Adam Hughes (Riverside Township, New Jersey, EE.UU. 1967) ha sido uno de los invitados estrella del recientemente concluido 31 Salón Internacional del Cómic de Barcelona gracias a la colaboración entre Ficomic y ECC Ediciones. Lector confeso de cómics desde pequeño, más de veinticinco años han pasado desde que el dibujante diera sus primeros pasos profesionales en la serie Maze Agency (junto al guionista Mike W. Barr). El buen hacer en esta serie detectivesca le convirtió en una de las nuevas promesas del mercado americano de cómics y no tardó en dar el salto a DC Comics, donde se encargó de los lápices del Justice League de Giffen/DeMatteis durante un año. Tras algunas colaboraciones en Marvel, Widlstorm o Top Cow, su verdadera casa ha sido siempre DC Comics, donde ha consolidado su trabajo y se ha convertido en uno de los portadistas más conocidos del mundo del comic, gracias a su trabajo en portadas de series como Wonder Woman, Catwoman, Batgirl o Fabulosas. Recientemente ha vuelto a trabajar en páginas interiores de una de las miniseries de Before Watchmen, centrada en Dr. Manhattan.
Gracias a Ficomic/ECC Ediciones, desde Zona Negativa pudimos conversar con Adam Hughes y repasar su trayectoria profesional en una charla llena de anécdotas, curiosidades y risas. Desde aquí debemos decir que la amabilidad y disponibilidad del autor durante la entrevista que mantuvimos Ivan Rivas y un servidor, Pedro Monje, fue digna de de alabar y por la que le estamos muy agradecidos, y confesar que podríamos haber estado horas y horas conversando con él gracias a su cercanía y su largo historial de anécdotas, como podréis comprobar a continuación. Sin más dilación, os dejamos con la entrevista, que esperamos os resulte interesante.
Al habla con Adam Hughes
Zona Negativa: Adam, para empezar nos gustaría hablar un poco sobre tus inicios como lector de cómics. ¿Qué es lo que leías cuando eras pequeño? ¿Cuándo empezaste a leer y a comprar cómics? ¿Qué recuerdas de aquellos años?
Adam Hughes: Visto con el paso del tiempo, lo que más recuerdo es que para mí los cómics fueron lo más parecido a tener hermanos y hermanas. Yo era hijo único así que me sentaba en el salón y los cómics eran quienes me hacían compañía. Mis primeros cómics fueron los que venían en una caja que me regalaron mis primos mayores cuando yo tenía cuatro años, quizás cinco. Tenían un montón de los cómics americanos que se publicaban por aquel entonces, alrededor de 1971 o 1972: Superman, Batman, Richie Rich… Ese tipo de cómics de la época. Pero el primero que saqué ya que estaba encima de todos fue Fantastic Four. No se me ha olvidado y todavía a día de hoy recuerdo el que fue mi primer cómic, el primero que me leí: Fantastic Four #81. Todavía tengo aquel cómic en mi casa. Cuando eres pequeño y eres hijo único, pues tienes amigos y primos con los que jugar, pero cuando llegas a casa y te pones delante de la televisión tras haber hecho los deberes del colegio estás solo, y ahí es donde coges los cómics. Tened en cuenta que estamos hablando de los tiempos en los que no existía Internet y en los que las televisiones no tenían más que tres canales. Los cómics se convertían en todo un fascinante universo de entretenimiento.
Zona Negativa: ¿Fueron esos los tiempos en los que empezabas a comprar tus propios cómics?
Adam Hughes: Si, tan pronto como me di cuenta que todo aquello me gustaba yo mismo me compraba los cómics. Teníamos un gran quiosco en nuestra ciudad con una estantería repleta de cómics. Todos los miércoles yo solía ir allí y comprar mis favoritos.
Zona Negativa: ¿Y cuáles eran tus favoritos?
Adam Hughes: Fantastic Four, sin ninguna duda. Y Capitán América. Este era mi favorito. Me gustaban las series de heroes en solitario y la serie del Capi era de las mejores. Uno de los cómics que mis primos me dieron fue Tales of Suspense #65, que contenía el origen de Cráneo Rojo. Aquello me acojonó por completo.
Zona Negativa: Jack Kirby, ¿verdad?
Adam Hughes: Exacto, Jack Kirby. Aquellos paneles de paisajes europeos protagonizados por Cráneo Rojo con sus experimentos y narraciones de la Segunda Guerra Mundial me daban miedo y estaba completamente aterrorizado a la hora de pasar de página. Para un chaval aquello era muy divertido a la vez que daba miedo. ¡Aquello era genial! Solía ir a la tienda de cómics a por mi dosis semanal de series. Además, durante aquella época de principios de los setenta a Marvel no le iba tan bien como en los años anteriores y estaba implosionando sobre sí misma, así que solían reimprimir muchas de las aventuras de años anteriores, lo cual era una excelente oportunidad para descubrir por primera vez las primeras historias Marvel para un chaval como yo. Constantemente reimpriman los cómics de Jack Kirby, Marvel Tales y todos aquellos cómics geniales de los sesenta que yo me perdí porque estaba muy ocupado naciendo [risas]. Por ejemplo yo no sabía que pasaba después de Fantastic Four #1 porque mis primos no tenían el siguiente número así que siempre me había quedado con la intriga, así que cuando reimprimieron las historias pensé “¡Esto es genial!”.
También leía a Superman, Batman, Spiderman y cómics de ese estilo pero, irónicamente, yo había conocido a esos personajes en las series de televisión de aquella época y nunca se me había ocurrido pensar que primero habían salido en otros cómics así que cuando me di cuenta de que también se podían comprar y leer los cómics de Superman y Batman. ¡¡Qué raro era aquello!!
Zona Negativa: Seguramente no tanto en aquellos años pero si más adelante empezarías a fijarte en los dibujantes y artistas de los cómics. ¿Cuáles te gustaban más?
Adam Hughes: Si, sin duda. Pero no fue un hecho consciente. A mí me gustaba mucho dibujar pero en mi cerebro no había una conexión entre el hecho de que me gustaran los dibujos y que había gente que dedicase su vida y su carrera a ello. No fue hasta que cumplí los doce o los trece años que me di cuenta de que esto era así y que había una industria detrás. Y según iba cumpliendo años me iba fijando cada vez más en los dibujantes de cada serie, analizaba su dibujo, sus perspectivas, sus enfoques… Por aquel entonces me convertí en un aficionado muy radical. O me gustaba un artista o le odiaba. En el instituto decidí tomar un rol más activo y me pasaba todo el tiempo dibujando. Aquí y allí. No paraba de dibujar y cada vez lo hacía con más sentido. Porque si estas preparándote para correr una maratón, por el hecho de que corras más y más no significa que vas a correr más rápido o mejor. Hay que seguir unas técnicas y prestar atención a todos los detalles. De la misma forma ocurre a la hora de dibujar. Cuando te das cuenta de los trucos empiezas a ser cada día un poco mejor. Llegaba un punto en el que no me gustaba nada mi dibujo, pero de una forma extraña, me gustaba mucho que no me gustara. Ahí empecé a fijarme en otros artistas tanto de fuera del mundo del cómic como de dentro. Empecé a fijarme con mucho más detalle en los dibujantes con los que yo había crecido. Por ejemplo, comencé a ver a Jack Kirby como algo más que el tío cuyo nombre sale en la mayoría de mis cómics. Fue en plan “Espera un momento, este hombre aprendió él solo a dibujar, se ve cómo evolucionaba su estilo y sus páginas con el paso del tiempo”. Y esas evoluciones no fueron aleatorias y empecé a ver claramente como sus estilos eran algo buscado, aprendido y conseguido. Él hizo a propósito las decisiones que le hicieron mejorar su estilo. Y yo quería hacer lo mismo.
Zona Negativa: ¿Quiénes se acabaron convirtiendo en tus mayores influencias?
Adam Hughes: Mi mayor influencia, artísticamente hablando, posiblemente sea John Byrne. Yo tenía la edad adecuada para fijarme en estas cosas cuando John Byrne se convirtió en una estrella en Marvel. A finales de los setenta yo estaba leyendo All-New All-Different X-Men cuando Dave Cockrum los estaba dibujando y fui testigo en primera persona del cambio de dibujante y la entrada de John Byrne.
La primera historia de Byrne que yo vi fue Marvel Preview #11, una revista en tamaño grande en blanco y negro de Marvel que tenía historias cortas de varios autores que tenía una historia de un personaje llamado Star-Lord, que ahora está en los Guardianes de la Galaxia. Aquella historia era genial y estaba escrita por Chris Claremont, dibujada por John Byrne y entintada por Terry Austin, que luego sería el equipo de Uncanny X-Men. Aquel número salió a la venta en 1977 y llegó a mis manos porque, como era el año en el que salió la primera película de Star Wars, mi tía pensó que podría ser un buen cómic para mí. El tendero del quiosco le dijo “¿Por qué no compras este número que tiene muchas cosas del espacio?” y mi tía pensó que aquello tenía toda la lógica del mundo, tratándose de un chaval de diez años. Aquel cómic fue increíble. Esa fue la primera vez que leí un cómic de Byrne, así que para cuando entró en los X-Men yo estaba preparado para alucinar.
Afortunadamente para mi, él era un artista tan rápido que me lo pasaba pipa porque le leía en varias series. Además de X-Men le daba tiempo a dibujar a Los Cuatro Fantásticos (en la primera etapa, la que estaba guionizada por Marv Wolfman y en la que le entintaba Joe Sinnot) y Los Vengadores. ¡Estaba en todas las series de grupos! Byrne era capaz de dibujar en tres series a 35 o 40 personajes. Aquello era alucinante.
Zona Negativa: Además de tu visión como aficionado y lector de cómicsy de tu carrera como artista de la industria, también has participado activamente en otro de los engranajes de la maquinaria del mercado de cómics. Durante un tiempo trabajaste en una tienda de cómics. Por lo que hemos leído, trabajaste en varias tiendas en el 86, 87… Así que, irónicamente, tú fuiste uno de los que vendió los cómics de Watchmen, muchos años antes de que participaras en el dibujo de una de sus secuelas. ¿Qué recuerdas de aquellos años?
Adam Hughes: ¡¡Sí!! Yo trabajaba en una tienda de cómicscuando salió Watchmen. ¡Yo vendí Watchmen! Yo vendí Dark Knight Returns, La Broma Asesina… Para mí fue la transición entre el instituto y buscar un trabajo a la vez que desarrollaba mis cualidades como artista. No era el trabajo más estable del mundo pero sí que me servía para dar un paso más en mi camino hacia la industria del cómic. Cuando conseguí mi primer trabajo oficial como dibujante de cómics decidí mantener mi trabajo en la tienda de cómics. Cuando trabajaba para Comico (editorial de cómics) seguía trabajando en la tienda de cómics. Incluso cuando trabaja para DC en Justice League yo seguí trabajando en la tienda. Además aquello era de lo más gracioso e irónico. Era lo más parecido a la vida de Clark Kent que se puede experimentar. Yo llegaba a la tienda, cogía las cajas del reparto, las abría y ponía en las estanterías el Justice League #39 que acababa de dibujar y se lo vendía a la gente. La gente me decía: “Oh, no, un nuevo dibujante… ¿Dónde está Kevin Maguire?” y yo les contestaba “Pero… ¿y la buena pinta que tiene este?” [Risas]
Zona Negativa: [Risas] Esa anécdota es genial.
Adam Hughes: Si. Es que trabajar en una tienda fue genial. De hecho trabajé en dos. La primera era muy pequeñita. No tenía ni baño dentro y cuando necesitaba ir al baño tenía que cerrar la tienda e irme a la comisaría de policía dos manzanas más abajo. Era pequeña pero tenía los cómics suficientes para mantenerse abierta.
Por si no lo sabíais, en los años ochenta hubo un gran boom en los cómics independientes en los USA, así que en la tienda vendíamos cómics de ese tipo, de Fantagraphics y cosas del estilo. Esto me sirvió para descubrir que había cómics más allá de Marvel y DC. Recuerdo, y siempre lo recordaré, aquel día que descubrí a la vez Love and Rockets y Nexus. Me quedé sin palabras. Estaba petrificado. Toda mi vida había pensado que los cómics tenían que ser de superhéroes o, en el caso de que no lo fueran, deberían ser de terror protagonizados por vampiros o hombres-lobo. Leer cómics como Love and Rockets o Nexus fue alucinante. Es cierto que Nexus puede parecer un cómic de superhéroes y de sci-fi pero, en el fondo, no lo era. Y me gustó tanto el cómic en general como el dibujo en particular.
Recuerdo hablar de esto con un artista de cómics local que yo conocía, Neil Vokes, que estaba publicando por aquel entonces su cómic independiente, llamado Eagle (fue él quien me dio mi primer trabajo profesional, que fue un pin-up). Estamos hablando de los tiempos sin Internet, en los que parecía imposible acceder a la industria si no conocías a nadie o si no vivías en Nueva York. Yo trabajaba de vez en cuando con Neil y le dibujaba algunos fondos para sus cómics y cosas del estilo. Esta era la época en la que yo examinaba y estudiaba cuidadosamente a todos los dibujantes, preguntándome por qué un dibujante era mejor que otro o cómo podían hacer que sus páginas fueran tan interesantes. No dejaba de mirar las páginas de Nexus, concretamente del número 16, donde hay una doble-página impresionante nada más empezar el cómic y le dije a Neil: “No entiendo como estos dibujos son tan perfectos, reales, dinámicos…”. Neil levantó un momento la cabeza de lo que estaba trabajando y me contesto que era porque “Steve Rude se ha entrenado al estilo clásico”. Yo no entendí nada y le pregunté a qué se refería con eso. Me contestó: “Él no se ha fijado en otros cómics para aprender a dibujar, sino que ha aprendido mirando y fijándose en la vida real.”
Aquello fue un momento catártico para mí. Fue como si estuviera en una iglesia y de repente entrase un gran rayo de luz y me iluminara. Pensé: “Ah, pero… ¿se puede mirar al mundo real para aprender a dibujar cómics?” Aquel, aún a día de hoy, experimenté la mayor epifanía de toda mi vida.
Para guionizar cómics no tienes que leer cómics. Para poder dibujar cómics no hace falta leer solo cómics. Puedes absorber cualquier cosa del mundo real y combinarlo con tus propias inquietudes y reflejarlo en las viñetas. Cualquier cosa, y por ello me refiero literalmente a cualquier cosa, puede inspirarte a la hora de dibujar. Ya sea una serie de televisión, un libro, un paisaje… ¡¡Lo que sea!! Incluso esta entrevista podría llegar a servirme para inspirarme a la hora de dibujar la portada del mes que viene. ¡Eso nunca se puede saber! Así que aquel día me di cuenta, y esto es un consejo que he repetido muchas veces a los jóvenes artistas, de que la mejor herramienta que un dibujante puede tener son sus ojos. Echar un vistazo a tú alrededor y pensar cómo puedes darle un par de vueltas y convertirlo en algo que te pueda ser útil en una página. Aquello fue una gran experiencia muy importante para mí.
Zona Negativa: Tras Maze Agency, uno de tus primeros trabajos más conocidos fue tu etapa en Justice League, sustituyendo a Kevin Maguire y trabajando con Keith Giffen and J.M. DeMatteis. Esto fue ya hace más de veinte años. ¿Cómo recuerdas esta etapa? ¿Cómo te surgió la oportunidad de trabajar para DC?
Adam Hughes: Tengo que admitir que tuve mi oportunidad gracias al boom del cómic independiente de aquellos años. Es que, por ejemplo, hoy en día y esto me da un poco de pena, para un artista que llega a la industria del cómic es muy difícil, porque la industria se ha contraído bastante durante los últimos años. Hay poco trabajo para tantos y tantos artistas. Pero por aquel entonces, cuando empecé a trabajar, había muchas oportunidades en todos los lados. Sobre todo, en blanco y negro, por muy poco dinero podías publicarte tu propio cómic independiente. En mi tienda había infinidad de cómics en blanco y negro. En color era otro tema, si, pero las oportunidades estaban ahí. Empecé a trabajar en Maze Agency, que era mi primer proyecto en color (¡Qué vértigo!), y gracias a eso pude trabajar en DC.
Maze Agency era una serie de detectives publicada por Comico Comics, que también publicaba otras series como Elementals, de Bill Willingham, el creador de Fábulas y Fabulosas. Yo conocí a Bill en una de las primeras convenciones de cómics a las que asistí como autor profesional. Tenía mi propia mesa de dibujo y muchos nervios y mucho miedo [Risas]. Fue en Chicago en 1988. Por cierto, allí también conocí a uno de mis autores favoritos por primera vez, Dave Stevens, creador de The Rocketeer. El primer número de las aventuras de Rocketeer salía a la venta aquel mismo mes y Dave era el invitado de honor de la convención de aquel año. Tenía tantas ganas de conocerle en persona que estaba muy nervioso cuando me acerqué a él. De hecho, puedo decir que conocerle fue uno de los momentos más importantes de mi carrera porque la forma en la que Dave me trató me marcó la ruta de la forma en la que yo iba a tratar después al resto de los aficionados durante el resto de mi carrera. Fue tan amable y tan bueno conmigo, a pesar de que yo podía parecer el típico aficionado que se le acerca sudando a decirle holaencantadodeconocertemegustamuchomuchomuchotutrabajo, que aquello me marcó. Más tarde, en la cena de la convención, me acerqué a disculparme y me dijo que no me preocupara por ello, que a él mismo le había pasado lo mismo en el pasado. Así que todo es un gran círculo. Desde entonces cada vez que algún aficionado se acerca a mi muy nervioso se acerca a mí me acuerdo de Dave y trato de recibir a todo el mundo con toda la paciencia del mundo.
Como decía, en aquella convención conocí a Bill Willingham. Por aquel entonces, con Elementals, Bill estaba demostrando que también se podían hacer cómics de superhéroes sin que se publicaran en Marvel o DC. Y eso tenía mucho mérito. Además, Bill también estaba haciendo algunos trabajos para Justice League y números de relleno para la serie. Cuando Kevin Maguire se tomó un tiempo de la serie (en verano de 1988), Bill me recomendó al editor de todas aquellas divertidas y entretenidas series de la Liga, Andy Helfer. Andy me ofreció dibujar algún número de la serie, pero como yo estaba dibujando Maze Agency por aquel entonces tuve que decirle que no podía, así que me pidió que si alguna vez quería trabajo podía llamarle.
El siguiente Enero Comico explotó. No podían seguir adelante y cerraron todo. Las oficinas, las tiendas… todo. El editor me llamó mientras estaba trabajando en el número once y me dijo: “Deja de trabajar. Por favor, no llames a nadie y no se lo digas al resto porque estamos intentando contactar con ellos para decírselo en persona.” Así que, tras colgar el teléfono, me senté en el sofá. Estaba sin trabajo por primera vez. Llegué a pensar que iba a tener que ponerme a trabajar en el McDonalds. Hasta que, unos 45 minutos más tarde volvió a sonar el teléfono y oigo: “He oído que Comico ha cerrado. ¿Estás libre? ¿Quieres trabajar con nosotros?”. Era Andy Helfer y mi reacción fue… “¿¡Pero cómo te has enterado!?” [Risas]. Unos días después estaba en DC Comics firmando mi contrato como dibujante para ellos.
Tenía la posibilidad de trabajar en Justice League o en Mr. Miracle. Estaban libres a la vez y yo, obviamente, quería Mr. Miracle. ¡¡Kirby!! Mr. Miracle era mi personaje favorito de todos los que había inventado Jack Kirby para el Cuarto Mundo. Me gustaban mucho los Nuevos Dioses, pero este era mi preferido. Así que, siendo sinceros, estaba un poco decepcionado de que me asignaran Justice League. Iba a tener que dibujar personajes de tercera fila… Yo quería dibujar Mr. Miracle. Era una serie que nunca vendía mucho y nunca iba a hacerlo, pero podría pasármelo genial en ella. Pero Bill me convenció.
De hecho, hace un par de semanas estuve hablando con Bill. Se celebraba la primera edición de su propia convención de cómics, que ha montado él mismo, y se llama “Fabletown and Beyond Convention” en la que todo gira en torno a los mitos y la ficción, no solo centrada en los superhéroes sino también en series como Fábulas y demás. Así que, y cada vez que puedo así lo digo, me gusta atribuirle a él parte del éxito de mi carrera.
Zona Negativa: Damos un salto en el tiempo adelante en el tiempo y nos plantamos en mitad de los noventa. Por aquel entonces, te embarcaste en dos proyectos con Wildstorm: Gen 13: Ordinary Heroes y, un poco más tarde, Superman/Gen 13. Lo novedoso de estos proyectos es que tú mismo los escribiste y guionizaste. ¿Cómo recuerdas toda aquella experiencia?
Adam Hughes:En general puedo decir que fue una experiencia divertida. En un principio yo no iba a guionizar. Wildstorm me pidió que hiciera un proyecto para ellos. Por aquel entonces todo era muy novedoso con Image construyendo su imperio de la nada y todo aquello… Fue todo un poco anárquico. En vez de venir donde mi y ofrecerme un personaje o una serie en concreto me dijeron: “¿Qué serie quieres hacer?” Apelaban a tu vanidad [Risas]. A mí por aquel entonces me gustaba Gen13, me gustaba (y todavía hoy en día) mucho el dibujo de Scott Campbell así que elegí esa serie. Me preguntaron qué tipo de historia me gustaría contar y algo así como “¿Por qué no empiezas a abocetar la historia? Es que el guionista está muy ocupado ahora mismo…” He olvidado el nombre completo del guionista, pero creo que hacía algo de Spiderman por aquellos años. El caso es que llegó un momento en el que prácticamente había hecho la mayoría de la historia excepto el diálogo. El guionista seguía ocupado por aquel entonces así que les pedí que me dejaran probar a mí e intentar poner mis propios diálogos y si no les gustaban pues ya los cambiarían. Total… ¡ya había hecho el resto del trabajo! No me considero un guionista. Nunca insultaría a mis compañeros guionistas catalogándome a mí mismo como tal. Sin embargo, sí que considero que uno de mis puntos fuertes es ponerl los diálogos a las viñetas. Al fin y al cabo, los he dibujado yo y sé lo que pensaban en esas viñetas y cómo deberían reaccionar dentro de ellas. Creo que los diálogos me salieron bastante naturales y fue un trabajo bien hecho. Y muy completo. Incluso me pagaron por ello [Risas].
Hice también una historia corta de 13 páginas para Wildstorm Thunderbook que me entintó Kevin Nowlan (un sueño hecho realidad para mí). En cambio, Superman/Gen 13 fue un poco raro. En un principio también lo iba a guionizar y dibujar yo, pero hubo algunos malentendidos con DC Comics sobre cambios que querían hacer en mi guión. Aquello era una locura, así que renuncié. Me pagaron por el guión entregado y años más tarde lo desempolvaron y se lo dieron a alguien más para que lo dibujara. Evidentemente no podía hacer nada porque es su personaje, era su dinero y todo ello pero… ¿Qué se le va a hacer? Encima, realmente el guión no estaba preparado para que lo dibujara otra persona porque lo iba a hacer yo, así que la mayoría de la información del guión era para que los editores supieran más o menos por donde quería tirar con la historia pero no tenía muy especificada la distribución de las páginas o el diálogo o como se debía dibujar la acción… En fin.
[Nota del redactor: La historia fue guionizada en 1996. La historia fue publicada en 2000. El dibujo fue realizado por un joven Lee Bermejo]
Zona Negativa: Pasemos a hablar del que quizás sea el trabajo más reconocido de tu carrera y el que más famoso te ha hecho. Tras varios años de Brian Bolland (y algunos números de John Byrne) dibujando las portadas de Wonder Woman con una gran calidad gráfica, te ofrecieron a ti la oportunidad de encargarte de ese aparatado. ¿Cómo surgió todo aquello? ¿Cómo recuerdas esta etapa de tu vida profesional?
Adam Hughes: Aquel fue el comienzo de mi asociación con Mark Chiarello, Director Artístico de DC Comics. El vino donde mi a una convención y me propuso colaborar con ellos en las portadas de la serie que yo quisiera. La novia con la que yo estaba saliendo por aquel entonces me susurró al oído “¡¡Wonder Woman!! ¡¡Wonder Woman!!” Así que así fue como comencé a encargarme de las portadas de Wonder Woman. Fue muy divertido. Fue uno de los puntos más importantes de mi carrera. Estuve bastante tiempo en la serie. Mark y yo vimos pasar a mucha gente: nueve guionistas, infinidad de dibujantes y cuatro o cinco editores. Pero nosotros fuimos, durante casi cinco años, el único factor constante de la serie. Formamos un gran equipo entre los dos. Cuanta mayor libertad creativa tienes, mejores resultados obtienes. Ahí es cuando yo empecé a tomar control absoluto del coloreado. Yo, a partir de un boceto, ya podía dibujar, entintar y colorear mis propias portadas y que tan solo quedara mandar a la imprenta. ¡Ahí lo di todo!
Zona Negativa: Lo que quizás no tanta gente recuerda es que además de estos cuatro años en Wonder Woman, también estuviste otros cuatro años dibujando las portadas de Catwoman, igual de brillantes que las de la Mujer Maravilla. ¿Cómo recuerdas estos años?
Adam Hughes: La mejor parte de hacer las portadas de Wonder Woman o de Catwoman, al contrario de otros personajes como Batman, Superman, Spiderman y demás, es que estos personajes no tienen varias series regulares. Porque por ejemplo, si estás haciendo la portada de Action Comics, sabes que hay otros nueve tipos haciendo portadas de Superman ese mes. En cualquier caso, entre Catwoman y Wonder Woman también hay diferencias. La segunda es muy conocida, incluso podríamos decir que universalmente conocida (mi propia abuela sabe quién es), pero Catwoman no lo es tanto. Y eso es genial.
Sobre todo al final de mi etapa en la serie. Nosotros sabíamos que la serie iba a ser cancelada casi un año y medio antes de que lo fuera. Y trabajar en una serie que va a ser cancelada pero que todavía no lo está es la mejor condición de trabajo posible. A nadie le importará lo que hagas en ella. Aunque ganes miles de premios y todo el mundo alabe el trabajo, la serie va a cancelarse igualmente. Había sido marcada. Así que en DC Comics pasaban completamente del tema y les daba igual lo que hiciera. Ni siquiera me pedían bocetos de portada. Así que, con tal de que entregáramos a tiempo, Mark y yo teníamos una libertad absoluta para hacer portadas en una serie de DC Comics. Aquello era increíble. Nos lo pasamos como enanos.
Zona Negativa: Nos gustaría hablar ahora un poco sobre tu proyecto más reciente: Before Watchmen: Dr. Manhattan. Recientemente publicado en nuestro país por ECC Ediciones, esta miniserie ha supuesto tu regreso muchos años después al dibujo de las páginas interiores. ¿Cómo surgió la oportunidad? ¿Qué tal experiencia ha resultado para ti dibujar páginas interiores?
Adam Hughes: Ha sido muy raro [Risas]. Cuando me embarqué en esto, no era consciente de cuantos trucos y técnicas había olvidado. Que conste que yo no había elegido dejar de dibujar páginas interiores de una forma consciente y premeditada. Simplemente es que durante todos estos años siempre me ofrecían hacer portadas, es una cosa que me gusta y yo aceptaba las ofertas. Todo el mundo quería que les hiciera portadas y salvo muy pocas excepciones me preferían en ese terreno que en el de las páginas. ¡Y yo podía vivir gracias a ello! Así que cuando me llegó esta oportunidad de verdad de volver a ello, me encontré con que no me acordaba de cómo hacerlo. Había olvidado cómo distribuir mi tiempo, cómo dibujar primero las viñetas en pequeño en un cuaderno… No hace mucho hice dos páginas para un back-up del número 75 de Superman/Batman… ¡y me llevó todo un mes hacer esas dos páginas! Un mes para dibujar, entintar y colorear esas dos páginas… ¡¡Eso no podía ser!! Dibujar estas dos páginas no era tan fácil como dibujar doce portadas y luego juntarlas. Hacía falta algo más.
Cuando me puse con el primer número de Dr. Manhattan, fui muy lento. No conseguía enfocarlo bien. Y no se trata solo de qué y donde dibujar, sino de qué NO dibujar. De depurar la esencia de lo que había que contar. Hay veces que no hace falta recargar las páginas y dibujar cosas que no son necesarias. Hasta el tercer número de la serie no empecé a sentirme cómodo de verdad con mi trabajo y mi ritmo. Cuando acabé… digamos que no recuerdo el 2012 como un año muy divertido. Mucho trabajo, mucho estrés. Y empezar a trabajar en medio de toda la controversia y la polémica que hubo con el proyecto no lo hizo más fácil. Debo decir que mi respeto hacia todos los dibujantes que producen este tipo de trabajo de forma constante ha aumentado. No creo que yo pueda hacer nunca una serie mensual sin que la calidad que la gente que se lo compre esperaría de mi se resienta. Curiosamente, una vez que acabé con esta miniserie no cesaron de llegarme ofertas de editores ofreciéndome trabajar en proyectos con páginas interiores. ¡Y os puedo asegurar que seguiré intentándolo!
Zona Negativa: No querríamos acabar esta entrevista sin preguntarte sobre el famoso proyecto de All Star Wonder Woman. ¿Qué fue de todo aquello? ¿Por qué no salió adelante? ¿Verá algún día la luz?
Adam Hughes: La línea de cómics All Star fue una mezcla de éxitos y desastres. Sin término medio. All Star Superman fue una serie maravillosa. En cambio, la única razón de ser de All Star Batman y Robin parecía que era para tocar laos hue… cabrear a la gente. Se suponía que yo iba a hacer Wonder Woman y se suponía que J.G. Jones iba a hacer Batgirl. Me asignaron la serie oficialmente y yo estaba trabajando en ella. Sin embargo aquello fue en una etapa de mi vida en la que yo no podía permitirme trabajar en ello. Quizá porque yo era muy lento. O quizá porque yo tenía que escribirla, guionizarla y entintarla. O quizá porque cada dos por tres tenía que interrumpir el trabajo para realizar alguna portada que me ofrecían, y gracias a las cuales yo podía ingresar algo de dinero. Estábamos intentando comprar nuestra primera casa y necesitábamos bastante dinero para que nos concedieran la hipoteca. Y yo no podía conseguir ese dinero tan solo haciendo páginas interiores. La prioridad hacia All Star Wonder Woman cada vez era menor y llegué a un punto en el que me di cuenta de que nunca iba a tener el tiempo de hacerla y acabarla. Realmente, cuando empecé a dibujar Before Watchmen: Dr. Manhattan me pregunté a mi mismo: “¿Por qué estoy haciendo esto si tengo que hacer una miniserie de seis números de Wonder Woman?” Teniendo en cuenta el tiempo que me ha llevado dibujar los cuatro números de Before Watchmen no puedo ni quiero imaginarme cuanto tiempo me llevaría guionizar y dibujar esta miniserie de seis números de la forma que se merece.
No quiero decir que nunca jamás vaya a hacer un proyecto sobre Wonder Woman para DC Comics, pero si puedo afirmar que si alguna vez lo hago no será exactamente lo que tenía pensado para All Star Wonder Woman. Tendrá algunos elementos e ideas, pero será diferente. All Star Wonder Woman es un proyecto muerto ahora mismo.
Zona Negativa: Es una pena. Tan solo por curiosidad, ¿Cuántas veces te han preguntado a estas alturas por All Star Wonder Woman?
Adam Hughes: [Risas] En todas las convenciones a las que voy, en todas las tiendas de cómics a las que voy a firmar… Al principio era un poco frustrante, pero me di cuenta de que si la gente me pregunta por ello es porque hay un verdadero interés en ver ese proyecto. Eso es bueno. Hay gente que me quiere ver trabajar en su personaje favorito. Hay mucha pasión en ello. Y lo agradezco de verdad.
Zona Negativa: Antes de concluir, nos gustaría hablar brevemente del procedimiento de dibujo y creativo que sigues a la hora de encarar una página.
Adam Hughes: Lo bueno de los medios disponibles hoy en día es que yo en mi propio estudio puedo conseguir el producto ya finalizado y que solo haga falta mandarlo a la imprenta. Hace años yo tenía que acabar las páginas, mandarlas a la editorial, allí coloreaban, hacían las separaciones… Ahora cuando yo coloreo las páginas en mi ordenador puedo separar los planos de color a mano y tener un control artístico completo sobre el resultado final. ¡Es genial! En función de qué me pida el cuerpo para cada tipo de portada y el enfoque que quiera darle puedo usar recursos diferentes.
Lo primero que hago cuando tengo una idea es hacer varios bocetos en pequeño de la portada y mandárselos al editor. Hablamos sobre cuál puede ser la mejor opción. Hay algunos artistas que tienen que concentrase mucho para que se les ocurra que van a dibujar en la portada y le dan muchas vueltas antes de coger el lápiz. En mi caso es al revés. Me gusta pensar que yo rindo más cuando cojo el lápiz y empiezo a abocetar en las esquinas de las páginas y me pongo a dibujar. Suelo decir que mis obras se basan en cometer fallos y corregirlos. Curiosamente, las correcciones suelen ser más ingeniosas que las ideas originales. Así que estas correcciones en casos como “Oh, dios mío, he dibujado dos manos derechas” o “¡Pánico! La cabeza me ha quedado muy grande.” Las soluciones suelen estar mucho mejor que las ideas originales.
Así que lo bueno de los medios digitales y los programas de dibujos digitales es que se pueden hacer estas correcciones de forma fácil. Yo suelo dibujar cabezas muy grandes a mis personajes, es algo que me cuesta evitar. Me doy cuenta cuando acabo la portada y me llama la atención el tamaño de su cabeza. Afortunadamente, y de forma muy fácil consigo cambiar la cabeza y hacerla un poquito más pequeña. Y lo mismo con el coloreado. Eso sí, la parte con la que mejor me lo paso del proceso creativo es la de buscar las referencias. Por ejemplo, en esta portada tengo que dibujar a esta chica enfrente de un árbol particular. Así que me siento, busco en Google las referencias adecuadas sobre el árbol concreto que quiero dibujar… ¡Es como si estuviera en una gran biblioteca!
Sin embargo, hay veces que no es tan fácil como pueda parecer. Hace unos cuantos años hice una portada de Red Sonja. Quise hacer una ilustración en la que Red Sonja apareciera sentada encima de una pila de bárbaros muertos, al estilo de algunas de las portadas más clásicas de Frank Frazetta con Conan como superviviente tras una gran pelea a muerte. Yo quería hacer la portada pero centrada diez segundos después de haber acabado la batalla, con Red Sonja ya descansando y pensando “¡menuda pelea acabamos de tener aquí!”. En principio puede parecer una buena idea para una portada, pero cuando te pones a ello pues te das cuenta de que vas a necesitar algunas referencia para los cuerpos de los barbaros ahí tirados por el suelo. Y claro, dado que todos los modelos que tengo son femeninos por el tipo de dibujo que suelo hacer, no tengo ningún modelo masculino y menos masculino bárbaros, pero necesitaba una buena referencia de tíos tirados por el suelo en poses raras. Y claro, si te pones a buscar referencias en Google con las palabras clave “cuerpos muertos” o “cadáveres”, los resultados os aseguro que no son nada divertidos. Así que tras darle vueltas a cómo buscar esto, me di cuenta que las dos mejores cosas para esto son imágenes de lucha grecorromana o de lucha libre (“wrestling”), en el que siempre hay un tío por el suelo haciendo posturitas con la cara pegada a la lona y cosas de este estilo (Nota del redactor: tendríais que haber visto los gestos de Adam en este momento… ¡un fenómeno!) y, por otro lado, videos de orgias. [Risas] Mi mujer es artista también así que hay momentos en los que los dos estamos haciendo alguna ilustración sobre mujeres y en esos momentos voy donde está trabajando mi mujer y me la encuentro mirando fotos de mujeres desnudas así que la digo “¡¿Pero qué estás haciendo?!” [Risas] En definitiva, así que hay veces que tras cinco o seis horas viendo videos de orgias ya consigues tener la referencia adecuada para el dibujo, aunque claro, llega un momento en el que te sientes enfermo y todo [Risas] y lo único que quieres hacer es ver La Sirenita durante un tiempo. [Risas]
En cualquier caso, esto es un ejemplo más de lo que os decía antes, que para dibujar cómics hay que mirar al mundo real y no solo leer muchos cómics y publicaciones. Hay que observar. Hay que usar los ojos. Y que conste que no es necesario mirar a lo que quieres dibujar, sino que hace falta pensar de forma diferente y buscar otras cosas que te inspiren. No quieres buscar referencias para dibujarlas, sino que buscas referencias que te inspiren a la hora de dibujar.
Zona Negativa: Nuestra última pregunta, ya que sabemos que desde pequeño siempre has sido un ávido lector de cómics, querríamos hacerla sobre tus lecturas de cómics actuales. ¿Lees cómics hoy en día? ¿Cuáles son tus series favoritas?
Adam Hughes: La verdad es que la que más cómics lee últimamente es mi mujer y yo leo lo que va dejando en el baño o cosas así, pero sí que hay cómics que leo religiosamente. El cómic que nunca me pierdo cuando sale y siempre compro es Hellboy. Fui muy feliz cuando se anunció otra miniserie de Hellboy de Mike Mignola. Es una serie imprescindible. Además, también estoy disfrutando muchísimo de Stuart Immonen en All-New X-Men y de Mike Allred en FF. Si tuviera que elegir solo tres, esas serian las series. ¡Altamente recomendables!
Zona Negativa: Perfecto. Con esto hemos acabado. ¡Muchas gracias por todo, Adam! Ha sido un verdadero placer. ¡Qué tengas un buen fin de semana!
Adam Hughes: ¡Gracias a vosotros!
Dios, que camisa me lleva. Es como las que se ponía Chandler Bing en la primera temporada de Friends.
Vale, paso a leer la entrevista.
Pues he de decir que normalmente suelo ser reticente a este tipo de entrevistas con estrellas consagradas, porque rara vez suelen decir algo interesante más allá de «vender» su última obra y decir que todo es maravilloso. Pero tengo que reconocer que esta entrevista me ha encantado, así que os felicito por la misma. No sólo se repasa la trayectoria del amigo Adam si no que el mismo artista transmite una simpatía, campechanía y buen hacer que hace que te caiga bien. Genial sobre todo eso de que siempre procura tratar a los aficionados como cuando él lo era. Nada, encantado con tipos como este, la verdad. Ojalá dibujase más interiores!
Solo otra cosa. ¿A que si Pedro se peinara patrás sería igual que Harry Osborn?
Pues no se nota nada lo que dice que se sintió perdido en su Doc Manhattan, porque hace un trabajo tremendo. De hecho, todos los Before Watchmen, creo, es el único que vale la pena comprar.
Gran entrevista.
Por cierto; me encanta que un dibujante conocido por dibujar tías buenas a mogollón en aptitudes sexys sea un tipo gordo con aspecto desaliñado que, para más inri, trabajó en tiendas de cómics.
Gran entrevista chicos.
Es una pena que sea un dibujante tan lento. Dijo algo sobre su proximo trabajo o tendremos que esperar a la proxima decada para volver a ver un comic dibujado por él?
¡Genial entrevista, pardiez! Kirby, Watchmen, Love & Rockets, Nexus… qué buen gusto demuestra este tío en su formación, ¿no?
Creo que la lectura correcta es «recomiendo los cómics de mis amigos», algo por otro lado muy normal. Yo, de todas maneras, pagaría muy a gusto por una serie totalmente dibujada por Hughes, ya sea de Marvel, DC o de Bruguera, pero si cuatro numeritos de Doctor Manhattan le han llevado un año de agobios… no sé, ¿existen series semestrales?
¿Y por qué no una mini (si tiene que ser de Marvel 😉 de Viuda Negra guionizada por Aaron? Por pedir…
La verdad es que yo lo veo más en DC. El proyecto de Wonder Woman parecía hecho a su medida, pero -si ya está olvidado- preferiría que tratara a Canario Negro, Zatanna, Supergirl o Catwoman (ni me atrevo a pensar en la Legión de Superhéroes) antes que a Hulka, la Viuda Negra, Tormenta o Shanna. Incluso no vería mal que regresara a Gen13, uno de esos placeres culpables que a todos nos mortifican.
Pues que se turne con otro dibujante dentro de una colección si total esta de moda eso!
Aprende de este Land!! Jaja
Hughes también realizo las portadas de la serie de Zatanna, aunque fueran pocas fueron muy jugosas.
Y lo mas cerca que ha estado de hacer lago para Marvel fue el cruce de wildcats con los Xmen, y le salió muy chulo
¡Excelente entrevista y excelente tipo!
Y también me gustaría verlo más a menudo dibujando el interior de los còmics, no sólo portadas. Y es que, más allá de su maravilloso dibujo, este hombre tiene una narrativa de lo más fluido y la expresividad de los rostros que dibuja es alucinante. ¡Que le den algo ya, hombre! ¿No volvía Marvel al formato de novela gráfica para historias especiales? Pues que le encarguen una a Hughes. Con el personaje o grupo que él prefiera. Y como si tarda dos años en acabarla.
> Y lo mas cerca que ha estado de hacer lago para Marvel fue el cruce de wildcats con los Xmen, y le salió muy chulo
Precisamente ese es uno de los trabajos que menos me gusta de él.
> ¿No volvía Marvel al formato de novela gráfica para historias especiales?
Como digo, le veo más en DC, pero a una historia de Spiderwoman con Bendis o del Dr. Extraño (y Clea, Dormammu, etc.) con Ellis tampoco le digo que no… 😉
Cojonudérrima entrevista a un enorme dibujante. Yo recuerdo con especial cariño su trabajo junto a Claremont en Star Trek. Me encantó, y eso que no soy muy de los de la Enterprise.
Primero, muy buena entrevista.
Segunda, que tan cerca habrá estado Adam Hughs de dibujar los comics de Robotech de Comico?
Saludos.
Exelente entrevista, un grandioso trabajo.
Cada ves lamento más no haber podido estar en el salon este año..
Su trabajo en general es sin duda alguna increíble y digno de enmarcar en cuantas paredes sea posible… pero para mi nada como su contribución a sus legendarias portadas del universo gráfico Star Wars (aunque sus trabajos en el TCG también son increíbles valga el detalle) del que bien se sabe el mismo Adam Hughes se autodenomina un aficionado aférrimo a todo lo que tenga que ver con ello 😀
En el último momento no pude al final pasarme por el Salón con una amiga que, literalmente, adora a este artista por encima de todas las cosas… pero vamos, que yo ya tenía, tan solo por un lado, preparadas todas las portadas que realizó para el primer arco argumental de «Star Wars: Legado» para que me las firmará y su posterior enmarcamiento cuando llegara de vuelta a Madrid tipo políptico 🙂
Yo también creo que se muere de ganas de trabajar con Marvel, son los tebeos que leía de pequeño los que más disfruta ahora… «blanco y en botella».
El hecho de verlo más en Dc es porque siempre ha trabajado para ellos, pero el día que Marvel vaya con una buena oferta…
«jorgenexo
ha comentado el 23 abril, 2013 a las 10:05h
Cualquier guionista, dibujante, entintador y/o colorista que trabaje en DC, y más en los tiempos que corren, está desperdiciando su talento.
«Cualquier guionista, dibujante, entindator y/o colorista que haya trabajado en Marvel desde 1985 en adelante ha desperdiciado su talento.
Yo creo que Adam Hughes se aoxido mucho dibuando portadas corrigiendo detalles aqui y alla que perdio la capacidad de dibujar de manera fluida boceteando… Decir que es incapaz de dibujar una mini-serie de Wonder Woman de 6 numeros y que fue un tormento dibujar al Dr. Manhatan unos 4 numeros (con paginas de 3 a 6 paneles), te habla de un dibujante que ha perdido mucho ritmo.
Las tabletas Wacom son muy buenas pero hacen flojo a cualquier dibujante, lastima que el Adam Hughes fluido de la JLA ya no va a volver.