Entrevista a Javi Rey, autor de Intemperie

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A nada que seais adictos a las listas con lo mejor de año en su vesión de cómics, encontraréis en varias de estas listas la presencia de Intemperie, de Javi Rey. Intemperie es el nuevo ejercicio transmedia del grupo Planeta, potenciando el éxito de la novela del mismo nombre de Jesús Carrasco (2013, con diecinueve ediciones desde entonces ya en su haber) que será llevada al cine durante los próximos meses y que recibe su adaptación en forma de novela gráfica gracias al gran trabajo de Javi Rey, quien consigue transmitirnos con su narrativa sin textos de apoyo y una paleta de colores extremadamente acertada la agonía que supone esta historia árida de pérdida de inocencia a medio camino del Lazarillo de Tormes y road movie contenida, con más de un debate ético presentado al lector con la dureza que supone el instinto de supervivencia. Una lectura recomendable tras la cual necesitaréis un vaso de agua para quitaros la sequedad de boca que os dejará su final. Para poder conocer un poco más de la obra y de su autor, hemos querido hablar con él, que nos ha atendido con muchísima amabilidad. Así que ya sabéis, si estáis buscando un regalo de Reyes Magos de última hora, tenéis en Intemperie una opción de lo más interesante. Sin más dilación, os dejamos con la entrevista a Javi Rey.

Entrevista a Javi Rey

Pedro Monje: Antes de meternos de lleno en la obra nos gustaría saber cómo y en qué momento decides dedicarte profesionalmente al cómic y cuáles son tus influencias (de niño y no tan niño) del cómic.

Javi Rey: Primero fueron las ganas de aprender a dibujar y luego vino lo de querer dedicarme a hacer cómics. Mirando hacia atrás ahora veo con claridad que cuando era pequeño, en el colegio, cuando más motivado estaba era con aquellos ejercicios en los que se nos proponía escribir un relato a partir de una primera frase como: “Se despertó por la mañana y descubrió que podía volar…”, o cosas así. He tardado mucho en darme cuenta de que yo con lo que disfruto, en esencia, es con contar historias. Ya sea dibujando el guión de algún compañero guionista o intentado escribir algo mío. Estudié una carrera que no tiene nada que ver con el mundo del cómic o de la ilustración y al terminar estos estudios, me atrajo la idea de aprender a dibujar, pero no proyectaba nada, no era consciente de todo lo que vendría después. Llegué a la Escola Joso porque no entré en Bellas Artes (me equivoqué con la fecha de la prueba de acceso y me presenté un mes más tarde, pero esa es otra historia) y no conseguí entrar en Periodismo, que era otro camino que llamaba mi atención. Y fue una gran suerte, porque en la Escola Joso hice grandes amigos y descubrí este inmenso medio para contar historias que es el cómic, y hasta hoy.

Yo no fui lector de cómics de pequeño, y fue en la Joso (gracias a profesores o compañeros) donde entré de lleno con obras como Trazo de tiza de Miguelanxo Prado, Un poco de humo azul, de Pellejero y Lapiere, el Maus de Spiegelman, cualquier obra de Emmanuel Guibert o de Gipi, y muchas otras, todas ellas grandes obras que le hacen a uno morirse de ganas por sacarle al medio un 1% de lo que esta gente consigue.

Supongo que todas estas obras maestras me han influenciado de alguna manera. Y también otros autores a los que intenté emular en el dibujo, hablando de la parte gráfica exclusivamente, como André Juillard, el primero de todos, que me cautivó con su trazo elegante y limpio. O Matthieu Bonhomme, Benoît Springer, Cyril Pedrosa… entro otros. Además tengo la suerte de estar rodeado de autores brutales que dejan el listón muy alto con cada libro que sacan, como son Jordi Lafebre, Josep Homs, Roger Ibáñez, Oriol Hernández, Miki Montllor, Jaime Martin, Ricard Efa o David Morancho, por citar a algunos.

P.M.: ¿Cómo te llega esta oportunidad de dibujar Intemperie? ¿Cómo te proponen el proyecto?

J.R.: La propuesta me llega de la mano de David Hernando, editor de Planeta Cómics. Me comentó que podría hacer la parte de adaptar, la parte de guión además de la del dibujo. Y esto es lo que me convence, puesto que hasta la fecha (exceptuando una historia corta para un libro colectivo) yo había colaborado con guionistas y tenía ganas de explorar ese otro lado también. Me explicó que la novela había tenido un gran éxito a nivel mundial, publicada en más de veinte países, y que Planeta quería probar de hacer la adaptación, que pese a que era una historia complicada de traducir en cómic, le veían posibilidades. Yo me leí la novela y me fascinó y pensé lo mismo que David: ahí había posibilidades de hacer algo. Lo pillé con unas ganas inmensas.

P.M.: Ya habías hecho un relato, publicado por Planeta, y protagonizado por un niño. Para el lector que no lo haya leído, ¿qué diferencias existen entre estas dos obras?

J.R.: Bueno, el relato al que haces referencia era una historia corta que hice dentro de un libro colectivo, titulado WebTrip, relatos y recetas, que nació como una colaboración entre la Escola Joso de Barcelona y la Organización del Festival de Bande Dessinée de Lyon. La idea era que autores de Lyon y de Barcelona interactuaran, viajando nosotros a Lyon y ellos viniendo a Barcelona, que entre todos nos mostráramos nuestras ciudades respectivas y sus tradiciones culinarias, y que de todo esto salieran historias cortas explicando la experiencia. El libro se publicó en Francia y luego lo trajo a España Planeta Cómics. Mi historia explica el primer amor de un niño que se pierde en la playa jugando y le rescata una niña, de la que se enamorará, pero que no volverá a ver jamás. El niño, de mayor, recuerda aquel día de playa y sobre todo recuerda la esqueixada que se comió con ella, un plato típico mediterráneo y la escusa que encontré para contar esta historia.

Por lo tanto, el tono e incluso el trazo son muy diferentes entre ambas. Intemperie es mucho más dura, más seca, no es una historia nostálgica que recuerda un momento de la infancia. Intemperie es una historia de supervivencia, donde un chico tiene que huir de algo muy duro y muy salvaje, y enfrentarse a un llano inmenso y seco en el que encontrar o no encontrar algo de agua, o una buena sombra, puede significar seguir viviendo o morir.

P.M.: Además de la propia novela de Jesús, ¿qué influencias de otros cómics has utilizado en esta obra?

J.R.: Supongo que todo lo que te he comentado al principio de la entrevista, de alguna manera, está en lo que hago. No he mirado ningún cómic en concreto, aunque sí que he tenido muy en la cabeza la manera de narrar de Gipi, su ritmo.

P.M.: ¿Cómo se adapta una novela a un cómic? ¿Has adaptado la obra completa o es un fragmento?

J.R.: El cómic adapta la totalidad de la novela de Jesús Carrasco, creo que no podía ser de otra manera. Se trata de un viaje, de una persecución: el pasado del niño, aquello de lo que huye, intentará atraparlo. Y en este viaje el muchacho crece gracias a su encuentro con un viejo cabrero, que será su apoyo y mentor. El viaje llega a un punto a partir del cual, nada será igual. Tenía que explicar todo el viaje, era imprescindible.

Sobre tu pregunta de cómo se adapta una novela al cómic, no tengo una respuesta categórica. Sé que yo he intentado ser fiel al espíritu del libro en todo momento. El tono de la historia y la manera de narrar la violencia y la falta de moral del mundo que construye Jesús en la novela tenía que estar en el cómic. Esto, y conseguir un equilibrio correcto entre imagen y texto, han sido los dos aspectos que he trabajado más. El cómic es prácticamente mudo, exceptuando la voz de un narrador (el mismo que en la novela) que aparece en el inicio de cada capítulo y nos introduce en la prosa, en la voz de Jesús, que es poética, dramática y que nos mete de lleno en el tono de la historia. Luego va desapareciendo para dar paso a la imagen, que nos cuenta la acción.

P.M.: ¿Cuáles son los pros y los contras? ¿Ha habido feedback con Jesús Carrasco?

J.R.: Con Jesús ha habido contacto desde el principio. En el inicio, en el diseño de los personajes, estuvo muy presente y se acordó que él tenía que dar el ok antes de que yo empezara. Lo vi normal y justo, puesto que yo quería que él estuviera contento con todo. También me ha ayudado mucho con los textos que aparecen y con aspectos más precisos de documentación. Tengo que decir que me lo ha puesto fácil y que ha sido una gozada conocerle.

En nuestro primer encuentro hizo varios comentarios sobre la novela que me iluminaron y me dieron pie a cosas que luego aparecen en la adaptación, como por ejemplo, el hecho de que el Alguacil (el malo) es un demonio, es un monstruo, cuando lo vemos a través de los recuerdos del muchacho. Así que decidí que, por qué no, mostrarlo literalmente como un monstruo diabólico en el cómic. Cuando tuve clara la estructura general de la adaptación se la mostré y saber que estaba contento con lo que iba saliendo me permitió trabajar con confianza. El feedback con Jesús ha sido lo mejor, de verdad.

P.M.: Cuéntanos cómo es el proceso creativo artístico de la obra.

J.R.: Lo primero fue leer a fondo la novela y entender su estructura. Una vez hecho esto, estudiar cual iba a ser la estructura del cómic, la cual es muy similar, con algunos cambios que vi oportunos en el tránsito de un medio a otro. La decisión del equilibrio entre texto e imagen, el peso del narrador, fue lo siguiente. Esta decisión condicionó todo lo que vino después. No hubiese sido el mismo cómic si el narrador fuera en primera persona, o si la presencia del texto fuera mayor.

Una vez estas decisiones estructurales estuvieron tomadas, fui trabajando escena a escena, motivo por el cual no supe cuantas páginas tendría el cómic hasta que llegué a la última. Y en cada escena, lo principal era entender bien qué quería explicar en ella. Luego dividir esta información en páginas y finalmente meterse de lleno en lo que vendría a ser narración gráfica, e intentar que cada página explicara lo que tenía que explicar usando las posibilidades que te da el cómic.

La parte gráfica está hecha en su totalidad de manera digital. Primero hice un story sencillo que luego desarrollaba más en lo que sería el lápiz. Y este lápiz era ya la tinta acabada para mí, lo que es una novedad en relación a mi manera de trabajar anteriormente. Pero quería que el dibujo fuera más suelto, menos acabado, con el trazo menos trabajado y algo más roto. Finalmente, el color, que he pretendido que fuera muy texturado para trasladar al lector a ese ambiente caluroso, agobiante, lleno de polvo y tierra seca, con un gran contraste ente la sombra y la luz cegadora del Sol.

P.M.: La importancia del color en Intemperie es clave para crear atmósfera, con estos tonos rojos y azules, siempre áridos. En qué momento decides jugar con esta paleta de colores.

J.R.: El color tenía que ambientar. Era una herramienta importante para explicar Intemperie con imágenes, era imprescindible trasmitir el calor y la aridez que comentas. De los cómics que he hecho, es el único en el que he trabajado desde el inicio con el color muy claro en la cabeza. Y este color lo tenía claro ya desde la primera lectura de la novela.

P.M.: Para acabar… ¿En qué estás trabajando actualmente?

J.R.: Después de Intemperie he estado trabajando en varios encargos para ImagesDoc, una revista francesa infantil, mientras Kris y Bertrand Galic, los guionistas con los que trabajé en Un maillot pour l’Algérie (Aire Libre 2016), mi anterior proyecto antes de Intemperie, escribían el guión de nuestra siguiente colaboración. Y ahora estoy en ello, aun no puedo contar mucho. Estoy en fase de documentación y de diseño de personajes. Por otro lado, no me gustaría abandonar la posibilidad de trabajar en algo como autor completo, pero la prioridad ahora es mi trabajo como dibujante en el proyecto que empiezo. Todo llegará.

P.M.: Muchas gracias por tu tiempo, Javi. ¡Y mucha suerte en tus próximos trabajos!

Proceso creativo de una página de Intemperie

Entrevistas en Zona Negativa en 2016, por Pedro Monje
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