El pasado siempre te alcanza.
«La espiral de violencia debe detenerse en algún momento. La venganza exige venganza…»
En los últimos años nos han invadido las historias de ficción protagonizadas por vikingos, no solo en el cómic, también en otros medios como el cine, la televisión o la literatura. Los resultados están marcados por la irregularidad con obras magnificas como las primeras temporadas de la serie de TV Vikingos o el cómic Hel’blar (Yermo), por citar dos de las más destacadas, aunque el cómic de vikingos más importante del medio es la serie Thorgal creada por Jean Van Hamme y Grzegorz Rosinski creada en la década de los setenta cuando no había esta sobreexplotación de los hombres del Norte. Pero esas obras de gran calidad son una excepción ya que sobre todo abundan creaciones totalmente mediocres y prescindibles. Así que cuando se anuncia la aparición de cualquier novedad relacionada con ellos hay que acercarse de manera cautelosa y con mucho tiento. Sin embargo, cuando se trata de productos como
Erik Kriek es un diseñador, ilustrador e historietista neerlandés nacido en 1966 en la ciudad de Ámsterdam. Se graduó en ilustración y artes gráficas en la Academia Rietveld de Arte y Diseño de su ciudad natal en 1991. Tras lo que comenzó una carrera como ilustrador que le ha llevado a trabajar en todo tipo de proyectos, entre ellos el cómic. Sus primeros pasos en el medio los dio en 1994 con su serie autopublicada Gutsman protagonizada por un héroe de aspecto similar al The Phantom de Lee Falk, una serie que también fue publicada en USA gracias a Top Shelf. Su siguiente personaje fue Little Andy Roid que vio la luz en Gutsman. En ambos trabajos se puede ver la influencia que los autores underground estadounidenses tenían en su trabajo. Su siguiente fue Desde el más allá y otras historias en el que adaptaba algunas historias de Howard Phillips Lovecraft que fue editado en España por La Cúpula en 2017. Posteriormente aparecería In the Pines (Norma) una obra en la que adaptaba al cómic cinco canciones sobre asesinatos (Taneytown de Steve Earle; The Long Black Veil de Danny Dill y Marijohn Wilkin; Caleb Meyer de Gillian Welch; Where The Wild Roses Grow de Nick Cave y Kylie Minogue; y Pretty Polly (And The Ship’s Carpenter)) y que le valió numerosos reconocimientos internacionales como el Premio Rudolph Dirks al mejor cómic de terror en Alemania. Tras ese éxito su siguiente trabajo es El exilado aparecido en 2019. Pero el que nos ocupa no ha sido su último trabajo ya que en 2020 apareció Creek Country, un libro en el que vuelve a unir música e ilustración para homenajear a los músicos de folk, country and blues. Durante su ya prolongada trayectoria ha colaborado en diversos cómics colectivos por todo el mundo.
El exiliado del título es Hallstein Thordsson, un guerrero vikingo que regresa a su casa en la Islandia del siglo X d.C. después de un largo exilio de siete años tras asesinar a su mejor amigo Hrafn. Esos siete años los ha pasado enfrascado en violentas batallas y saqueos que le han llevado a aborrecer la violencia. Ahora busca únicamente la paz y cambiar la tumultuosa vida del guerrero por la tranquilidad del trabajo de la tierra. Sin embargo, los actos que le llevaron al exilio no han sido olvidados y la paz que anhela se verá frustrada por la sed de venganza y ambición de la familia de Hrafn que no ha olvidado el dolor que les causo.
Estamos ante una obra que nos cuenta una historia crepuscular de venganza y redención con triángulos amorosos, traiciones familiares, violencia, honor y amistad. Una trama universal similar a otras historias de venganza, pero que Kriek sabe aprovechar para mostramos el modo de vida de los vikingos en Islandia, demostrando que ha realizado un enorme trabajo de documentación para poder reflejar sus costumbres, su sistema de justicia, su economía y también hacernos ver el conflicto religioso que se estaba produciendo entre su religión pagana y la fe cristiana recientemente introducida en la isla. Esta parte está muy lograda y es realmente notable. Sin embargo, el mayor problema de la obra reside en el personaje protagonista que no está muy definido y resulta muy poco tridimensional, lo que provoca que no sea capaz de despertar en el lector ninguna emoción, ni positiva, ni negativa. Así que al aproximarnos la clímax de la obra no tenemos un gran interés conocer su destino y el final nos deja el mismo frio que viven los personajes en Islandia. Esa falta de tridimensionalidad y carisma resulta igualmente aplicable al resto de personajes que son bastante arquetípicos y previsibles en sus acciones, quizás de haber optado por un elenco de personajes más reducido Kriek hubiera tenido más espacio para desarrollarlos de una manera más apropiada. Una pena puesto que, si se hubiera tomando más tiempo para crear unos personajes más definidos, la obra funcionaria mucho mejor, ya que, aunque se trata de una historia que hemos leído muchas veces y no resulta particularmente compleja, está muy bien estructurada y contada, con una resolución que no abusa tanto de los tópicos.
Si al guion se le pueden poner algunas pegas no sucede lo mismo con el dibujo que se convierte en la parte más notable de esta obra. Un trabajo que empieza con una magnifica escena de apertura que es una perfecta muestra de lo que nos vamos a encontrar en la parte grafica de la obra en la que Kriek destaca por la fuerza que es capaz de imprimir a las escenas de acción y violencia, y también por el uso del bitono empleando el rojo para las escenas oníricas y las que transcurren en el pasado y el azul para las que suceden en el presente. De esa manera están presentes el mar y la sangre, dos elementos esenciales en la cultura vikinga, junto con el perenne blanco de los salvajes territorios nevados de Islandia que está reflejados con toda su crudeza y belleza. A largo de las páginas de la novela gráfica podemos ver que el trabajo de documentación que mencionábamos con anterioridad es asimismo es extensible a la parte gráfica ya que el autor consigue una representación fiel tanto de las armas como del utillaje, la ropa, los barcos y los edificios. En el aspecto narrativa también resulta un trabajo brillante dejando que sean los dibujos quienes cuenten la historia y controlando el ritmo narrativo de una manera muy eficaz.
Como ya sucedió con Drácula y Mimbreños Cartem Cómic hace una edición espectacular con una gran reproducción, papel de gran gramaje y un diseño notable, en particular, la guardas. Como extras el tomo incluye un prólogo escrito por el autor, la bibliografía de los libros consulto para documentarse, una breve biografía suya, un glosario de términos y vocabulario y, por último, algunos de los bocetos del proceso creativo de la obra.
Con El exiliado Erik Kriek firma una novela gráfica muy solvente y entretenida, pese a no ser muy original, pero que adolece de un protagonista falto de carisma y fuerza. Pero esas pegas quedan, en parte, eclipsadas por un trabajo gráfico espectacular.
Podéis ver el tráiler de El exiliado que ha preparado Cartem Cómics pulsando el play.
Lo mejor
• La secuencia inicial.
• El uso del color.
• El fiel reflejo que hace de la vida de los vikingos en Islandia.
Lo peor
• El protagonista es demasiado plano y no consigue transmitir ninguna emoción al lector.
Guión - 7
Dibujo - 8.5
Interés - 8
7.8
Venganza.
Erik Kriek firma una historia extraordinaria en lo gráfico, pero que se resiente en el guion por una falta de originalidad y en el desarrollo del protagonista.