Amazonas perdidas
Hace poco ya afrontamos la reseña del arranque del primer evento de Wonder Woman desde Guerra de Dioses. Vimos que la historia ya mostraba severas debilidades y que no acababa de concretar muchos de lo aspectos esperables en este tipo de trabajos. Sin embargo, quedaba leer el grueso del evento, el que va encartado en este tomo y que viene a poner el punto y final a una historia en el que las Amazonas deben enfrentarse al mal surgido de las profundidades.
Con la publicación de la segunda parte del evento, las sensaciones iniciales se confirman y lo hacen de la peor forma posible. Porque no es que estemos ante un mal cómic, es que estamos ante un cómic intrascendente. Y eso es lo peor que le puede pasar a un trabajo que pretende ser justamente lo contrario. Pero vayamos por partes.
En esta segunda entrega el grueso del evento se desarrolla en sus páginas, por lo que aquí vemos las consecuencias de los que se empezó a intuir en el primer tomo. Unas consecuencias que empiezan por lo ocurrido a Hipólita, que aquí despliega una subtrama que se desarrolla en las páginas de la serie de Wonder Girl, de la mano de Jöelle Jones, que firma el trabajo gráfico más sólido de todos, al tiempo que construye el momento más interesante de esta subtrama. Una subtrama que muere de la peor de las formas por tener una conclusión facilona y tramposa, dejando al lector algo escamado con lo que acaba de suceder. Jones, que logra ir elevando la tensión al más puro estilo de resolución detectivesca de las novelas de Agatha Christie, no da con la tecla para poner sobre la mesa a una responsable factible que, una vez desenmascarada, no recibe las consecuencias esperables de sus actos. Jones dibuja de forma espectacular a las amazonas y su entorno, aunque economiza en fondos, y eso añade valor a su trabajo (no es aquí el sitio para entrar debatir los problemas derivados de su dibujo y las acusaciones que recibió de plagio).
En la trama principal las cosas se desarrollan de manera más caótica y anodina, pues las elegidas como posibles campeonas realizan una especie de carrera sin un sentido claro, portando sus regalos divinos (que luego son olvidados de forma inexplicable). No puedes optar por moverte en esta dirección y no aportar algo de valor que sirva a la historia para apuntalar motivaciones, emociones, sentimientos. Hacerlo de esta manera es confuso y se siente más como la necesidad de llenar páginas que otra cosa. Debe existir el crecimiento de los personajes y aquí no hay cambios apreciables más allá de los forzados a conveniencia del guion.
Y llega el gran final. El enfrentamiento final de una amenaza que nunca se siente como tal y que tendría que haber sido el punto clave del evento. Un final por todo lo alto, desplegando épica, con unas amazonas desatadas… y nada de esto ocurre. Pasan cosas, hay batalla, hay hermandad, pero no hay fuerza, carisma, dolor o lágrimas. No hay nada emocional a lo que poder agarrarse, quedando el conjunto en un diluido conjunto de imágenes.
Y tras esta resolución facilona llega un número final en el que Nubia es coronada como Reina de las Amazonas en un especial dibujado por una legión de dibujantes, en la que se acaba por definir al personaje, dándole el trasfondo psicológico que le faltaba, mientras se desvelan los secretos de su pasado. Un especial que hace más por el personaje que todo el evento, en el que Nubia se mantiene en un segundo plano anodino que casi duele. Aquí se establece el nuevos estatus de las amazonas, dejando claro como va a funcionar todo a partir de este punto. Un estatus para el que no era necesario haber montando este evento.
En el apartado gráfico hay involucradas una buena cantidad de dibujantes, por lo que hay espacio para satisfacer el gusto de todo tipo de lectores. Sin embargo, este vaivén de dibujos también resta, en algunos momentos, más que sumar. Lo que si es constante, y es algo que se debe señalar como un valor, es la cohesión narrativa que existe entre cada artista. Sus trabajos difieren en estilo, pero a la hora de narrar todas y todos consiguen generar un paquete sólido que, de los contrario, hubiera sumido a la historia en el más absoluto caos.
Un evento fallido, con apenas algunas puntos reseñables en positivo, que desaprovecha su potencial y se queda en lo intrascendente y lo anodino. Una obra sin alma, sin espíritu alguno, sin carisma, que juega a contar algo sin plasmar toda la profundidad de lo que un trabajo de este tipo y sus pretensiones, debería tener.
Lo mejor
• El trabajo gráfico general y el de Jöelle Jones en particular con la historia de la amazonas.
• Poder sentir la mitología de los personajes en todo su esplendor.
Lo peor
• La oportunidad perdida para hacer algo que trascendiera.
• La mala ejecución de la trama y las subtramas que acaban solventadas de manera anodina y carente de épica.
Guion - 5
Dibujo - 7
Interés - 5
5.7
Lamentable.
Un final de evento que no responde a lo esperado. Las sensaciones iniciales ya detectadas en le primer tomo aquí quedan patentes de manera aplastante. Un cómic torpe, sin épica, con ideas toscamente desarrolladas y apenas desarrollo emocional.
Algo pasa con Wonder Woman. Demasiados experimentos fallidos para lo que deberia ser uno de los pilares de la editorial y la superheroina mas reconocible por el gran publico
Cada vez tengo mas la teoria de que wonder woman no es ni mucho menos el personaje mas cotizado del mercado actual, y no todos los guionistas quieren trabajar con ella, porque sino no entiendo que hacen estos dos guionistas todavia en la serie, cuando no funciona ni en ventas ni en criticas y esta siendo lo que esta siendo. Yo espero que para down of DC relancen la serie, pero me cuesta creerlo.