El último duelo.
«Pues vamos a ganarles y demostrar en cada partido que no somos inferiores a ellos.»
En
Aunque es la primera vez que la historia se trata en el cómic, ya había sido llevada al cine en varias ocasiones, pero todas pecan de contar la historia de manera demasiado romantizada, sin respetar del todo los sucesos reales o modificándolos del todo como sucede con la película más popular que los aborda, Evasión o victoria dirigida por John Huston en 1981, que está protagonizada por un grupo de prisioneros aliados que no tienen nada que ver con los protagonistas de la historia real. Unas concesiones a los aspectos más comerciales que no encontramos en esta versión de la historia lo que la convierte en la más cercana a los hechos históricos relacionados con el Start FC.
El partido de la muerte es una novela gráfica que pretende acercar de la forma más veraz posible un suceso histórico que nos habla sobre algunos elementos esenciales del deporte como su carácter inspirador o las luchas entre rivales desiguales, unos valores que cada vez están más diluidos por la enorme mercantilización y las brutales desigualdades que se dan en el deporte profesional. Pero, por encima de esos valores destaca la idea de que la lucha por mantener la dignidad es lo único que le queda a los vencidos, algo que muchas veces termina por convertir a personas ordinarias en héroes extraordinarios pese a saberse condenados a un terrible destino por defender ese resquicio de esperanza que les permite devolver algún golpe a sus opresores.
A pesar de que el partido es el clímax de la obra, Pepe Gálvez y Guillem Escriche no se centran únicamente en relatárnoslo el mismo y los aspectos relacionados él como la formación del equipo y los partidos previos, sino que también dedican gran parte de la obra a mostrarnos cómo era la vida en Ucrania bajo el yugo nazi. Unas condiciones que podemos ver de primera mano gracias a Oleksiy Klimenko, el protagonista de la novela gráfica, que les sirve para relatarnos tanto las terribles condiciones de los campos de prisioneros como el día a día de una ciudad devastada dirigida con mano de hierro por unos invasores que consideraban a los habitantes una raza inferior. Además, en el medido y preciso guion de la obra también hay espacio para contarnos las pequeñas tragedias que acompañan al resto de personajes.
Guillem Escriche hace trabajo muy solvente con un estilo muy realista que funciona muy bien en una obra con esta temática y que pretende reflejar de la manera más verídica posible la historia. Aunque se trata de la primera obra larga que dibuja en cómic se nota que ya tenía mucha experiencia dibujando storyboards a lo largo de su trayectoria profesional, puesto que las escenas del partido están muy bien narradas con gran cercanía, ya que opta por muchos primeros planos que nos bajan al césped junto a los protagonistas, que son los que realmente importan, en lugar de optar por planos generales como los que podemos ver en una retrasmisión deportiva lo que nos alejaría del drama. Quizás la única pega que se le puede poner que hay algunos momentos que los personajes pueden resultar algo estáticos. También hay que destacar el excelente trabajo de documentación y la brillante elección de la paleta de colores que al ser apagados sirven para potenciar la sensación de derrota y tristeza que transmite esa Ucrania desolada tras la guerra, además también hay que resaltar la excelente portada del cómic.
La obra está publicada por Desfiladero Ediciones dentro de su interesante colección Memoria Gráfica que cuenta con títulos tan notables como Mil vidas más de Pepe Gálvez y Alfonso López o Esperaré siempre tu regreso de Jordi Peidro. La obra tiene un buen diseño y reproducción, además de jugosos extras como un prólogo escrito por Mario Alberto Kempes, un artículo sobre las adaptaciones cinematográficas el partido y otro artículo sobre la ocupación de Ucrania durante la Operación Barbarroja, ambos escritos por Pablo Herranz.
El partido de la muerte es una historia que ya se ha relatado en otros medios con anterioridad, pero a la que Pepe Gálvez y Guillem Escriche despojan de cualquier romanticismo impostado para llenarla de la cruda realidad repleta de una dignidad y épica más costumbrista.
Lo mejor
• Cuenta la verdadera historia, con sus verdaderos protagonistas, lejos de las versiones idealizadas del cine.
• El gran equilibrio que tiene la obra al relatarnos por igual el partido y las condiciones de vida de la población civil en Ucrania bajo el dominio nazi.
• La elección del color que además de potenciar el dibujo resalta la atmósfera de opresión nazi.
Lo peor
• A veces el dibujo resulta algo estático.
Guión - 8.5
Dibujo - 8
Interés - 8.5
8.3
Dignidad
Pepe Gálvez y Guillem Escriche firman una obra cercana y emocionante que nos nuestra que la dignidad se puede defender en cualquier lugar.