La octava entrega de la serie Elfos, publicada en Yermo Ediciones, contiene sendas entregas de las sagas de los Elfos Negros y de los Elfos Azules y supone el final del ciclo argumental de la Guerra de Lah’saa, iniciado en el tercer tomo de la serie. Jean-Luc Istin y Kyko Duarte se mantienen al frente de las aventuras de los Elfos Azules mientras que Marc Hadrien sigue en la de los Elfos Negros con la incorporación del artista Augustin Popescu.
La convergencia de las tramas de las diferentes familias de Elfos llega a su fin en este tomo que sirve para cerrar el tercer ciclo argumental de la serie y dar el pistoletazo de salida al cuarto. Aunque cada familia de elfos ha seguido su propia línea argumental, la trama ideada por Jean-Luc Istin se ha acabado extendiendo hasta convertirse en el tapiz de fondo de todas las aventuras de las diferentes familias.
En el primero de los segmentos incluido en este tomo, titulado Negro como la sangre, continuamos con la huida del elfo negro Gaw’yn de sus congéneres de la fortaleza de Slurce. Intenta encontrar un lugar seguro donde escapar de su pasado como asesino y rehacer su vida junto a su amada Dyfeline. La guerra que asola las tierras de Arran les acabará alcanzando y se verá obligado a hacer un pacto con las fuerzas invasoras de Lah’saa para intentar salva el alma de su amada.
La que prometía ser una de las sagas más interesantes de la serie se ha ido desinflando en cada nueva entrega. Este tercer capítulo protagonizado por el elfo negro, Marc Hadrien por fin se integra en la línea argumental del resto de series pero lo hace de una forma bastante tangencial que no tiene repercusiones sobre el desenlace final de la misma. La única aportación que hace es la reversibilidad de la condición de los ghuls, algo que no parece que vaya en la línea de lo planteado en el resto de capítulos. Por lo demás tenemos una historia con bastante acción, alguna que otra idea original (como la forma que tienen los piratas de incrementar el ejercito de ghuls) y unos personajes que evolucionan a trompicones.
El cambio de dibujante tampoco beneficia a este capítulo ya que Augustin Popescu realiza un trabajo correcto pero sin destacar frente a otros artistas de la serie, siendo su mayor virtud la narrativa clara de las escenas de acción.
El segundo capítulo, titulado Rojo como la lava, es el plato fuerte de esta entrega ya que incluye el desenlace de la gran saga de Lah’saa. El poder de la hechicera oscura parece no tener rival y nada puede detener a su ejercito de muertos vivientes. Su meta final es conquistar la fortaleza de Slurce, en la que hace siglos fue adiestrada como asesina. La última esperanza de los pueblos de Arran está en una alianza entre las razas de elfos, humanos, enanos y orcos dispuesta a un último enfrentamiento con la nigromante.
Este posiblemente sea el capítulo más ambicioso abordado por Jean-Luc Istin hasta el momento, apostando por una historia que hace converger las líneas argumentales que se habían desarrollado tanto en los capítulos escritos por él mismo como en los dedicados a los elfos sylvanos y los elfos blancos. Tres tramas que avanzan en paralelo, multitud de personajes importantes y una gran cantidad de revelaciones hacen de esta entrega la más densa de todas. Un exceso de ambición que acaba perjudicando al resultado final ya que sacrifica el excelente ritmo que Istin había sabido imprimir a sus otros capítulos. A pesar de esto el resultado es satisfactorio e incluye la épica justa que necesitaba una historia de este calibre.
El que está descomunal en su parte es Kyko Duarte. El artista español ha ido mejorando en cada nueva entrega y en esta última está sensacional. El ejercito de no-muertos es más amenazador que nunca, la ambientación acompaña al sentimiento de fatalidad que impregna la misión de los protagonistas y las escenas de acción son trepidantes. Sin duda Duarte se ha erigido como el artista más destacado de toda la serie y su trabajo es una referencia en el cómic de fantasía actual.
Una vez más estamos ante un tomo de interés desigual en el que uno de los capítulos destaca con diferencia tanto en intensidad como visualmente. Por suerte para los lectores, la parte que no podía fallar, no lo hace, y nos ofrece una conclusión digna de las expectativas creadas hasta el momento. Habrá que ver por qué derroteros sigue la serie en sus próximas entregas, esperando que se mantenga como una de las series de referencia del panorama del fantástico actual.
Valoración
Guión - 6.5
Dibujo - 7.5
Interés - 7
7
Fin de ciclo
Istin y Duarte cierran con una buena dosis de épica el largo arco argumental relacionado con la invasión de Lashaa y su ejercito de muertos vivientes
Discrepo que el guión del primer tomo no afecte a la trama general no le hace malo, al contrario me parece de lo mejor de la saga lo del Elfo negro, en cuanto al segundo tomo el guión es descomunal, alucinante, para mi el guión un 9, en cuanto al dibujo coincido con el articulo Duarte esta magistral, Popescu regular.Uno de los mejores integrales de la serie sobre todo en guión.
Gracias por tus comentarios sibaix.
Pensándolo bien sí que se me ha ido un poco la mano con la nota del guion pero la puse pensando en la media entre los dos capítulos.
El capítulo de Jean-Luc Istin me gustó pero creo que había historia para dos álbumes y que concentrar tanta trama en una única entrega perjudica al conjunto.
Siempre he dicho que la saga de Lah’saa no destacaba por su originalidad sino por lo bien narradas que estaban las historias. En este último tomo, la propuesta gana en originalidad pero falla en el ritmo, creo yo.
De todas formas sigue siendo una serie muy recomendable y el trabajo de todo el equipo para construir un universo compartido por las diferentes razas me parece estupendo.
Una duda, se conoce si hay un plan respecto a la extensión de estas obras? Lo digo porque veo que aquí ya tenemos 8 álbumes de elfos, 4 de enanos y en Francia veo que ya tenemos magos y orcos… Esto se ha convertido en una serie abierta sin final en el horizonte o hay un objetivo concreto? Ya ha llegado un punto en el que tengo que pensar en estas cuestiones o cambiar de casa…