INTRODUCCIÓN
¿Qué sucedería si se presenta de repente el marido de tu hermano en casa? Este es el planteamiento que nos ofrece TAGAME Gengoroh en el manga El marido de mi hermano (弟の夫, Otouto no otto). También se trata de la actitud con la cual el protagonista recibe en su casa al que fuera el marido de su hermano menor. Pero, la realidad de esta historia es que nos lleva a recapacitar si realmente una sociedad moderna y avanzada es capaz de aceptar aquello que se sale de la normatividad heterosexual, en la cual se nos educa desde que somos pequeños y que muchos no son capaces ni de admitir y ni mucho menos de aceptar con total normalidad, ya que este es el tema principal de la historia que nos presenta este manga: El de ser capaces de aceptar al otro sin ningún tipo de prejuicios, de aceptar la alteridad y la diferencia como la acepta la hija del protagonista, con su infantil inocencia y una forma de ver el mundo de una forma más simple que la de un adulto.
Este manga tiene un tema que nos afecta todos y a cada uno de nosotros. El tema de la diversidad sexual ha sido siempre un tema tabú, prohibido y silenciado. Aquellos personajes no heterosexuales y no cisgéneros que han tenido que esconderse durante muchos años en armarios sociales, que luego han sido muy difíciles de destruir. Ni el Japón actual ha podido escapar del debate internacional sobre los derechos de las minorías sexuales y este manga es un reflejo de ello. Pero antes de empezar con el análisis de este manga vamos a conocer la figura de su autor, TAGAME Gengoroh y su trayectoria artística.
TAGAME Gengoroh, vida y trayectoria artística y reivindicativa
Nació en 1964, descendiente de una familia de samuráis, estudió diseño gráfico en la Universidad de Bellas Artes de Tama. Mientras estudiaba empezó a publicar sus primeras historias en manga. Con el paso del tiempo se especializó en el subgénero bara (薔薇), perteneciente, a su vez, al género hentai (変態). En el siguiente apartado trataremos este subgénero y lo que ha representado dentro del manga. Si volvemos a la biografía de TAGAME, quizás sea uno de los pocos autores que sea activista y viva su sexualidad libremente y sin prejuicios. Si consultamos su página web, podemos leer que se considera fetichista, sadomasoquista y gay, siendo detalles que podemos observar en la mayoría de sus obras publicadas.
Además, también podemos ver la base de su estilismo, presentado una masculinidad más realista y que puede compararse con aquellas masculinidades que podemos ver en las obras de Tom of Filand o en los cómics de Ralf König. Por lo tanto, los personajes diseñados por TAGAME rompen con la idea de masculinidad andrógina que podemos tener a partir del yaoi y de los diseños de los personajes más estilizados del Boys Love. Pero, no solo publica manga, sino que también ha publicado libros y ha realizado numerosas exposiciones en los Estados Unidos, Japón, España, Francia y Australia.
Así que, con El marido de mi hermano, este autor marca un punto y aparte en su obra pero sin alejarse de la temática gay, ya que deja de un lado los elementos sadomasoquistas o las relaciones tóxicas entre amantes, como sucede en La casa de los herejes (外道の家), publicada por La Cúpula. En cambio, en esta obra nos ofrece una historia que nos obliga a reflexionar sobre nuestros propios prejuicios y nuestra capacidad de aceptar la realidad sexual de la sociedad en la que vivimos.
El género bara, manga gay para un público gay
El bara también es conocido como メンズラブ (menzurabu), siendo un tipo de manga dirigido al lector gay masculino. Fue un género que nació en la década de los sesenta, de alto contenido erótico que ilustraban temáticas homosexuales. A diferencia del yaoi, que nos presenta una idealización erótica de un personaje masculino Bishōnen (美少年, chicos guapos), el género bara nos presenta una representación masculina y unas relaciones entre hombres mucho más realista. El género bara tuvo su mayor representación en la revista Barazoku (薔薇族, lit. Tribu de las rosas), empezando a publicarse en 1971. Su último número se publicó en octubre de 2004. Además, tiene la consideración de ser la primera revista gay publicada en Asia.
El término surgió a partir de unas fotografías, en las cuales aparecía MISHIMA Yukio semi desnudo. Esta colección de fotografías se le llamó Bara kei (Pena por las rosas) del fotógrafo HOSOE Eikoh. Además, en 1969 se estrenó en los cines japoneses la película Bara no Sōretsu (薔薇の葬列, El desfile fúnebre de las rosas) de MATSUMOTO Toshio, una versión particular y muy personal de la tragedia griega Edipo rey de Sófocles. En esta película, con toques de documental y de cine experimental nos muestra por primera vez la realidad sexual de personajes transgénero de la escena más underground de la capital japonesa, otra cara de la ciudad que nos muestra MURAKAMI Haruki en Tokio blues (ノルウェイの森, Noruwei no Mori).
Pero, si observamos este género en más profundidad, podemos interpretar el género bara como mucho más combativo y representativo de la lucha social del colectivo LGTBI+ para obtener aquellos derechos sociales que se les ha negado durante décadas, mostrando las marchas del pride de cada 28 de junio, salidas del armario o la misma celebración de matrimonios entre parejas del mismo sexo. Si consideramos a El marido de mi hermano, como obra perteneciente a este género es gracias a esta visibilización por la igualdad.
Argumento de El marido de mi hermano
La vida de Yaichi es de lo más normal que se puede esperar, si no fuera por los remordimientos que siente por la muerte de su hermano pequeño. Yaichi convive con su hija pequeña Kana, una niña que está empezando a descubrir el mundo sin apenas cuestionarse la realidad social que la envuelve. Pero tan apacible vida queda interrumpida por la llegada de Mike, un fornido canadiense que afirma ser el marido de su difunto hermano Ryoji.
La cara de estupefacción de Yaichi es enorme y no sabe realmente cómo actuar ante una visita tan inesperada, ya que desconocía la existencia de su cuñado. Pero, Kana es la única que parece reaccionar positivamente ante Yaichi y este acaba por aceptar que Mike pase unos días en su casa. Lo que no sabrá es que será un inicio de un viaje emocional que le hará recordar su infancia y le hará cuestionar cada uno de los prejuicios que tenía cuando su hermano Ryoji salió del armario. Para Mike, también es un viaje de sanación, para curar el dolor de la pérdida que solo logrará cerrar con la ayuda de su cuñado y de su sobrina para volver a rehacer su vida en Canadá.
El choque entre dos culturas
Uno de los puntos fuertes y más interesantes de la historia que nos transmite este manga es el choque cultural entre Mike y Yaichi. Uno de estos primeros choques al que nos enfrenta TAGAME lo podemos comprobar en la portada del primer capítulo cuando compara la llegada de Mike con la llegada del Comodoro Perry y su flota de barcos negros, hecho que provocó que Japón entrara en un proceso de modernización. Esta comparativa es perfecta ya que el mundo en el cual vive Yaichi se ve resquebrajado por la llegada del extranjero canadiense, que rompe literalmente su mundo de creencias y convicciones sociales en las que vivía sin apenas cuestionárselas y hará que su forma de ver la vida cambie radicalmente. “modernizándose” y adaptándose a los nuevos tiempos, como el Japón de mediados del siglo XIX.
Por otro lado, Mike se convertirá en un soplo de aire fresco que mostrará al lector japonés que fuera de su círculo más íntimo y privado existe un mundo totalmente diferente, un círculo exterior con personas diversas, con visiones y convicciones totalmente diferentes a las propias. Precisamente el saber que existe un mundo diferente y totalmente válido hará que Yaichi vaya cambiando poco a poco la percepción que siente de Mike. Pero, este viaje no lo hará solo, necesitará la ayuda inesperada de Kana, su hija, la cual acepta totalmente la existencia de su tío canadiense, sin importar que sea del mismo sexo que su tío Ryoji. Aunque en un principio no lo llega a entender de todo, su visión inocente hará que la mirada homofóbica de Yaichi se vaya rompiendo poco a poco.
Otro punto de interés es a nivel lingüístico, ya que vemos como Mike, recién llegado a Japón, se muestra también como otaku, ha aprendido japonés y se comporta según marcan los cánones estandarizados de la enseñanza de la lengua japonesa como lengua extranjera. Vemos que se comporta socialmente demasiado correcto, utilizando expresiones típicas como itadakimasu, itterasshai o doumo arigatou gozaimashita que no utilizan ni Kana ni sus padres. Además, con la actitud negativa de Yaichi vemos otra curiosidad sociolingüística del japonés: Los conceptos del “honne” (lo que uno realmente piensa) y el “tatemae” (lo que sería más correcto decir para no ofender a tu interlocutor). Esto lo vemos en las primeras páginas de la historia cuando Kana le dice a su padre que Mike se quede a vivir con ellos. Yaichi no quiere saber nada de Mike, pero por costumbre social no puede ofender a su cuñado, así que acepta a regañadientes que el canadiense se quede con ellos unos días.
La visibilización de la cultura LGTBI+ en el manga
Dentro del llamado choque cultural, estaría la visibilización del elemento LGTBI+ Partiendo de la base de que una realidad que no se ve es que no existe, el colectivo gay no existe en el mundo de Yaichi. Solo la presencia de Mike hace que el protagonista empiece a cuestionarse sus valores sociales y culturales y acabe aceptando que existen otras formas de vivir la vida.
Mike se muestra abierto y vive su sexualidad libremente. Además, muestra que existe una cultura queer en Estados Unidos y Europa y que en Japón está más escondida, menos visible, casi inexistente, aunque en los últimos años esta realidad está cambiando bastante. Por este motivo, Mike no duda en llevar camisetas que hacen referencias al colectivo LGTBI+ y tampoco duda en explicar de una forma sencilla esta realidad a su sobrina.
No deja de ser un manga que enseña y educa a los lectores, ya que el propio TAGAME explica detalles de la cultura gay que puede no conocer parte del público que lee este manga. Esta exposición la realiza a través de “El curso de cultura gay de Mike”. Así que, aquellas personas que no están versadas en la cultura queer o tienen serias dudas sobre su orientación sexual o identidad de género pueden tener un pequeño referente positivo gracias a esta obra. Por lo tanto, mangas y cómics de este tipo ayudan a que otras diversidades sexuales y de género vayan saliendo del armario, visibilizándose para acabar siendo totalmente aceptadas en nuestras sociedad.
Firma invitada: Sergi Paterna
El marido de mi hermano
Guión - 9
Dibujo - 10
Interés - 10
9.7
¡¡Solo por reivindicar el colectivo LGTBI+y mostrar que existe una diversidad de género y sexual ya se merece un diez!!
Me he abierto una cuenta, que no creo que vuelva a utilizar porque no me gusta comentar en internet, nada más leer la palabra «sórdido» aplicada al sadomasoquismo. Parece que como no se le acabe dando un palo a alguien, el universo humano no está equilibrado. Encima en la reseña de una obra como ésta. Y tratándose de un autor como éste. No, el sadomasoquismo no es «sórdido», es una práctica sexual libre, y placenteramente, practicada por gente que consiente hacerlo. Punto. Es sexo. Es placer. No es «sórdido». Tampoco la homosexualidad, etc., aunque espero que nadie, más allá de los cuñaos, crea eso. Se trata de dejar a los demás que se diviertan como sea, leyendo tebeos, besando unos tíos a otros tíos/unas tías a otras/unas personas a otras, dándose con una fusta mientras maltratan sus pezones. Qué les importará a los demás, qué necesidad hay de tachar nada de «sórdido» hablando de sexo. Además, puedo asegurarte que para muchos de quienes están en el mundillo, de «sórdido» nada, es bastante cotidiano. A los de fuera no sé qué les parecerá, hace años que perdí la perspectiva de «la mayoría» o «los normales» o «los no-sórdidos».
Las palabras son misiles, a ver si cuidamos de dónde apuntamos y contra quien. Dejemos a los demás vivir, sin calificar sus vidas.
Gracias.
Esta frase me ha resultado muy graciosa (por lo equivocada que es) «ya que deja de un lado los aspectos más sórdidos de las relaciones homosexuales, como los elementos sadomasoquistas», no sólo por considerar algo sórdido el sadomasoquismo, algo con lo que disiento también, sino porque la frase correcta hubiera sido en todo caso «ya que deja de un lado los aspectos más sórdidos de las relaciones sexuales, como los elementos sadomasoquistas» ya que el sadomasoquismo no es exclusivo de las relaciones homosexuales ni mucho menos.
Sí, eso además. Anda que…
«…deja de un lado los aspectos más sórdidos de las relaciones homosexuales, como los elementos sadomasoquistas»
Le tenía ganas a este artículo, pero tras esa frase lo dejo y no vuelvo él. Vaya forma de cubrirse de gloria!