“Lobezno. Un gran héroe. Desinteresado, fuerte, valiente. Hombre-X. Vengador. Fiel amigo. Implacable enemigo. Estaba muerto. Ahora… …ya no lo está.”, así comienza la última parte de la trilogía de Charles Soule sobre la muerte y el regreso de Lobezno, porque que el famoso mutante iba a volver era algo que todos los lectores teníamos claro, pocos son los personajes que no resucitan y menos aun los que pueden resultar (o han resultado) un filón económico para la editorial y Lobezno lo es, solo nos faltaba el cómo y el cuándo. Cinco años fueron necesarios para traer de vuelta a Logan, algo que pocos imaginaron que pudiese durar tanto bajo tierra, o bajo adamantium, pero Marvel se tomó con calma, lo cual se agradece en tanto que se genera una atmósfera más adecuada para la predisposición del lector hacia estas historias. De hecho uno de los puntos fuertes del mundo sin Lobezno en estos cinco años fue la capacidad de la editorial para suplirlo con dos personajes, un Lobezno del futuro que gozó de buenas aventuras y una Lobezna dirigida por Tom Taylor, autor que nos dio un puñado de historias que se podrían catalogar como una de las mejores series de la editorial en los últimos años. Pero nada es eterno, Laura Kinney Vuelve a ser X-23 y Logan regresa de entre los muertos finalizando el plan de Charles Soule.
Cuando el guionista escribía La muerte de Lobezno estaba en una de sus mejores épocas, poco después empezaría con los Inhumanos haciéndonos creer que estábamos ante una gran serie que fue decayendo poco a poco, pero esa miniserie no estaba entre sus grandes obras, si bien es cierto que la respuesta del público fue bastante variada, en su mayoría los comentarios no eran muy favorables, ni muy desfavorables todo sea dicho. Hace poco, este mismo año, Panini publicaba la segunda parte, La búsqueda de Lobezno, mucho más larga que la primera y que esta última, al contar con cuatro series limitadas en las que diversos grupos de héroes se embarcaban en esa búsqueda, cada una de ellas con su calidad, pero que en general dejaba una mejor impresión que la muerte. Ahora desde Panini aprovechan para sacar los cinco números de El retorno de Lobezno en un tomo, coincidiendo con el número 100 de su colección, al igual que hicieran con otras series como Iron Man o Los Vengadores. En ese aspecto la idea de Panini parece bastante buena, tenemos una aventura completa en un solo tomo y se sigue la numeración para quienes hagan la serie.
Para esta historia Soule cuenta con dos dibujantes, para el primer y último número el guionista trabaja junto a Steve McNiven, artista que ilustrara La muerte de Lobezno, donde realizó un trabajo magnífico, aquí no está tan bien, flojea en algunos aspectos si lo comparamos con aquella serie, aun así su narrativa es impecable y logra dar el toque de brutalidad necesario para la historia, por suerte en el último número recupera y vuelve a mostrar sus mejores capacidades. El que se encarga de los tres números intermedios es Declan Shalvey, autor que sobresalió como pareja de Warren Ellis en Caballero Luna y sigue haciendo lo mismo en Image con Inyección. La de Shalvey resulta limpia, clara, bien contada y da una visión interesante de Lobezno, muy diferente a McNiven, lo que resta la sensación de continuidad en las páginas, pero resulta brillante en su desarrollo.
Los autores comienzan con un primer número maravilloso porque logra traer el espíritu clásico de Lobezno, en este caso haciendo que vuelva a perder la memoria, con violencia y algo de confusión que logra mantener el misterio y, con ello, engancha. Si bien es cierto que los que se hayan pegado a las páginas de los cómics de mutantes de los últimos meses ya saben algo sobre el enemigo a batir, Perséfone y la corporación Sóter, Soule ha conseguido mantener las suficientes incógnitas para tener nuestra atención. Una de las cosas más interesantes que plantean es la manera en la que Lobezno va accediendo a sus recuerdos, muchos son los autores y muchas las visiones que se han dado de este personaje, historias donde Logan era un héroe, un asesino, una bestia, un profesor… y, como si fuese una cárcel, va sacando a cada una de sus personalidades según el momento lo requiera, pero el Lobezno de ahora es una mezcla de todos, es un hombre que ha aprendido a lo largo de su vida, de ahí que la idea de poner a los diferentes Lobeznos en una sola aventura, resulte relativamente fresca, aunque no la usa tanto como gustaría.
Pero el fondo, lo que subyace bajo toda esta historia, es una reflexión ligera sobre el concepto de “héroe” atendiendo a fuentes clásicas, es decir, Soule utiliza mitos de la Grecia Clásica relativamente escondidos como parte de su historia de Lobezno. El Héroe, la esperanza y Perséfone, son los elementos clave de este tomo, la historia es el viaje del héroe clásico, si bien casi todos los cómics de superhéroes siguen la estela de La Iliada y de La Odisea de Homero, este en particular tiene mucho, sobretodo, de la última, el viaje físico acompañado del viaje mental, que cambia a la persona, hay un desarrollo del personaje durante el tomo mediante ese engaño del borrado de mente. Muy interesante es el concepto de esperanza que utiliza, sacado del mito de Pandora narrado por Hesiodo, que en sus obra veía la esperanza como algo negativo ya que si se espera que pasen cosas el agricultor perdería el tiempo que deberá usar para que su cosecha prospere (Hesiodo destinó sus escritos a tratar de divulgar un modelo de vida más adecuado para el trabajo en el campo y la importancia del esfuerzo). Y, por supuesto, el mito de Perséfone solo que en esta ocasión lo que se toma es la idea básica para luego mezclarla con corporativismo y tecnología, resultando un personaje muy interesante del que aun se sabe muy poco.
Los autores también usan a la Patrulla-X con Kitty Pride al frente y una fuerte presencia de Jean Grey, pero no abusa de ello, es solo algo puntual para mostrar un poco de acción, muy bien insertada, lo importante es Lobezno y su historia en solitario, donde la manipulación mental es el centro de la historia, algo que también es clásico dentro de las historias del personaje.
Que ahora Logan tenga nuevos poderes es, quizás, lo menos necesario de la historia, de hecho se usa poco y no se le da nada de relevancia, probablemente sea algo que se tratará en un futuro. Pero eso es otro tema, lo fundamental es que Soule ha ido haciendo crecer su idea y ha demostrado dos cosas, por un lado que lo importante no era la muerte sino la resurrección, y por otro que aun es capaz de construir buenas historias. Dentro de su relativa simpleza, El retorno de Lobezno resulta una obra muy entretenida, con fondo y que se podría situar entre las mejores historias del mutante de garras de adamantium, en solitario, de lo que llevamos de siglo, lo cual puede que no sea decir mucho, pero los autores logran una miniserie con bastante autonomía para que cualquier lector se acerque a pasar un buen rato.
El retorno de Lobezno
Guión - 8
Dibujo - 8
Interés - 8
8
Griego
Soule consigue dar un cierre a su historia que resulta fresca y clásica al mismo tiempo, siendo esta la mejor parte de las tres. McNiven y Shalvey son los compañeros perfectos para traer de vuelta a Lobezno al universo Marvel. Toda una sorpresa.
Pues a mí la historia ésta me pareció un truño bastante importante. Sólo se salva por el dibujo de McNiven y Shalvey, y éste último no lo termino de ver para Lobezno.
Lo mejor, el dibujo de mcniven emulando a Barry windsor Smith, absolutamente brillante.
Un cómic malisimo. Le salva el dibujo de Mcniven, como han dicho ya los compañeros, pero el guión es malo malo. Y van unos cuantos de la «nueva Marvel». Al final la etapa Alonso va a parecer buena, cuando se mire en retrospectiva, solo por comparación con lo que tenemos ahora. Van a tener que poner a Cates a guionizar todas las series de la editorial.