Ojo de Halcón y el Ángulo Muerto

De entre la ingente cantidad de equipos que componen el Universo Marvel, no cabe duda alguna de que los Vengadores son los más heterogéneos. Al igual que en DC la JLA ocupa un puesto de honor de ejerciendo de estandarte editorial, en los Héroes Más Poderosos de la Tierra tenemos su contrapartida Marvelita reuniendo en sus filas a los mayores iconos de la Casa de las Ideas. Supersoldados, dioses, hombres de acero, colosos nucleares, hechiceros supremos… prácticamente todos los personajes de renombre de la editorial han militado alguna vez en sus filas. De entre todos ellos, cada uno tenemos a nuestros favoritos. Pero lo que también es casi seguro es que si hicieramos una encuesta al respecto, hay un vengador que con muchas probabilidades saldría entre los primeros puestos.

¿Por ser el más poderoso? ¿El más heroico? ¿Un líder nato? No. Hablamos de un bocazas busca bullas irredento con un traje lila y que suele pasear armado con «palos» y «cordeles». Por si no ha quedado lo suficientemente claro no nos referimos a otro que a Clint Barton, todo un truhán y un señor (y muchas veces un patán) que durante décadas ha brindado algunos de los mejores momentos de los Vengadores bajo su identidad de Ojo de Halcón. Por medio de un desparpajo único y una chulería intrínseca, Barton ha conseguido plantar cara a algunos de los metahumanos más poderosos del Universo sin ser más que un simple humano. Y es que, con su pericia y esa destreza única para conseguir que su vida sea un auténtico desastre, resulta complicado encontrar alguna etapa en la que el personaje no haya brillado por algo.

Del reformatorio a las calles y de ahí, a la vida en el circo, tras una breve carrera como criminal disfrazado en compañía de la Viuda Negra ingresaría en los Vengadores durante el mítico «El Viejo Orden Cambio» de Stan Lee y Jack Kirby. Permaneciendo en el equipo de forma prácticamente ininterrumpida hasta la llegada de Englehart, nunca se desvinculó del mismo alternando números en los que formaba parte del mismo con otros en los que desaparecía del mapa. Ya fuera como Ojo de Halcón o Goliath, el personaje se mantuvo presente durante las etapas como la de Conway, Shooter o Michelinie hasta que alzara el vuelo para fundar su propia franquicia de Vengadores en la Costa Oeste. Allí se mantendría prácticamente hasta la disolución del equipo regresando de vuelta al equipo central poco antes del enfrentamiento en Central Park contra Onslaught.

Tras su regreso desde el Universo de Bolsillo de Franklin Richards, la vida ha continuado poniéndole la zancadilla una y otra vez obligándole a superarse continuamente en su empeño por no quedarse en la cuneta. Tras un tiempo formando a los nuevos miembros de los Vengadores, abandonaría al grupo para asistir a los Thunderbolts en sus aspiración de alcanzar la redención. Antiguos villanos al igual que él lo fue en sus orígenes, Ojo de Halcón se entregaría completamente a su causa para impedir que se salieran de dicha senda mientras luchaba por ellos ante la Corte Suprema. Aceptando cumplir cadena para limpiar el nombre de sus compañeros, sería encarcelado durante un tiempo regresando a los Vengadores tras su liberación. Allí compartiría un torrido romance con la Avispa lo que, a parte de crear ciertos recelos con su compañero Hank Pym, sería uno de los desencadenantes fortuitos de de la crisis mental de la Bruja Escarlata. Con sus poderes desatados, Wanda no solo provocaría la destrucción del equipo, sino que Ojo de Halcón se convertiría en una de las numerosas bajas tras sacrificarse para salvar a sus compañeros.

Si el morir a manos de su antiguo amor no era de por si suficiente traumático, cuando esta intentó enmendar lo hecho creando un mundo utópico en la llamada Dinastía de M, volver a la vida no fue una experiencia fácil para Ojo de Halcón. Consciente de quien había sido la verdadera responsable de su muerte y con los recuerdos de dos vidas turbando su cabeza, el arquero era incapaz de hacer frente a todo el dolor y la rabia que consumía sus tripas. Dispuesto a acabar con la vida de Wanda, las intenciones de Clint quedarían de nuevo frustradas cuando, tras en enfrentarse a ella, esta volviera a rehacer el mundo devolviéndolo a la normalidad. Demasiado para poder afrontarlo, Barton se despojaba de su identidad como Ojo de Halcón y su nexo con los Vengadores desapareciendo en el ancho mundo sin dejar más huella que una funesta misiva para sus antiguos compañeros. Todavía en busca de la Bruja Escarlata con la intención de saldar cuentas con ella, el arquero se pondría tras su pista gracias a la ayuda de Stephen Strange, quien le recomendaría encarecidamente no proseguir con dicho camino. Haciendo caso omiso al Hechicero Supremo, Clint culminaría su viaje en Transia, donde encontraría a una amnesica Wanda que nada parecía recordar de su vida como superheroina ni mucho menos de lo sucedido. Impotente y sin esperanza alguna de encontrar la respuesta que buscaba, Clint se vería atrapado en un torbellino de sentimientos encontrados que culminarían dejándose arrastrar por los encantos de Wanda en una pasional noche. Lo que el arquero encontró tras aquello, es algo que todavía esta por esclarecer.

Tiempo más tarde, Clint regresaría a América tras la conclusión de la Guerra Civil superhumana. Desorientado y sin rumbo, al saber de la muerte de Steve Rogers se dispondría a pedirle explicaciones al por entonces director de SHIELD Iron Man. Stark le ofrecería mantener vivo el legado de Rogers convirtiéndose en el nuevo Capitán América. Y aunque Clint en principio se aferró a ello como medio con el que encontrar un nuevo rumbo y honrar a su amigo y mentor, finalmente sería consciente que aquello no era lo que ninguno habría querido rechazando la oferta de Stark para volver a perderse sin rumbo aparente. Este le llegaría tras regresar al santuario de Extraño, donde gracias a los devenires de la vida coincidiría con los héroes que habían apoyado a Rogers durante la guerra. Con una de sus compañeras desaparecida, Clint se uniría en su búsqueda, aunque no como Ojo de Halcón. Bajo la identidad de Ronin, el héroe sin amo ni tierra, Clint lucharía junto a los Nuevos Vengadores durante numerosas crisis como la Guerra Mundial de Hulk, la invasión de los simbiontes en Nueva York o los ataques de la Banda del Encapuchado.

Todavía lejos de encontrar la paz que anhelaba, su vida se haría todavía más turbulenta a raíz de la Invasión Skrull, donde tras ser engañado por estos para creer que su difunta esposa Pájaro Burlón seguía con vida, toda la rabia y frustración que arrastraba emergerían de forma violenta contra los invasores alienígenas. Tras quitarle la vida a la Skrull que creía ser su esposa y poner rumbo a Nueva York para el enfrentamiento definitivo contra los invasores, Clint no pudo repetir la hazaña contra su emperatriz Veranke. Utilizada por Norman Osborn como trofeo sobre el que erigir su ascenso al poder, aquello daría inicio al Reinado Oscuro con la corrupción definitiva de todos los principios que los Vengadores habían defendido durante años.

Aunque consiguiera dar con el paradero de su desaparecida esposa y, eventualmente, incluso contribuir en el rescate de Rogers de lo que resultó ser un alambicado plan de Cráneo Rojo, aquel funesto episodio del Universo Marvel consiguió sacar lo peor de si mismo disponiéndose a acabar con la vida de Osborn para impedir que continuase con sus tropelías al frente de las fuerzas del estado. Incapaz de aplicar la pena capital cuando al fin lo tuviera a tiro, el arquero regresaría junto a sus compañeros tomando parte en la defensa de Asgard que les permitiría finalmente poner fin al mandato del Patriota de Hierro.

Con la llegada de la Edad Heroica y el renacer de los Vengadores, Clint vería al fin el momento para rehacerse a si mismo regresando a su identidad de Ojo de Halcón. Sin embargo, ningún proceso de sanación es tan fácil y las heridas que Clint arrastra son todavía demasiado profundas. Compartiendo tiempo con su esposa como parte de la agencia de contrainteligencia W.C.A., la venganza del Jinete Fantasma daría pie al extrañamiento entre la pareja cuando Clint fue consciente de que Bobbi le estaba arrastrando por un sendero por el que no deseaba volver a adentrarse. Aunque en cierto modo consiguieron limar dicha barrera, el implacable arquero comenzaría a verse inundado por la incertidumbre y la duda. Demasiado orgulloso para reconocerlo o pedir ayuda, cuando tras desentramar un complot de espionaje mundial que le implicaba a través de la identidad de Ronin resultara herido fortuitamente ya no lo podría esconder durante más tiempo.

Lo que en principio paresía ser una contusión sin la menor importancia esta minando de forma progresiva la visión y el sentido del equilibrio del arquero. Tratando de ocultarlo mientras ha sido capaz, ahora su situación es tan obvia que en el campo de batalla no es sino un lastre para el resto del equipo. Condenado a la impotencia de verse reducido a un tirador incapaz de acertar el blanco, Clint se niega a afrontar su situación viendo como pende de un hilo ante unos compañeros preocupados porque su estado pueda agravarse. En Blindspot, Jim McCann vuelve a ponerse al frente de las aventuras del arquero tras Vengadores: La Reunión, Ojo de Halcón & Pájaro Burlón y Widowmaker para narrarnos como Clint hace frente a la merma de sus capacidades mientras su pasado vuelve para golpearle. Contando con un ingenio de Stark para minimizar los daños, Ojo de Halcón se ve acechado por una conspiración contra su mismo germen. Encabezada por Zemo y un arquero sospechosamente familiar, tras ver a Flecha Trucada morir en sus brazos Clint se dispone a ponerle fin antes de que destruyan los últimos vínculos de su pasado o de que no este en condiciones de hacerles frente. Contando con los lápices de nuestro patriota Paco Díaz Luque y Nick Dragotta para la parte ambientada en el pasado, la miniserie constará de un total de cuatro números estando el segundo ya a la venta desde la semana pasada. Para todos los fans del personaje, mantened en vuestro punto de mira esta nueva entrega de las aventuras del arquero dorado en la que rememorando su trayectoria, quedará definido su futuro.