El principito según Carlos Giménez.
Acaba de llegar a nuestras librerías de la mano de Reservoir Books
La novela de Antoine de Saint-Exupéry es uno de libros más leídos del mundo, así que hacer una adaptación al cómic es todo un reto puesto que casi todo el mundo conoce su argumento, además la dificultad se incrementa al trasladarlo a imágenes ya que las preciosas acuarelas que el escritor francés hizo de su protagonista y todos los mundos que visita son enormente icónicas y casi todo el mundo las asocia a la obra. Para alejarse de ambos problemas Giménez ha optado por una adaptación muy libre alejándose bastante de la estética de Saint-Exupéry, pero conservando la crítica a la sociedad, aunque con un tono mucho más social y con una visión mucho más acida. No es el primer autor de cómics que lleva la obra al cómic ya que hace unos años ya habíamos podido leer la adaptación que hizo Joann Sfar editada por Salamandra Graphic, además de la muy peculiar versión de Álvarez Rabo publicada hace veinte años.
Como en la obra original el comic comienza en África con un piloto adulto que acaba de sufrir un accidente aéreo que lo deja perdido en medio del desierto y totalmente incomunicado. Al poco tiempo se encuentra con un extraño niño, al que llama el princesito, que le relata cómo ha llegado a la Tierra desde que se marchó del Asteroide B-612, el minúsculo planeta donde vivía junto a una flor. En sus viajes ha pasado por planetas de lo más extraño donde habitan diversos hombres que personifican lo peor de la sociedad actual.
La obra original contiene una crítica bastante sutil hacia algunos aspectos que los adultos consideramos importantes, aunque a los niños no les parezcan tan importantes. Sin embargo, en esta adaptación Carlos Giménez deja la sutileza de lado, al igual que en sus últimos trabajos, y nos ofrece una feroz y acida critica a la sociedad actual, los viajes del princesito le llevan a conocer a diversos personajes que, aunque presentados de una manera muy satirizada, ejemplifican lo peor de España. El princesito se tropieza con un rey sin oficio ni beneficio, un banquero codicioso, un cura hipócrita, un famoso egocéntrico, un fabricante de armas mezquino, un cazador sanguinario, un sádico torero, un nazi ignorante (como todos) y un larguísimo etcétera que le sirven al autor madrileño para expresar todo lo que cree que no funciona en nuestro país y en los de nuestro entorno. Quizás hubiera sido mejor que se centrara en menos personajes para poder hacer una crítica más profunda de algunos aspectos más concretos y no dar solo unas vagas pinceladas sobre cada tema, pero el periplo de princesito radiografía de una manera muy certera muchos de los males que nos aquejan como sociedad. Como siempre sus tebeos nos obligan a mirar a todo lo que está mal, peron sin pontificar soluciones imposibles de llevar a cabo y con un sentido de humor muy negro y un pesimismo muy marcado.
La obra se subtitula como un tebeo autorizado y recomendado para todos los públicos, lo que es cierto ya que no contiene nada especialmente truculento o desagradable, así que puede ser disfrutada por cualquiera que se acerque a su lectura, aunque es posible que los más pequeños no la acaben de entender del todo, pero es una lectura de lo más indicada para los padres y madres que quieran explicar a sus hijos e hijas cómo funciona el mundo.
Pese a todas esas cargas de profundidad a la sociedad que esconde este tebeo, Giménez conserva la tierna e inocente historia de amor y desamor entre el princesito y la flor, que nos enseña otros de los problemas a los que nos enfrentamos cuando crecemos más intimos y perosnales en los que se intercalan la felicidad y la amargura.
Gráficamente Giménez hace un buen trabajo optando por llevar a los personajes principales a su terreno. Su narrativa sigue siendo muy clara y clásica lo que lo hace accesible a todos los lectores. Hay que destacar el color de David Vila que dota a la obra de una necesaria luz para una obra que no hubiera funcionado igual con el habitual blanco y negro del madrileño.
Reservoir Books hace una gran edición con el mismo diseño que tienen todas las obras de Giménez en su catálogo. Es toda una suerte que un autor como él tenga una editorial que le dé plena libertad para realizar los cómics que quiera, ojalá todos los autores veteranos pudieran hacer lo mismo.
El princesito nos vuelve a reencontrar con el Carlos Giménez más contestatario y rebelde, en una adaptación que sabe conservar algunos de los elementos más bellos del original pero que se convierte en un eficaz envoltorio para unas críticas de lo más amargas.
Lo mejor
• Ver a Giménez tan combativo como siempre.
• La certera radiografía de los males de la sociedad actual.
• Da su propia versión grafica del personaje alejándose de la icónica de Antoine de Saint-Exupéry.
Lo peor
• Critica demasiados temas de la actualidad lo que provoca que no entren en profundidad en ninguno.
Guión - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5
7.5
Acida
Carlos Giménez llena la obra de Antoine de Saint-Exupéry de cargas de profundidad contra los elementos más perniciosos de la sociedad actual.