Estos últimos días en el equipo indie hemos repasado sus apariciones más destacadas en los tres premios principales más visibles para la producción en grapa, unos premios en los que hemos visto cómo la diversidad de editoriales ha sido alta y cómo la avalancha independiente le ha pasado por la izquierda a las dos grandes. Sin embargo, es de recibo que le dediquemos un hueco especial a una editorial enfocada a la producción de novelas gráficas que poquito a poquito ha terminado cosechando un éxito tremendo, fruto de su cuidado y magnífico catálogo de autores. Hablamos, claro, de First Second.
First Second Books fue fundada en 2006 como editorial especializada en novela gráfica enfocada tanto al público infantil como adulto. Tras unos años volando por libre, a partir de 2010 pasó a formar parte del grupo Macmillan Publisher, una de las Big Five de la industria editorial anglosajona. Desde entonces el sello capitaneado por Calista Brill y Mark Siegel ha cultivado un catálogo muy cuidado en el que destaca la presencia de autores como Gene Luen Yang, Paul Pope o la precoz Tillie Walden. Aunque hay una gran tendencia hacia las obras de corte infantil o adolescente (de hecho, son dos categorías en las que suelen aparecer todos los años en los Eisner), las obras de First Second cubren un buen espectro de público con material adulto, periodístico y biográfico y en las que lo único que no encontraremos serán obras con violencia explícita (vamos, que no veremos a Garth Ennis por aquí probablemente). Con este enfoque, la editorial con sede en Nueva York no ha parado de acumular nominaciones y premios desde prácticamente su primer año vida, con obras como Battling Boy de Paul Pope, Aquel verano de Mariko y Jillian Tamaki o American Born Chinese de Gene Luen Yang. En 2018 fueron los valedores de la ganadora más joven del premio gracias a Tillie Walden y su maravillosa Piruetas, y en la última edición cosecharon la nada desdeñable suma de diez nominaciones de las que se hicieron con cinco premios, entre los que destacó en especial el doble galardón a Jen Wang y su El príncipe y la modista.
Este año First Second vuelve a tener una presencia importante en las nominaciones, con un total de diez gracias a seis obras, tres de las cuales han cosechado un éxito de crítica enorme y ya hemos podido leer en nuestro país gracias a Ediciones La Cúpula. Hoy vamos a dedicarles el repaso especial que se merecen.
Laura Dean me ha vuelto a dejar, de Mariko Tamaki y Rosemary Valero-O’Connell
No hay mucha discusión: una de las grandes sensaciones de este pasado año ha sido Laura Dean me ha vuelto a dejar. El drama adolescente de Mariko Tamaki y Rosemary Valero-O’Connell se ha llevado besos y halagos por todas partes. Un Harvey, tres Ignatz y otra cantidad ingente de premios ha terminado coronada con tres nominaciones en los presentes Eisner, incluyendo Mejor Serie Adolescente, Mejor Guionista para Tamaki y Mejor Dibujante para Valero-O’Connell.
Laura Dean me ha vuelto a dejar cuenta la historia de Freddy, una adolescente en un constante sinvivir debido a su novia Laura Dean. Laura es una chica popular y carismática de la que Freddy está perdidamente enamorada, pero es también un alma libre que juega con su pareja como si fuera una marioneta y la mantiene en un vaivén de rupturas y reconciliaciones, de detalles y desplantes del que Freddy es incapaz de salir a pesar de ser consciente del daño que su relación le hace tanto a su propia felicidad como a su amistad con sus amigos.
Ilustrada con un precioso blanco, negro y rosa, Laura Dean… es un retrato elegante y certero del mecanismo de las relaciones tóxicas. El gran acierto de su guionista es que, frente a los habituales argumentos que acuden directamente al también recurrente caso de violencia en la pareja, este cómic se centra en una situación mucho menos espectacular pero extremadamente cotidiana. Probablemente todos seremos capaces de reconocer la experiencia de alguien cercano a nosotros (o la nuestra propia) en la historia de Freddy: la de una persona sumergida en una relación que, en lugar de aportarle algo positivo, se limita a anularla y a destruir su autoestima. Laura Dean no es un un monstruo, no es un villano que merezca morir al final de la obra, pero es muy real y muy dañina. Una chica carente de empatía y con una necesidad tan enorme de protagonismo que deriva en un ejercicio constante de vapuleo a su novia. Un comportamiento que sin duda puede tener muchas raíces psicológicas en sus complejos o sus traumas, pero que injustamente se lleva por delante a aquellos que tienen la mala suerte de quedar prendados de ella.
Las dos creadoras de la obra hacen un trabajo espléndido que se ha visto recompensado con sendas nominaciones. El arte de Valero-O’Connell es sencillo pero preciso, con una gran representación de sus personajes, y el estilo de color elegido hace de este un cómic con una personalidad magnética, con una mezcla del rosa con el blanco y negro que sirve como perfecto contraste entre el intenso amor que siente su protagonista y el vacío que este mismo le está ocasionando. Pero sin duda, quien ha hecho sonar todas las campanas ha sido su guionista. La historia de Mariko Tamaki ha sido ampliamente celebrada, y para más inri ha colocado entre las nominadas dentro de esta categoría a otro de sus grandes éxitos recientes, Harley Quinn: Cristales rotos, la novela gráfica juvenil de DC que acaba de publicar en España Ediciones Hidra y que reseñó recientemente mi compañero Gustavo. Este ha sido un gran año para Tamaki, y es muy probable que termine llevándose un merecido premio a Mejor guionista.
El beso número 8, de Colleen A.F. Venable y Ellen T. Crenshaw
Cuenta Colleen Venable que la idea para este cómic nació cuando su hermana salió del armario, un suceso que generó un gran trastorno dentro de su familia católica. Aquella idea fue germinando en su cabeza mientras comenzaba a hacerse una carrera como guionista de cómic infantil y como diseñadora de portadas dentro de First Second Books, una idea a la que decidió que sería interesante añadir presencia transgénero tras darse cuenta de la prácticamente nula visibilidad que tenía el colectivo en la ficción. Una mezcla de temas que no empezaría a cobrar vida hasta dar con una artista con la que unir fuerzas. Es ahí donde aparece Ellen T. Crenshaw en lo que sería su primer cómic y por fin nace El beso número 8.
Amanda es una adolescente con una vida apacible que un día ve su mundo trastocado cuando descubre casualmente a su padre manteniendo unas conversaciones telefónicas furtivas que le hacen sospechar que este le está ocultando algo, algo que podría afectar a su familia. Amanda comienza a husmear por su cuenta con el fin de averiguar cuál es el secreto de su padre, pero por el camino se va encontrando con un problema mayor: en medio de sus investigaciones y sus confidencias, Amanda empieza a darse cuenta de que lo que siente por su amiga del alma Cat puede que no sea solo amistad. Un descubrimiento que, en el seno de una comunidad religiosa, podría terminar de poner patas arriba su vida.
El beso número 8 es una obra con una brillantez enorme. Venable coge esos dos elementos que quería tratar en un cómic y los enlaza con un talento enorme conectando dos tramas paralelas que se entrelazan en el mensaje que quiere trasladar, sin dejar por ello de plasmar con gran acierto otros puntos como la adolescencia, la asimetría de las relaciones parentales o incluso ese concepto de las relaciones tóxicas que hemos visto en Laura Dean…. Es además una historia luminosa, que a pesar de saber transmitir a la perfección el dolor de ser diferente en un mundo normativo, mantiene por encima de todo un mensaje optimista que te dice que, aunque la intolerancia siempre romperá algunas relaciones, las que merecen la pena prevalecen. Por si fuera poco, hablamos de un cómic magníficamente ilustrado por Crenshaw, que en su estreno en el medio hace un trabajo precioso que, concebido en blanco y negro, no echa nada en falta el color gracias a su trazo limpio y sus tonos grises. Si sumamos la calidad de los diálogos que escribe su guionista, que maneja un sentido del humor maravilloso, tenemos una obra de las que te dejan con una sonrisa al girar la última página. La gran favorita para la categoría es probablemente Laura Dean me ha vuelto a dejar, pero en mi corazoncito espero y deseo que sean Venable y Crenshaw quienes se hagan con el galardón.
¿Me estás escuchando?, de Tillie Walden
Tras el éxito incontestable que supuso Piruetas, Tillie Walden vuelve a entrar en las quinielas para salir galardonada de San Diego (bueno, esta vez lo hará desde su casa en remoto). Su nueva obra, titulada ¿Me estás escuchando?, ha vuelto a encandilar a la crítica y le ha valido a la autora estadounidense un total de tres nominaciones: Mejor Álbum Gráfico, Mejor Autor Completo y Mejor Rotulista. Todo un éxito que parece certificar que lo vivido en 2018 no fue flor de un día, y que Walden es una de las autoras más interesantes del panorama actual. Hoy mismo hemos publicado la reseña de esta nueva obra, pero para aquellos para los que el tiempo es oro, os dejamos aquí un resumen.
¿Me estás escuchando? nos cuenta la historia de Bea y Lou. Bea es una joven de 18 años que huye de su hogar debido a un trauma tan grande que se niega a compartirlo con nadie más. Lou es una mujer de 27 años en duelo por la muerte de su madre que viaja sola para encontrarse con su tía. Ambas son vecinas, y cuando se encuentran en medio del camino, a pesar de ser prácticamente desconocidas deciden viajar juntas sin que ninguna de las dos tenga realmente claro su destino. Sin embargo, tras encontrarse con un gato perdido en cuyo collar figura una dirección que no aparece en los mapas, su viaje se irá tornando cada vez más extraño y siniestro cuando unos macabros hombres de la Oficina de Asistencia en Carretera vayan tras ellas en busca del felino extraviado.
Tillie Walden vuelve a cruzar géneros en una obra en la que la fantasía y la realidad se entrelazan para llevarnos de la mano por una historia sobre el peso de los traumas y la aventura de avanzar hacia delante para dejarlos atrás, aunque no sepamos cuál es el destino que nos espera. Con su habitual y poderosa narrativa y un color hipnótico, ¿Me estás escuchando? constituye una delicada fábula en la que se siente el reflejo de la autora a lo largo de toda la obra, en la que caben la aceptación de la identidad sexual, el dolor de la pérdida o la sensación de estancamiento personal. Una nueva obra a tener en cuenta de una excelente artista.
El resto de nominados
Aparte de estos tres pesos pesados, First Second ha conseguido meter entre las nominadas a otras tres obras de su catálogo que repasamos brevemente. Como viene siendo costumbre, la editorial consigue hacerse su hueco en las dos categorías a Mejor Publicación Infantil tanto con Kitten Construction Company: A Bridge Too Fur de John Patrick Green (hasta 8 años) como con This Was Our Pact de Ryan Andrews (entre 9 y 13 años), esta última publicada en España de la mano de Astronave bajo el título de Y entonces nos perdimos. Además, la obra Kid Gloves: Nine Months of Careful Chaos de Lucy Knisley se hace con una nominación en la categoría de Mejor Obra Basada en Realidad, una memoria gráfica sobre la complicada experiencia de la autora durante un embarazo lleno de problemas de salud.