Elektra (2017-) #1, de Matt Owens y Juan Cabal

 

Edición original: Marvel Comics.
Guión: Matt Owens.
Dibujo: Juan Cabal.
Color: Antonio Fabela.
Formato: Grapa, 23 páginas.
Precio: $3.99.

 

Las series de Marvel en Netflix no me interesan. No he visto ninguna y no creo que valga la pena perder el tiempo viéndolas. Por eso, no sé si alegrarme o enfadarme por los intentos de Marvel por atraer a los espectadores de esas series. Por lo menos puedo darles una oportunidad con tanta imparcialidad como me sea posible. Es decir, poca, que yo también soy humano. Pero no las compararé con el «Netflixverso», de eso podéis estar seguros.

El nuevo volumen de Elektra es parte de Running with the Devil, un pseudo-evento con el cual Marvel pretende crear una pequeña línea de cómics alrededor de Daredevil. Basta con ver el nuevo traje de Elektra para darse cuenta de la influencia de las series de Netflix. De hecho, el guionista de Elektra, el debutante Matt Owens, fue seleccionado por su trabajo en Luke Cage. Por si acaso, vista la disparidad de opiniones respecto a la calidad de sus guiones, moderé mis expectativas. Con que la serie solo sea mediocre me puedo dar por satisfecho.

Elektra está huyendo de su pasado, tanto literal como metafóricamente, por decimocuarta o quincuagésima vez –ya perdí la cuenta–. No faltan tópicos, pero Owens se ahorra los más molestos. Entiende que inundar cada página con monólogos interiores cansinos y repetitivos es muy molesto. En vez de eso, se concentra en presentar a unos villanos diferentes de los típicos ninjas o Bullseye y a una secundaria que espero aproveche bien. Puede que mis nulas expectativas hayan resultado contraproducentes, pero creo que la serie tiene potencial. Puede ser un interesante divertimento si Owens sabe jugar con ese nuevo entorno de Elektra. Eso, no obstante, aún está por ver.

Siendo un personaje tan asociado a su creador, es inevitable comparar esa nueva Elektra con la de Frank Miller. Para regocijo de los fans Owens respeta al personaje. Su versión Elektra es tirando a genérica, pero no hay nada que me haya hecho llevar las manos a la cabeza. Ahora bien, alguien debería decirle a Owens que Elektra es una ninja. Una ninja. Y los ninjas atacan desde las sombras, no entran por la puerta avisando a sus enemigos.

Más grave es que el guionista comete un error frecuente en el mainstream norteamericano. Se olvida de que un cómic tiene que atrapar al lector desde el primer número porque hay cientos de series compitiendo por la atención de los lectores. Como en muchas otra series, el primer número de Elektra termina justo cuando la historia empieza realmente, confiando en que lo poco mostrado sea suficiente para interesar al lector. El primer número presenta elementos interesantes, no lo niego, pero le falta algo que la haga destacar por encima de otras ofertas en el mercado.

Juan Cabal, dibujante de la serie, solo ha trabajado en otra serie para Marvel antes que esta. Dibujó un número de Wolverines, serie tan prescindible que ni sus autores se acuerdan de ella. Será más difícil olvidarse de Elektra gracias a su trabajo. Ya lo destaco mi compañero Daniel Gavilán en su sección semanal Que está pasando en el cómic americano: Cabal emula muy bien a Frank Cho. Sin estar al mismo nivel que el polémico autor de Libery Meadows, es cumplidor y competente. Solo desearía que mostrara un poco más de personalidad propia y no fuera tan estático en ciertos momentos.

El coloreado de Antonio Fabela es muy bueno. Se ajusta al estilo de Cabal y refleja muy bien la atmósfera de Las Vegas, escenario en que se ubica la serie. Sin embargo, comete un fallo muy grande. En un momento dado Elektra nota un cardenal en la muñeca de un chica, pero no queda claro porque parece haber sido coloreado con la herramienta spray de Microsoft Paint. Pensaba que eran manchas de tinta hasta que una conversación me hizo darme cuenta del error.

Está claro que no le llega ni a la suela de los zapatos al trabajo de Frank Miller –y Bill Sienckewicz–. Es inferior a las etapas de Greg Rucka y Mike Del Mundo y Haden Blackman. Incluso etapas como la de Brian Michael Bendis tenían premisas más atractivas. Pero en general, la nueva serie de Elektra apunta a ser un decente aportación al personaje. Los fans del personaje pueden leerla sin miedo y el resto, ignorarla tranquilamente.

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