Sororidad en medio del apocalipsis.
«Ya no estaba sola, ni angustiada, ni expuesta… El miedo me había abandonado por completo. Estaba en paz.»
Hace poco reseñábamos la adaptación al cómic de La carretera (Norma) que había llevado a cabo Manu Larcenet, una historia postapocalíptica en blanco y negro llena de pesimismo y desesperanza. Tanto la novela de Cormac McCarthy aparecida en 2006 como el cómic tenían una visión bastante misantrópica del ser humano y trataban sobre la relación entre un padre y su hijo desde el desgarro, pero desde una visión íntima y pausada. Unas características que la hermanan con la novela En el corazón del bosque de la estadounidense Jean Hegland aparecida diez años antes que la novela de McCarthy, pero en esta novela nos encontramos con un relato desde el punto de vista femenino en el que la sororidad entre las protagonistas y abrazar la naturaleza se convierten en el motor que les permite afrontar el futuro con esperanza de forma que resulta una lectura menos devastadora y más amable. Algo que también nos encontramos en la adaptación al cómic que ha realizado Lomig (en su primer cómic publicado en nuestro país, aunque en Francia ya tiene varias obras en su haber) que, al igual que la novela, ha publicado de forma impecable en España Errata Naturae.
Nell y Eva son hermanas, tienen diecisiete y dieciocho años y viven en la casa familiar enclavada en el bosque a las afueras de Redwood. A través de diferentes flashbacks vamos conociendo la forma en la que la civilización ha ido progresivamente colapsando y sus padres han fallecido en ese proceso. Ahora sin ellos que las cuiden y provean de lo que necesitan para sobrevivir deben aprenden a vivir en una nueva realidad en la que sus sueños de bailar danza clásica y estudiar en la universidad se han convertido en quimeras irrealizables.
Resulta imposible no leer este tipo de historias sin tener muy presente el confinamiento por la pandemia de COVID que nos hizo vivir en un aislamiento similar al que viven las protagonistas, aunque en el primer mundo lo pasamos bastante mejor que ellas entretenidos entre recetas, redes sociales y televisión en streaming. Unas comodidades que no tienen Nell ni Eva que deben afrontar el colapso de la civilización lo mejor que pueden. Se ven obligadas a madurar a marchas forzadas y con mucho sufrimiento para conseguir comprender y aceptar la realidad que les ha tocado y aprender lo necesario para vivir en un mundo que ha cambiado de forma radical. Una supervivencia que pasa por aprender a vivir del bosque y la tierra dejando de lado una tecnología que ya no es factible usar, algo que dota a la obra de un marcado carácter ecologista que nos recuerda las enormes riquezas que podemos encontrar en nuestros bosques. Una naturaleza que Lomig representa de una forma majestuosa con esas tintas color sepia que dan a la obra un tono especial y con un aire melancólico, pero sin dejar de mostrar que la naturaleza está repleta de maravillas y también de peligros.
A diferencia de una buena parte de obras en las que la civilización se ha derrumbado, en esta obra sí que sabemos los motivos que han llevado al mundo al colapso. Sabemos que ha sido el resultado de la suma de muchos de los problemas que vemos cada día en los noticiarios como el cambio climático, las guerras, los problemas económicos o catástrofes naturales. Unas circunstancias que no nos son ajenas y que dotan a la obra de una plausibilidad demasiado cercana que le permite realizar una certera disección de los problemas de nuestro mundo que nos debería alertar de la urgencia de hacer algo para no vernos abocados a algo similar. De hecho, la situación que viven las protagonistas seguramente no diste demasiado de las que están viviendo ahora mismo cientos de palestinos o ucranianos.
Aunque estamos ante una historia que transcurre sobre todo en un entorno concreto y cerrado, las hermanas deben enfrentarse a la brutalidad de los hombres, uno de los cliques del género, y como es habitual en la realidad y la ficción son las mujeres las que se llevan la peor parte. Pero pese a todo nos encontramos con un mensaje positivo que supone una vuelta de tuerca con lo habitual, ya que la sororidad y el amor entre ambas hermanas hace que consigan salir adelante pese a todo y todos.
La caracterización de las hermanas es maravillosa y vemos dos formas de ser totalmente diferentes que tienen que crecer casi de golpe aprenden a convivir dejando de lado todos sus sueños, para encontrar unos nuevos. Algo que en la novela vemos a través del diario que escribe Nell, un recurso que Lomig prefiere usar con cuentagotas para dejar que se cuenta de manera más visual a través de unas caras y lenguaje corporal de los más expresivos. El resultado es todo un acierto, ya que así no solo vemos la historia a través de los ojos de Nell y hace que ambas hermanas estén mejor perfiladas y podamos ver cómo van evolucionando de una manera acorde a lo que van viviendo. Sin embargo, prescindir del diario hace que la adaptación ya de por si condensada tenga menos información y hay alguna circunstancia que no queda clara en el cómic como que las hermanas y sus padres vivían aisladas del mundo y eran sus padres quienes se encargaban de su educación, algo que sabemos porque lo pone en el texto de la contraportada. Si bien no es un dato muy relevante para la trama. Lo que sí resulta un acierto por parte de Lomig es haber situado la obra a nuestro tiempo adaptando la tecnología y algunas otros elementos culturales para que la comparación entre nuestra realidad y la del mundo que nos presenta sea mucho más similar, pero sin perder el espíritu presente en las páginas de la obra original.
En el corazón del bosque es un cómic que sabe distanciarse de los tópicos del género para dar una visión diferente y refrescante, pero en la que pese a todo están presentes todo lo que podemos esperar de una historia de este tipo. Lomig nos ha traído un cómic que, al igual que la novela original nos habla de sororidad y amor fraternal, pero con un cariz ecologista que nos invita a valorar la riqueza que esconden nuestros bosques y a preservarlos.
Lo mejor
• El mensaje de sororidad y ecologismo que transmite.
• La relación entre las hermanas.
• El bosque que dibuja Lomig.
Lo peor
• Hay partes que se entienden mejor si conoces la novela.