Este no puede ser el fin del mundo…Sin embargo no queda nada. Todo ha desaparecido.
ECC Ediciones nos trae la segunda parte de El resto del mundo titulada
Jean-Christophe Chauzy es un historietista francés nacido en 1964. Este díptico supone su debut en España aunque en su país natal tiene una amplia trayectoria. En Octubre reseñamos la primera parte El resto del mundo.
El desastre parece haberlo arrasado todo. A Marie y sus jóvenes protegidos sólo les queda la esperanza de reencontrarse con la civilización.
La historia comienza donde se quedo en el anterior volumen. En la reseña de este expresaba mis dudas sobre el riesgo que tenía la historia al seguir todos los tópicos del género y convertirse en una obra si no mediocre sí carente de originalidad. En parte se ha confirmado porque la historia es muy previsible, pero en este tomo cambia el narrador, que pasa a ser el hijo pequeño, pero la protagonista sigue siendo su madre. Marie es una heroína atípica, las circunstancias la han convertido en alguien fuerte y decidida aunque no lo sea. Verla a través de los ojos de su hijo la convierten en alguien más heroica de lo que es en realidad. Como en el anterior el resto de personajes no tienen casi peso en la historia y su personalidad apenas está abocetada.
El mundo de después nos sigue mostrando lo más bajo y terrible de la humanidad y cómo todos somos capaces de normalizar las cosas más terribles. Los tópicos están todos presente, bandas de saqueadores, crueldad, destrucción, etc… pero sin recrearse en ello, pasan cosas terribles y sangrientas pero Chauzy huye en todo momento de la tentación de volverse Gore.
La parte que más me ha gustado es cuando Marie decide que le enseñara a sus hijos una palabra al día. Las que elige en un principio parecen casuales pero son las que le dan sentido como madre y personaje. Eso y su capacidad de sacrificio algo que tal vez nunca agradecemos lo suficiente a nuestras madres.
La mejor parte es sin duda la gráfica, Chauzy esta todavía más espectacular que en el volumen anterior y nos regala unas páginas doble realmente espectaculares. La elección de esas páginas dobles está justifica ya que la capacidad de Chauzy las hace necesarias para mostrar la grandeza tanto de la naturaleza como de la destrucción. Pero no solo está bien en esas páginas, las páginas en la que Marie y sus hijos ven el asalto a una furgoneta son realmente buenas tanto en composición y narrativa como en dibujo y color. Unos colores que se alejan de los grises habituales de este tipo de historias y nos muestran que aunque el mundo del hombre esté destruido la naturaleza sigue tan brillante como siempre. Todo ello rematado con una portada espectacular. Sigue fallando en las caras que son muy poco expresivas pero en el resto es de lo mejor que nos ha llegado de Francia en los últimos tiempos.
La edición de ECC es igual que la del primer tomo. Con buena reproducción pero con un papel bastante malo. Es de agradecer la velocidad con la que han publicado la obra y que no lo hayan jibarizado como hacen con otros títulos europeos.
El mundo de después continúa y complementa a El resto del mundo pero los problemas que tenía la primera parte siguen presentes. El impresionante dibujo de Chauzy brilla por encima del guion.
Guión - 7
Dibujo - 9
Interés - 7
7.7
Gran dibujo
Un dibujo bastante por encima de la historia.