El Fantasma que aún camina

El coleccionable de cómics que nos viene ofertando bisemanalmente el diario El País se dedicará mañana viernes a una de las obras fundacionales del noveno arte, The Phantom, el Hombre Enmascarado, creado en 1936 por Lee Falk y Ray Moore para el King Features Syndicate.

Personaje potente, de diseño rotundo, envuelto en una mitología sugerente y rica. Gozó de notable éxito durante muchos años a través de tiras y Sundays para los periodicos y alguna que otra revista, miniserie y película, para ir languideciendo luego poco a poco. Pero si las últimas noticias que nos llegan de su país de origen, los Estados Unidos, son más bien escasas, el “Fantasma que camina” tiempo atrás que encontró un lugar donde renacer. Sus aventuras en inglés continúan publicándose con éxito en Australia, por parte de la editorial Frew, y desde 2002 que han vuelto a los comic-book USA de la mano de Moonstone, pero es un país de habla no inglesa el que se ha convertido en el principal productor de sus nuevas historias: Suecia.
Es en ese país donde apareció en 1950 una revista de cómics titulada Fantomen, de la mano de la editorial Semic primero y de Egmont después, en la que fueron serializándose de entrada las tiras diarias del personaje y posteriormente sus aventuras dominicales. Pero fue tal el éxito de la revista que, entre aumentos de páginas y periodicidades variables, pronto se quedó sin material original que publicar. Incluso antes de que Sy Barry aterrizará en la serie madre a la muerte de Wilson McCoy, dibujante que había sustituido a Moore por sus problemas de salud tras su participación en la Segunda Guerra Mundial.

Se optó entonces en Suecia por las reediciones, pero como a éstas no les acompañaron demasiado las ventas, en 1963 los suecos se compraron el derecho de producir material propio para el personaje. A partir de ahí surgiría lo que al principio fue un equipo de un solo hombre, Bertil Wilhelmsson, el “Team Fantomen”, encargado de producir historias originales del personaje desde el país escandinavo. Se rehicieron historias clásicas. Se guionizaron y dibujaron historias nuevas. Se adquirieron y publicaron historias creadas por Fratelli Spada para Italia y Francia, que serían luego “embellecidas”, ampliadas y encadenadas por los suecos. Todo resultaba insuficiente para saciar el afán del público sueco por fagocitar nuevas peripecias de su personaje fetiche y las ventas, a pesar de las oscilaciones, se mantenían fuertes. El “Team Fantomen” se iba ampliando para poder dar salida a la producción necesaria. A diversos autores escandinavos se les sumó el dibujante español, afincado en Dinamarca, Jaime Vallvé, para marcar las directrices artísticas a seguir con el personaje. El equipo no paraba de crecer con los años y hasta llegó a tener entre sus filas al excelente George Bess; que creo no guarda muy buen recuerdo de la experiencia, por lo que tenía de trabajo de encargo. Los lectores suecos, por su parte, se sentían cada vez más suyo al personaje y mostraban predilección por las historias realizadas por autores autóctonos y producidas desde su país, llegando a arrinconar en la revista a las mismísimas historias de Lee Falk y haciéndolas incluso desaparecer durante un tiempo. A finales de 1980 una ola de autores latinos se incorpora al “Team Fantomen”: César Spadari (Argentina), Carlos Cruz (Argentina/España), José Casanovas (España) y Felmang (Italia). Más tarde, en 1991, llegara la “oleada americana”, con George Olensen, ayudante de Sy Barry, a la cabeza. Y los escritores Tony De Paul (1993) y Ben Raab (1999) siguiendole junto con los dibujantes Paul Ryan (2001), Don Perlin (2001), Dick Giordano (2002) y Graham Nolan (2003). De Paul Ryan se nos decía – en el nº 2 de la completísima e indispensable revista digital argentina sobre cómics Sonaste Maneco – que andaba realizando El Fantasma: Año uno. Tony de Paul, por su parte, acabó convertido en guionista de las tiras diarias y los Sundays a través de un acuerdo que la editorial sueca concretó con el King Features Syndicate para acabar siendo ellos los productores definitivos para todo el mundo de las aventuras del personaje.

¿Quién se lo hubiera dicho en 1950 al propietario de SEMIC cuando su hijo compró los derechos para la edición sueca en revista del personaje? Él, Tor Bonnier, llegó a decirle: “Querido hijo, la familia Bonnier les ha dado a la gente de Suecia un Strindberg, un Lagerlof, un Heidenstam… Tres de los más famosos escritores de Suecia de todos los tiempos. Y tú ahora quieres que les demos al Fantasma…”

¿Y en España? Parece ser que Planeta se planteó la reedición de las aventuras clásicas del Hombre Enmascarado, siguiendo su política de recuperación de grandes obras del cómic. Pero acabaron desestimándola. Cierto que la etapa de Wilson McCoy no esté a la altura de un Hal Foster, un Alex Raymond o un Milton Caniff. Cierto que Rip Kirby y Terry and the pirates llevaban mucho más tiempo alejados de nuestro mercado que The Phantom. Pero no es menos cierto que el Fantasma que camina es un personaje de gran carisma y que una edición de sus aventuras con la relación de calidad/precio que ofrece Planeta sería algo que muchos agradeceríamos.

Aquí arriba tenéis una breve selección de ilustraciones del Hombre Enmascarado que podréis ampliar al clicar en ellas. Son obra de John Cassaday, Paul Ryan, Graham Nolan y Doug Klauba. Todas ellas han sido extraidas, así como buena parte de la información que se ha utilizado para confeccionar este artículo, de una de las mejores páginas web sobre el Fantasma que camina, Deepwoods.
Y para cuando salga mañana el cómic que oferta El País, nosotros os ofreceremos una entrevista con uno de los actuales dibujantes españoles del “Team Phantomen”, al cual no hemos nombrado en este artículo. No-premio para quien adivine su nombre y nos dé cuatro datos sobre su carrera profesional. Una pista: no es familia de ninguno de los que formamos el equipo de Zona Negativa, que se sepa.