El Tercer Submundo

 

Edición original: Underworld, compendio de varias ediciones y material inédito, Fantagraphics Books.
Edición nacional / España: El Tercer Submundo, Octubre 2016, Autsaider Comics.
Guión, dibujo y tinta: Kaz.
Formato: 288 páginas en blanco y negro editadas en cartoné.
Precio: 25 €.

 

Ay, lo importante que es partirse el ojete. La risa. No hay nadie mejor cerca de ti que quien te hace reír. No hay salud mayor que la de aquel que ríe de veras. No hay medicina más eficaz que el dolor de estómago de la risa imparable. Por eso me parece tan seria la comedia. He tenido la fortuna de dedicar parte de mi carrera a trabajar con profesionales del humor, que lograban que jornadas interminables fueran un paseo gracias a su ingenio. Otros supuestos humoristas lograban justo lo contrario, pero eso es otra historia. Pero aquí no estamos para inflarme el ego. Aquí estamos para inflárselo a Kaz y a la buena gente de Autsaider Cómics, que arriesgan su tiempo y su esfuerzo en traer al mercado español un material al límite, probablemente no para todos los gustos, pero desde luego, disfrutable por sectores ávidos de un humor que se salga por la tangente. Y bendita tangente. Pero qué coño, si te gusta Phineas y Ferb, esto debería molarte, así que quizá deberíamos empezar a quitarnos las máscaras de la modernidad y desplegar este tipo de material a mercados más amplios. Que los de Autsaider, como todos, también se quieren hacer ricos.

Kaz es un superviviente de la televisión norteamericana, uno de los guionistas lumbreras de Bob Esponja y algunos proyectos más personales y quizá satelitales, con los que se ha ido haciendo un nombre en el mundillo de la animación más gamberra. Pero claro, nada como la libertad que le ofrece el tebeo para hacer lo que quiera. Y, ¿qué quiere Kaz? Que nos riamos con una mezcla rara de surrealismo y miseria. Toda la corte de personajes que deambulan su seminal Underworld, aquí llamado Submundo, aunque imagino que ya te habrás dado cuenta de esto, traspasan el homenaje a los bastiones más importantes de las tiras de prensa clásicas norteamericanas, esto es, las bases de la comedia en viñetas pasadas por un tamiz irreverente. Los funny animals pervertidos por la droga y el crimen, dicho mal y pronto. Nada nuevo a estas alturas, pues referentes ya los hubo desde los setenta, el mismo Crumb, por poner un ejemplo a vuela pluma, pero Kaz sabe conferirles una personalidad particular que los hace dignos de ser seguidos. Así, este mejunje de aspecto naif y tono punk llena las páginas de tiras rápidas, que buscan el gag directo, por lo general de punch concreto, basados en ese contraste entre aspecto y fondo y con un aroma nihilista del todo de agradecer.

Porque eso desprende este autor natural de Hoboken, iconoclastia y nihilismo, dando a entender que de la vida no solo hay que reírse, no solo no hay que tomársela en serio, sino que a veces, la existencia, y todo lo que le rodea, necesita de una buena lavativa. Así, vemos pasar por esas típicas viñetas cuadradas a ratas y mutantes, yonkis y gatos antropomorfos, adictos todos, egocéntricos todos, buscando epatar con gags a veces tan flagrantes como un puñetazo y otros tan diluidos que te podrán dejar pensando durante días. Kaz pone así en la picota los clichés de la vida en Norteamérica, del abuso de las drogas, de la cultura del dinero y del culto a uno mismo, danzando sobre estos temas con toda la impunidad que permite la sátira y riéndose de la sociedad actual mientras aplaude la vida en los márgenes. Suena incoherente, sí, pero es que la vida es así, no la he inventado yo.
Hágase con él si quiere pasar un buen rato y ejercitar las comisuras de los labios en algo más que en soltar improperios contra su jefe. Y si quiere que sea la monda, recupere los dos volúmenes anteriores. Yo estoy a ver si los mendigo en algún lugar.