Conocía al periodista Antonio Pampliega por su trabajo en el excelente programa Pasaporte Pampliega que Cuatro emitió el año pasado y que tendrá una nueva temporada a partir de este jueves. Me fascinan este tipo de programas pues consiguen mostrarnos parte del otro prisma del mundo, y para ello, los reporteros no duda en poner en juego su vida en aras de conseguir la noticia. Hay que ser de una pasta especial para ello, creer en que prevalezca la información por encima de la seguridad de uno mismo. Al respecto de esto, decía Antonio en una entrevista a la cadena Ser con motivo de su último trabajo en Siria: “Soy freelance, vendo a la pieza y tengo que ir al lugar donde menos competencia haya. Cuánto más peligro hay menos compañeros que van. Entonces trabajé para las grandes agencias porque nadie iba. Pero ningún reportaje vale mi vida.” y esconde mucha verdad en sus palabras, en ocasiones hay que ir a donde nadie o pocos quieren, no sólo porque conseguir esa nota le pueda repercutir de forma económica sino porque es importante que haya reporteros valientes que muestren cuanto sucede más allá de nuestras preocupaciones del primer mundo.
Lo que Antonio quizás no midió del todo bien en su último viaje a Siria es que en esta ocasión él sería la noticia al ser secuestrado por yihadistas junto a dos compañeros periodistas más. Les habían tomado por espías y mientras duró el secuestro no dudaron en llevar a cabo todo tipo de vejaciones, humillaciones, jugaron con el miedo que les infundía terminar de rodillas y vestidos con un mono naranja mirando a la cámara, el recuerdo de James Foley era excesivamente reciente.
No creo que sea incurrir en un spoilers decir que por suerte para Pampliega todo terminó bien, y que tras diez meses secuestrado pudo por fin pudo reunirse de nuevo con su familia. Y Antonio, tras una experiencia tan traumática como esta tuvo el valor de escribir un soberbio libro titulado En la oscuridad en el que relata su vivencia durante aquellos diez largos meses. Como fue vivir con la incertidumbre de no saber que iba a ser de sus vidas, con la presión de unos secuestradores, en ocasiones de cartón piedra pero que no por ello infundían menos miedo, que buscaban en ellos una absurda conversión al islam. A Antonio no le gusta definirse como un héroe, de hecho fue más bien un ejercicio de supervivencia y miedo, mucho miedo. A medida que me sumergía en su novela me fascinó es que no está para paños calientes, se posiciona abiertamente contra sus captores y todo lo que implica, no podía ser de otra forma pero es justamente esa sinceridad en su relato la que hace que se me ponga la piel de gallina según avanzo con la lectura de su relato.
Si no teníamos suficiente con la experiencia de leer su magnífica novela, En la oscuridad, Planeta Cómic decidió apostar por convertirla en un cómic, siendo la dibujante Sara Soler la escogida para esta titánica tarea. La elección es tan sorprendente como acertada. A priori su estilo cartoon el cual bebe de Bruce Timm como una de sus principales referencias artísticas quizás no parezca el más adecuado para una obra tan sobria como esta, pero lo cierto es que cuesta muy pocas viñetas caer rendido por su trazo, su composición de página que mezcla a la perfección la distribución más clásica de viñetas con arriesgadas secuencias en las que brilla con un uso magistral de la narración. Cuesta quedarse con una secuencia, una página, pero me ha encantado por ejemplo aquellas en las que invierte la secuencia de blanco y negro para denotar la tensión del momento. De hecho, una de dichas secuencias es la que da forma a la cubierta.
Sobre el guión lo tenía tan fácil como difícil para brillar o crear un producto olvidable. La historia de Pampliega es soberbia, emotiva, intensa. Así que parte de una materia prima excelente para llevarla al cómic, y ahí radica buena parte de la complejidad del trabajo de Sara, quedarse con los diálogos highlight con los que hilvanar la trama y sin que se note en exceso que se trata de la adaptación de una novela para que la voz del cómic sea propia. Y aunque la tarea era compleja creo que Sara consigue salir airosa de ella, es cierto que si previamente se ha leído la novela – como ha sido mi caso – uno siente la tristeza de que quizás si se hubiese podido doblar la extensión del cómic algunos detalles importantes que se han quedado fuera habrían tenido su importancia en la historia. Un detalle menor que, insisto, para nada enturbia el trabajo de Sara y que aún le da un mayor valor al trabajo realizado.
Tenéis pues por ahora dos formas de acercaros a la obra, ambas excelentes, y una tercera de camino y es que está previsto que comience el rodaje de la película este verano.
La edición de Planeta Cómic es magnífica, en cartoné, papel de alto gramaje y que contiene como extra una interesantísima entrevista a modo de diálogo con Antonio Pampliega y Sara Soler, entrevista que es la transcripción de la que podéis encontrar debajo y que os recomiendo escuchar pues resulta de lo más interesante.
Guión - 7.5
Dibujo - 7.5
Interés - 8
7.7
Desgarrador
Desgarrador relato de Antono Pampliega al que Sara Soler le da forma para mostrarnos los diez meses secuestrados del reportero.