Entrevista a Arthur Adams

En la pasada Héroes Comic Con Madrid, uno de los invitados estrella del festival fue el dibujante Arthur Adams. No ha sido un dibujante dado a permanecer mucho tiempo en las series que ha dibujado, pasando de una a otra a lo largo de sus treinta años de carrera. Pero a pesar de ello, su influencia en los dibujantes siguientes a su generación y el impacto en el fándom que degustaron sus cómics es enorme. Co-creador de Longshot, dibujante de las Guerras Asgardianas mutantes o fundador del sello Legend en Dark Horse, en HCCM tuvimos una oportunidad de charlar unos minutos con esta figura del noveno arte. Con todos ustedes, el gran Arthur Adams.

Pedro Monje: Arthur, tenemos poco tiempo para la entrevista pero no podemos dejar de preguntarte por cómo empezaste leyendo cómics y cuáles eran tus favoritos.

Arthur Adams: Cuando era un chaval, me encantaban películas como Frankenstein o King Kong, así que cuando íbamos a las tiendas de cómics lo que más me llamaba la atención eran los cómics dibujados por monstruos. Así que empecé a leer las historias de monstruos que habían hecho Jack Kirby o Steve Ditko, y un poco más tarde los monstruos como el Hombre-Cosa o la Cosa del Pantano. Me parecían muy interesantes. Y los dinosaurios ya ni te cuento. Como os podréis imaginar, personajes de cómics como Hulk o la Cosa, que en el fondo también eran monstruos, se convirtieron en mis favoritos. No eran solo superhéroes. A partir de ellos descubrí a Spiderman y a todos los demás.

P.M.: Desde el punto de vista artístico, ¿Cuáles dirías que son tus mayores influencias?

A.A.: Las influencias que detecto más a menudo en mi trabajo son las de gente como Michael Golden, Walter Simonson y Barry Windsor-Smith, pero eso no quiere decir que sean los únicos. El propio Kirby, por ejemplo. O Ditko, Gil Kane… Hay muchísimos. Pero los tres primeros sin duda, sobre todo Michael Golden. Posiblemente si no hubiera encontrado comics suyos, yo no hubiese acabado dibujando cómics y habría optado por una carrera más centrada en las películas o producciones con monstruos y dinosaurios por todos los lados. Y al final prefiero que sea así, porque al fin y al cabo en una película los responsables del apartado visual siempre son más de cien personas, pero en los cómics es solo uno. Así puedo tener toda la atención para mí [Risas].

P.M.:¿Recuerdas el momento en el que entraste por fin en mercado profesional?

A.A.: Uy si, lo recuerdo perfectamente. Era 1983, muy al principio. Había estado enviando muestras y páginas de mi trabajo a Marvel y DC durante poco más de un año. Acababa de enviar una nueva con Hulka y Spiderman peleando juntos con un monstruo ambientado en el restaurante de pizza donde solía trabajar por aquel entonces. Afortunadamente para mí, a Ann Nocenti le gustó. Era una editora en Marvel Comics y llevaba tiempo con una idea en la cabeza para un personaje nuevo que se le había ocurrido: Longshot. Se lo había ofrecido a todos los dibujantes en plantilla de Marvel por aquel entonces y todos y cada uno de ellos habían rechazado el trabajo diciéndola que era una historia muy extraña. Así que cuando vio mi muestras, pensó en que quizá yo podría hacerlo. Como sabía que quería hacer cómics como fuera, sabía que yo no iba a rechazarle así que iba a aceptar lo que fuera. Como si eran los Transformers o G.I.Joe [Risas]. Afortunadamente para mí la editora de esta serie iba a ser Louise Simonson, que justo en aquel momento decidió que no quería ser una editora en plantilla sino que iba a ser una editora freelance. ¿Qué significaba eso? Que no le iban a preocupar las fechas de entrega, sino solo se iba a preocupar porque los cómics fueran buenos. Así que me dieron más trabajo, lo cual me vino genial porque dudo que hubiese podido sacar estos seis números en seis meses. Tardé dos años en hacerlos, porque tuve que aprender según los hacía. No tenía que preocuparme por pagar el apartamento, porque vivía con mis padres todavía cuando tenía 19 años, así que todo cuadró muy bien y el resultado sigue gustando hoy en día.

P.M.: De ahí hiciste algunas colaboraciones con Chris Claremont en X-Men y…

A.A.: Si, si. Pero eso fue precisamente porque Ann Nocenti se convirtió en la editora de X-Men y le sugirió mi nombre a Claremont. Le parecí bueno y acabé dibujando la serie más popular de Marvel. Chris tenía muchas ideas en la cabeza y todas ellas suponían un reto. Yo también quería aportar muchas cosas en las páginas, y así lo hacía. Chris se daba cuenta de todas ellas y le parecían siempre geniales, pero como vio que podía incluir muchos detalles me mandaba el doble de cosas para intentar encajarlas [Risas].

P.M.:¿Cuántas veces te han pedido los aficionados en las convenciones o en las comissions que les dibujes a aquella Tormenta asgardiana?

A.A.: Pues es curioso, porque ha sido una cosa relativamente reciente, de los últimos cinco o diez años. Hasta entonces siempre me pedían a héroes más típicos como Lobezno y compañía. De todas formas es muy curioso porque apenas sale en la historia. Me suelen preguntar cómo se nos ocurrió pero la verdad es que fue todo sin pensar, porque apenas sale en tres o cuatro páginas. Pero se ha vuelto muy popular [Risas]. Y es muy difícil de dibujar, porque el traje cuesta mucho, así que no siempre digo que sí. Aquí en Héroes Comic Con Madrid lo he hecho una vez, pero lleva su tiempo.

P.M.: También hiciste algunos números de X-Factor en aquellos años, además en un arco argumental repleto de monstruos [Risas].

A.A.: Estaban escritos por Louise Simonson. Walter había sido el dibujante de la serie durante mucho tiempo, pero se fue a hacer los Cuatro Fantásticos. Así que me llamaron a mí para este arco argumental. Le di demasiadas vueltas e hice muchos diseños de los monstruos, y creo que algunos no me quedaron nada bien. Me quise inspirar en la mitología indía y de Alaska. Tuve bastantes problemas con Marvel con aquella saga, porque no había manera de que me pagaran el primer número y encima me decían que íbamos con mucho retraso con la segunda parte. Yo les dejé bien claro que hasta que no me pagaran el primero no iba a mover ni un dedo. Aquí sí que tenía que pagarme mi propio apartamento y me lo prometían todos los días pero no había manera. De hecho, por eso no hice la portada de uno de los dos números, y es que ya no había tiempo. La hizo Walter Simonson, que le quedó mucho mejor [Risas].

P.M.: Hablando de Walter, con él hiciste otro arco argumental en los Cuatro Fantásticos. Aquellos Nuevos Cuatro Fantásticos. Y también con monstruos [Risas].

A.A.: [Risas] Eso es, siempre con monstruos gigantes. No tengo remedio. Estos números fueron divertidos. Me llamó porque llevaba bastante retraso con las fechas de entrega y necesitaba que le echaran una mano. Es curioso que me lo pidiera a mí, porque yo soy aún más lento que él [Risas]. De todas formas, la verdad es que en toda mi carrera nunca he llegado tarde a una fecha de entrega, pero he estado a punto muchísimas veces [Risas]. Acabar el primer número me llevó cinco semanas. El segundo lo hice en cuatro semanas, justo a tiempo. El tercero lo hice en tres semanas. Así que por una vez me convertí en un dibujante de cómics profesional.

P.M.: En todos estos años, ¿qué series o personajes te hubiera gustado hacer de todos los que no has hecho? Porque por ejemplo, para DC apenas has trabajado…

A.A.: Si, es cierto. Pero si lo piensas, en DC no he hecho mucho pero sí que he hecho portadas para ellos y ahí es donde he podido dibujar a casi todos sus héroes principales, desde Superman y Batman hasta Plastic Man y Hawkgirl. Creo que no he hecho a Green Arrow, pero ese es justo un personaje que no me gusta nada así que no me importa [Risas].

P.M.: Entre tus colaboraciones más recientes, ya en este siglo, destacan algunos números de Hulk con Jeph Loeb, que tenían a la trinidad DC camuflada en héroes Marvel.

A.A.: Si, si. Esos son de los cómics más divertidos que he hecho en toda mi carrera. Me hubiera gustado continuar haciendo de esos, sin ninguna duda. Frank Cho hizo los back-ups de aquella saga. Fueron buenos cómics. De hecho, es la única vez en los últimos quince años que he colaborado con un entintador (Walden Wong) y lo hice porque estaba seguro que iba a hacer un buen trabajo. Por lo demás, suelo hacerlo todo yo mismo. Con otros nunca tengo la sensación de que el trabajo esté acabado. Con Welden siempre recibía las páginas de vuelta y podía añadir lo que yo creía que fuera necesario. Fue una muy buena colaboración.

Con Jeph Loeb también hice el relanzamiento de los mutantes en la línea Ultimate. Fueron solo cinco números, que es lo máximo que he estado en una serie en muchísimo tiempo. Le dije a Marvel a y Jeph que lo haría, porque tenía pinta que iba a ser muy divertido. Era un momento en el que Joyce y yo íbamos a ser padres y necesitábamos el dinero. Lo gracioso de todo esto es que por aquel entonces Frank Cho iba a dibujar el relanzamiento de Los Vengadores y mi mujer Joyce le llamó a Jeph para gritarle y decirle que le parecía injusto que Frank pudiera dibujar a Los Vengadores dibujando dragones y yo tuviera que dibujar adolescentes en el instituto [Risas].

P.M.: Última pregunta. ¿Te ves a ti mismo como una influencia en otros dibujantes? Porque yo podría mencionar a unos cuantos…

A.A.: Si, obviamente no de forma consciente. Nunca he dibujado para que esto ocurriera, pero sí que me señalan continuamente a dibujantes que tienen cierta influencia de mi trabajo. De los más recientes puedo mencionar a Nick Bradshaw, que me parece un tipo que hace un muy buen dibujo. Yo no veo del todo la influencia. Además él dibuja muy rápido, así que en eso sí que no se parece en nada a mí. Si quiere parecerse, tiene que dibujar muuuucho más lento [Risas].

P.M.: [Risas] Muchas gracias por tu tiempo, Arthur. Todo un placer.