La individualidad frente a la existencia social
«Todo el mundo está sujeto a la misma ley de la presencia… ¿De qué sirve ir tan lejos?»
A estas alturas, decir que El Gran Vacío de Léa Murawiec será una de las revelaciones del 2023 es poco más que una obviedad, incluso lo es afirmar que será una de las mejores obras europeas de este año. Pero detrás de todo esto hay algo más. Estamos ante la aparición de una figura emergente con una gran potencia artística, de una enorme originalidad y que, a poco que consolide las expectativas en el futuro, puede convertirse en una de las autoras más importantes del cómic franco belga de las próximas décadas.
Y sin embargo, El Gran Vacío siendo una obra atractiva, hipnótica y trepidante, está lejos de ser redonda. Hemos disfrutado enormemente de la propuesta de Murawiec, de su descripción de un universo urbano exclusivamente centrado en la visibilidad social, de su grafismo atractivo, salvaje e innovador y de su puesta en escena revolucionaria. La trama de su relato, no obstante, nos ha parecido algo estirada.
Manel Naher es una chica inquieta que quiere salir de la megalópolis donde vive para visitar los territorios desconocidos de más allá, que son conocidos como el Gran Vacío. Para ello cuenta con unos pocos aliados; su amigo Ali que la acompañará en la aventura y el librero Patrick que les ayuda en la logística. Desgraciadamente poco antes de partir Manel sufre un ataque cardíaco muy grave debido a su escasa presencia social y para curarse tendrá que hacer grandes sacrificios…
La descripción de esta sociedad basada en la opinión externa, abiertamente superficial, resulta interesante y convincente. La intimidante profusión de anuncios estáticos con los nombres de las personas como si fueran marcas comerciales y la ausencia de una plataforma explícita donde ubicar esta presencia personal le otorga a la fábula urdida por Murawiec un acertado carácter filosófico, con un acentuado componente social. Los ejercicios que los habitantes de esta gran urbe han realizar para obtener esta presencia resultan curiosos y reveladores, ya que invitan a compararlos con los que cotidianamente tenemos que hacer cada uno de nosotros. Es el desarrollo de la trama, más concretamente su esquema argumental, el que nos ha parecido demasiado sencillo y algo precipitado. La progresión personal el personaje principal es acertada, pero está resuelta de una forma algo brusca y esquemática, además los personajes secundarios acaban siendo algo planos, con poca entidad. El Gran Vacío se sustenta sobre una columna vertebral narrativa muy parecida a la de la hermosa película de Ridley Scott titulada Blade Runner, con epílogo poético incluido. El final abierto de la obra es un recurso necesario que ayuda a una reflexión postrera del lector.
Para explicarnos mejor sólo hemos de comparar esta obra de la parisina con la espléndida Mujer salvaje de Tom Tirabosco, con la que comparte punto de partida y progresión temática, pero que tienen un esquema narrativo completamente opuesto. Donde la primera se queda en la primera fase de la respuesta, apenas la apunta; en la obra del italosuizo se nos ofrecen innumerables alternativas, se profundiza en las soluciones, aunque estas acaben siendo puramente individuales.
Gráficamente, la fábula realizada por Léa Murawiec es apabullante. Su estilo es una amalgama bien equilibrada de cartoon, ciertos recursos del manga, el cómic underground norteamericano menos feísta, de la línea clara europea y con algunos giros expresivos de los autores más significativos de l’Association.
Sus páginas nunca tienen una distribución de tiras y viñetas fija, abundan las splash pages descriptivas de un entorno mareante, opresivo, casi invasor. Sus personajes son caricaturescos, pero están llenos de vida, se mueven a oleadas, son elásticos y carismáticos, aunque en algún caso cuesta distinguirlos.
La narrativa es poderosa. Murawiec sabe enfatizar los momentos importantes con recursos diferentes entre sí y muy originales. Además, distingue perfectamente entre el tratamiento de la narración en el tramo principal de la trama con el del episodio final. Si en el primero nos encontramos con una puesta en escena eléctrica, de ritmo desenfrenado y creadora de vértigo; en el segmento de conclusión todo es calma, purificación y búsqueda de equilibrio. Es en este tratamiento tan diferente de la narrativa que la autora aplica en su conclusión donde le vemos sus infinitas posiblilades de evolución artística.
El color esta aplicado de una forma sencilla, elegante y asombrosamente eficaz. La distinción de secuencias narrativas en un tono único azulado oscuro, casi negro, con las más descriptivas con la misma base puntuada por audaces toques de rojo, naranja y azul celeste le dan un acabado final a la obra muy característico y tremendamente llamativo.
Finalmente, y sin el ánimo de ser exhaustivos, en el listado de carteles publicitarios hemos encontrado algunos nombres como Sole Otero, Péixe Collardot, Josune Urrutia o una pintada citando a Antonio Hitos, muy significativo…
Léa Murawiec ha nacido en París en 1994. Es diplomada en grafismo en 2015 por l’École Estienne de la capital francesa. Pasó su beca Erasmus en la ciudad de Shangaï. Paralelamente y dentro del sello Éditions Flutiste publica decenas de relatos cortos y colabora puntualmente como editora. Algunos de estos cuentos breves se recopilan en dos tomos Solidor & Kinesis (2017) y Abymes (2021). También publicado por Flutiste, encontramos el álbum Fabuleux Vaisseaux (2018), donde en colaboración con el ilustrador Krocui, explora las peripecias de unas extraordinarias naves voladoras y las no menos divertidas de sus pilotos. Finalmente, en 2021 publica con Éditions 2024, la obra titulada Le grand vide que le otorgará una enorme visibilidad en el medio de la bande dessinée y con la que obtendrá el Gran Premio del Público del Festival de Angoulême del 2022.
La edición física y técnica del álbum en castellano corre a cargo de Salamandra Graphic que ha hecho un gran trabajo. El tomo es en cartoné, a gran tamaño, impreso de forma excelente y con un papel casi lujoso. No contiene ningún texto de contextualización ni galerías adicionales de imágenes y el precio es muy competitivo. Podemos encontrar, además, una edición en catalán publicada por la Editorial Finestres con casi las mismas características o quizás algo mejor. Eso sí, creo que es un euro más cara.
El Gran Vacío de Léa Murawiec es una obra imperfecta pero apasionante, hermosa y muy sorprendente que sitúa a su autora en la primera línea del panorama del cómic europeo. Esperamos con enorme curiosidad sus siguientes trabajos, en parte para poder confirmar su prometedora evolución, pero para constatar también que la tremenda exposición mediática que ha gozado tanto esta obra como su autora en toda Europa no la han despistado de su camino verdadero. On verra…
Salut!
Lo mejor
• Su enorme originalidad gráfico-narrativa.
• Es una gran carta de presentación de su autora.
• La estupenda edición de Salamandra Graphic.
Lo peor
• Una trama algo alargada.
• Su excesiva repercusión mediática.
Guion - 7
Dibujo - 9
Interés - 8.5
8.2
Apabullante
Una obra primeriza espectacular que permite augurar un futuro apasionante a su autora
