El Hombre Hormiga y la Avispa: De nuevo juntos pero no revueltos

Hace décadas fueron una de las parejas insignia en los inicios de Marvel Comics ayudando a forjar una nueva mitorlogía dentro de las páginas de los Vengadores. Ahora, el Hombre Hormiga y la Avispa regresan con una forma muy diferente para hacer «pareja» de nuevo en una miniserie escrita y dibujada a manos de Tim Seeley. En ella, Hank Pym y Eric O’Grady tendrán que superar sus diferencias para evitar que IMA se haga con la creación de un difunto ilustre de grandes proporciones. Marvel recupera así el testigo dejado por el propio Pym y su esposa Janet Van Dyme en páginas de Tales to Astonish donde fraguaran una gran parte de lo que se convertiría en la esencia de los Héroes más Poderosos de la Tierra.

Cuando personajes provenientes de sus propias colecciones se unieron para dar vida al grupo, llevaron consigo un compendio de elementos propios que, unidos con los de los demás, germinaron dando fruto una amplia variedad de historias. A pesar de estar todos acogidos en el ámbito superheroico, la mitología tecnofuturista de Thor poco tenía que ver con el entorno industrial armamentístico de la Guerra Fría en el que se movía Iron Man o los terrores ocultos de la ciencia encarnados por Hulk. Por su parte, el Hombre Hormiga y la Avispa eran protagonistas de historias que combinaban la más colorista pseudociencia con la fantasía más psicotrópica. Protagonizados por un científico de atributos swiftianos capaz de convertir lo imposible en posible y una atractiva asistente fetichista de la moda, aquellos relatos deliberadamente pop disponían de potencial para haberse convertido en la mezcla perfecta entre un Doctor Who atiborrado de LSD y Barbarella.

Habiendo arraigado en la esencia de los Vengadores hasta el punto de haberse convertido en una parte fundamental del grupo y del Universo Marvel en general, durante las próximas semanas os ofreceremos una serie de artículos repasando sus principales aportaciones al imaginario de la editorial. Ultrón, la Visión, las partículas Pym, los viajes entre dimensiones… difícilmente podría entenderse el título sin tales elementos, pero hoy nos centraremos en el legado de los hombres menguantes y lo que ha dado de si durante casi 50 años de historia.

Cuando Henry Pym descubrió las misteriosas partículas a las que bautizara con su propio apellido, difícilmente podía imaginar que su hallazgo supondría el nacimiento de una nueva estirpe de superhéroes. Aplicadas debidamente a cualquier objeto orgánico o inorgánico, aquellas partículas eran capaces de provocar una distorsión interdimensional que alteraban las proporciones respecto al espacio. Viéndose accidentalmente expuesto a ellas, Pym emplearía dicha habilidad para iniciar su carrera como superhéroe. Aquello supondría el nacimiento del Asombroso Hombre Hormiga, identidad con la que Pym se reducía a tallas minúsculas para, comandando a un ejercito de hormigas mediante un dispositivo de su invención, luchar contra el crimen desde una posición que le hacía virtualmente indetectable.

Pronto vería en su asistente de laboratorio Janet Van Dyme una compañera ideal para sus aventuras enmascaradas. Sometiéndola a un experimento similar al que le proveyó de sus poderes, esta se convertiría en la jovial y casquivana Avispa obteniendo su habilidad para reducir su tamaño adquiriendo además sendas alas insectoides en su espalda y la capacidad de generar “aguijones” bioenergéticos de sus manos. Enfrentándose contra villanos como Cabeza de Huevo, sus aventuras fueron publicadas en Astonishing Tales desde 1962 a 1966 siendo uno de los productos más pintorescos y extravagantes que diera luz la dupla formada por Stan Lee y Jack Kirby. Envuelto en aventuras enormes a pesar de su diminuto tamaño, las andanzas del Hombre Hormiga y la Avispa supieron hacer su público convirtiéndose en uno de los contenidos regulares de la colección hasta que fueron integrados en la franquicia de los Vengadores.

Tomando parte en la fundación de los Vengadores tras el enfrentamiento contra Loki, Pym crearía junto a ellos dos nuevas identidades superheroicas, primero la del contundente Hombre Gigante y, más tarde, la del no menos masivo Goliath. Logrando un mayor control sobre sus partículas, Pym era capaz de aumentar su tamaño hasta tallas gigantescas. Esto beneficiaba notablemente al equipo del que él y Janet se erigieron como piezas fundamentes hasta principios de los 70 (aun tras la marcha del resto de los componentes originales). Con los efectos psicológicos derivados los cambios de estatura cada vez más patentes, la cordura de Pym no tardó en desmoronarse siendo responsable de la creación de uno de los peores enemigos del grupo: Ultrón. Su primer ataque esquizofrénico con división de la personalidad lo tendría a raíz de dicho incidente creando además del robot genocida la identidad de Chaqueta Amarilla bajo la cual contraería matrimonio con Janet tras secuestrarla sin ser consciente de sus actos.

Harto de ser el único miembro del equipo sin poderes más allá de su excelente puntería, Clint Barton asumiría durante un tiempo el rol de Goliath al exponerse a las partículas Pym convirtiéndose en uno de los primeros herederos de su legado ajenos a su entorno.

A este le seguiría el Doctor Michael Stockton, quien, afiliado a IMA, se haría con los descubrimientos de Pym sintetizando su propia fórmula del crecimiento. Así nacería el segundo Doctor Némesis. Un tercer superhéroe con el poder de aumentar su tamaño nacería en las páginas de Power Man.

El Doctor Bill Foster, bioquímico colega de Pym que le ayudaría a él y a la Avispa a superar una etapa en la que no podían volver a su tamaño normal, usaba las partículas sobre si mismo convirtiéndose en Black Goliath. Curiosamente, Foster, quien operaría en Los Ángeles junto a los Campeones, sería el primero de todos los citados en disponer de título propio con su nombre en la cabecera aun por delante del propio Pym. Remontándonos a las primeras aventuras de los Vengadores, Kang usaría las partículas descubiertas por Pym para construir su ejercito de Hombres Crecientes tras hacerse con su fuente de origen.

Tomándose un período de descanso en sus deberes con los Vengadores tras el estrés derivado de los ataques de Ultrón y sus crisis de personalidad, Pym se centraría en su carrera científica buscando perfeccionar las partículas mientras experimentaba con otros campos de conocimiento. Durante esta época, ayudaría al ladrón de dispositivos electrónicos avanzados Scott Lang a redimirse como el nuevo Hombre Hormiga. Sin embargo, estos esfuerzos se mostraron vacuos a la hora de impedir que su precaria salud mental se desmoronara por completo. Manipulado por su “hijo” robótico para que creara a la sintética Jocasta con los patrones mentales de su esposa, frustrado por sus propios fracasos científicos y por la superficialidad de su esposa (quien además se había convertido en el principal sustento del matrimonio tras su éxito como diseñadora de moda), Pym comenzó a padecer crisis maníaco-depresivas que le sumieron en una espiral que determinaría el fin de su carrera superheroica.

Sometido a una acción jurídica ante una corte marcial por sus flagrantes descuidos en el campo de batalla, Pym construiría un nuevo androide para que atacase a los Vengadores y así poder salvar el día redimiéndose ante sus compañeros. Cuando Janet lo descubrió, increpó a Henry, quien respondería golpeándola con saña. Tras esto, su situación en el grupo fue insostenible, por lo que fue expulsado a la par que él y Janet se divorciaban. Pym ponía así fin a su carrera como superhéroe. O eso pensaba él.

Con Pym abandonando su identidad enmascarada a mediados de los 80, no tardaríamos ver de vuelta a una nueva Chaqueta Amarilla encarnada por la delincuente Rita DeMara, quien como Lang, pretendía usar la tecnología de Pym en su propio beneficio. Convertida en líder de los Vengadores, la Avispa se enfrentaría en varias ocasiones contra ella incluyendo en la que DeMara formase parte de los Amos del Mal que asaltaron en el cuartel general del grupo liderados por el Barón Zemo. Entre las tropas de los Amos del Mal se encontraba también Eric Josten, el mercenario a sueldo reconvertido en supervillano como Power Man. Tras perder su superfuerza a manos del Conde Nefaria, Josten solicitaría la ayuda del Doctor Karl Malus, quien le expondría a las partículas Pym otorgándole la capacidad para aumentar de tamaño hasta dimensiones gigantescas. Josten se convertía así en un nuevo Goliath dejando a Hércules en coma tras herirlo de gravedad. Para equilibrar las cosas del lado de los héroes, el Hombre Hormiga (Lang), quien continuaba asistiendo a otros superhéroes, sería determinante en la defensa de la mansión.

Mientras, Black Goliath era contratado por el Proyecto PEGASUS y, tras asumir la identidad de Hombre Gigante, se enfrentaría a los citados Doctor Némesis y Goliath. Afectado por un cáncer incurable tras colaborar con el Alto Evolucionario, Foster quedaría atrapado en su forma gigante en busca de una cura.

Pero, ¿qué era del Doctor Pym mientras estos eventos tenían lugar? Dedicado enteramente a la ciencia, Pym sería reclutado por Ojo de Halcón para convertirse en el científico residente de los Vengadores de la Costa Oeste. Allí superaría la separación de Janet gracias al apoyo de Espirita, quien le ayudaría a recuperar la estabilidad permitiéndole reconciliarse con su ex-esposa cuando esta se unió a la franquicia de la Costa Oeste.

De nuevo como Goliath, Pym y la Avispa regresarían brevemente a los Vengadores tomando parte en el enfrentamiento contra Onslaught que terminaría con los mayores héroes de la Tierra dados por muertos al ser absorbidos por el universo de bolsillo de Franklin Richards a mediados de los 90.

Poco antes de la catástrofe, Bill Foster perdía sus poderes durante la crisis de la dimensión Kosmos y Rita DeMara era asesinada por un Tony Stark bajo el control de Inmortus tras regresar de su aventura junto a los Guardianes de la Galaxia. El Hombre Hormiga se convertiría por lo tanto en el único héroe en hacer uso de las partículas formando parte de los Cuatro Fantásticos primero y los Héroes de Alquiler después. Fue por entonces cuando aparecería Atlas, miembro de los Thunderbolts, quien no resultó ser otro que el villano Goliath junto al resto de los antiguos Amos del Mal aprovechando el vacío de poder dejado por la desaparición de los Vengadores.

Con la refundación de los Vengadores tras el regreso de los héroes más grandes de la Tierra durante el Heroes Return, Hank Pym y la Avispa volvieron a convertirse en parte fundamental de los mismos. Asumiendo primero la identidad de Hombre Gigante, Pym conseguiría una de las más importantes victorias contra Ultrón tras arrasar este la nación europea de Slorenia. A causa de las acciones del hechicero hyboreo Kulan Gath, Pym entraría en conflicto entre las dos últimas identidades de su persona hasta asentarse finalmente como Chaqueta Amarilla recuperando su relación con Janet. Mientras, el Hombre Hormiga (Lang) se convertía en el nuevo fichaje de los Vengadores, Bill Foster regresaba al servicio activo como Black Goliath y Atlas se encaminaba a la redención junto a sus compañeros Thunderbolts. Todo parecía marchar sobre ruedas cuando por algo tan simple como el tórrido romance al que la Avispa y Ojo de Halcón se entregaron en detrimento de Hank. Pym volvió a verse abordado por sus inseguridades mientras que, en un desliz provocado por el alcohol y el sol de Nueva York, Janet le recordaba a la Bruja Escarlata la perdida de sus hijos causando que esta perdiera el juicio. Aquello supondría el derrumbe del castillo de naipes dando pie a la muerte del Hombre Hormiga así como el desencadenamiento de la Guerra Civil superhumana en la que perdiera su vida Black Goliath. Ni siquiera Chaqueta Amarilla y la Avispa, quienes habían rehecho su matrimonio a raíz del trauma de lo sucedido quedaron a salvo de la crisis. Mientras Pym era capturado por espías Skrulls siendo sustituido por el alienígena Criti Noll, Janet recibía de este un suero mejorado para incrementar su tamaño en cuyo interior se ocultaba un dispositivo del juicio final skrull.

Pero como dicta el refrán, cuando una puerta se cierra, se abre otra. Y mientras la mayor parte de los usuarios de las partículas Pym desaparecía del mapa, una nueva generación nacía para ocupar su puesto. La primera por derecho familiar sería la rubia adolescente Cassie Lang, quien, infectada por las partículas que otorgaban sus poderes a su padre, el segundo Hombre Hormiga, se convertiría en la miembro de los Jóvenes Vengadores Estatura. No sería la única familiar de un superheroe con la habilidad de aumentar su tamaño difunto en retomar la identidad del finado pues, Tom Foster, sobrino del Black Goliath original, seguiría los pasos de su tío al sintetizar una fórmula similar a la original. La Asesina de Hombres también tendría acceso de forma eventual a ellas, pero quien de verdad nos interesa es el que se convirtiera en el ¿tercer? Hombre Hormiga.

Agente de menor grado de SHIELD, Eric O’Grady representaba la antítesis de cualquier cualidad que un héroe debería albergar. Mezquino, ruin, embustero, cobarde y una fibra moral tan gruesa como el papel de fumar, O’Grady vería como, por una serie de incidentes fortuitos, la armadura del proyecto G.I.Ant-Man caía en sus manos. Diseñada por el propio Pym como parte de una iniciativa para el ejercito, O’Grady la emplearía para fines tan poco dignos como robar billeteras y espiar a mujeres en los baños para luego seducirlas. Finalmente atrapado por SHIELD, se uniría a La Iniciativa para ser destinado a los Thunderbolts que ejercían como equipo de operaciones encubiertas al servicio de Norman Osborn. Como dato añadido, su serie propia, el Irremediable Hombre Hormiga de Robert Kirkman y Corey Walker, ha sido la cabecera más longeva que ningún Hombre Hormiga o Gigante haya tenido.

Superada la Invasión Secreta y el Reinado Oscuro del antaño Duende Verde, nos encontramos un panorama en el que los héroes vuelven a tener el control de su mundo en el arranque de esta nueva Edad Heroica mientras que la Avispa original ha desaparecido tras ser enviada a otra dimensión por Thor cuando el dispositivo Skrull inyectado en su sangre apunto estuviera de estallar provocando una liberación masiva de energía interdimensional. Con la esencia de Janet congelada en el underverso, Hank Pym trabaja para salvarla mientras que se encarga de dirigir la formación de los jóvenes superhéroes a medio camino entre ser el futuro de los Vengadores y una amenaza contra la sociedad. Operando con el nombre código de La Avispa en honor de su ex-esposa, tendrá que compaginar esfuerzos con el nuevo Hombre Hormiga en una miniserie de próxima publicación. Obteniendo al fin la oportunidad para demostrar su valía que con tanta ansia esperaba, Eric O’Gradey forma actualmente parte de los Vengadores Secretos dirigidos por Steve Rogers, ahora la cuestión es si estará a la altura para llenar el vacío de Janet Van Dyme en este extraño cambio de papeles.

Con tres números de duración, la miniserie servirá además como epílogo a la trayectoria de Hank Pym como Avispa para regresar a su faceta de Hombre Gigante. Esto último tendremos que leerlo en páginas de Avengers Academy como ya nos anunciase nuestro compañero Agustín Lozano, pero mientras todavía podremos seguir disfrutando del Hank Pym más pulp aunque solo sea durante un par de meses más.