El Hombre de Acero (edición especial limitada)

 

Edición original: DC Comics.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Brian Michael Bendis.
Dibujo: Adam Hughes, Evan Shaner, Ivan Reis, Jason Fabok, Kevin Maguire, Ryan Sook, Steve Rude.
Entintado: Joe Prado, Wade Von Grawbadger.
Color: Alex Sinclair, Adam Hughes.
Formato: Cartoné, 152 páginas.
Precio: 19,95€

 

La guerra no es la solución. ¡Hace falta purgar Krypton! ¡Eliminar hasta el último de ellos¡

Al fin llegó a nuestras librerias el esperado estreno de Brian Michael Bendis en DC Comics, con una miniserie que pretende ofrecernos un pequeño aperitivo de lo que nos va a ofrecer el guionista en su nueva etapa al frente de la colección regular de Superman, y también de Action Comics.

Hemos analizado la edición especial de ECC Ediciones, limitada a 1.500 unidades, y hay que decir que no se siente en tus manos como una edición especial de verdad, como lo era La Chapa. Y la principal diferencia es que el tomo es de un cartoné normal, y no tiene ninguna singularidad especial con respecto a otros cartonés de la editorial, salvo los de las ediciones deluxe. En el caso de La Chapa, venía incluida precisamente una chapa que incluso estaba mimetizada con las portadas, porque sí, además había dos distintas, una con Flash de protagonista y otra con Batman. En este caso, los ítems incluidos son un póster apaisado con las seis portadas de la miniserie realizadas por Ivan Reis y Joe Prado, y un vale regalo para el primer número de la nueva etapa de Bendis en Superman, que entendemos se empezará a publicar en Diciembre o Enero. El póster, aunque poco pragmático, lo cierto es que es bonito, pero no merece la pena el extra de precio que cuesta esta edición, ni aún con el regalo (futuro) de la primera grapa de Superman. Por otra parte, los números no están separados por las portadas, ya que éstas ya están en el póster, y además es algo que favorece a la lectura, ya que ayuda a terminar la miniserie de un tirón.

No obstante, y aún con todo lo anteriormente dicho, es la única edición que tenemos en cartoné del estreno superheroico de Bendis en DC Comics, y como amante del formato sí que recomiendo tenerla en nuestra librería particular, porque además la obra merece la pena. Y si no os acaba de convencer, como es lógico, siempre podéis esperar a la edición en grapa de la miniserie, que la editorial publica este mes de Noviembre.

No podemos decir que la trama que nos plantea Brian Michael Bendis sea especialmente original: un nuevo villano, poderoso hasta niveles de Doomsday o incluso superior, odia a Superman y a los kriptonianos, y quiere destruirlos y exterminar la especie en toda la galaxia, o incluso en todo el multiverso. Rogol Zaar es el nombre de este nuevo monstruo al que Superman, con la ayuda de Supergirl y los miembros de la Liga de la Justicia tendrán que hacer frente. Y básicamente el argumento es la historia de esta batalla, empezando con una breve contextualización del villano, del cual no se nos revelan muchos detalles sobre el por qué de sus motivaciones, y cómo este sigue el rastro de los últimos kriptonianos que quedan en la galaxia hasta la Tierra, en donde tendrá el sonado y espectacular enfrentamiento con Superman durante tres números, ya que los anteriores suponen una contextualización, desde mi punto de vista, bastante innecesaria para la simpleza del argumento, que además se resuelve de una forma muy manida, sencilla y tópica, hasta tal punto que el propio guion lo señala literalmente a través de los diálogos finales.

Así pues, estos primeros seis números de presentación tienen todo lo característico que define la escritura de Bendis: muchos diálogos, ritmo lento, tramas aparentemente sencillas, y acción, aunque tampoco excesiva, pero en buenas dosis. No estoy acostumbrado a ver a Superman pensar y planificar tanto durante una batalla, y menos aún cuando están destrozando ciudades, pero parece que va a ser algo a lo que nos tendremos que acostumbrar debido al estilo del guionista. Y no es algo me moleste especialmente, mientras que me estén narrando una historia que me interese y me aporte algo diferente en la lectura. Mientras tanto, tenemos esta carta de presentación, con un nuevo y misterioso villano, con tramas interesantes que se introducen de forma inteligente, aunque excesivamente “cebadas”, y quedan abiertas para ser desarrolladas en los siguientes números, y con unas escenas de acción bastante decentes que satisfacen las necesidades de cualquier fan del hombre de acero.

Fue atrevido DC Comics al nombrar el inicio de la nueva etapa de Bendis en la editorial como The Man of Steel, pretendiendo así hacer un paralelismo con la mítica colección de John Byrne, y sus primeros pasos al frente del hombre de acero. El tiempo dirá si ambas etapas son comparables, pero está claro que Bendis lo va a tener complicado para igualar al mítico guionista inglés, y ya no digamos superarle. De momento, y ya que DC se empeña en compararles, nosotros lo vamos a hacer también: Byrne le gana la partida en sus primeros números, ya veremos pues en los siguientes.

En el apartado artístico tenemos una galería de artistas de primer nivel, como Ivan Reis, Jason Fabok, Evan Shaner, Steve Rude, Ryan Sook, Kevin Maguire o Adam Hughes en el dibujo, mientras que del entintado se encargan ellos mismos, salvo en el caso de Ivan Reis, que lo hace el legendario Joe Prado y alguna colaboración puntual de Wade Von Grawbadger, y del color Alex Sinclair y Adam Hughes en sus propios dibujos. No se me ocurre una mejor selección de artistas ahora mismo en la editorial para acompañar al estreno de Bendis en el universo DC, y sin embargo, tampoco veo adecuado del todo la vía por la que se ha optado. Por una parte, la calidad está asegurada, pero por otra no existe una uniformidad y una regularidad en el dibujo. Cada artista de esta miniserie tiene su estilo, y se van intercalando entre cada número, o incluso dentro del mismo, repartiéndose diferentes páginas.

Y si hay que destacar a uno por encima de todos estos titanes, ese es sin duda Jason Fabok, que se deja ver muy poquito durante los primeros cinco números, prácticamente en páginas sueltas, para acabar realizando por completo un último y apoteósico número final, en la que se resuelve la trama que Fabok estaba ilustrando, y en donde da todo de sí mismo para finalizar por todo lo alto una historia que podría haber sido mejor, pero que supone un buen comienzo para una esperamos brillante y resplandeciente nueva etapa del hombre de acero.