El Invencible Iron Man: Stark desmantelado

 

Edición original: Invincible Iron Man #20-24 y Annual 1 USA (Marvel comics).
Edición nacional/ España: Marvel Deluxe. Julio 2014 (Panini Cómics).
Guión: Matt Fraction.
Dibujo: Salvador Larroca, Carmine Di Giandomenico.
Entintado:Salvador Larroca, Carmine Di Giandomenico.
Color: Fran D’Armata, Matt Wilson.
Formato: Cartoné. 200 págs .
Precio: 19,95€.

 

Tony Stark se encuentra en uno de los momentos más críticos de su vida, tras perderlo todo -empresas Stark, Iron Man y sus recuerdos- sus antiguos amigos deberán hacer lo impensable para traerle de vuelta. Matt Fraction y Salvador Larroca continúan narrando las aventuras de Iron Man en este punto de inflexión en su larga etapa con el personaje.

Al final de su segundo año en la nueva serie de Iron Man, Matt Fraction había llevado al personaje hasta una situación límite como nunca se había visto antes. En su primer arco argumental, Las cinco pesadillas, Fraction fijó su objetivo en Stark Internacional, el conglomerado industrial que proporcionaba a Tony Stark la base tecnológica y financiera sobre la que sustentar su imperio y parte de su poder. En el siguiente arco argumental, El más buscado del mundo, el guionista fue un paso más allá y se encargó de destruir al propio Tony Stark quitándole aquello que le hace especial, su propia mente y su brillante intelecto, en un proceso doloroso y autoinflingido provocado por el acoso de Norman Osborn. No era la primera vez que el personaje se encontraba en una posición desesperada en la casi lo pierde todo ya que la tendencia a los excesos de la vida de Tony Stark, su alcoholismo, su pasado como fabricante de armas y sus propios fantasmas personales han propiciado que los diferentes guionistas que han pasado por las cabeceras protagonizadas por el héroe de la armadura hayan recurrido a este tipo de argumento en más de una ocasión, pero ninguno había llegado hasta el extremo de Fraction que había reducido al héroe casi al nivel de un cascarón vacío dependiente de sus aliados y a merced de sus enemigos. Llegados a este punto tocaba emprender el camino para recuperar a Tony Stark y a Iron Man y, a pesar de su estado, el plan para conseguirlo era del propio Tony.

Al principio de la historia Stark se encuentra en coma en compañía de un grupo de aliados que no saben qué hacer con él, pero el propio Tony, a través de un mensaje grabado antes de empezar la huída de Norman Osborn, se encarga de proporcionales un plan para recuperarle: deben utilizar la tecnología repulsora que lleva encima Pepper Pots y reimplantarle una copia de sus recuerdos que se haya en el disco duro que María Hill y la Viuda Negra recuperaron de la sede de Stark Internacional. Pero puede que el plan no funcione como se espera ya que Tony se encuentra encerrado en su propia mente y no puede acceder a su antiguo yo. Además, aunque Osborn ha dado orden de dejar vivo a Stark, Madame Máscara tiene su propia opinión al respecto y envía al Fantasma, el líder de los Thunderbolts, a acabar con Stark y sus aliados, iniciando una carrera contrarreloj por la vida de Tony.

Este arco argumental supone un punto de inflexión en la larga etapa de Fraction y Larroca al frente de las aventuras de Iron Man. Si hasta el momento se habían dedicado a deshacer y deconstruir al personaje y su entorno, en esta historia se empiezan a poner los cimientos de su recuperación, algo totalmente esperado por parte de los lectores pero que sorprende por lo ambicioso del plan del guionista. Sin entrar en muchos detalles sobre la trama y su desenlace, lo que Fraction consigue al final de este arco argumental es hacer un reset del personaje devolviéndolo a un estado previo al de los grandes eventos –Guerra Civil, World War Hulk, Invasión Secreta– que habían redefinido la figura de Iron Man durante los últimos años y restándole poder -también ha perdido el virus Extremis- consiguiendo un personaje más humano y accesible. No se puede decir que el autor hiciera este reset de un plumazo, sino que se trató de un proceso largo y elaborado durante 25 números y casi dos años de historias. Es de agradecer que algo así se haya tratado de forma tan cuidada por el guionista y sus editores y que por una vez el cambio de statu quo de un personaje se haya hecho de forma tan justificada e integrada dentro de la propia serie.

A pesar del interés y los logros de Fraction en este arco argumental, éste también cuenta con algunos defectos típicos del guionista. El primero de ellos, y que se repetirá a lo largo de toda su etapa en la serie, es el desarrollo lento y descomprimido de la historia. En otra época o en manos de otro guionista, esta historia apenas duraría uno o, como mucho, dos números, pero Fraction la estira hasta los cinco a base de secuencias alargadas hasta el extremo y conversaciones inacabables. Algunas son particularmente sangrantes, como la escena entre María Hill y Pepper Pots en la que descubren que Tony se acostó con ambas durante su huída, o las múltiples secuencias en las que se trata el proceso de recuperación de Tony. Otros defectos menores que tiene la propia historia están en algunos elementos concretos del guión, como el hecho de recurrir al Doctor Extraño para recuperar la psique de Tony (¿no había ningún telépata disponible?) o la utilización del villano, el Fantasma, al que se supone un maestro del sigilo y al que todo el mundo ve llegar sin problemas. Son problemas menores que deben empañar una buena historia con un excelente desarrollo de los personajes principales.

Salvador Larroca, por su parte, mantiene el nivel mostrado hasta el momento en la serie aunque empieza a mostrar ciertos signos de acomodamiento que se evidencian en un tratamiento más pobre de los fondos que es compensado por el excelente trabajo de Frank D’Armata con el coloreado digital. A pesar de ello sigue siendo encomiable la fiabilidad del dibujante valenciano al no fallar en ninguno de los números de la serie aparecidos hasta esta historia.

El tomo se completa con el primer anual de la serie dedicado íntegramente al Mandarín, uno de los grandes enemigos de Iron Man y para el cual el guionista tenía grandes planes reservados en el futuro de la serie. Fraction hace un repaso de la vida del Mandarín y recupera parte de la imagen de villano de opereta que ha tenido el personaje a lo largo de su dilatada carrera como enemigo de Stark presentándolo como un ser hedonista y egocéntrico, obsesionado con Stark, iracundo y desmesuradamente cruel. Quizás no sea la mejor versión que se haya hecho del personaje, pero la historia presentada por Fraction, e ilustrada por el italiano Carmine Di Giandomenico, tiene sus momentos y sirve para presentar un atisbo del formidable poder de este enemigo clásico de Iron Man.