Ha llegado el momento. Hoy comienza la semana más esperada del año para millones de personas de todo el mundo, y no nos referimos a las elecciones generales ni a las compras navideñas. Hablamos, cómo no, del estreno el próximo viernes 18 de diciembre de Star Wars: El Despertar de la Fuerza, el regreso de la saga galáctica diez años después de la conclusión de la trilogía de precuelas dirigida por George Lucas y que continuará la historia tras El Retorno del Jedi (1983). Para celebrar lo que es sin duda todo un acontecimiento generacional, desde Zona Negativa queremos arrancar a partir de este momento una semana dedicada a Star Wars repleta de artículos y reseñas dedicados al universo de La Guerra de las Galaxias que intentará haceros más llevadera la espera y que culminará, como no podía ser de otra manera, con nuestra crítica de la película dirigida por J.J. Abrams.
Acompañada de una expectación abrumadora desde el mismo momento de su anuncio, esta nueva Star Wars tiene un listón mucho más alto incluso que sus predecesoras La Amenaza Fantasma, El Ataque de los Clones o La Venganza de los Sith, un listón quizás imposible de alcanzar y que le ha sido impuesto por los propios fans: intentar colmar las expectativas de la descomunal masa de aficionados a Star Wars que esperan ver en este arranque de una nueva trilogía lo que en gran medida se perdió con las, reconozcámoslo, decepcionantes precuelas. Pero, ¿qué es ese “algo” de lo que carecían aquellas cintas y que se busca recuperar en esta nueva serie de películas? Quizás a muchos la respuesta se os haya revelado al momento durante los más que seguros visionados maratonianos de la saga durante estos días y semanas previos al estreno de El Despertar de la Fuerza, un título que de manera nada casual lleva precisamente parte de esa respuesta en su propio enunciado. Vamos a echar por un momento la vista atrás para tratar de dilucidar el porqué de tantas esperanzas depositadas en Abrams y compañía.
Todo cambió en 1977. Para bien o para mal, aquel año cinceló la forma de lo que hoy entendemos como cine de entretenimiento que ha ido fagocitando todas las otras caras del Noveno Arte para acabar convirtiéndose en el modo predominante con el que miramos a la gran pantalla en nuestros días. Y el mérito (o la culpa) la tuvo George Lucas. La década de los 70 sigue siendo para muchos la última época dorada del cine de Hollywood: con la Guerra de Vietnam desangrando al país, los 70 significaron para Estados Unidos el despertar, no de la Fuerza sino del Sueño Americano que ya había comenzado a hacer aguas durante la última década. Los movimientos contraculturales se enfrentaron a la etapa más árida y difícil de su Historia reciente y toda esa convulsión se vio reflejada en el cine. Un Cine que se libraba del infame Código Hays y daba rienda suelta a temáticas inéditas. Por primera vez un Cine adulto y comprometido, nunca tan parecido como en aquel entonces al estilo europeo, se filtraba en las salas de cine norteamericanas: cineastas como Scorsese, De Palma, Friedkin, Polanski o Cimino tenían al fin cabida en el panorama cinematográfico estadounidense, desarrollando películas comprometidas en el más puro significado del cine de autor: además, era un cine crudo, político, violento y descarnado, nada que ver con lo que estaba por venir en Hollywood.
Pero entre los grandes autores, tres comenzaron a destacar sobre los demás, los tres que a la postre transformarían el cine norteamericano y la industria de Hollywood, y cuyos caminos confluirían a pesar de terminar separándose: eran Francis Ford Coppola, Steven Spielberg y George Lucas. Coppola, mucho más cercano al concepto de gran autor que Lucas o Spielberg, fundaría en 1969 su propia productora, American Zoetrope, que contaba con George Lucas como vicepresidente. Coppola y Lucas forjarían una amistad que llevaría al primer a ayudar a Lucas a convertir en largometraje su corto de ciencia ficción THX-1138. Mientras Coppola se centró en realizar dos de las obras clave de la década y de la Historia del Cine como son El Padrino (1972) y Apocalypse Now (1979), Lucas decidía comenzar un camino en solitario fundando su propia compañía, Lucasfilm Ltd., con la que firmaría un contrato con Universal Pictures para la realización de dos películas. La primera de ellas, American Graffiti, obtuvo un gran reconocimiento por parte de la crítica llegando a obtener cinco nominaciones a los Oscar de 1973; casi parecía que Lucas seguiría los pasos de Coppola como gran autor, pero las ideas de Lucas eran muy diferentes. Tras American Graffiti, Lucas comenzó a desarrollar su gran proyecto, una historia de épica espacial para la que ya había desarrollado todo un universo propio: Star Wars. La ambición de Lucas con el proyecto, para cuyos efectos especiales llegó a fundar una compañía propia, la conocida Industrial Light & Magic, no tuvo reflejo en el interés de los estudios por la historia: Universal Pictures rechazó producir la película, que finalmente recayó en 20th Century Fox tras una reunión en la que el ilustrador Ralph McQuarrie les presentó unos espléndidos bocetos de algunas escenas de la historia y que ya quedarían para la eternidad ligados a la mitología de Star Wars.
Nunca se había visto algo así en una pantalla de cine. Una generación de espectadores quedó marcada a fuego por Star Wars. Era un cine de aventuras superlativo, con más medios a su disposición que nunca pero también contando con un enorme compendio de artesanos que tuvieron su merecido reconocimiento al arrasar la película en los Oscar técnicos de aquel año (sumados al de Mejor Banda Sonora, cómo no, por la inmortal partitura eternamente tarareable del maestro John Williams). Aunque Spielberg había inaugurado el concepto de blockbuster dos años antes con Tiburón, Star Wars lo dinamitó y subió la apuesta, convirtiéndose en el gran exponente del cine como acontecimiento y fenómeno de masas. No se quedó ahí, sino que continuó su éxito rodeando a la cinta con multitud de merchandising (posiblemente, la auténtica razón de la descomunal fortuna de Lucas). El estreno de su continuación tres años después, El Imperio Contraataca, confirmó a Star Wars como un fenómeno más allá del propio Cine, un Cine que a partir de ese momento seguiría, especialmente en la década de los 80, la senda marcada por Lucas y Spielberg, que colaborarían en 1981 para realizar la primera cinta de Indiana Jones, En Busca del Arca Perdida (1981), otro hito de Hollywood que volvería a arrasar en las salas de cine. El Hollywood posmoderno tenía a sus grandes exponentes, las salas llenas y, sobre todo, a un público ansioso que, por primera vez, anticipaba la llegada de una película. Hollywood, que comprendió que de este modo podía vender entradas incluso antes de realizar las películas (el sueño de cualquier mercado capitalista), se entregó desde entonces a los brazos del cine de entretenimiento. El hype había nacido, y Lucas pudo comprobarlo de primera mano cuando estrenó la segunda trilogía en forma de precuelas en 1999 con el Episodio I: La Amenaza Fantasma.
Por supuesto que el hype se multiplicó de forma estratosférica con la generalización de internet, pero ya en 1999 se contempló a La Amenaza Fantasma como un nuevo acontecimiento generacional. Por supuesto hoy todos somos conscientes en mayor o menor medida de que aquel estreno no cumplió en absoluto las expectativas depositadas en el regreso de Star Wars. En la web Slashfilm nos recordaban hace unos días lo tramposa que suele ser la memoria y lo voluble de esas expectativas con un documento hilarante: un vídeo de las reacciones al estreno del Episodio I por parte de fans e incluso celebridades en las que casi todos coinciden en estar ante una de las mejores películas de sus vidas. El vídeo no tiene desperdicio:
A pesar de lo visto, la desilusión de los fans con las tres nuevas películas era evidente. Sí, al fin podían ver la trágica historia de Anakin Skywalker, su caída y la preparación de la historia contada en la trilogía original, pero había algo que faltaba y que hacía palidecer a esta nueva trilogía en las comparaciones con las películas originales. Por un lado tuvimos la pésima utilización por parte de George Lucas de los avances tecnológicos de principios del siglo XXI. Todo lo que tenía de artesanal la trilogía original fue sustituido violentamente por una pantalla verde que llenaba cada fotograma de muy visibles efectos digitales. Esa perversión de la memoria nostálgica del fan le hacía torcer el gesto ante algo que reconocía pero que no se correspondía con la esencia de sus recuerdos; Lucas también cometió el error de ampliar el foco de su historia, convirtiendo una alegre saga de aventuras galácticas en un a veces farragoso relato político (fusilado en esta sangrante parodia de Los Simpson) acompañado de una no muy bien llevada historia romántica entre Anakin y Amidala. Lucas, que siempre vio su historia como una saga familiar y las relaciones entre la misma, no logró replicar el interés o el carisma de los personajes originales, de modo que el joven Obi-Wan Kenobi de Ewan McGregor no podía luchar contra el recuerdo del gran Alec Guiness, y Padmé Amidala, Mace Windu o Darth Maul tenían una mochila demasiado pesada sustituyendo a nombres como los de Leia, Luke, Han Solo o Darth Vader (no entremos ya en el tema Jar Jar Binks). El fracaso a nivel popular (que no de taquilla) de las precuelas dejó un mal sabor de boca en unos fans que deseaban volver a las sensaciones de la trilogía original.
El Despertar de la Fuerza obedece hasta el momento a esos deseos y parece llegar justo en el momento adecuado. A pesar de que el espectador de 2015 está saciado de nostalgia y acostumbrado a la vuelta de sus recuerdos en forma de remakes y reboots, muchos de ellos absurdamente innecesarios, el regreso del espíritu de aquella Star Wars de 1977 es una espinita clavada en el corazón del aficionado. Disney, quien lleva ahora las riendas de la saga tras adquirir Lucasfilm en 2012, es una compañía mucho más inteligente (independientemente de la calidad en sus resultados) en el panorama actual que la mayoría de sus adversarias y en el caso de Star Wars ha sabido leer perfectamente lo que desean ver los fans (como bien recalcaba con cierto aire de insidia George Lucas en unas recientes declaraciones tras ver la película: «Creo que a los fans les encantará. Es básicamente el tipo de película que estaban esperando«): por supuesto, aún no sabemos si lo han conseguido o no, pero sólo por el modo en que han ido construyendo el relanzamiento de Universo Star Wars ya se han asegurado de tener entre manos posiblemente el estreno más taquillero de la Historia del Cine, con una expectación como no se había visto hasta el momento de tal modo que realmente parece que estemos en pocos días ante un nuevo acontecimiento generacional. Pero, ¿por qué parece que Disney ha tenido éxito allí donde el propio Lucas fracasó?.
La clave, creo, está en la nostalgia y el relevo generacional. Esta idea me asaltó viendo los famosos vídeos de Youtube donde la gente se graba reaccionando a tráilers y demás, donde pude comprobar cómo muchos saltaban de sus sillas y se emocionaban genuinamente con los primeros avances de esta nueva Star Wars: más allá de eso, compartían su entusiasmo con las personas que tenían alrededor, amigos entre sí, pero sobre todo padres con hijos (como en este fenomenal ejemplo que no me canso de ver); tanto es así que la propia emoción traspasa la pantalla y genera un efecto rebote que me llegó a contagiar durante su visionado. Disney, claro está, no tiene tanto la vista puesta en el fan de Star Wars (cuya entrada tienen vendida hace mucho, mucho tiempo) sino en la nueva y potencial generación de espectadores a los que poder venderles no sólo una entrada, sino todo un universo de mercadotecnia. Esta obvia y lógica jugada capitalista no nos interesa tanto como el modo de reflejarla en la promoción y la propia trama de El Despertar de la Fuerza, y es ahí donde parece que han dado en el clavo.
Y es que parecía imposible, pero en una jugada maestra Abrams y compañía han traído de vuelta a los protagonistas originales, Harrison Ford, Carrie Fisher y Mark Hamill, pero no los hace protagonistas, sino que incorpora un nuevo, joven y casi desconocido reparto para que al fin, con luz y taquígrafos, se produzca el ansiado relevo generacional: de este modo (al menos, repito, durante su excepcional campaña de promoción), El Despertar de la Fuerza ha jugado maravillosamente con el equilibrio entre el respeto a la nostalgia de los fans y de la propia historia (“It’s true… all of it”, asevera un envejecido Han Solo durante el tráiler final de la cinta y a uno se le ponen los pelos de punta), rindiendo tributo al aspecto artesanal que tanto echaban de menos los fans tras la orgía de píxeles de las últimas cintas de Lucas (recordemos que en el primer vídeo promocional de Star Wars con motivo de un acto benéfico, J.J. Abramsaparecía en el set de rodaje con un personaje realizado con efectos prácticos, o la entrada de un BB-8 real en el escenario de la última convención de Star Wars, dos actos pensados en parte para reconciliarse con el fan nostálgico de aquella Star Wars que podías ver y tocar en tus figuras y juguetes (¿alguien duda de que el BB-8 teledirigido será uno de los juguetes estrella de la Navidad?) y alejarse así del impostado carácter virtual de la última vez que vimos la saga en cines; y a la vez compaginando todo esto con el ansia ante la novedad de una continuación que devuelva el espíritu aventurero a la saga y que lleve la historia más allá que las predecibles precuelas, donde todo el mundo conocía cómo iba a acabar Hayden Christensen (aquí dejo el chiste a cada cual). Así, Rey y Finn (unos Daisy Ridley y John Boyega que como buenos hijos de su tiempo también grabaron sus reacciones al verse como protagonistas de la película) recogen el testigo de la saga de manos de sus propios protagonistas (destacando a un Harrison Ford que se ha dejado la piel en la promoción de la cinta, dejando a un lado su consabido poco entusiasmo en lo referente a lo icónico de sus personajes y que nos ha dejado momentos impagables como este en el show de Jimmy Kimmel), con las elevadas posibilidades de bendición por parte de los fans que eso conlleva. Si lo consigue, Disney habrá conseguido todo un jaque mate con los múltiples spin-offs que ya prepara además de la nueva trilogía, una ampliación del horizonte de la saga similar al que planeaba Lucas desde el comienzo. De momento, ha conseguido que el fan o incluso el cinéfilo entusiasta no especialmente aficionado a Star Wars (como, lo reconozco, un servidor), que tantas veces ha depositado su confianza y tantas veces la ha visto traicionada o directamente pisoteada, vuelva una vez más a creer. Desde el principio, tan sólo ha sido una cuestión de fe.
No creo que la 2da trilogía sea para nada decepcionante. Hace aún mejor a la 1ra, con sus fallos (casting, ritmo…) y enormes momentos (batallas multitudinarias, Kenobi…), son pelis de SW que no puedo dejar de ver una vez que empiezan. Para mí ambas trilogías forman un todo que se retroalimenta. Veremos si ésta consigue eso.
Para mi las precuelas van más allá de la decepción, simplemente desearía que no hubiesen sido filmadas jamás. Disney debería de declararlas no- canon y hacer un reboot. Soñar no cuesta nada, pero me encantaría que esto fuera realidad…. https://www.youtube.com/watch?v=4c1pmr_Ird4
Gracias Samuel!!!
Buena forma de empezar la semana, jejeje
Efectivamente, esta es la semana más esperada del año para los fans a la ciencia-ficción, ójala la película triunfe como esperamos todos.
Para mi solo existe la trilogía «original», la otra la borré de mi memoria. Aparte de la propia historia, que es floja no, lo siguiente, es lamentable ver lo mal que han envejecido estas películas, con un CGI muy muy flojo.
Gracias a «Historias de Droides» de Disney XD mi hijo ya sabe lo que pasó, así que no es necesario revisionarlas. Me hizo gracia ver como la propia serie de Doides (que es «oficial» de Lucasfilm / Disney) se ríe de las chorradas y ridiculeces de esta trilogía, y hay un montón.
Siete añitos casí recién cumplidos tenía yo cuando me llevaron a ver LA PELÍCULA de mi vida, casi la misma edad que ahora tiene mi hijo, al que le estoy poniendo (en pantalla grande, eso sí) estas semanas las 6 películas en su orden lógico. El crio está encantado de la vida, y yo no puedo estar más hinchado de orgullo, pues he conseguido traspasar una aficción que me marcó y me sigue marcando en muchos aspectos de mi personalidad.
Y es eso señores, eso, lo que nos está vendiendo Disney. NOSTALGIA. Transmisión de recuerdos, experiencias y vivencias que marcan un antes y un después. Es por ello que creo que esta Star Wars se va a salir de todos los esquemas.
P.D.: y lo mejor es que, a la vuelta de la esquina, ¡¡¡nos esperan otras 5 más!!!!
hermenauta
Lector
14 diciembre, 2015 13:29
Yo todo esto lo veo como la auténtica decadencia de la cultura occidental. Adorando a falsos ídolos que lo hacen todo por la pasta. Dejemos que cojan nuestro dinero, ni siquiera lo necesitamos, aunque dediquemos nuestra vida a ganarlo.
AIRE
Lector
14 diciembre, 2015 17:28
Y bueno, aunque estoy esperando con impaciencia el viernes, creo que deberían también subir el trailer de Star Trek Beyond, que también se ve muy chulo. https://www.youtube.com/watch?v=oaas4zEUxdY
ultron_ilimitado
Lector
15 diciembre, 2015 22:00
Francamente no comprendo el desprecio por la nueva trilogía. La única explicación que le veo es que el halo mítico de las originales ha hecho que las nuevas no aguanten la comparación. Pero ni las clásicas son tan buenas ni las modernas son tan malas.
A ver, que a mí la trilogía original me parecen peliculones que revolucionaron un género y, en general, una forma de hacer cine. Pero a todo eso además hay que sumarle el peso de la nostalgia y del mito que se ha ido creando en torno a ellas, y con eso nunca se va a poder competir. Ni siquiera el despertar de la fuerza podrá. Igual es buena película, creo que posiblemente será mejor que la nueva trilogía, pero aún así muchos fans van a quedar algo insatisfechos, por el simple hecho de que el peso de las anteriores aplasta a cualquier intento nuevo de contar algo sobre la saga.
Y eso es lo que le pasó a la moderna trilogía en mi opinión. Creo que sin la comparación con las originales habrían sido consideradas blockbusters de entretenimiento decentes. Yo personalmente reconozco que en calidad cinematográfica, en carisma de personajes y en errores de bulto es claramente inferior a las clásicas. Pero también tiene aciertos, momentos espectaculares y añadió elementos a la mitología (¿quién coño sabía lo que era un padawan o quienes son los sith habiendo visto solo las tres originales?).
Así que…¿que son peores que las tres originales?, desde luego. ¿Que son horribles y atroces y no deberían existir?, para nada. Yo a su manera soy capaz de disfrutar de ellas también, sobre todo de La venganza de los sith, que es la que establece el puente de unión con la trilogía clásica y creo que lo hace francamente bien.
Ahora mi impresión es que el episodio VII que se nos viene encima es que posiblemente sea una película superior a la trilogía moderna, pero que para muchos va a seguir siendo una decepción, simplemente porque no es de la trilogía original.
georgepak
Lector
16 diciembre, 2015 18:57
Me leeré todos estos especiales, esta semana sera mágica ! Y coincido en que la nostalgia es CLAVE para el éxito que esta teniendo Disney con esta saga
El gran día ya llegó. Yo iré hoy a verla, ni cena de empresa ni nada, Star Wars tiene prioridad total. Ójala las expectativas se cumplan y disfrutemos de un gran espectáculo.
Simplemente daros las gracias a todo ZN por la brutal semana que nos habeis regalado a los fans. Os lo habeis currado a niveles estratosféricos. ¡Gracias y que la Fuerza os acompañe!!!
No creo que la 2da trilogía sea para nada decepcionante. Hace aún mejor a la 1ra, con sus fallos (casting, ritmo…) y enormes momentos (batallas multitudinarias, Kenobi…), son pelis de SW que no puedo dejar de ver una vez que empiezan. Para mí ambas trilogías forman un todo que se retroalimenta. Veremos si ésta consigue eso.
Decepcionante es la Amenaza Fantasma, después ya nadie esperaba nada. Y el Ataque de los Clones es aún peor.
Lejos de decepcionarme, quizá no fue lo que yo esperaba. Tampoco algo como esto: https://www.youtube.com/watch?v=Xkm9h0S4wr8
Para mi las precuelas van más allá de la decepción, simplemente desearía que no hubiesen sido filmadas jamás. Disney debería de declararlas no- canon y hacer un reboot. Soñar no cuesta nada, pero me encantaría que esto fuera realidad…. https://www.youtube.com/watch?v=4c1pmr_Ird4
Gracias Samuel!!!
Buena forma de empezar la semana, jejeje
Efectivamente, esta es la semana más esperada del año para los fans a la ciencia-ficción, ójala la película triunfe como esperamos todos.
Para mi solo existe la trilogía «original», la otra la borré de mi memoria. Aparte de la propia historia, que es floja no, lo siguiente, es lamentable ver lo mal que han envejecido estas películas, con un CGI muy muy flojo.
Gracias a «Historias de Droides» de Disney XD mi hijo ya sabe lo que pasó, así que no es necesario revisionarlas. Me hizo gracia ver como la propia serie de Doides (que es «oficial» de Lucasfilm / Disney) se ríe de las chorradas y ridiculeces de esta trilogía, y hay un montón.
NOSTALGIA, esa es la clave.
Siete añitos casí recién cumplidos tenía yo cuando me llevaron a ver LA PELÍCULA de mi vida, casi la misma edad que ahora tiene mi hijo, al que le estoy poniendo (en pantalla grande, eso sí) estas semanas las 6 películas en su orden lógico. El crio está encantado de la vida, y yo no puedo estar más hinchado de orgullo, pues he conseguido traspasar una aficción que me marcó y me sigue marcando en muchos aspectos de mi personalidad.
Y es eso señores, eso, lo que nos está vendiendo Disney. NOSTALGIA. Transmisión de recuerdos, experiencias y vivencias que marcan un antes y un después. Es por ello que creo que esta Star Wars se va a salir de todos los esquemas.
P.D.: y lo mejor es que, a la vuelta de la esquina, ¡¡¡nos esperan otras 5 más!!!!
Yo todo esto lo veo como la auténtica decadencia de la cultura occidental. Adorando a falsos ídolos que lo hacen todo por la pasta. Dejemos que cojan nuestro dinero, ni siquiera lo necesitamos, aunque dediquemos nuestra vida a ganarlo.
Y bueno, aunque estoy esperando con impaciencia el viernes, creo que deberían también subir el trailer de Star Trek Beyond, que también se ve muy chulo. https://www.youtube.com/watch?v=oaas4zEUxdY
Francamente no comprendo el desprecio por la nueva trilogía. La única explicación que le veo es que el halo mítico de las originales ha hecho que las nuevas no aguanten la comparación. Pero ni las clásicas son tan buenas ni las modernas son tan malas.
A ver, que a mí la trilogía original me parecen peliculones que revolucionaron un género y, en general, una forma de hacer cine. Pero a todo eso además hay que sumarle el peso de la nostalgia y del mito que se ha ido creando en torno a ellas, y con eso nunca se va a poder competir. Ni siquiera el despertar de la fuerza podrá. Igual es buena película, creo que posiblemente será mejor que la nueva trilogía, pero aún así muchos fans van a quedar algo insatisfechos, por el simple hecho de que el peso de las anteriores aplasta a cualquier intento nuevo de contar algo sobre la saga.
Y eso es lo que le pasó a la moderna trilogía en mi opinión. Creo que sin la comparación con las originales habrían sido consideradas blockbusters de entretenimiento decentes. Yo personalmente reconozco que en calidad cinematográfica, en carisma de personajes y en errores de bulto es claramente inferior a las clásicas. Pero también tiene aciertos, momentos espectaculares y añadió elementos a la mitología (¿quién coño sabía lo que era un padawan o quienes son los sith habiendo visto solo las tres originales?).
Así que…¿que son peores que las tres originales?, desde luego. ¿Que son horribles y atroces y no deberían existir?, para nada. Yo a su manera soy capaz de disfrutar de ellas también, sobre todo de La venganza de los sith, que es la que establece el puente de unión con la trilogía clásica y creo que lo hace francamente bien.
Ahora mi impresión es que el episodio VII que se nos viene encima es que posiblemente sea una película superior a la trilogía moderna, pero que para muchos va a seguir siendo una decepción, simplemente porque no es de la trilogía original.
Me leeré todos estos especiales, esta semana sera mágica ! Y coincido en que la nostalgia es CLAVE para el éxito que esta teniendo Disney con esta saga
El gran día ya llegó. Yo iré hoy a verla, ni cena de empresa ni nada, Star Wars tiene prioridad total. Ójala las expectativas se cumplan y disfrutemos de un gran espectáculo.
Simplemente daros las gracias a todo ZN por la brutal semana que nos habeis regalado a los fans. Os lo habeis currado a niveles estratosféricos. ¡Gracias y que la Fuerza os acompañe!!!
🙂