Elektrizado me he quedado al ver el trailer de la película de Elektra en su web oficial (www.elektramovie.com). Hay que admitir que lo mejor de la dudosa película de Daredevil era Jennifer Garner en el papel de la asesina ninja Elektra, aunque en la pantalla no era ni asesina, ni ninja, ni casi Elektra (porque pinta de griega poca tenía).
Y es que las licencias que se tomaron con el personaje no se limitaban a los cambios en el vestuario sino que modificaban su origen para hacerla más light y simpática de cara al público, así cuando Bullseye la asesina atravesándola con uno de los sais de la chica (esta parte del cómic sí que se respetó) el impacto en el espectador sería hipotéticamente mayor. Como Jennifer Garner brilló con luz propia se ha ganado una película de Elektra para ella solita, que ha rodado en una pausa en su serie televisiva de acción, Alias.
El director encargado de llevar a buen puerto el proyecto es el competente Rob Bowman (Expediente-X, El Imperio del Fuego), de ahí que las esperanzas de que el resultado final fuese bueno se mantuviesen al alza. Pero tras ver el trailer ya no se que pensar, porque veo muchos cambios respecto al cómic y el más importante de ellos es que Elektra tiene pinta de blandengue. Esta asesina seguro que no mata ni un mosquito, porque no hay más que verla haciendo de niñera en el propio trailer para adivinar que tiene un corazoncito que la alejan de su imagen de guerrera letal que tiene en el cómic. Lo que sí se ha mantenido en la pantalla es la resurrección de la heroína por parte del clan ninja de La Mano, que pasarán a convertirse en los villanos de la película.
Lo cierto es que recuerda algo a la peli de Punisher (atención a esa escena de Elektra con el arco), y tampoco es que el trailer desprenda un derroche de presupuesto, aunque los efectos especiales de los tatuajes que cobran vida son interesantes, a pesar de que no se a santo de qué vienen. Por si acaso me esperaré a ver la peli antes de decir que parece decepcionante. Algún voto de confianza habrá que darles a Rob Bowman y a Jennifer Garner, porque afortunadamente no son ni Mark Steven Johnson ni Ben Affleck.
