La emisión de Dragon Ball en las televisiones españolas a principios de los 90 supuso el pistoletazo de salida para una nueva invasión de series japonesas y para que el manga irrumpiese de manera definitiva en el mercado español del cómic. La editorial Planeta (DeAgostini por aquel entonces) fue la que más interés, y seguramente dinero, puso para llevarse el gato al agua y conseguir la licencia para editar los cómics de Son Goku y compañía a partir de 1992. Pero no se quedó ahí, sino que comenzó su línea editorial manga publicando otras series como Crying Freeman, La leyenda de Kamui, Baoh, Ranma ½, 3×3 ojos, Santuario o la que aquí nos ocupa, Hokuto no Ken, traducida como El puño de la Estrella del Norte. Todas ellas fueron editadas en formato comic-book, que la editorial conocía de sobra tras una década publicando cómics Marvel.
Esta primera edición no tuvo el éxito que a la editorial y a sus seguidores les hubiese gustado, ya que solo se publicaron unos capítulos (cuando salga a la venta el segundo tomo de esta nueva edición, ya se habrá superado el número de páginas publicadas en este primer intento). Sin embargo, el incipiente mercado del anime en formato VHS se vio enriquecido con la llegada de la película que adaptaba libremente la primera parte del manga y que fue muy bien recibida por el público de la época, siendo solo superada en estima por Akira.
Ante el éxito de la adaptación animada, Planeta decidió apostar de nuevo por la publicación del manga en el año 1995, esta vez en tankoubon, un formato más acertado. Sin embargo, tras publicar 15 volúmenes, la editorial canceló su publicación y sus seguidores quedaron huérfanos y deseosos de conocer el final de la historia. La buena fama del manga y la adaptación animada, la interrupción de su publicación y la inmadurez del público y el mercado del manga en España por aquel entonces contribuyeron a convertirla en una obra de culto, con una incansable legión de seguidores que solicitaban su reedición en cada evento en el que participaban los responsables de la edición de manga de la editorial.
El puño de la Estrella del Norte comenzó a publicarse el 13 de septiembre de 1983 en las páginas de la famosa Weekly Shonen Jump de Shueisha y culminó su andadura en esta revista el 8 de agosto de 1988, siendo recopilada, en principio, en 27 volúmenes. Su argumento nos situaba en un futuro postapocalíptico muy influenciado por Mad Max, trilogía cinematográfica dirigida por George Miller y protagonizada por Mel Gibson. En el año 199X las llamaradas atómicas engulleron el mundo. Los mares se secaron y la tierra se resquebrajó. La comida y el agua son muy escasas y toda forma de vida parece haberse extinguido. Sin embargo, la humanidad no lo ha hecho, pero con el fin de la civilización, el mundo está sumido en una era en la que la violencia lo domina todo, donde las bandas imponen la ley del más fuerte en unos escenarios dominados por paisajes desérticos, ciudades derruidas y ruinas de las civilizaciones que otrora habitaron las localizaciones por las que deambularán los personajes.
En este contexto encontramos a Kenshirô, un hombre solitario con siete cicatrices en el pecho, el heredero del Hokuto Shinken, un arte marcial de origen chino que resulta letal, ya que desgarra la parte interna del adversario a causa de la concentración de la energía en el puño y la descarga en un único ataque en los tsubo, los puntos de presión de la acupuntura. A diferencia de otras artes marciales, esta se especializa en sacar partido al 100% de las capacidades latentes del ser humano. Por tanto, este personaje es un perfecto conocedor de la anatomía humana, lo que le permite localizar los puntos vitales de sus enemigos y derrotarlos fácilmente.
Desde el principio, veremos cómo Kenshirô va derrotando a los integrantes de las bandas que tienen sometida y aterrorizada al resto de la población. Una de estas bandas, los King, y su homónimo líder pronto llamarán la atención del protagonista, debido a hechos que conectan con su pasado. Tras superar a varios lugartenientes, se produce su enfrentamiento con el líder de la banda, revelándonos que se trata de un antiguo rival, conocedor del Nanto Seiken, el arte marcial opuesto al Hokuto Shinken, que destruye los huesos y órganos de sus rivales a partir de ataques externos.
El guión de la historia, a cargo de BURONSON (alias de OKAMURA Yoshiyuki), no puede ser más sencillo y directo, al menos en este primer tomo. No esconde sus influencias y va directo al grano, sin ningún rodeo. No busca ningún efectismo ni recurre a ninguna pirueta narrativa, más allá de alguna elipsis y un flashback muy bien ejecutados. Por encima de todo, sorprende lo fresca que resulta su narrativa, por la que no parece haber pasado el tiempo, que propone una lectura amena y fluida.
El dibujo corre a cargo de HARA Tatsuo, un artista de la escuela gekiga, por lo que sus páginas se caracterizan por tener un estilo realista y oscuro, que buscaba epatar en un público más adulto. El dibujante muestra un buen dominio de la narrativa gráfica, con transiciones suaves entre viñetas, y una habilidad para mostrar combates fluidos, tensos y violentos, sin escatimar en miembros cercenados, cuerpos abiertos en canal y litros de sangre saliendo expulsada de ellos.
En conclusión, se trata de una historia sencilla, pero bien ejecutada, por la que no han pasado los años y que sirve para reivindicar valores como la empatía, la defensa de los más débiles, la lucha contra la injusticia o la posibilidad de producir cambios globales en el mundo desde la actuación en el ámbito personal, todos ellos encarnados en la figura de Kenshirô.
Ante la variedad de ediciones que ha tenido la obra en su país de origen, cabía preguntarse cuál sería el formato elegido por Planeta en su tercer intento de publicación de esta serie. Finalmente, ha apostado por un formato B6 (130×180 mm), en tapa blanda con sobrecubiertas e incluyendo las páginas originales a color y una renovada traducción. La serie constará de 18 volúmenes de periodicidad trimestral. Aunque muchos aficionados deseaban que la editorial española reprodujera la kanzenban nipona, esta edición cumple sobradamente para satisfacer los deseos de todos aquellos que llevábamos décadas esperando esta oportunidad.
Sin duda, la publicación de mangas clásicos o el hecho de que finalmente podamos leer las distintas sagas de Jojo’s Bizarre Adventures (deudora de la obra de BURONSON y HARA) y mangas que se alejan de las demografías y temáticas mayoritarias, así como la reedición de series que han sido solicitadas durante mucho tiempo como El puño de la Estrella del Norte, 3×3 eyes o la edición primigenia de Akira, son una muestra del buen momento que vive el mercado español de cómic japonés y deben ser un motivo de alegría para todos los aficionados.
VALORACIÓN GLOBAL
Guión - 7
Dibujo - 7.7
Interés - 8.5
7.7
Hostias como panes
El Puño de la Estrella del Norte es un manga de peleas sin un guión elaborado ni un arte excelso. Sin embargo, cumple su cometido, se mantiene fresco y actual y se presenta en una edición acorde a las expectativas de aquellas personas que llevan tanto tiempo pidiendo su regreso a nuestras librerías.