El niño que

La belleza de las cosas pequeñas.

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Portada El niño que Juan Berrio

Edición original:Nuevo Nueve
Autor:Juan Berrio
Formato:Rústica con sobrecubierta, 128 Páginas
Precio:20€

– Y nosotros, ¿habremos nacido para ser niños muertos?
– No, lo sabríamos, esas cosas se saben.

Cada vez que abro un nuevo trabajo de Juan Berrio (1964, Valladolid) no puedo evitar preguntarme si hay algún autor que sea capaz de mostrar con tanto acierto la belleza de las cosas más sencillas. A diario nos encontramos en las atestadas estanterías de las librerías especializadas cómics llenos de historias que solo tienen fuegos de artificio que tratan de esconder que sus autores, en realidad, no tienen nada que contar, solo están llenos de grandilocuencia vacía. Historias sin alma, que son incapaces de despertar la más minina emoción en sus lectores, salvo sopor y aburrimiento, por mucho que traten de contar “historias más grandes que la vida” sobreexplotando personajes y situaciones mil veces tratados. El problema de este tipo de productos es que son incapaces de hablar de la vida real, porque una vida se compone de pequeños momentos que son como pinceladas en un gran cuadro, pero que juntas son las que de verdad otorgan valor a la vida. Narrar esos momentos pequeños, sencillos y cotidianos, pero que atesoran una belleza muy particular es la especialidad de Berrio como hemos podido ver en obra como Dentro de nada (Astiberri), Kiosco (Dibbuks), Miércoles (Sins Entido), Te quiero (Impedimenta) o Siete sitios sin ti (Dibbuks). En su nueva obra, El niño que, recién salida al mercado de la mano de Nuevo Nueve, lo vuelve a demostrar.

Viñeta El niño que Juan Berrio

Luis es un niño de seis años que, en lugar de pasar el rato leyendo los cuentos infantiles o tebeos de superhéroes, disfruta mucho más imaginando sus propias historias y juegos utilizando los elementos que tiene más cerca. Una palabra en un periódico, una enciclopedia en la estantería, una orla o una piedra de forma extraña le sirven de estímulo para hacer uso de un ingenio e imaginación propia. Vemos como se niega a plegarse ante la visión de la realidad que los adultos le quieren enseñar.

El niño que es una novela gráfica compuesta por siete capítulos, en los que Berrio demuestra lo bien que se mueve en las distancias cortas. Pequeñas píldoras en las que vemos que la desbocada imaginación de Luis es su mejor entreteniendo y le sirve para afrontar lo que sucede a su alrededor. La historia se desarrolla durante un verano en los setenta en los escenarios de la infancia del autor (Madrid, Huesca y el Balneario de Panticosa). Como el mismo nos dice en el epilogo, algunos de los personajes pueden parecerse a sus familiares, así que es una obra con un ligero componente autobiográfico además de servir de reflejo la época y las costumbres de la época en la que Berrio era un niño, pero desde la óptica infantil e ingenua propia de los niños.

Página El niño que Juan Berrio

La novela gráfica se centra en ese momento de la infancia en el que comienzas a querer comprender el mundo que te rodea por ti mismo lo que te lleva a afrontar partes de la vida como la muerte, el peligro o descubrir que los adultos de tu entorno no son infalibles. Sin embargo, en esas edades los juegos y la imaginación todavía son muy importantes. Así que la fantasía juega un papel crucial en tu manera de tratar de procesar todo lo que vas descubriendo. Pero lo que hace particular a Luis es que no quiere divertirse con una fantasía heredada, como encontramos en cómics, películas, libros, etcétera., sino que prefiere construirla él partiendo de situaciones sencillas y objetos cotidianos. Algo que, por desgracia, perdemos cuando crecemos y empezamos a necesitar ayuda externa para poder imaginar. A pesar de ser una obra que se desarrolla en la infancia del autor no hay ningún atisbo de edulcorada nostalgia, ni de ninguna idealización de la época. Simplemente pretende reflejar como era ser un niño en esos tiempos y defender la importancia de la imaginación como parte imprescindible e inseparable de la niñez.

Página El niño que Juan Berrio

Como en todas las obras de Berrio, en El niño que encontramos silencios que son tan certeros y dicen tanto como sus diálogos, que, por otra parte, son magníficos como se puede ver en el que encabeza la reseña, aunque podríamos citar muchos más ya que el cómic está lleno. Otra de las marcas de fábrica del autor es la elegancia y sutileza que hay en cada una de las líneas que componen sus dibujos. Con ellas consigue que todo lo que Luis imagina cobre vida, como podemos ver en las dos mejores historias de la obra (La enciclopedia y La orla) en las que encontrarnos algunas de las páginas más bellas que han salido de los lápices del autor aragonés. En ellas, lo que Luis imagina brota en una explosión de color que contrasta con el tono apagado de los colores de la realidad. La misma sencillez que sabe potenciar en sus historias las encontramos en sus lápices, pero, en ningún caso, eso significa que no estemos ante un trabajo de una calidad superlativa. Con el paso de los años y las páginas, Berrio se ha convertido en uno de los dibujantes más personales y de mayor calidad de este país, aunque, por desgracia, no tenga ni la fama ni al reconocimiento de algunos de sus compañeros que han optado por trabajos menos personales, pero más lucrativos y mediáticos.

Juan Berrio

Nuevo Nueve hace una edición bellísima, tanto con el arte de Berrio, con un gran diseño y reproducción, en su escaso año de vida han publicado un catálogo impresionante que continua la excelente largo con los autores españoles que su editor, Ricardo Esteban, ha realizado en todas sus aventuras editoriales.

El niño que es una obra que te transporta a la niñez y te enseña lo importante que es a esa edad la imaginación. Como en todas sus obras, Juan Berrio nos regala unas historias aparentemente sencillas y pequeñas, pero que despierta unas emociones enormes. Sin duda, estamos ante uno de los mejores autores que ha dado España en los últimos años.

Edición original:Nuevo Nueve Autor:Juan Berrio Formato:Rústica con sobrecubierta, 128 Páginas Precio:20€ - Y nosotros, ¿habremos nacido para ser niños muertos? - No, lo sabríamos, esas cosas se saben. Cada vez que abro un nuevo trabajo de Juan Berrio (1964, Valladolid) no puedo evitar preguntarme si hay algún autor que sea…

Tan pequeño, pero tan grande

Guión - 9
Dibujo - 9
Interés - 9

9

Juan Berrio firma un trabajo extraordinario sobre la infancia, la imaginación y la España de los setenta.

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Diego García Rouco
Nacido en Barakaldo en 1977 donde sigo viviendo. Descubrí los cómics en una librería de barrio con Tintin, Asterix, SuperLopez y los personajes de Ibáñez. En 1989 descubrí los superheroes de la mano de Stern y Buscema con el numero 73 de la edición de Forum de Los Vengadores. A estas lecturas se fueron incorporando la novela gráfica y el manga, de los cuales, a diferencia de los superheroes, nunca me cansé. Todavía sueño con ser agente Espacio-Temporal y de Planetary, con visitar mundos de fantasía con el señor T., Philemon, Lord Morfeo, Arale y Thor. Viajar con Reed, Ben, Susan y Johnny al futuro y pasear por el cuartel de la Legión. Recorrer la antigua Roma con Alix y una cantimplora de poción mágica. Buscar Mú, perderme en un viaje al corazón de la tormenta, contemplar el Olmo del Cáucaso mientras paseo por un Barrio Lejano leyendo El almanaque de mi padre. Conseguir beber la sangre del Fénix. Leer, al fin, algún articulo de Tintín y de Fantasio sin que me molesten los absurdos inventos de Gastón. Perderme por las murallas de Samaris, mientras de la pirámide flotante de los inmortales cae John Difool. Enamorado de la chica de los ojos rojos y de Adele. Y cabalgar hacia el amanecer con Buddy Longway, Red Dust y el teniente Blueberry. Con un poco de humo azul en los labios...
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