Empire of the Dead #1

 

Título: Empire of the Dead
Edición: Marvel Comics
Guión: George A. Romero
Dibujo: Alex Maleev
Formato: grapa, 32 páginas. A color.
Precio: 3.99 US$.
Valoración:

 

Desde hace un tiempo los zombies están “viviendo” una segunda juventud. Obras como The Walking Dead o World War Z han devuelto el protagonismo a unas criaturas que parecían más propias de décadas pasadas. Ahora son frecuentes las famosas Zombie Walks; reuniones donde la gente se disfraza de muerto viviente caníbal para dar la nota en las calles o en el centro comercial de turno, ni tampoco resulta extraño ver que un cómic de zombies se cuela mes tras mes entre las publicaciones más vendidas del mercado americano. El interés está ahí, es latente, la editorial Image lo sabe desde hace años y Marvel quiso seguirle a la zaga con su Marvel Zombies. Sin embargo, ese árbol, que fue plantado por el propio Robert Kirkman, ya dio todos sus frutos y es un proyecto que no tiene guisos de continuidad. No obstante, de entre toda esa oleada de nuevas publicaciones que la Casa de las Ideas ha etiquetado como All-New Marvel Now! (aunque esta obra no lleve esa denominación en portada), hay un cómic con temática zombie: Empire of the Dead, y cuyo primer número se puso a la venta el pasado mes de enero. Para demostrar que su propuesta va en serio, Marvel ha puesto al padre cinematográfico de los zombies, George A. Romero, y a Alex Maleev, uno de sus mejores artistas del momento, como capitanes de este proyecto.

La propuesta de Romero en esta serie limitada de 15 números sigue la línea que siempre le ha caracterizado: la humanidad intenta sobrevivir a un apocalipsis zombie. Sin embargo, para este cómic ha querido introducir una importante novedad, y es que los zombies no son los únicos muertos vivientes que pueblan la Tierra. También están los vampiros que, ocultos entre los humanos supervivientes, intentan seguir adelante sin que nadie repare en su verdadera naturaleza.

Otra de las novedades del cineasta para esta obra es que los zombies conservan algún tipo de inteligencia residual muy relacionada con los hábitos que tenían cuándo estaban vivos. Es decir, si por ejemplo alguien paseaba durante años por Central Park, lo normal es que como zombie haga lo mismo. La explicación de Romero es la siguiente: «Los seres vivos, los humanos, no son iguales entre sí, entonces ¿Por qué deberían serlo los zombies? Ellos no son tan distintos a cómo lo somos tú o yo, excepto a que están muertos, claro. Tienen su propia personalidad, sus fuerzas y sus carencias, y los recuerdos de la gente que solían ser. ¿Qué pasaría entonces si todos esos recuerdos empezaran a despertar? Los muertos viviente se volverían más originales y fantásticos”. Y así es mostrado desde este primer número de Empire of the Dead. Mientras que por un lado Penny Jones, una doctora que investiga el comportamiento de los “apestosos”, describe esos recuerdos residuales de los zombies, por el otro lado Paul Barnum nos cuenta cómo sobrevive Nueva York al holocausto y cómo él se gana la vida cazando y entrenando apestosos para el entretenimiento de la población superviviente. Ambos protagonistas trabajan hombro con hombro y a medida que se conocen, también se familiariza el lector con este viejo-nuevo mundo de Romero.

Uno se puede preguntar qué pintan los vampiros en esta historia. Sin duda se trata de toda una novedad por parte de Romero, que ha querido incorporar a su universo particular un nuevo tipo de muerto viviente. Aún está por ver qué tal va a salir el experimento pero al menos ha intentado darle cierta coherencia: La sociedad que el escritor nos presenta está dividida en tres estratos sociales. La clase más baja son los zombies, que son exterminados, erradicados y usados para experimentos científicos y comprender su naturaleza o entrenados para servir de entretenimiento a los ciudadanos neoyorquinos en un gran coliseo al más puro estilo romano. Luego están los vampiros, que se encuentran en el otro extremo de la sociedad presentada. Se codean con la élite y ocupan puestos de privilegio entre la ciudadanía para posiblemente llevar a cabo sus oscuros planes. Son ellos los que disfrutan del espectáculo sangriento que ofrecen los zombies entrenados por Binum, en clara analogía al rol de esclavo y señor. ¿Y los humanos? Ellos se encuentran en medio de los dos peligros, intentando sobrevivir y adaptarse a la amenaza zombie, inconscientes de que posiblemente el peor enemigo lo tienen en su propia casa, dónde se creen a salvo.

Otro punto a favor de Empire of the Dead es que está integrada en la continuidad que Romero ha creado en sus películas. Para los fans de La Noche de los Muertos Vivientes les alegrará saber que Penny Jones guarda cierta relación con algunos de los personajes que protagonizaron la opera prima de Romero y que de hecho tienen una breve aparición en este primer número. La diferencia en esta ocasión es que si bien el director de cine ha mostrado su versión apocalíptica del mundo en ambientes rurales, subterráneos o urbes de mediana población, para esa ocasión ha querido apuntar más alto y centrar la acción en la ciudad de las ciudades, Nueva York.

Tampoco quiero olvidarme de Alex Maleev, que con su arte le da el empaque y calidad que una obra como esta necesita para que algunos lectores se tomen más en serio esta propuesta de zombies y vampiros. Soy de los que piensa que si Maleev, quien no parece escoger los proyectos en los que colabora a la ligera, se ha embarcado en esta empresa con Romero es porque la propuesta le habrá parecido interesante. Al menos él con sus lápices le da el tono apropiado a una obra que requiere la mezcla de la crudeza y virulencia de los zombies con la majestuosidad siniestra y cruel que los vampiros emanan.

Si eres un purista de los zombies, entonces el hecho de que las criaturas de Romero preserven ciertos vestigios de su memoria no te habrá hecho mucha gracia. Definitivamente no todos los zombies de Empire of the Dead son la carne de cañón que estamos acostumbrados a ver. Es más, una de estos muertos vivientes (con nombre de eminencia mutante) es presentada como una de las protagonistas en potencia de este cómic, así que advertidos quedan todos a los que se acerquen a la obra de Romero y Maleev porque todo apunta a que algunos zombies van a pensar más de la cuenta. Eso sí, no veréis a un zombie correr, Romero los odia.

Por cierto, arriba mencionaba La Noche de los Muertos Vivientes y su presencia en este cómic. Me ha parecido una mención muy entrañable y un homenaje acertado por parte de Romero a su obra, pero al mismo tiempo el escritor realiza un ejercicio de retrocontinuidad que, personalmente, no termina de convencer. Y es que lo hace para que estos nuevos zombies con inteligencia encajen con mayor facilidad en su universo de ficción.

Por otro lado, y a título personal, nunca me he sentido cómodo con la mezcla en este tipo de ficciones de zombies con vampiros u otros seres de ultratumba. Llamadme purista, pero soy de los que piensa que ambas criaturas ofrecen suficiente material por sí mismas como para mezclarlas en un mundo en el que la humanidad ya lo está pasando bastante mal.

En cualquier caso, esta es una oportunidad perfecta para que Romero ofrezca su versión particular de los chupasangres y demuestre que se puede contar una buena historia de terror sean cuales sean los ingredientes. Por lo pronto su puesta en largo en Marvel no defrauda y Maleev contribuye a que lo propuesto gane enteros, muchos. Posiblemente no estaremos ante un nuevo The Walking Dead, pero aún tenemos 14 números por delante para descubrir si es un trabajo más que digno.

Fuente: CBR.