quienes la conocen. Edgar es el miembro más relevante de la familia a efectos de la trama, un joven de aura terrorífica, con ojos azules como estrellas de hielo, que siente un odio eterno hacia quienes lo convirtieron en una criatura inmortal y lo confinaron eternamente en el cuerpo de un niño.
Belleza suprema, vida eterna, terror insondable, misterio indescifrable. Seres de leyenda. Seres de sombra, crepúsculo y niebla azul. De sangre que rezuma, fríos dedos y enigmáticas sonrisas.
La relación fraternal entre Edgar y Merrybelle es una constante a lo largo de toda la historia, ya que la frágil naturaleza de la niña y su propensión a desmayarse son el único motivo para hacer que Edgar se estremezca y sienta preocupación, además de que el hecho de que permanezcan eternamente con su aspecto de niños supone la principal razón para que su familia deba mudarse cada cierto tiempo para guardar las apariencias. A lo largo de los diferentes capítulos que componen la historia, Hagio profundiza en esta relación, detallando los motivos por los que ella es tan importante para su hermano y desarrollando profusamente al personaje de Merrybelle.
Curiosamente, esta edición comienza con una historia que no es la primera en haber sido publicada, ni la primera en orden cronológico, pero su ubicación como antesala del resto de historias se antoja fundamental, para ofrecer una visión panorámica del clan y, a partir de ahí, ahondar en sus profundas raíces. En ella, veremos como una familia procedente de Londres llega a una pequeña localidad costera, donde llaman la atención de sus vecinos gracias a sus lujosas vestimentas, su belleza natural y los macabros acontecimientos que comienzan a tener lugar a su alrededor, ante los que un joven médico parece ser el único capaz de actuar para ponerles fin.
Hagio denota a lo largo de toda la obra una influencia muy directa de los clásicos literarios del género de terror gótico, más allá del mero hecho de que la familia protagonista comparta su nombre con Edgar Allan Poe, el célebre escritor estadounidense, con el que la autora japonesa comparte una habilidad para moverse cómodamente en el relato corto y epatar a los lectores con sus historias macabras. Hay elementos de carácter contextual tomados de este tipo de obras, como la ciudad portuaria en la costa de Inglaterra en la que transcurre la historia principal, con la poderosa presencia del embravecido mar, que azota el rocoso cabo con furia, engullendo la tierra bajo los oscuros abismos y las densas brumas, o las poderosas tormentas, que iluminan las páginas con sus fugaces relámpagos y enfatizan el clímax de la historia.
Evidentemente, no pueden faltar puntos en común con Drácula, la obra magna de Bram Stoker, dada la temática vampírica de este manga, con la que comparte una estructura narrativa similar, desde la presentación de los personajes hasta la resolución de la historia, o la forma en la que la ciencia y la razón son tratadas como la única forma posible de hacer frente a las pérfidas criaturas de las tinieblas y conseguir que la humanidad prevalezca. Además, también podemos apreciar paralelismos con Frankenstein o el moderno Prometeo, la inmortal obra de Mary Shelley, ya que, como aquella criatura nacida en un laboratorio, Edgar experimenta la soledad del monstruo, del diferente, al que todo el mundo teme, y una profunda incomprensión ante su propia naturaleza y el mundo que le rodea, especialmente ante los sentimientos que despierta en los demás.
En los siguientes capítulos, Hagio explora el terror desde otras perspectivas, repasando las líneas maestras del género, ahondando en nuevas formas de estremecer a los lectores y desarrollando todo el trasfondo de la historia, enriqueciéndola con nuevos matices y elementos. Así, visitaremos la primigenia aldea de los Poe, rodeada por una densa bruma, cuajada de rosas y habitada por sombras, cascarones vacíos que realizan las tareas encomendadas por sus amos, nos perderemos en las estancias de una inmensa mansión rodeada por un denso bosque o experimentaremos los horrores que no proceden de lo sobrenatural, sino que son generados por los seres humanos, mediante el tratamiento de la I Guerra Mundial y sus consecuencias sobre una familia que antaño tuvo cierta relación con el clan de los Poe.
El dibujo de Hagio resulta espectacular y mejora a medida que avanzan los diferentes capítulos, consiguiendo transmitir el terror que sienten aquellos que ven sus apacibles vidas alteradas por el clan de vampirnellas, o las gélidas atmósferas en las que tienen lugar sus crímenes, mediante un trazo fino y elegante, así como por el habitual buen uso de la tinta para sumergir a los lectores en las tinieblas, sus preciosas composiciones de páginas o la fluidez narrativa que siempre la caracteriza.
Merece la pena comentar detenidamente la fabulosa edición que han preparado desde Tomodomo, una de las más bonitas que jamás ha tenido un manga en nuestro país. No todos los días se publica uno de los mangas más importantes de la historia, así que las responsables de la editorial han aprovechado la oportunidad para dar lo mejor de sí mismas y publicar esta obra con los honores que merece. Para ello, han apostado por un formato a gran tamaño, de 17×24 cm, encuadernación rústica, páginas a color, galería de ilustraciones, sobrecubierta con estampados plateados y una introducción a cargo de Ana María Caro, la traductora de la casa, que como siempre realiza un trabajo impecable. El clan de los Poe se publica en dos volúmenes, con un precio de 20 euros, cuyas portadas forman una preciosa ilustración conjunta y que pueden presumir de contar con una excelente reproducción, gracias al escaneado de los originales de la autora. Sin duda, se trata de una edición de categoría, a la altura de la calidad de la obra y su autora, de la que continuarán publicando nuevos títulos.
VALORACIÓN GLOBAL
Guión - 9.4
Dibujo - 9.1
Interés - 9.5
9.3
Horror y belleza
El clan de los Poe es una obra imprescindible para cualquier aficionado al cómic japonés y que, a buen seguro, estará en las listas de los mejores mangas publicados en 2020.