Amor pese a todos
«Sé que no es posible, pero el amor que nos une desborda mi cuerpo. Muero porque al fin nos casemos…»
El 3 de julio de 2005 el gobierno de España presidido por José Luis Rodríguez Zapatero aprobaba una ley que permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo, convirtiéndose en el tercer país del mundo en legalizarlo. Un avance en derechos por el que muchas personas habían luchado con ahincó desde hacía muchos años, pero que contaba con la oposición de los sectores más rancios de sociedad liderados por la Iglesia y el PP, que presentó un recurso contra la ley ante el Tribunal Constitucional, que dictaminó en 2012 que le ley era perfectamente constitucional. Esa ley posibilitó que muchas personas pudieran casarse para vivir en total libertad su amor. Sin embargo, ninguna de las bodas que se celebraron durante esos días posteriores se puede considerar como la primera que se celebró en España entre personas del mismo sexo, ya que el 8 de junio de 1901 Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga se casaron por la Iglesia en A Coruña, haciéndose pasar por una pareja heterosexual con Elisa asumiendo la identidad de Mario Sánchez, un primo suyo fallecido. Un desafío en toda regla a las normas sociales de la época, que cuando finalmente se descubrió, fue tratado por la prensa de la época como un escándalo sin precedentes al ser un matrimonio sin hombre, unos epítetos llenos de odio e ignorancia similares a las estupideces que argumentaban los sectores más conservadores cuando se aprobó la ley en 2005 y que algunos todavía repiten hoy en día. En 2020 apareció Elisa y Marcela un cómic en galego que contaba su historia que el Concello da Cultura Galega había encargado a la autora galega Xulia Vicente (Cariño, 1993) para celebrar el día del Orgullo LGTBI+ y que gracias a La Cúpula podemos leer en castellano desde hace unas pocas semanas.
Xulia Vicente es una autora conocida en España sobre todo por Duerme Pueblo (La Cúpula) un cómic que realizo junto a Núria Tamarit. En los últimos años se está forjando una sólida carrera en el mercado anglosajón que la ha llevado a ser galardonada con un Ignatz por La jinete me aguarda. Con Elisa y Marcela afrontó su primer trabajo como autora completa. Se trata de una historia bastante conocida y que ya había sido llevada a otros medios como la literatura (Elisa e Marcela. Alén dos homes, un libro escrito por Narciso de Gabriel), el cine (Elisa y Marcela, una película dirigida por Isabel Coixet) y el teatro (con una obra realizada por A Panadaría titulada Elisa e Marcela), pero en la historia de estas dos mujeres hay espacios en blanco que no se conocen de manera exacta, así que la autora galega tuvo que rellenar e imaginar algunos huecos de la historia, al igual que el aspecto de Elisa de la que no se conserva ninguna foto, y también modificar algunos sucesos y comprimirlos para que la narrativa de la obra funcione, de manera que, aunque todo lo que cuenta el cómic se ajusta a la realidad, estamos ante su personal visión de la vida de esta pareja.
A lo largo de las páginas que dura este cómic, la autora galega consigue transmitirnos todas las emociones que experimentan las protagonistas mientras se desarrolla su preciosa historia de amor, gracias a un dibujo que sabe reflejar la incipiente y desbordante pasión de los primeros días, la ilusión del primer amor, la amargura y el miedo por tener que esconderse al comprobar el rechazo de la sociedad de la época y la esperanza al ver que hay una posibilidad de poder vivir su amor libremente. Un intenso torrente de emociones que podemos sentir en nuestra propia piel gracias a un trabajo gráfico de primera que emplea con acierto recursos del medio como diversas composiciones de página, superposiciones de viñetas, variaciones del color en función de los que sucede, juegos entre diferentes planos y un gran uso de las elipsis para reflejar esas emociones con una delicadeza y calidez encomiables.
Xulia Vicente hace un gran trabajo de síntesis que nos permite conocer la fascinante historia de Marcela y Elisa en muy pocas páginas, pero esa limitación de páginas solo le permite reflejar una parte pequeña del contexto de la época. Aunque el gran trabajo de documentación que ha realizado sí que nos permite hacernos una idea de cómo era la vida en las ciudades y aldeas de Galicia. Sin embargo, ojalá hubiera podido disponer de más páginas para poder dar una visión más amplia de contexto social de la época y también para extenderse más en determinados momentos de la relación entre ambas, pero esa brevedad no resta un ápice de los incuestionables valores de una obra que cumple con todos los objetivos que plantea permitiéndonos descubrir la preciosa historia de amor de dos mujeres que no se dejaron amilanar por lo prejuicios de su época y servir como recordatorio de la importancia de seguir luchando por nuestros derechos, no solo para honrar quienes se dejaron la piel para que los disfrutemos en libertad, también porque nos toca seguir con la lucha ya que todavía hay muchos derechos que conquistar.
Lo mejor
• Sirve para poner en valor y recordarnos la valentía de Elisa y Marcela.
• Lo bien que consigue transmitir Xulia Vicente como surge el amor y la pasión.
• Pese a ser una obra con muy pocas páginas el transcurso de la historia no resulta atropellado.
Lo peor
• La oscuridad en la que había permanecido la historia de estas dos mujeres que lucharon por poder amar en libertad.
• Con un mayor número de páginas el cómic podría profundizar más el contexto y en la vida de Marcela y Elisa.
Guión - 8
Dibujo - 8.5
Interés - 10
8.8
AMOR
El cómic de Xulia Vicente nos recuerda que el amor es imparable y que nadie debería juzgar a quienes se quieren de manera libre. Una joya tan breve como preciosa.