¡Bueno, Norman Osborn murió, pero su legado, su poder seguirán vivos!¡Y esta vez hay un hombre que sabe como usar ese poder. El Duende verde ya no existe, pero en su lugar se alza….el Duende!!
La sucesión de eventos en Marvel parece descontrolada. Todavía estamos paladeando las consecuencias de Pecado Original cuando ya nos vemos inmersos en otro gran movimiento que va a cambiar el panorama para siempre. Hablamos de Avengers & X-Men: Axis de Rick Remender, serie principal que va ir acompañada de sus correspondientes complementos. La premisa de la historia parece asentada en el clasicismo más absoluto, es decir, héroes contra villanos. La novedad del guionista (¿?) es que tiene previsto invertir los papeles: los héroes pasarán a ser villanos y viceversa. Y dentro de la galería de posibles malvados en la editorial han pensado en Hobgoblin como referente para poner como ejemplo de un nuevo tipo de villano durante el citado evento. Al igual que el últimamente prolífico Matanza, el Duende ha conseguido mini serie propia destacada, motivo más que suficiente para que nos acordemos de su vida editorial y tracemos un pequeño repaso a la personalidad (¿o deberíamos decir personalidades?) del hombre bajo la máscara, los conflictos entre distintos autores acerca de su identidad y su más reciente vuelta a la actualidad con el preludio al último arco de Superior Spider-man. Toda una aventura a la que damos pistoletazo con el mejor de los principios, la creación del personaje.
Roger Stern llega a la cabecera principal del trepamuros en 1982,en un gran momento de popularidad debido a sus apariciones en la pequeña pantalla, además de consolidar su status como estrella de la editorial al ser el protagonista de nada menos que tres series en curso. Pero Spidey no atravesaba su mejor fase creativa. A pesar de los flashes de la televisión y la cantidad de guionistas involucrados, los cómics adolecían de una clara falta de calidad. Tom DeFalco cogió las riendas como editor de la franquicia en 1981 y rápidamente se dio cuenta de que el personaje necesitaba un revulsivo. Cuando Dennis O’Neil abandonó Amazing Spider-man rumbo a otros proyectos, la elección del editor fue Stern, guionista que ya había trabajado con Peter Parker durante año y medio en Spectacular Spider-man. La elección se mostró muy acertada cuando la conjunción de guiones y dibujo, a cargo de un John Romita Jr. con una gran proyección tras su aclamada etapa en Iron Man, convirtieron la cabecera en un clásico moderno, un ejemplo brillante de cómo se debe devolver la grandeza a un personaje. Le dedicamos a don Roger desde aquí un homenaje del todo insuficiente, un guionista estelar capaz de dejar etapas míticas en dos franquicias tan complicadas como son Spider-man y los Vengadores.
Volvamos con nuestro amistoso vecino y a la creación del Duende. El primer número del equipo creativo en Amazing es el 224, comenzando un baile de villanos en busca del enemigo definitivo: el Buitre, el Juggernaut, Tarántula, Cobra, Hyde, Fuego Fatuo, El Zancudo… pero ninguno calmaba la sed del aficionado de ver de vuelta al que muchos tildan como la némesis definitiva de Spiderman, el Duende Verde. Como ya hemos comentado, Stern estaba cansado de enfrentar al trepamuros con la misma galería de villanos, pero a la vez renegaba de la idea de traer de vuelta a Norman Osborn, el Duende Verde original, único personaje al que el guionista consideraba como tal. Éste llevaba muerto diez años por aquel entonces y tenía claro que no había razón para deshacer la historia de su muerte. Harry Osborn y su psiquiatra también habían vestido la capa y la careta pero no convencían a Stern como sustitutos fiables. La respuesta del guionista fue crear un nuevo Duende, cuyo rasgo fundamental sería su identidad desconocida, característica definitoria de las primeras apariciones del Duende Verde en la cabecera clásica de Stan Lee y Steve Ditko. Respuesta contundente a las demandas populares.
La puesta a punto del personaje comienza en Amazing Spider-man#238, donde una simple persecución callejera de unos vulgares cacos va a tener importantes consecuencias. Peter Parker se cruza con ellos y casi causan una tragedia, alterando el tranquilo paseo que estaba dando nuestro héroe con tía May. El alter ego del joven pronto dará buena cuenta de los ladrones pero uno de ellos será lo suficientemente habilidoso para esconderse en las alcantarillas, localizando por casualidad un escondrijo mucho tiempo olvidado. Hablamos de la guarida del Duende Verde, donde el ladrón encuentra toda su tecnología y todos sus disfraces. Vemos como el malhechor facilita la información a un tipo emboscado en una gabardina y un sombrero que no nos dejan ver su identidad. La primera clave del personaje ya está puesta. La siguiente es que se hace con todo lo necesario (tecnología, disfraz y aerodeslizador) para ser el Duende. De momento Spiderman desconoce su existencia pero no será por mucho tiempo. En Amazing Spider-man#239 Peter anda buscando refugios del Duende Verde, pues sabe que el ladrón escapó en las cercanías de un antiguo almacén de Osborn y eso le hace desconfiar. Tiene la suerte de que acierta en su corazonada y se encuentra al nuevo Duende con toda su parafernalia. El enfrentamiento ocupa el resto del número, dejando al villano bastante sorprendido por las capacidades de Spiderman. Norman Osborn debía tener más secretos y se dispone a encontrarlos.
El final de la trama anterior supone un cierre momentáneo al tema Duende, por lo que Stern y Spidey siguen su camino con enfrentamientos con el Buitre (de nuevo) y el Pensador Loco, entre otros. Y continúan sus relaciones personales con compañeros de trabajo, vemos el regreso de Mary Jane y la siempre complicada interacción con la Gata Negra. Pero todos sabemos que el Duende debe volver. Lo encontramos brevemente en Amazing Spider-man#244, recuperándose de sus heridas y recibiendo a uno de sus lacayos enviado a por misteriosos productos que le van a permitir derrotar a Spidey. En el siguiente número lo tenemos reforzado y dispuesto a dar mucha guerra. Stern comienza a subir la intensidad y peligrosidad del personaje pero el arácnido se enfrenta a él con la misma virulencia, dando como resultado su aparente muerte. Lo vemos renacido de nuevo (todo era un truco claro) amenazar a un importante grupo de hombres de negocios en una fiesta privada del Century Club a la que acude Peter Parker acompañando a Harry Osborn, a los que intenta chantajear con desvelar sus secretos más ocultos. J.J.J. Jameson, Harry Osborn y Wilson Fisk se oponen a él, al tiempo que Spiderman aparece y comienza otra lucha sin cuartel. El clímax de la etapa estaba cercano y lo tendríamos en Amazing Spider-man#250-251 con el mayor enfrentamiento entre ambos hasta la fecha, dejando cuestiones irresueltas, pues la máscara rota del Duende flotando ha demostrado no ser suficiente garantía para olvidarnos del personaje. Por otro lado, el guionista abandona la colección dejando el espinoso tema de la identidad inconcluso, patata caliente a la que deberán enfrentarse los sucesores.
Los lectores de cómics estamos acostumbrados a que nos lo den todo mascado. Tarde o temprano acabamos conociendo la identidad bajo la máscara o el villano en la sombra. El caso es que cuando el tándem Stern-Romita abandonó Amazing Spider-man no había preocupación en el aficionado referente a la identidad del Duende, pues suponían que tarde o temprano Tom DeFalco y Ron Frenz, sucesores en las tareas creativas, terminarían resolviendo el enigma. El problema es que Stern no quiso desvelarlo a o no le importaba el tema demasiado, dejando a sus continuadores sin ninguna pista al respecto. A esto hay que añadir que el trepamuros disponía de tres cabeceras, cualquiera de ellas en posición de poder utilizar la figura del Duende por sus respectivos autores. Esta indefinición va a causar un gran embrollo editorial, de los más rocambolescos en la Casa de las Ideas, involucrando a varios creativos y poniendo al lector en una posición de auténtico nerviosismo. Para desentrañar la maraña se ha utilizado el documentado libro Spiderman. Bajo la máscara, Julián Clemente, Ed. Dolmen, 2002, por lo que si hay citas textuales están extraídas del citado libro. Que comience el show.
Defalco y Frenz centran sus primeros esfuerzos en soliviantar las consecuencias para Spiderman de su regreso de Secret Wars, el gran acontecimiento editorial de 1984, con el famoso traje negro en liza. Por otro lado, tenemos a David Michelinie y a Marc Silvestri en Web of Spider-man, y a Peter David en Spectacular como responsables creativos. Todos ellos se conjuran, auspiciados por el editor arácnido James Owsley, para poner fin al misterio de la identidad del Duende. David, hasta hace poco dedicado al departamento de ventas, ahora orgulloso guionista, comenta de modo jocoso que los aficionados no paran de preguntar por la dichosa incógnita, a lo que se dedicaba a contestar perlas como “Ned Leeds, Flash Thompson, Jameson… o el nombre que se me pasa por la cabeza” (Op.Cit.pag.139). Puede parecer una tontería pero es que en la redacción no tenían ni idea de por dónde tirar. Como ejemplo ponemos la llamada desesperada de Tom Defalco a un Stern ya instalado en DC para pedirle consejo, a lo que don Roger respondió. “Tú estás haciendo la serie ahora Tom… ¡Es tu decisión!” (Op.Cit.pag.140). La terna de posibles se puso sobre la mesa, entre los que citaron a Harry Osborn, la Rosa, Lance Bannon, Need Leeds…. La aparente solución viene de parte del guionista de Amazing. Defalco propone a Need Leeds, marido de Betty Brant, como identidad bajo la máscara del Duende. El personaje llevaba tiempo rondando por las colecciones arácnidas pero nadie se había preocupado mucho en explicar su historia. Lo único que sabíamos es que había rivalizado con Peter por el amor de Betty. En apariencia, una elección sencilla. Pero la lógica de los acontecimientos cambió de tal forma que se transformó en un culebrón de los buenos.
La saga que debía desenmascarar al Duende comienza en el número 275 y DeFalco tiene claro que para llenarla de emoción hay que incluir giros inesperados. El primer personaje en que centra su atención es Flash Thompson. El guionista gasta su bala demasiado rápido, pues en el número 276 nos muestra al villano desenmascarado como el antiguo compañero de clase de Peter. Obviamente, todo es una trampa del verdadero Duende y desde ese momento el equipo creativo se centrará en marcar las pistas que nos llevan a Ned Leeds pero…Diferencias creativas inexplicadas provocan que DeFalco se enfade con Owsley, abandonando la cabecera en el número 284. Para más inri, el editor toma un personaje creado por el bueno de Tom, la Rosa, y lo desvela como hijo de Wilson Fisk sin venir mucho a cuento. Ruptura total entre ambos. Owsley no se encuentra nada preocupado; si no desvela el misterio Defalco, hay que buscar a otro guionista para que lo lleve a término. Aquí entra en escena Peter David, conocedor de todos los entresijos de la franquicia. Se le comunica que va a ser el encargado de escribir la historia donde se revela la tan traída y llevada identidad. David se muestra tranquilo, tiene claro que es Need Leeds; la bomba está punto de estallar, ya que el editor le comunica que no va ser esa la identidad, “porque voy a matar Need Leeds” (Op.Cit.pag.141). What the….??
Jim Owsley escribe un especial titulado Spider-man vs Wolverine. Aquí es asesinado el marido de Betty Brant por unos terroristas en Berlín. Por tanto, queda descartado ¿o no? El editor piensa en un villano de segunda aparecido en Spectacular, el Forastero. David no está para nada de acuerdo con la idea y persiste en que sea Leeds la persona bajo la máscara, aún estando muerto. Todas las pistas dejadas por DeFalco conducen a él, así que el guionista piensa en mantener esa trama y lo explica así: “Los lectores están acostumbrados a unos esquemas con los que podemos jugar para nuestro beneficio…..Ned Leeds es el sospechoso número uno, pero si violamos el esquema, si lo matamos y hacemos que sea el Duende, cogeremos con los pantalones bajados a todos los lectores….” (Op.Cit.pag.142). Las tesis del guionista se ponen en práctica en Amazing Spider-man#289. Jack O’Lantern conoce el secreto de Leeds y no le va dejar salirse con la suya. Reclama los servicios del Forastero para que acabe con su vida, hecho consumado en Berlín. Tras la muerte del Duende, O’Lantern decide usurpar la identidad, por lo que tenemos otro hombre bajo la máscara. Todos estos detalles servirán para explicar los distintos comportamientos del personaje, que no cuadraban con la actitud original de la creación de Stern. Lo que sí es cierto es que la trampa urdida por David funcionó, provocando confusión, aceptación y rechazo a partes iguales.
Sobra decir que esa no es la idea que tenía Roger Stern cuando dio vida al Duende. Tras ver la resolución de la trama, declara que eso no es lo que él tenía pensado. Y claro, se vuelve a generar una expectación al respecto. En el año 1996, tras algunos intentos fallidos de ponerse de acuerdo, regresa a Marvel para contar su historia, que al final será la definitiva para todos nosotros. La contará en una mini-serie llamada Spider-man: Hobgoblin Lives, acompañado además de otro que vivió aquella época en los dibujos, Ron Frenz. La tarea que tiene por delante no es nada fácil, ya que deberá desdecir y argumentar todos los cambios para que el aficionado no se sienta engañado. Pero es que Stern tenía tan claro que la historia no cuadraba: “El Duende era al menos tan fuerte como Spiderman. Si cuatro esbirros del Forastero le hubieran atacado, él probablemente habría limpiado las paredes con ellos…Ned no podía ser el Duende, porque el Duende tenía superfuerza, y Ned no” (Op.Cit.pág.143).
Comenzamos en el juicio de Jason Macendale, personalidad del primer Jack O’Lantern. Enfrentado a un incierto futuro, con la cadena perpetua como fin de su viaje como villano, decide confesar que hubo otro Duende, Ned Leeds, y que él dio la orden de asesinarlo. Básicamente, lo que ya sabíamos. Pocos días después salta la noticia, Macendale aparece muerto en su celda. Todos empiezan a sospechar la vuelta del Duende, del auténtico, por lo que hay que desempolvar la galería de sospechosos otra vez: Jameson, el senador Robert Martin, Daniel Menken (administrador de Industrias Osborn) o los hermanos Kingsley, entre otros. La serie sigue limpiando el nombre de Ned Leeds ya que se presenta como víctima. El Duende le lavó el cerebro, al igual que a Flash Thompson, por lo que se vestía como él y realmente pensaba que era el auténtico. Esa revelación libera de un gran pesar a su viuda. Ned no era malvado, solo un peón utilizado y desechado cuando llegó el momento. Spiderman se ve fuertemente implicado en esta historia porque Peter consideraba a Leeds su colega, el marido de una de sus amigas más cercanas, por lo que la búsqueda del verdadero Duende se convierte en prioridad para el trepamuros. Stern deja claro para su historia que el Duende que aparece tras su marcha de la serie siempre es Ned Leeds, no el verdadero. Eso le permite explicar muchos de los cambios en los comportamientos del personaje en manos de DeFalco. Al final se produce el tan esperado descubrimiento. El Duende es Roderick Kingsley. Este personaje estaba fuera de todas las apuestas de Owsley, DeFalco y David, cuando se planificó el descubrir la persona bajo la máscara. La trama es ciertamente difícil de seguir ya que Stern tuvo que hacer un gran esfuerzo explicativo ante lo liado del asunto. El final de la mini serie supone un respiro para el guionista, que pudo al final poner los puntos sobre las íes respecto a un personaje en el que había puesto mucho mimo y que otros se empeñaron en emborronar.
Acabamos de contemplar el largo periplo editorial que costó descubrir la identidad del Duende, personalidad que según el autor de turno, ha ido variando. Aparte de los sospechosos, que ya hemos ido nombrando en apartados anteriores, se puede decir que los hombres bajo la máscara han sido básicamente tres: Roderick Kingsley, Jason Macendale y Ned Leeds. En este punto vamos a trazar una pequeña biografía y un breve repaso de los azares que les llevaron a vestir el traje del Duende.
Roderick Kingsley. Hemos quedado que es el Duende de toda la vida. Creado por Roger Stern y Mike Zeck en Spectacular Spider-man#43, es un hombre de negocios relacionado con la moda, que se ha forjado un imperio debido a carecer de cualquier tipo de escrúpulo. Esto le generó no pocos enemigos, destacando Belladonna, rival en el mundo de la alta costura, que lo atacó y pudo contarlo gracias a la aparición de Spiderman. Su ambición no tenía límites, lo que le llevó a hacerse con todo el aparejo del Duende Verde, aunque nadie llegó a conocer su identidad hasta muchos años después. Pudo de valerse de peones, a los que lavaba el cerebro con los medios más avanzados, ya que es un hombre de grandes recursos. Tras demostrarse su implicación en la trama del Duende, fue mandado a prisión hasta que se produjo el retorno del Duende Verde en persona, Norman Osborn. Kingsley le mandó un reto para que demostrará que era el auténtico, en realidad un estratagema para que lo sacará de la cárcel. Se produjo la ansiada lucha entre ambos, que quedó en tablas, desapareciendo los dos villanos de la circulación. Osborn fue capaz de arrebatarle su corporación, pero Roderick todavía tenía unas cuentas secretas en su poder de las que nadie tenía conocimiento. Con solvencia económica se asentó en el Caribe y asumió el rol de Devil-spider.
El Duende es un villano con relativamente pocas apariciones, centradas casi exclusivamente en el entorno de Spiderman. Su época de grandeza la localizamos, como no, cuando Roger Stern y John Romita Jr. dieron salida al personaje, posicionándolo como un gran villano para el trepamuros.Pero hubo un gran detalle que no se contó en Amazing y que es necesario puntualizar: cómo el Duende pasó de ser un humano normal a un supervillano con poderes aumentados. Esto fue obra de Bill Mantlo y Al Milgrom en Spectacular Spider-man#85 . El todavía misterioso hombre tras la máscara sigue a pies juntillas los diarios de Norman Osborn para obtener superfuerza. Y nos cuenta lo peligrosos que son esos experimentos, por lo que se valió de un conejillo de indias, un criminal de segunda llamado Zurdo Donovan. Fue este malhechor hechizado por el auténtico Duende el primero en perecer en una lucha con Spider-man, lo que le permite al genuino seguir con sus pruebas. Tubo de ensayo tras tubo de ensayo vemos al personaje entrar en un tanque preparado con compuestos químicos. El resultado es que por fin ha obtenido los tan deseados poderes. He aquí pués el nacimiento del Hobgoblin más que humano que se enfrenta a Spidey en el tramo final de la etapa de Roger Stern. Después de la salida de Amazing Spider-man del tándem creador del personaje, el tema pasó a ser dirimir la identidad del citado Duende. Roderick Kingsley, que ha utilizado a Ned Leeds y a otros como tapadera, abandona el uniforme cuando ve la interferencia de Jason Macendale para hacerse con su traje y sus juguetes. Será entonces este villano, que sufrirá una honda transformación cuando entre en tratos con demonios, el que se ocupe de aparecer por las distintas colecciones en los años noventa. De todas formas, alguna aventura con Ned Leeds con el cerebro lavado tendremos, como por ejemplo en Power Pack#29. Dada la dificultad de saber si era Leeds o Roderick Kingsley, lo dejaremos en interrogante. Lo que sí es un hecho es la popularidad de Spiderman en 1987, fecha de portada del citado número. Como estrella invitada tenemos a nuestro amistoso vecino, que además se trae bajo la manga al villano de su colección. Todo un reto para los niños superhéroes.
Una de las historias más recordadas post- desenmascaramiento, por ser obra de uno de los dibujantes más influyentes de la época, es la que le dedicó Todd McFarlane en la colección que fue específicamente creada para él, Spider-man a secas En ella se dedicaba a dar rienda suelta a su recargado dibujo, dando salida a partir del número seis a una saga en la que, aparte del Duende y Spidey, teníamos la aparición estelar del Motorista Fantasma. Un Hobgoblin desquiciado se dedica a raptar gente para calmar las voces que oye en su interior; un Motorista que busca erradicar el mal a las bravas y el Duende se encuentra en su radar, y un Peter Parker que se verá en medio de ese fuego cruzado, intentando comportarse como los héroes deben hacer. La trastienda de estos números es que McFarlane no tenía especial interés por el personaje. Él quería al Duende Verde, personalidad que en 1991 ocupaba Harry Osborn, pero Harry no encajaba en la historia monstruosa que tenía en su cabeza. Jim Salicrup le ofreció la posibilidad de rescatar al Duende, que desde Spectacular Spider-man#147 se había convertido en una especie de demonio sobrenatural. Y además, llevaba capa. Algo más apropiado a lo que Todd tenía en mente para la trama.
La trayectoria del personaje en los noventa está abocada hacia lo oscuro, casi tétrico, con el hombre bajo la máscara prácticamente convirtiéndose en un demonio, el Demogoblin. No extraña su tratamiento por parte de los autores implicados, como Gerry Conway que enfrenta a Spiderman a una dupla temible como el Duende y Carroña (Spectacular Spider-man#162) o Howard Mackie en una saga titulada Hobgoblin Reborn (Web of Spider-man#93-94) donde también tendríamos como invitados especiales al Motorista Fantasma y al Caballero Luna. Hasta la vuelta de Roger Stern en 1996 para aclarar la identidad del personaje, el tono no vuelve a cambiar. Tras ser encerrado Kingsley por sus crímenes como el Hobgoblin y Macendale muerto y enterrado, se puede decir que tenemos un nuevo comienzo. Roderick consigue escapar de la prisión gracias a Norman Osborn y huye al Caribe donde adoptará una nueva identidad, Devil-Spider. Mientras en su país, su hermano Daniel intentará hacerse con el legado del Duende pero entrará en conflicto con Phil Urich, que también anda interesado en ese legado. La terrible consecuencia es que Daniel muere a manos de Phil y este último se convierte en el nuevo Hobgoblin.
Nos encontramos ya en fechas recientes, donde Dan Slott ha tirado de lo mejor del armario del trepamuros para dejar una recordada etapa en la franquicia. En Amazing Spider-man#695 nos presenta una trama donde Phil Urich, bajo el manto de Duende al servicio de Kingpin en Tierra de Sombras, recibe un ataque directo de un retornado Roderick Kingsley. Eso solo puede significar la guerra. La batalla entre duendes termina en Amazing Spider-man#697, donde vemos a Kingsley retirarse a un lujoso apartamento en Paris, base que utilizará para poner un nuevo negocio en marcha, la venta de mantos de supervillanos (Mysterio, Tarántula, etc.). Poco tiempo después, como muchos de ustedes saben, Spiderman pasa a convertirse en superior, alguien capaz de utilizar cualquier medio para conseguir sus fines. Por ahí sigue rondando Phil Urich pero también se da una proliferación de Duendes, siendo su momento álgido la vuelta del Duende Verde, que además ha encontrado puntos flacos en el armazón del Spiderman Superior. Pero antes debe deshacerse de la competencia, es decir, Roderick Kingsley. En Superior Spider-man#26 somos testigos de un duelo singular entre el Duende y el Duende Verde. Quien gane se queda con todos los efectivos, conformando una auténtica Nación Duende. Kingsley es derrotado, dado por muerto y el ganador ya tiene vía libre para acabar con Spiderman. Pero como tantas veces nos han enseñado los tebeos, hay que levantar la máscara para asegurarte….
Sin comerlo ni beberlo hemos llegado hasta Axis, donde el Duende original, Roderick Kingsley, va a tener una importante oportunidad en forma de mini serie. Y que no le extrañe a nadie que pueda conseguir una serie propia cuando acabe el evento, viendo el gusto de la editorial por personajes de segunda. De momento, por las portadas publicitadas como muestras, nos alejamos del Hobgoblin monstruoso de los noventa y nos acercamos más a uno de los últimos éxitos de la franquicia arácnida, los Superior Foes of Spider-man. El guionista elegido ha sido Kevin Shinick, cuyo trabajo televisivo atrajo la atención de Marvel. Además es conocedor de la franquicia ya que últimamente ha guionizado algunos números de Superior Spider-man Team-up. En labores gráficas se ha optado por Javier Rodríguez, más conocido por su trabajo como colorista en el Daredevil de Mark Waid, pero que cuando ha tenido que dedicarse al dibujo ha estado a la altura. Todo un equipo creativo de primera línea para devolver la grandeza a un villano que dio mucho que hablar en su momento. Aunque parece que no será por la misma vía, seguro que Roger Stern, allá donde esté, se encuentra feliz por ello.
Menuda diferencia de portadas… Las de ahora son ilustraciones mu guains, pero una mierda como portadas.
Excelente repaso al que es sin duda uno de mis villanos favoritos de Spiderman de todos los tiempos. A ver qué pasa ahora con esta mini y en qué posición queda el personaje tras ella.
Quería comentar también que fue Stern el que creó por retrocontinuidad la fórmula del duende. Hasta entonces jamás se había dicho que el Duende Verde tuviera superfuerza, pero Stern encontró ilógico, con buen criterio, que alguien con fuerza normal aguantara peleas a guantazos con Spiderman .
Otro articulón (y van..) del señor Porras para uno de los mejores villanos de Spiderman.
No puedo decir lo mismo del Forastero, personaje innecesario donde los haya.
Pues un servidor se queda antes con las «ilustraciones mu guains» que en realidad son una forma minimalista de presentarte el número sin que sepas qué ocurre dentro, que las clásicas que son más un teaser/tráiler de lo de dentro, a ratos hasta spoileando, pero cayendo en la ingenuidad de hacernos creer que si un héroe es derrotado en portada también lo será en los interiores (que no se lo cree nadie). Así, quitando la del 238 (genial) y la del 250 (espectacular) de Spidey, el resto de portadas clásicas del artículo se me antojan ridículas (mención especial al 276) incluso para su tiempo, y no en plan ridículo-camp como las de la Silver Age DCeica, sino en plan «Señor, llévame pronto».
Habiendo leído el número de Shinick/Rodríguez (a mí estas portadas me chiflan), debo decir que la «inversión» de AXIS le ha sentado genial a Kingsley y que el colorista reconvertido a dibujante sigue a un nivel espectacular (cómo se le va a echar de menos en Daredevil a pesar de que el sustituto no sea manco).
En cualquier caso, otro articulazo, Rey Arturo.
Yo algún día imprimiré los artículos que te estás marcando, Arturo.
Y los encuadernaré bajo el título Quién es Quién en el Universo Marvel por Arturo Porras.
bufff! lo de arturo es para quitarse el sombrero.
póngame a los pies de su señora, sr. porras.
Puedo parecer cansino pero muchas gracias de verdad por sus comentarios, especialmente los más afectuosos. Una alegría verle de nuevo por aquí señor Dust, espero que sea para largo. Después del peloteo, al turrón.
Lo he declarado otras veces pero no me cansaré nunca de decirlo ( está en mi bio también): el Spiderman de Stern me marcó como futuro lector de cómics. Una etapa fundamental del trepamuros, que además presentó uno de sus grandes villanos. Pena que autores posteriores no supieran darle el lustre necesario. Es cierto como dice Ultrón que Stern se preocupó del asunto de la superfurerza del Duende Verde, pero también es cierto que fue en Spectacular de Mantlo donde se hacia patente, con los diarios de Osborn. Cualquier artículo se queda corto para la importancia de esta etapa, aunquee yo solo he venido aquí para hablar del Duende.
Jorgenexo, entiendo su amor por Frenz ( que diablos, fue el dibujante de «el chico que coleccionaba Spiderman, una de las mejores historias de la época). A mí me pasa con dibujantes no tan laureados pero que su trazo me evocan tan gratos recuerdos: los Sal Buscema o los Bob McLeod. Gracias por sus palabras.
Aguja, el Forastero és uno de tantos personajes de fondo de armario que si no se hubieran creado tampoco pasaría nada. En este caso, su destino podía haber sido distinto, pues Jim Owsley tenía previsto que fuera el Duende cuando mató a Ned Leeds. Gracias a Peter David que no fue así porque sino el personaje hubiera perdido mucho.
Respecto a las portadas, sin necesidad de declararme retro o moderno, como si fuera algo antagónico tengo que decir que a mí cada vez me maravilla más el trabajo que se esá haciendo con ellas. Hay portadas clásicas de Kirby, Romita Sr., Aparo o Buscema, entre otros, que son para quitarse el sombrero. Pero yo soy un fan declarado de gente como Skottie Young, Rivera, Del Mundo, o Aja. Me parece de un prodigio narrativo lo que hacen con ellas. Me fascinan.
Señores Retranqueiro y Drummer, no se que más decirles. Muchas gracias por esas palabras de aliento que tan bien sientan 😀
Perdón, pero tengo que decirlo: estoy absolutamente encabronado por lo que acaba de pasar en Amazing Spider-Man #8…
En serio, ¿Marvel no concibe que Peter Parker pueda ser feliz en ningún universo o realidad alternativa?
CReo que odio a Dan Slott un poquito más hoy…
Muy buen artículo, Sr. Porras. Soy relativamente joven en esta página en comparación a otros aquí, pero este año me compre el Marvel Héroes de Stern y me encanto muchísimo!!!
El buitre se volvió un villano del todo carismático (un villano que recuerda tanto al Sr. Burns jaja), el «nadie puede derrotar al Juggernaut» que me pareció épico, su enfrentamiento con Mr. Hyde (que por cierto ya estoy empezando a leer el libro de Stevenson) y la relación con la viuda negra.
Pero cuando se aparecía el duende, era todo malvado que daba ganas de ver como se pelearía con spidey, y cuando aparece para sobornar a Harry, Jameson y compañía o cuando spidey logra salir del lago luego de haber peleado con el duende fue espectacular, una de mis escenas favoritas con ese villano.
Esto… Un off-tópic. Que es del pensador loco? Sigue en prision? Lo pregunto por qué recordando la etapa recuerdo spidey se peleaba con uno de sus androides y bueno, hace tiempo que no lo veo por ninguna parte.
NME, el Pensador Loco estuvo en la miniserie digital que sirvió de paso de un volumen a otro del Daredevil de Waid/Samnee de costa a costa. Y también ha aparecido, lo más reciente, reclutado por Doom en la serie de los ¿Nuevos? Vengadores de Hickman, observando el tema de las incursiones y todo ese rollo.
P.S. Un placer, señor Porras. Y sí, en principio me quedo, aunque no vaya a ser tan profuso como antes.
Y yo me pregunto…
¿Peter Parker no será -al menos en parte-andaluz?
Como tiene tanto Duende…
«Y sí, en principio me quedo, aunque no vaya a ser tan profuso como antes.»
¿Has adelgazado?
Porras! Genial artículo! En tu línea!
Para mi El Duende es un villano muy especial. El primer cómic de Spiderman que me compraron de niño fue éste:
http://spiderman.erictoribio.com/wp-content/uploads/2011/05/Spectacular-1-085-_The-Hatred-of-the-Hobgoblin_.jpg
Y recuerdo que lo flipé con lo misterioso y amenazante que me resultaba el Duende. La escena en la que se sumerje en la cuba para conseguir poderes me impresionó mucho. Hasta entonces nunca había leído un cómic que dedicara tanto espacio a mostrarte las motivaciones interiores del malo.
A spidey lo seguía esporádicamente porque había números que me gustaban mucho y otros que no me gustaban nada. Entonces no entendía que en USA eran varias cabeceras, incluído Team-Up, pero yo notaba que la serie a veces molaba más que otras.
Pero siempre que salía el duende en portada, la pillaba. Seguí de forma irregular la historia del personaje durante años. Intrigado por quién se ocultaba tras la máscara.
Me flipaba tanto El Duende, que cuando salió la segunda hornada de figuras de Secret Wars, la suya y la de Spiderman Black fueron las primeras que compré. Ahí me enteré que se llamaba «Hobgoblin» en ingles, aunque yo lo llamaba «Ombliguín»… But, i digress…
Cuando vi la portada en la que por fin iban a revelar su identidad, me lancé apor el cómic de cabeza:
http://www.sellmycomicbooks.com/images/amazing-spider-man-289-ned-leeds-hobgoblin-dies.jpg
Y ahora voy a dar mi impresión como lector infante que vivió más o menos en directo toda la evolución de esta historia:
¡MENUDA MIER**!
Recuerdo que me pillé tal rebote que creo que no volví a comprar un Spiderman hasta McFarlane.
De verdad la archinémesis de Peter durante tantos años había muerto fuera de cámara en un hotel a manos de los sicarios peor vestidos de la historia? Era un final tan indigno para el villano que tantos probnlemas había dado, que era absurdo.
He leído muchas veces a David ponerse medallas sobre la buena idea que tuvo y poner muy bien éste cómic por parte de articulistas. Pero en serio, fue una idea horrorosa y muy chapucera. El personaje merecía un mejor final, menos mal que su autor original tuvo la oportunidad de arreglar el desaguisado.
El Duende es sin duda uno de mis villanos favoritos de Spiderman, si no el que más. Y aún recuerdo la pena que me dio que Stern no pudiese finalizar la historia sobre su identidad secreta en su momento, algo que por suerte arregló con la excelsa El Duende Vive, quizá la mejor obra de Spidey en ese lustro marcado por la saga del Clon (Años Perdidos aparte).
Y como anécdota decir que este año en los recomendadísimos Carnavales de mi tierra me disfracé del personaje. Si no fuera un chico tímido os subiría la foto y todo…
Gracias, Reverend!
Que gran, gran artículo y que problemón se armaron en marvel con hobgoblin. Pero, marvel tarde o temprano arregla sus desastres…
Por otro lado, me perdí el por que el buen phil urich (hasta tuyo su serie propia!) acabó convertido en un villano hecho y derecho. Alguien podría ilustrarme?
#2
jorgenexo
22 octubre, 2014 de 16:41
Tú lo has dicho, TL.
Nada que añadir a un extraordinartículo más del individuo al que si yo fuera tía y por algún descabellado motivo quisiera ser madre perseguiria con insistencia hasta que accediera a ser el padre de mis hijos.
Bueno, sí: que Ronz Frenz era el puto amo, que nadie se lo reconoce y que ya está bien: su trabajo siempre me evocó a una improbable mezcla entre los dos dibujantes que construyeron y consolidaron la imagen del lanzarredes, Ditko y Romita SR. Para mí Ron Frenz es quien, por ejemplo, dibujó a la Gata Negra más molona, quien sacó mejor partido del traje negro, quien nos presentó a un Peter más atlético, un flaco musculado saltimbanqui, frágil y poderoso a la vez y quien reflejó a una MJ más accesible, guapa pero no el pivón inalcanzable para un mendruguillo como Pete que nos han dibujado otros.
Ro-onfrenz, someone still loves you!
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Aqui otro ochentero traumatizado por la dupla Stern/Frenz.
Esos numeros y toda la saga del duende en general estan para mi en el top ten de todo el material jamas sacado por el trepamuros.
Una pena que nunca le haya dado a esta gente ni una decima parte del merito que se merecian. De Roger Stern porque para mi era uno de los mayores talentos que jamas hayan salido de la casa de las ideas, un guionista adelantado a a su tiempo que trabajaba a la perfeccion todos los aspectos del guion a diferencia de la mayoria del resto que se especializa en una faceta y es un desastre en las demas. (Tienes un Bendis que parece el guinista de un sitcom pero no sabe contar historias, tienes a otro que sabe contar historias pero no sabe desarrollar personajes etc..)
Uno de los grandes.
Y ese camaleonico Ron Frenz , que ha pasado sin ser reconocido como el extraordinario viñetista quiza porque su mala eleccion de entintadores le ha pasado malas jugadas. Ver al buenp de Ron entintado por Brett Breeding en su gran etapa junto a Tom De falco en Thor (luego baja mucho cuando le entinta el gran Joe Sinnot porque no le va ese tipo de trazo gordo) a los largos años en los que sus lapices eran ensuciados por el innombrabre Al Milgrom.
Volviendo al duende, me encanto el retome de la historia que hicieron hace unos pocos años los mismos protagonistas acabando una historia que queda claro que nunca les dejaron del todo acabar.
Por cierto, mis felicitaciones al autor del articulo, simplemenete fantastico y una de las razones por las que leo Zona Negativa desde hace tantos años.
– «…especial titulado Spider-man vs Wolverine. Aquí es asesinado el marido de Betty Brant
por unos terroristas en Berlín»
Yo también leí la historia del Duende de forma desordenada. De echo, este especial lo leí mucho antes que toda la saga completa, a la que ya accedí años después en los coleccionables de Forum/Planeta.
Aquí me enteré yo también de la identidad del duende y el momento de su muerte que, como bien dice Khonshu, me dejó con el culo torcio, la verdad. Un villano tan potente, que había dado tanto juego, con tramas tan buenas y elaboradas y que tuviera aquel final tan… raro?, irrespetuoso?
Aparte de eso, el especial me gustó con aquella historia de Charlie, la agente secreta que había sido uno de los
amores de Logan y que volvía del pasado para ejecutar su venganza, creo recordar. Hace años que leí los coleccionables. Supongo que toca recuperarlos ya!
Y grandes Roger Stern y Ron Frenz. Y este último no está todo lo reconocido que debería, así que me uno a ese apoyo virtual que propone Jorgenexo en su comment.
Y del artículo, Mr.Porras,
¿que le voy a decir yo a usted que no le hayan dicho los compis por ahí arriba antes que un servidor de usted llegase por aquí? Pues eso 😉
Rockeros Saludos
PD
Y lo de Khonshu, “Hobgoblin” y “Ombliguín”… 🙂 🙂 🙂
Me disculpo por la tardanza, pero no quiero dejar morir este hilo sin agradecer a todos su participación.
No more Events no deje de comentar por aquí, que ya verá que todo es empezar. No veas las suerte que tienes que disfrutar del Spidey de Stern de primeras. Para enero se publica toda la historia de la resolución de la identidad del Duende en un Marvel heroes.
Khonshu, somos toda una generación que conocimos al trepamuros con los cómics de Stern, o como mínimo, nos enganchamos. Nunca habrá suficientes loas al bueno de Stern.
Franz, en el caso de Phil todo ocurrió por una chica. Trabajando con su tío en el Front Line, se enamoró de una compañera, Norah, y para impresionarla se dedicó a buscar los aparejos del Hobgoblin. Y de allí, ya se empecinó en ser el Duende, matando al hermano de Roderick.
Saludos, nos vemos en un tiempo!!
Un paso importante en la ida de olla de Phil Urich está en la miniserie Loners.
Todavía recuerdo lo absurdo de esa serie… nada de lo que pasaba tenía sentido.
Hola arturo, gracias por la respuesta, así fue como el bueno de urich se volvió el duende verde, pero yo lo dejé siendo una especie de «peter parker 2» y luego en etapas más modernas ya estaba hecho todo un villano. Que pasó?