David Chester Gibbons (Londres, Inglaterra, 14 de Abril de 1949) descubrió a Superman a los siete años de edad y, desde entonces, quedó absolutamente prendado de la magia y el romanticismo de los cómics, tanto británicos como americanos. Creció rodeado de publicaciones de Wally Wood, Will Elder, Frank Bellamy, Jack Kirby o Will Eisner, mientras su espíritu auto-didacta le impulsaba a emular a aquellas deidades artísticas que el admiraba, produciendo de esta forma sus primeras tiras de humor o historias cortas para fanzines de la época como Rock & Roll Madness. Cuando era todavía un mozo con veinte años cumplidos empezó, poco a poco, a hacerse un nombre en el mercado de cómic británico rotulando algunos cómics de humor. En 1975 conoció y trabajó junto a Brian Bolland en la obra Powerman orientada al mercado nigeriano. Puede parecer poco visto desde la perspectiva actual, pero aquello significó un punto de inflexión para Dave Gibbons quien abandonó su otro trabajo por aquel entonces (era topógrafo) y se dedicó en cuerpo y alma al noveno arte, una vocación en la que ha estado presente durante los siguientes treinta y cinco años de su vida.
Con la llegada de 2000 AD se abría una nueva era de cómics en Gran Bretaña, y Dave Gibbons estuvo allí desde el principio, colaborando con la famosa antología británica por excelencia. Ilustró y guionizó historias para Harlem Heroes, Dan Dare, Ro-Busters, Rogue Trooper, Judge Dredd y muchas más a la vez que su reputación y profesionalismo iban en aumento, hasta llamar la atención de Marvel UK, donde acabó encargándose de la serie de Doctor Who durante varios años consecutivos. Su saltó al mercado de cómic USA se produjo en 1982, como abanderado de una nueva generación de artistas británicos que estaban a punto de cambiar el cómic tal y como se conocía. Si bien su primer trabajo fue para Marvel (aunque se publicaría más tarde), despuntó en Green Lantern junto a Len Wein, en el ya clásico Para el hombre que lo tiene todo junto a Alan Moore (y con Julius Schwartz como editor) o, por supuesto, en Watchmen , nuevamente al lado de Alan Moore, obra a la que quedaría asociado para la posterioridad. En esta maxiserie de doce partes proyectaría su bagaje artístico británico tanto en la construcción y composición made in 2000 AD como en la narrativa y atmósfera, cosechando premios y alabanzas por doquier.
Pero el mundo no se detuvo en Watchmen, y con el paso de los años Dave Gibbons probaría otras experiencias, esta vez desde el prisma del guionista, donde firmó trabajos con algunos de los ídolos de su infancia como World’s Finest (junto a Steve Rude), Superman: Kal (junto a Jose Luis Garcia-Lopez), Captain América (con Lee Weeks) DC’s Just Imagine: Green Lantern (al dibujo junto a Stan Lee) o Martha Washington goes to war (al dibujo junto a Frank Miller) y algunos especiales más (Batman Vs. Depredador, junto a Andy Kubert). Su regreso al cómic mainstream fue una vez más de la mano de Green Lantern (Rann/Thanagar War aparte), ya que fue el encargado de relanzar el nuevo volumen de los Green Lantern Corps con mucho éxito, mezclando unas personalidades perfectas con un regreso a la gloria de la mitología Green Lantern. Desde entonces, su ambicioso proyecto The Originals y el reciente Secret Service junto a Mark Millar han sido sus proyectos más destacados.
De muchos de estos temas y otros tantos hemos hablando con Dave Gibbons, en una entrevista concedida en exclusiva a Zona Negativa gracias a la colaboración de ECC Ediciones, quien acaba de reeditar Watchmen en nuestro país y para la ocasión tuvo a bien traer al autor londinense a nuestro país para promocionar la obra.
La siguiente entrevista ha sido preparada por Pedro Monje y Jordi T. Pardo y realizada por este último con la destacada ayuda en calidad de intérprete y en tareas de transcripción y traducción de nuestra colaboradora externa Jennifer Camacho, traductora licenciada y blogger a seguir en Cuentistas y demás Adictos. Tras dar las gracias como se merece tanto a Dave Gibbons por su amabilidad, simpatía y cercanía como a ECC Ediciones y nuestra colaboradora Jennifer Camacho por su ayuda y predisposición, os dejamos con el resultado de esta entrevista, que esperemos sea de vuestro agrado e interés.
Entrevista con Dave Gibbons
Zona Negativa-. Nos gustaría hablar brevemente sobre los cómics que solías leer de pequeño, tanto británicos como norteamericanos. ¿Qué era lo que más te gustaba entonces?
Dave Gibbons-. Un poco de todo, tanto cómics ingleses como americanos. Me encantaban Superman, Batman, Superboy. Era el tipo de cómics de superhéroes que los jóvenes teníamos a mano por aquella época. Hasta que a finales de los 50 se empezaron a importar cómics directamente de los Estados Unidos. Evidentemente me encantaban los personajes de Marvel: Los 4 fantásticos, Spider-man… Supongo que leía lo que leía todo el mundo. También me gustaban mucho los cómics británicos. En particular Dan Dare, un héroe del espacio. Tenía unos colores preciosos, una auténtica maravilla. Salía todos los viernes y yo lo esperaba con toda la ilusión. Muchos de los cómics británicos los dibujaban artistas españoles e italianos, así que estábamos expuestos a muchos dibujantes europeos. También me gustaban los cómics de la revista Mad. Era lo que me atraía entonces.
ZN-. Háblanos del mercado del cómic británico. ¿Qué tipo de publicaciones estaban a tu alcance en aquellos tiempos? ¿Lo tenías fácil para conseguir tus cómics?
Dave Gibbons.- Pues lo cierto es que no. Parte de la diversión, de la aventura, era intentar conseguir cómics. Porque sólo los enviaban a Inglaterra como una especie de compensación de la carga de los barcos, para llenar su capacidad. Así que aparecían de forma irregular y, por ejemplo, conseguir el número diez de un título, no significaba que necesariamente fueras a conseguir el once. Tenía un amigo al que también le gustaban mucho los cómics y hacíamos un recorrido en bici por las tiendas que los vendían. Siempre intentaba ir el día en que recibían los cómics, y ser el primero en llegar. Acabamos conociendo bien a los vendedores. Uno incluso nos dejaba abrir el paquete de cómics; lo reservaba hasta que llegáramos y nosotros mismos cortábamos la cuerda del paquete. Entonces sólo llegaba un ejemplar de cada número. Conseguías el número de Flash o Green Lantern que querías y era como ¡guau! Tengo Green Lantern. Con el tiempo, mi amigo acabó perdiendo el interés por los cómics, y yo heredé su colección. Pero eso era parte de la aventura. No como ahora que sabes que todo acaba saliendo y que te va a estar esperando en las tiendas. Por aquel entonces, era como una especie de búsqueda del tesoro muy emocionante.
ZN.- ¿Cuáles consideras que han sido tus influencias y autores favoritos a lo largo de tu carrera?
Dave Gibbons.- Autores como Jack Kirby, quien dibujó algunos de los primeros cómics a los que me enganché de verdad. En especial el cómic Race for the Moon y una historia en particular sobre un astronauta atado a un asteroide flotando en el espacio. Y precisamente hace dos semanas encontré el material gráfico original de aquella historia. Me parece increíble que después de tanto tiempo pudiera conseguirse. Lo encontré por casualidad, después de vender algunas cosas mías. Tuve la oportunidad de intercambiar mi trabajo por ese material. Así que Jack Kirby fue una gran influencia. Y también me encantaba Wally Wood, lo que hacía para Mad y DC. Me gustaba Flash. Eso en América. Y en Inglaterra, me encantaba Frank Hampson con Dan Dare. Y Frank Bellamy que dibujaba mucho para Eagle. También me fascinaba un artista cuyo nombre no descubrí hasta décadas más tarde. Un artista italiano que se llamaba Gino D’Antonio y que hacía muchos cómics bélicos. Fantástico, un artista maravilloso. No muchos lo conocen. Pero uno de los mejores y una influencia sin duda.
ZN.- Por lo que hemos descubierto, antes de dedicarte por completo al mundo de los cómics estuviste trabajando como topógrafo en España. ¿Cuándo te diste cuenta que podías vivir de los cómics?
Dave Gibbons.- Bueno, solo estuve viviendo en España un par de meses cuando era joven, matando el tiempo más bien. Pero eso me descubrió el mundo de los cómics europeos. Artistas como Esteban Maroto estaban haciendo cosas entonces. O como Jesús Blasco. Era interesante estar ahí mientras se publicaba este material. Y empecé a trabajar en fanzines, lo que era genial, poder ver tu trabajo impreso. Al poco me llamó un agente de Bardon Press pues tenían oficinas en Barcelona y Londres y me puse a dibujar para ellos, de ahí empecé a tener encargos con bastante frecuencia.
ZN.- Uno de tus primeros trabajos fue de lo más inusual. Fue un proyecto titulado Powerman, que realizaste junto a Brian Bolland… ¡para el mercado de cómics de Nigeria! ¿Cómo conociste a Brian Bolland y cómo surgió este proyecto?
Dave Gibbons.- Conocí a Brian Bolland en 1972 en unas conferencias sobre cómics en el hotel Beverley de Londres. De hecho, allí fue donde conocí a mucha gente. Fue de los primeros congresos que sirvieron para dar publicidad a los cómics. Me encontré con Brian Bolland y otro artista que se llama Angus McKay, con el que todavía colaboro. Trabaja el color de una forma espectacular. Se encargó del color en Martha Washington goes to war, en todo lo que hice para Star Wars y en Secret Service. En ese momento me encontré con Brian y nos hicimos amigos. Teníamos la misma edad y los mismos intereses en cómics. Así de simple.
ZN.- La historia del cómic británico es difícil de entender y analizar sin la presencia de 2000 AD y tú estuviste presente desde sus comienzos en 1977. ¿Cómo recuerdas empezar a trabajar en 2000 AD? ¿Qué recuerdos tienes de aquella época?
Dave Gibbons.- 2000 AD fue algo muy importante para los cómics británicos. Todo lo demás aparte, es increíble que se siga publicando tras treinta años. Eso es algo que no suele pasar en el mundo de los cómics. Y era absolutamente una pasada en la época. Una de las cosas que consiguió fue reunir a todo el mundo: a mí, Brian Bolland, Mick McMahon, Kevin O’Neill…, los que habíamos crecido leyendo cómics. A los que queríamos hacer cómics. Hasta entonces, muchos de los que se dedicaban a ello no lo hacían por vocación. Querían ser ilustradores de revista, o escritores, o editores de una publicación seria, sobre jardinería, por ponerte un ejemplo. Fuimos la primera generación que quiso dedicarse a los cómics de manera consciente. Y además, 2000 AD iba sobre ciencia ficción, sobre algo más grande que la existencia, y tenía humor. Para nosotros, trabajar en esa revista era estar haciendo lo correcto en ese momento. Y el ambiente era el ideal. Ya sabes, teníamos el sentimiento de pertenecer a una gran pandilla. Así que fue una influencia fundamental para muchos de nosotros.
ZN.- En 2000 AD te encargaste de historias como Harlem Heroes, Dan Dare, Ro-Busters, Rogue Trooper o incluso algún episodio de Judge Dredd. ¿Cuáles de ellas se convirtieron en tus favoritas?
Dave Gibbons.- Es curioso, pero en 2000 AD, las historias más cortas se convirtieron en mis series favoritas. Trabajé en Future Shocks y Time Twisters. Disfruté mucho trabajando en Harlem Heroes. Era emocionante dibujar a Dan Dare porque me encantaba de pequeño. Aunque no era de hecho el mismo Dan Dare. Y luego fui el co-creador de Rogue Trooper, que aún sigue publicándose. Estuvo genial que me dejasen hacer algo así. Parece que hayan pasado siglos, pero desde luego lo que más disfrutaba eran las historias cortas, porque cada una aportaba algo nuevo, parecía que estuvieras haciendo algo distinto. Y muchos de los guionistas más conocidos hoy, como ejemplo notable ahí está Alan Moore, empezaron así. Lo primero que hice con Alan Moore fue una historia corta para Future Shocks. Fue algo bastante especial.
ZN.- ¿Y fue así como conociste a Alan Moore?
Dave Gibbons.- Conocí a Alan en unas conferencias en 1980, antes de que irrumpiera de lleno en el mundo del cómic. Había hecho cómics underground y fanzines. Coincidimos en aquel congreso años antes de trabajar juntos. Pero cuando llegó el momento de hacerlo, ya nos conocíamos bastante bien.
ZN.- ¿Qué diferencias encuentras entre trabajar para el mercado británico de entonces en comparación al de hoy en día?
Dave Gibbons.- Creo que la diferencia es que había más cómics. Y como he dicho, con 2000 AD había más historias cortas donde la gente nueva tenía la oportunidad de estrenarse. Es muy difícil hacerse un hueco en la actualidad, pues hay menos cómics y muchos artistas buenos trabajando y es muy complicado que te fichen para un cómic. Las antologías son las que suelen tener espacio para la gente nueva. Ahora cualquier número, de lo que sea, tiene que hacer dinero. Si probaran a alguien nuevo, podría resultar una desventaja. Pero con 2000 AD, por ejemplo, si una historia de Future Shocks no era muy buena, el número vendía igualmente porque tenías a Judge Dredd. Era una escena distinta. Éramos jóvenes. Sabíamos lo que estábamos haciendo, teníamos la oportunidad. Y además el entusiasmo. Creo que es una de las cosas que ha permitido que 2000 AD siga publicándose: generación tras generación, surge gente nueva que aporta algo nuevo y distinto. Es lo bueno de 2000 AD: está siempre en constante cambio, siempre renovándose.
ZN.- Tu trabajo en 2000 AD te sirvió para llamar la atención de Marvel UK, donde dibujaste la serie de Doctor Who durante casi setenta números consecutivos. No queremos dejar pasar la oportunidad de preguntarte sobre la importancia que tiene para ti Doctor Who tanto en tu carrera profesional como en tus hobbies personales.
Dave Gibbons.- Bueno, al principio cuando salió, me encantaba Doctor Who. Recuerdo ver el primer episodio y quedarme totalmente aterrorizado. Era muy estridente y siniestro. En blanco y negro. A ver, no me escondí tras el sofá, pero era algo muy raro. Así que para mí el Doctor siempre será el primer Doctor Who, William Hartnell. Un hombre mayor de pelo largo y blanco. De alguna manera, era fan de Doctor Who. Principalmente porque no daban nada parecido en la tele. Pero cuando llegué a dibujarlo, ya no seguía la serie. A mí me tocó dibujar a Tom Baker. Creo que era el cuarto o quinto doctor, no lo sé con seguridad. Era una persona muy interesante de dibujar porque tenía cierta extravagancia. Era muy distintivo, lo que hacía que fuera fácil conseguir la similitud. Y las historias me gustaban porque eran de ciencia ficción, había humor; como en Future Shocks, cada pocos números siempre había algo nuevo.
Hay una anécdota curiosa: yo consideraba que los mejores guionistas de 2000 AD eran Pat Mills y John Wagner, pero nunca había tenido la oportunidad de trabajar con ellos. Cuando me propusieron lo de Doctor Who, me enteré de que habían intentado escribir algo para la serie de televisión y los habían rechazado. Sin embargo, tenían historias que funcionaban e imaginé que les gustaría venderlas. Así que me puse en contacto con ellos y les comenté lo del cómic, y a Marvel UK les encantó la idea porque sabían que se llevaban a los mejores de 2000 AD. Dos escritores sublimes trabajando para ellos. Así que fue un gran acierto. Fue una época muy emocionante. Y escribieron historias que me pasé pipa dibujando. También tuvimos guiones de Steve Moore, al que conocía desde hace muchos años.
Fue muy divertido hacer Doctor Who. Cuando pasaron al siguiente Doctor Who, Peter Davison, tuve algunos problemas. Porque no tenía fotos en las que basar el dibujo. Y era una persona muy neutra: el pelo claro, la piel pálida, ropas claras… Eso me dio problemas. Fui hasta la BBC y le hice algunas fotos. Así conseguí tener una referencia. Me lo pasé muy bien en Doctor Who. Aunque no fuera su mayor fan, el concepto me seguía gustando.
ZN.- El siguiente paso en tu carrera fue aterrizar en Estados Unidos, junto con otros autores británicos de la época como Alan Moore o Brian Bolland en lo que pronto se iba a convertir en un desembarco de talentos británicos que gobernarían el mercado durante las dos siguientes décadas. ¿Cómo surgió la oportunidad de trabajar en el mercado de cómics USA? ¿Trabajar en Estados Unidos fue un sueño hecho realidad?
Dave Gibbons.- Fui a Estados Unidos en los 70 para intentar conseguir trabajo, pero DC me rechazó. Marvel no es que me dijera que no del todo, pero esperé demasiado tiempo a que me contactaran. Supuestamente tendría que haber atendido una llamada de teléfono el día de mi partida. Pero con las pruebas que había hecho allí, conseguí trabajo en Inglaterra y luego, sorprendentemente, a principios de los 80 DC vino al Reino Unido en busca de artistas. No teníamos que dar el paso y decirles: ¿podría trabajar para ustedes? Sino que te preguntaban si tú querías trabajar para ellos. Ofrecían más dinero, primas por reimpresión, incluso te daban la mesa de trabajo que ibas a utilizar. Y luego te la podías quedar. Fue una de esas oportunidades que no se pueden dejar escapar y así empecé a trabajar para ellos. Por supuesto que fue un sueño hecho realidad porque de niño lo que siempre había querido hacer eran cómics de superhéroes. Y la simple idea de poder trabajar para DC siendo inglés parecía imposible. Así que sí, fue un sueño hecho realidad.
ZN.- ¿Era muy distinto el trabajo para el mercado estadounidense respecto a lo que habías hecho hasta entonces en el Reino Unido?
Dave Gibbons.- Bueno sí, en aquellos tiempos, era mucho más complicado logísticamente hablando. No teníamos email, trabajábamos mediante fax. Todo se hacía por correo tradicional o fax. Además, era muy complicado llamar, la llamada a Estados Unidos salía muy cara. Y te tenías que acostumbrar a la diferencia horaria. A tratar con personas que no conocías. En el mercado británico se conocía todo el mundo, era algo muy informal. Pero yo me las tenía que ver con personas que no había tratado. Eran muy amables y serviciales, pero también estaban todas esas diferencias culturales. Además no empezamos con muy bien pie porque querían que dibujase Star Trek, habían comprado los derechos para el cómic. Creían que podía dibujar ciencia ficción siguiendo un modelo porque ya lo había hecho en Doctor Who. Querían que me pusiera con Star Trek pero yo no quería. No quería seguir un modelo cada vez que dibujase el mando de la Enterprise. Así que me encargaron material complementario. Me resultaba muy extraño que me quisieran contratar. Al final fue como, vale, Dave, te vamos a dar algunas historias complementarias. Y si lo haces bien, entonces quizá te daremos una serie regular. Yo sentía que todo iba a salir mal. Pero hice algunas historias suplementarias para Green Lantern Corps y les gustaron de verdad. Así que me ofrecieron la historia principal de Green Lantern y fue como alcanzar mi sueño de cuando era niño, porque Green Lantern era de aquellos comics que solía comprar todos los meses.
ZN.- ¿Cómo fue la experiencia de dibujar esos complementos de Green Lantern Corps?
Dave Gibbons.- Estuvo muy bien. Disfruté los años trabajados en Green Lantern. Experimentar lo que suponía ser un artista para DC. Tenía grandes motivaciones. Era un fan del cómic, todavía lo soy. Y como fan, hay ciertas cosas que me encantaría dibujar. Como dibujar historias de superhéroes para DC durante años, ser un poco como Gil Kane. Imagínate: ¿trabajar con Stan Lee? ¡Fabuloso! ¿O con Will Eisner? ¡Genial! Años más tarde volví a Green Lantern Corps en calidad de escritor, para ver qué se sentía siendo guionista de DC. Pero cómo no iba a gustarme trabajar en algo así. Estoy muy orgulloso de lo que hice en aquella época. Y las historias eran bastante buenas. Me hubiera gustado que fueran más de ciencia ficción. Eran un poco mundanas, pero fue una gran experiencia. Y mi trabajo ganó en visibilidad, le demostró a DC que me podían confiar una entrega mensual. Así que cuando nos pusimos con Watchmen, siguieron confiando en mí. Qué ingenuos.
ZN.- ¿Y cómo fue en ese regreso colaborar con Geoff Johns? ¿Qué opinión tienes de él?
Dave Gibbons.- Es un hombre muy creativo, con un gran talento. Y un grandísimo colaborador. Solíamos hablar largo y tendido por teléfono sobre lo que íbamos hacer con Green Lantern. Me animaba mucho. Yo ya había escrito alguna cosilla en alguna ocasión, pero el guión de un cómic mensual era algo totalmente nuevo para mí. Me ayudó muchísimo con el ritmo de la historia y el enfoque. Creo que Geoff Johns le da a las cosas un toque muy especial.
ZN.- Se ha hablado mucho del desembarco británico en Estados Unidos en los años ochenta y todo lo que supuso para el mundo el cómic estadounidense pero, ¿por qué crees que los autores ingleses de esa época fueron los abanderados de esa sorprendente revolución de ideas, conceptos y personajes? ¿Qué sabían hacer ellos que no tenían en cuenta el resto de autores estadounidenses u europeos?
Dave Gibbons.- Creo que el hecho de hablar inglés era una facilidad, y además, a los americanos les gusta la gente que habla inglés. Comparto la teoría que tiene un artista americano amigo mío, que dijo, pues es una persona muy cínica, que lo que verdaderamente estaban haciendo era contratar mano de obra barata, compuesta por esquiroles, por si el artista americano se unía al sindicato y se ponía en huelga. Así siempre quedarían los ingleses. No estaban enterados de que siempre que había algún conflicto en el mundo del cómic en Estados Unidos, había un británico de por medio. Pero por otra parte, creo que consideraron que comprendíamos a los personajes americanos, aunque no estuviéramos muy familiarizados con el enfoque que ellos les daban. Lo que sí podíamos hacer era darles uno nuevo, darles a los personajes un lavado de imagen y hacerlos avanzar, hacerlos más interesantes. Y además como éramos ajenos a la cultura americana, teníamos una percepción más analítica, novedosa.
La primera vez que estuve en Nueva York lo que realmente me fascinó no fue la Estatua de la Libertad o el Empire State Building, sino esas enormes escaleras de metal para escapar de los incendios. Y esos gigantes tanques de agua en carreteras y grandes rascacielos, por los que Spider-man se había descolgado durante décadas. Para nosotros los ingleses, la magia de América se encontraba en las cosas cotidianas. Lo que era mundano para los americanos, de lo que apenas se percataban. Cómo se iban a volver locos con un tanque de agua. Aportamos ese interés por el detalle. Y también por el debate político. Los estadounidenses básicamente respetan a las autoridades. Nosotros no, somos bastante cínicos. Hay una cosa bastante fea que se dice sobre los ingleses: si un pobre americano ve un cochazo, pensará: ¡Guau! Me encantaría tener uno igual. Pero un inglés pobre optaría por rayarlo. Aunque no es del todo cierto porque es un ejemplo extremo, pero sí es verdad que tenemos esa cierta pose desdeñosa, como de estar poco impresionados.
ZN.- En nuestro país la semana que viene se estrena El Hombre de Acero, la nueva película de Superman dirigida por Zack Snyder. Tú colaboraste con Alan Moore en una de las historias más definitivas y bonitas jamás publicadas sobre el personaje: Para el hombre que lo tiene todo.
Dave Gibbons.- Asistimos al estreno británico el miércoles. Me encantó, la película está genial. Sobre Superman se han escrito cientos de historias, así que la película recibe influencias de todo tipo. Me encantó especialmente que hubiera una escena en la que el General Zod provoca a Superman de una forma muy similar a como lo hace en nuestro cómic. En nuestra historia los ojos le arden, y eso también está incluido en la película. Y también hay muchas hostias, cuerpos que atraviesan paredes de un solo golpe, etc. Me gustaría pensar que hemos sido una influencia en ese sentido. Qué te voy a decir, soy un fan de Superman y quedé alucinado con la película.
ZN.- Tenemos entendido que Para el hombre que lo tiene todo fue un proyecto que surgió como una petición hacia ti por parte del editor Julius Schwartz. ¿Puedes contarnos cómo surgió este proyecto? ¿Qué tal fue la experiencia de trabajar con Julius Schwartz?
Dave Gibbons.- Bueno, trabajar con Julius era otro aliciente. Siempre me había encantado Superman. Y el proyecto nació cuando DC me envió por primera vez a una serie de conferencias en Chicago en el año 1994. En el que viví mis veinte minutos dorados. Me encontré con Dick Giordano y le comenté que Alan estaba trabajando en un proyecto con personajes de la Charlton y que me gustaría dibujarlo y DC me dijo: «Ah, vale, hazlo. ¿Qué le parece a Alan?» Les dije que él quería que yo lo dibujase y me dijeron que vale, que el proyecto era mío. Y así nació Watchmen. Y justo después me encontré con Julius Schwartz y me dijo: «Oye, Dave, ¿me dibujarías algo de Superman?» Yo le dije que cuando él quisiera, que quién iba a hacer el guión. Y entonces me preguntó que quién le gustaría que lo hiciera. Le sugerí a Alan Moore. Y él me dijo: «¡Venga va, pues arréglalo!» Entonces en Nueva York coincidí con Alan y se le propuse si quería encargarse de lo de Superman, que era algo que de hecho habíamos hablado en alguna ocasión. Y me dijo que ya tenía una idea lista para el guión. De alguna forma, mientras hicimos Superman fuimos creando a los personajes y el universo de Watchmen. Fue un entrenamiento positivo. Lo bueno es que era una historia de Superman larga y finita, en la que pudimos incluir todo lo que nos gustaba del personaje, todo lo que queríamos. Más tarde Alan escribiría otras historias de Superman que son clásicas, dibujadas por un artista habitual de Superman, Curt Swan. Pero nuestro proyecto fue fantástico.
ZN.- Toca hablar de Watchmen, la obra que se reedita este mes en nuestro país. En esta obra ofreciste un diseño de páginas en cuanto a la distribución de las viñetas con una genética más británica que americana, algo a lo que allí no estaban muy acostumbrados. ¿Qué te llevó a tomar esa decisión?
Dave Gibbons.- Lo que quería es que Watchmen no se pareciera a ningún otro cómic. No se trataba de hacer otro cómic más de superhéroes, no hubiera tenido sentido. El estilo de aquella época era muy parecido al actual, con planos muy llamativos y con mucho impacto, donde había una imagen principal rodeada de otras más pequeñas. Desde mi punto de vista es un estilo que no hubiera narrado tan bien la historia comparado al estilo más tradicional. Y como Watchmen iba a ser una historia tan compleja, para mí era crucial optar por un estilo muy directo, que fuera fácil de seguir. Así que le propuse a Alan una cuadrícula de nueve viñetas. Le gustó la idea y, de hecho, le dibujé una página para que viera cómo iba a quedar, que era algo distinto, muy interesante. Más cercano al comic europeo, al Spider-man de Steve Ditko o a los antiguos comics de Mad. Además, era una opción que le ofrecía un gran control, pues así sabía que si una página tenía siete viñetas, siempre le quedarían dos extra para decidir qué poner dónde.
Era una técnica que le daba mucho control. Y como era un argumento tan complicado de dibujar, era un problema menos en el que pensar. Lo único que tenía que hacer era la cuadrícula con una regla y listos. No tenía que pensar qué ángulo poner, qué imagen central, etc. Era simple: contabas la historia de forma directa, dibujabas en viñetas definidas. Un poco como cuando ves la tele en casa y hay todo ese follón de fondo: los muebles, los libros, las mascotas, el marido… Pero una vez te concentras en la escena, te olvidas de lo demás, la acción pasa ahí dentro. Y mi teoría es que este formato te impedía distraerte con los alrededores, te concentrabas en una forma constante, la imagen era un área estable ¿Tiene sentido lo que acabo de decir? Además, cuando íbamos llegando al final, y queríamos meter algo espectacular, usábamos menos viñetas. Lo que era una forma de hacerlo grande, de reservar el impacto final.
ZN.- En un primer momento Watchmen iba a estar protagonizada por los antiguos personajes de Charlton Comics que habían sido adquiridos por DC Comics en 1983 pero finalmente la idea fue desechada por la editorial cuando vosotros ya habíais trabajado con ellos en el desarrollo previo de la historia. ¿Fue muy difícil readaptar el concepto con unos personajes de nuevo cuño?
Dave Gibbons.- Bueno, la verdad es que no, porque los personajes de Charlton que íbamos a usar eran bastante de segunda fila, simples secundarios. Lo que teníamos preparado eran arquetipos superheroicos: el Dios, como Superman; el que tenía todo tipo de artilugios, a lo Batman; una mujer glamurosa luchando contra el crimen; todo muy detectivesco. No dimos cuenta de que eran eso, arquetipos. La oportunidad de reinventarlos nos liberaba de tener que respetar la continuidad de los personajes de la Charlton, o sus trajes. Así pude diseñar nuevos trajes. Alan pudo crear protagonistas que encajaran en la historia que íbamos a contar como anillo al dedo. Empezar de nuevo en vez de a partir de algo que ya existía fue una liberación absoluta.
ZN.- En perspectiva, el éxito y la repercusión de Watchmen en el cómic superheroico, en particular, y también en el mundo del cómic, en general, resulta abrumadora. ¿Pensaste alguna vez que esta obra llegaría a ser tan importante para el medio?
Dave Gibbons.- Bueno, creíamos que iba a ser más grande. No, bromeo. No teníamos ni idea. Era imposible imaginar algo así. De haberlo sabido, nos hubiera pesado el saber que iba a ser tan significativo, que se leería durante décadas. Lo que queríamos hacer era una historia que disfrutásemos como lectores. Y creo que Alan es de la misma opinión. Era muy meticuloso; se tomaba su tiempo con el material, quería las cosas bien hechas. Y tuvimos la suerte de poder hacerlo. Teníamos la experiencia suficiente y sabíamos lo que estábamos haciendo. Podíamos hacerlo. Teníamos la calidad necesaria, pero seguíamos siendo jóvenes y manteníamos el entusiasmo por hacer lo que nos gustaba. Y que conste que DC nos dio total libertad. Alan me mandaba el guión, yo lo dibujaba y se lo pasaba a John Higgins, un amigo que vivía cerca, y que era quien lo coloreaba. Y luego simplemente enviábamos el trabajo acabado a DC. No interfirieron en ningún momento. No tuve que preocuparme de ninguna exigencia, nadie metió mano excepto nosotros. Con todo de nuestra parte, lo que hacíamos era pasarlo en grande. No nos preocupábamos por contentar a nadie, ni nadie nos obligó a rehacer parte alguna. Quizá en ello haya una reflexión para los editores: trabaja con quien realmente te gusta, rodéate de profesionales en los que puedas confiar, y déjales hacer lo que quieran.
ZN.- ¿Y crees, como ha declarado en alguna ocasión Alan Moore, que la influencia de Watchmen ha sido finalmente más perjudicial que positiva para el género superheroico?
Dave Gibbons.- Sí, bueno, nos sentimos bastante culpables: habíamos condenado al público lector de cómics a años de historias deprimentes y sombrías. No sé por qué, pero la gente se quedó con esa idea, la de que los cómics tenían que ser oscuros y hacerte sentir miserable; que todo el mundo tenía problemas psicológicos; que todo iba a ir mal, ser negativo, etc. No era nuestra intención. Aunque tuvieras a Rorschach precipitándose en el abismo, también estaba Dan Dreiberg con todos sus juguetitos maravillosos, sus naves voladoras, sus artefactos, y que encima se quedaba con la guapa. Era un personaje fantástico. No solamente queríamos mostrar el lado deprimente, sino una posible realidad. El mundo a mediados de los 80, en el que había esta especie de amenaza de guerra nuclear. Era un momento y una época un tanto espeluznantes. Pero lo que hicimos tras Watchmen fue captar el brillo de Marvel. DC heredó eso de Marvel. Era llamativo, optimista, lo pasamos bien. Nunca se ha hablado de esto, pero acabamos con un sentimiento positivo. Si te fijas en lo que Alan hizo para Supreme, Tom Strong, no es como Watchmen, ni es oscuro ni deprimente. El impacto negativo que tuvo Watchmen es que el mundo pensara que todo tenía que ser deprimente.
ZN.- ¿Y cómo valoras el hecho de que Watchmen sea la única novela gráfica que la revista Time incluyó en 2005 entre las cien mejores novelas en lengua inglesa publicadas desde el año 1923?
Dave Gibbons.- Eso fue algo genial. No sólo porque personalmente era una recompensa para Alan y para mí, sino por el hecho de que un cómic entraba en la lista. Y eso es algo bastante notable. Siempre he sido un auténtico fan de los cómics, y una de las cosas que más orgullo me produce es pensar que he podido contribuir a que los cómics tengan mayor visibilidad, que lleguen a más gente y no solo al friki.
ZN.- ¿Crees que la ausencia de otros cómics o novelas gráficas en esa lista es un reflejo de la visión que sigue teniendo el público mayoritario respecto a la historieta?
Dave Gibbons.- No, a ver, desde luego Watchmen fue una obra rompedora. Ya me preguntasteis antes si imaginábamos que Watchmen iba a tener tanto éxito. Ni siquiera se hablaba entonces del concepto “novela gráfica”. Nunca pensamos que fuera a convertirse en lectura para todos los públicos. Sería un cómic de doce entregas con algo de material adicional y poco más, no trascendería. Estaba pensanda como novela gráfica y funcionaba como tal. No se trataba de 12 números sobre un personaje. Se escribió y concibió para ser un todo, un gran relato ilustrado. Y fue la primera novela gráfica que llamó la atención de todos por igual. Si vas a una tienda de cómics, si te empiezas a interesar por ellos, y le pides al vendedor que te recomiende algo, qué deberías leer, siempre te dirán que empieces por Watchmen. Se ha convertido en un texto fundacional.
ZN.- Bien, volvamos a la actualidad. Tu último proyecto ha sido Secret Service, junto a Mark Millar. La verdad es que a estas alturas de tu carrera, prácticamente te has ganado la oportunidad de decidir en qué proyectos te embarcas y con qué colaboradores. ¿Qué te atraía de colaborar con Mark Millar?
Dave Gibbons.- Mark había querido trabajar conmigo desde Watchmen. Cuando tenía 15-16 años me escribió una carta en la que me contaba que el próximo proyecto en el que trabajase tenía que ser una historia que él había escrito. No recuerdo haber recibido dicha carta, pero le respondí y he visto la carta que le escribí en su momento, en la que le decía que me sentía muy halagado, que muchas gracias por mostrar interés pero que no iba a poder ser porque estaba ocupado. Y le mandé un boceto. Pero entonces su carrera empezó a subir, y comencé a ver lo que hacía. Y lo seguí desde que empezó con Los Vengadores, Superman, el material más juvenil de Superman, hasta The Ultimates. The Ultimates es uno de los pocos cómics que he llamado a mi tienda local de cómics a ver si ya había llegado. Simplemente me encantaba y nos llevó un tiempo ponernos manos a la obra, pero me dijo que tenía una historia que le parecía adecuada para mí. Me mandó el primer guión de Secret Service y realmente me encantó. Me gustó porque no se parecía a nada de lo que había hecho hasta ahora. Me pasó lo mismo que con Martha Washington tras Watchmen, que lo disfruté porque no era algo de superhéroes. Tenía en mente hacer algo de espías, con esa vuelta de tuerca cómica. Algo muy interesante. También tenía otro material que quería que dibujase, algo para Jupiter’s Legacy. Estuvo bien, agradezco haber hecho Secret Service. Porque no es lo habitual. Y Mark es un guionista brillante, con muy buenos diálogos y muy buenas escenas. Fue una muy buena experiencia trabajar con él.
ZN.- ¿Tenías en mente que Secret Service iba a convertirse en película? ¿Ha tenido esto alguna influencia en tu trabajo a la hora de diseñar las páginas, los escenarios o los uniformes de los personajes?
Dave Gibbons.- El tema de la película me preocupaba un poco, porque cuando empezamos a trabajar en el proyecto no la habían anunciado oficialmente. No se sabía quién iba a interpretar a quién. Así que lo tuve que dibujar como si no fuera a adaptarse a la gran pantalla, como un cómic normal. Las personas que yo tenía en mente no son las que van a participar en la película. Aunque yo siempre supe que acabaría siendo una película porque Mark lo había acordado así con Matthew Vaughn. Pero tienes que evitar pensar en ello, simplemente te tienes que dedicar a dibujar la historia. Seguro que hay más de una escena que vale mucho la pena rodar.
ZN.- Bien, y para terminar, ¿algo que estés leyendo ahora y quieras recomendarnos?
Dave Gibbons.- Uff, ¡pues ahora no recuerdo el título! La verdad es que no soy muy bueno recomendando cosas. Voy a ser sincero con vosotros, lo que suelo hacer es pedir que me envíen todo lo que se publica y sólo echarle un vistazo. Luego los llevo a mi tienda de cómics y se los regalo al vendedor. Cojo cosas de DC que todavía no se han publicado y les echo un vistazo. Ya no leo tantos cómics. Aunque he estado leyendo Age of Ultron, una serie de Marvel, principalmente porque me gusta el trabajo de Bryan Hitch. Sigo a los artistas que realmente me gustan. Por ejemplo, de Alan Moore lo he leído todo. De Frank Miller he leído todo lo que ha escrito y dibujado. Todo lo de Mike Mignola. También de José Luis García López, que es uno de mis autores favoritos. Todo lo que haya publicado. Y también me gustan las colecciones clásicas como Flash Gordon, los recopilatorios que están saliendo sobre cómic británico, o las IDW Artist’s Edition, grandes tomos con reimpresiones del material original.
ZN.- Bueno, Dave, muchas gracias. Ha sido todo un placer.
Dave Gibbons.- ¿En serio que ya está? Vaya, y yo que pensaba que ahora me íbais a preguntar por Before Watchmen. ¿No? ¡Bien!
Pues enhorabuena por la entrevista, que es muy trabajada, muy interesante y repasa un tanto toda la carrera del amigo Gibbons. Me ha resultado muy amena y me han gustado mucho las respuestas de Gibbons, que denota tener buen juicio y ser alguien afable.
Pero como no todo va a ser peloterío, ruego aceptéis dos mini críticas; por un lado, supongo que porque se os echaría el tiempo encima, se pasa muy de puntillas por su carrera después de watchmen hasta la actualidad, que son 25-30 años en la brecha con cosas no tan trascendentes pero no exentas de interés, y por otro siempre echo de menos alguna pregunta algo más comprometida, dentro de los límites de la educación, del tipo qué opina de los before watchmen o similar.
Muchas gracias, Spirit 😉 Son bien recibidos tus comentarios.
La entrevista, por supuesto, era más larga, bastante más, la idea era hacer un repaso general a su trayectoría, pero sí, como has adivinado el tiempo se echó encima, cuarenta minutos vuelan enseguida aunque parezca lo contrario. Se quedaron muchas cosas en el tintero y muchas otras que en ese momento nos surgían escuchándole hablar.
Por otro lado, lo de preguntas comprometidas siempre es relativo, pero con el tono que queríamos para la entrevista no creo que encaje la cosa, más cuando el autor accede de tan buen grado a ser entrevistado y se muestra tan amable. Y, por ejemplo, preguntar a Dave Gibbons a estas alturas por Before Watchmen no es nada original, ni vas a encontrar una respuesta seguramente, y además sabíamos que estaba cansado de hablar de ese tema en concreto. Mira su despedida 😉
Grande entrevista a un grande, aunque a veces se le adivina el clásico síndrome «trabajo para esta empresa, para la cual todo son alabanzas». Con lo que me mola a mí que la gente raje un poquitín… xD
Por cierto, comenta Gibbons una cosa que es cierta:
» Si vas a una tienda de cómics, si te empiezas a interesar por ellos, y le pides al vendedor que te recomiende algo, qué deberías leer, siempre te dirán que empieces por Watchmen. Se ha convertido en un texto fundacional.»
Pero, ¿de verdad consideráis que Watchmen es una buena opción para empezar a leer cómics? Yo creo que pide a gritos cierto bagaje, tanto leyendo cómics como leyendo cómics de superhéroes, para que no se quede en una Muy Buena Lectura Superficial.
No me sorprende porque su influencia sobre Gibbons es clarísima, pero que punto que el gran Dave sea fan de Jose Luis García López. Los grandes siguiendo a los grandes.
Enhorabuena por la entrevista.
«Pero, ¿de verdad consideráis que Watchmen es una buena opción para empezar a leer cómics? Yo creo que pide a gritos cierto bagaje, tanto leyendo cómics como leyendo cómics de superhéroes, para que no se quede en una Muy Buena Lectura Superficial.»
Sí, estoy de acuerdo. Para disfrutar Watchmen en todo su esplendor hay que tener unas competencias mínimas como lector de cómics de superhéroes. Para iniciarse hay lecturas mejores (yo recomiendo unas u otras dependiendo de la persona).
¿Necesitáis leer novelas de caballerías para poder acercaros a El Quijote? No. Pues lo mismo pasa con Watchmen.
Vosotros lo véis así porque ya estáis «contaminados», sois aficionados al cómic de superhéroes, pero Watchmen es una lectura totalmente independiente y no necesitas conocer nada, absolutamente nada, del género superheroico, para disfrutarla en su máxima expresión porque precisamente su gracia es no estar adscrita a ninguna continuidad, jugar con arquetipos que puedes relacionar o no con otros personajes previos pero lo cual carece realmente de importancia en la trama, contar una historia autoconclusiva, adulta, alejada de clichés y llena de posibilidades e interpretaciones. Es una novela con un principio y un final. No necesitas saber nada.
Si Watchmen es el referente en el que se ha convertido es porque va mucho más allá del género superheroico y, de hecho, en muchos momentos, incluso lo niega. De ahí su éxito, de ahí que pueda acercar a ella sin problemas todo tipo de público, más de un conocido mío no lee cómics de superhéroes ni les llama pero han leído Watchmen y les ha encantado.
Yo veo pocas mejores opciones para inciarse en los cómics. El único problema de ser esta una primera lectura es si esperas luego que todos los cómics de superhéroes sean iguales… Entonces sí te llevarás un chasco. Ese es el problema. Empezar con él supone situar el listón muy alto respecto al género superheroico.
«¿Necesitáis leer novelas de caballerías para poder acercaros a El Quijote? No. Pues lo mismo pasa con Watchmen.»
No. Pero sí haber leído alguna novela antes, o te da un patatús.
-Señor librero. Estoy iniciándome en esto de los libros y no sé por donde empezar. Recomiéndeme algo.
-Hola, señora. Pues mire: nos acaba de llegar una nueva edición del Quijote en el castellano original.
-Deme diez. Y deme un puñetazo en la cara, hoy estoy masoca.
Ídem con Watchmen: es denso. Es complejo. Pide mucho al lector. Como «lectura de iniciación» me parece muy cool, pero muy equivocada.
Por otro lado, puedes comparar El Quijote y Watchmen en términos de importancia dentro de sus respectivos medios. Y ya. Porque, aunque el Quijote juega a deconstruír el género de caballerías y Watchmen el de superhéroes, los medios y los fines de ambas obras no tienen que ver, y ahí acaba su relación. Parte importante de lo que hace grande a Watchmen es el juego que realiza con el género, no solo a nivel temático y tonal, sino histórico. Hay que estar bastante empapado de esa cultura para comprender su deconstrucción.
Leer comic no es facil. Probad a darle uno a un adulto que nunca haya leído uno y vereis como tiene problemas para hacerlo. ¿Qué hay que hacer antes, leer el texto o mirar los dibujos? ¿Cuanto tiempo tengo que estar mirando cada dibujo? Cosas así. No es nada intuitivo.
Con todo el respeto, que aquí solo soy la traductora y una neófita al fin y al cabo en esto de los cómics (sobre todo los de superhéroes).
Yo creo que cada uno puede empezar leyendo lo que le dé la gana. Y cuando uno quiere engancharse a algo, es fundamental coger una buena obra. Si encima es extraordinaria, mejor que mejor. Seguramente esa obra te inspirará de por vida a querer seguir leyendo cómics.
Ahora bien, decir que Watchmen es muy compleja, que se tiene que leer con la perspectiva adecuada, bla bla bla parece un poco presuntuoso. Como si el lector de cómics tuviera una comprensión lectora y una capacidad de razonamiento mayor al común de los mortales. ¿La perspectiva histórica? Cuántos habrán leído la obra sabiendo mucho sobre superhéroes, pero nada sobre la época que quería retratar, me pregunto. Sobre el sentimiento de vivir en la era de Thatcher y cía. Y luego está el hecho de que cada uno tiene que vivir una obra a su manera. Ahí está la gracia 😉 Y si algo no entiende, pues ya se buscará la vida para comprenderlo. O no.
Hay ciertas cosas que uno no puede descubrir preparado. Que así también se pierde muchas cosas y muchas sorpresas.
Y muchas gracias por leer la entrevista.
¿Necesitáis leer novelas de caballerías para poder acercaros a El Quijote? No. Pues lo mismo pasa con Watchmen.
No se. Watchmen es una usa la gramática del género de superheroes y lo desconstruye. Para enteenderlo plenamente se debería conocer dicho género. Y las claves de dicho género no son accesibles a todo el mundo.
El problema de accesibilidad de los comics son dos:
1.-El medio, no es nada intuitivo, cuesta a mucha genten que le transmita emociones unos dibujitos.
2.-El género dominante, los superheroes, cuyas claves gramaticales le son ajenas al común de los mortales. No es una cuestión de continuidad sino de gramática
Watchmen usa la gramática de los superheroes. Cierto, lo hace para desconstuir el género, pero usa unos recursos que el no aficionado al género no le llegará.
Para hacer accesible a alguien de fuera del mundo del comic recomendaría comics cuya estructura interna no dependiera tanto del comic de superheroes.
A un hombre le daría a leer «Predicador» y a una mujer «Strangers in Paradise» para aficionarles a los comics.
Para las mujeres es infalible «Persépolis». Los Muertos Vivientes si es hombre pero quiere emociones fuertes pero le parece que los superhéroes son una idiotez. Y si quieres barrer prejuicios sobre el comic entre culturetas «Mauss» claramente.
interesantísima entrevista; un lujo como siempre; enhorabuena.
muy interesante también el tema de los ‘comics recomendables para no iniciados’ y, por añadido, el de si se debe tener en cuenta el sexo del destinatario a la hora de hacer la recomendación.
yo, a un colega no aficionado al género, le recomendaría (y, de hecho, he recomendado) ‘los muertos vivientes’ o, incluso antes, ‘criminal’; pienso que para disfrutar plenamente de cosas como ‘watchmen’ o ‘planetary’, que a mi me gusta más que ‘watchmen’ (ahí lo dejo) hay que tener unas ciertas ‘tablas’.
en cuanto a las recomendaciones para chicas, no sé que deciros, realmente creéis que hay una sensibilidad distinta? probablemente, viendo lo descompensado del género de los aficionados a según que géneros (por ejemplo, el pijamero) en contraposición con otros (como puede ser el manga), se así; o no?
Fantástico trabajo compañeros 😉
Las grandes obras son obras que admiten varios niveles de lectura. Te puedes leer LA CAJA DE PANDORA de SUPERLOPEZ y disfrutarla siendo un ñajo de diez años y te la puedes leer con cuarenta y ver en ella una trama compleja que hace sátira de la mitología y los humanos.
Bajo el mismo parámetro, te puedes leer ASTERIX sin saber nada de historia y te puedes leer WATCHMEN sin haber leído antes un puto cómic de súpers. Evidentemente, se perderán matices, la sensación puede que no sea plena, etc…pero eso no significa que no sean obras comprensibles o disfrutables por sí mismas. Están tan bien hechas que funcionan a muchos niveles.
Aprovecho para retomar el tema del post sobre GIBBONS y pedir a los de ECC, que es como pedirle a los reyes magos, que a ver si re editan sus números de los Green lanters, con len wein y la trama del PREDATOR o algo así. No es que sean unas historias excelentes, pero sí tiene su aquel y fue la primera serie que seguí de forma mensual y le tengo cierto cariño.
«Como si el lector de cómics tuviera una comprensión lectora y una capacidad de razonamiento mayor al común de los mortales.»
No se trata de eso para nada. Y claro que puedes leer lo que te de la real gana. Pero coño, hablamos de iniciar a alguien en la lectura. En un tebeo para recomendar. Yo personalmente no le daría, a alguien que me pide un cómic para probar a ver que tal, una lectura caracterizada por su complejidad a alguien que todavía está en bragas. De la misma forma que agradecería, si me quisiese iniciar en un campo desconocido para mí como es la danza, que no me llevasen a algún rollo hipercomplejo del que no voy a entender un carajo porque aún no he asimilado conceptos que el espectador habitual de ese arte está más que empapado. No tiene nada que ver con la superioridad intelectual.
Joder, qué mal redacto.
Los tebeos que mejor funcionan para iniciar a adultos son las novelas gráficas con tema comprometido: Pildoras azules, Una posibilidad entre mil, María y yo…Suelen tener una narrativa clara y dibujos con los que es facil empatizar.
Eso sí, hay que tener cuidado y seleccionar bien. Maus y Persépolis le cae bien a casi cualquier españolo, pero no le regales Arrugas a alguien que tenga a uno de sus padres en esa situación, si acaso cuando haya pasado todo.
“Como si el lector de cómics tuviera una comprensión lectora y una capacidad de razonamiento mayor al común de los mortales.”
Pues yo siempre he creído que los que leemos comics tenemos una capacidad de razonamiento y una comprensión lectora mayor que el resto de los mortales
Y no sé qué recomendaría. Depende. Hace poco a un colega le dejé «V de Vendetta» porque sé que es un rojeras y un ácrata del copón, se acababa de leer 1984… le encantó, claro. Se lo leyó tres veces en una semana. Luego le pasé El Incal, porque me dijo que estaba flipando con El Lama Blanco, que había encontrado en la biblioteca. Y flipó más.
A otro le pasé «Agujero Negro», «Frank», «Submundo», etc… porque es un punki fan absoluto de la sordidez surrealista y se parte el ojete, al igual que yo, mientras admira las bizarradas de David Lynch.
A una ex le dejé el All Star Superman porque, fan como es del género fantástico y de los relatos con «sentido de la maravilla», tipo Ghibli, estaba claro que le iba a encantar.
A mi peluquero (¡sep!) le recomendé Valentina porque me decía que le filpaba Corto Maltés cuando le leía los tebeos a su padre, pero que desde entonces no había tocado un cómic. Ahora, cuando me corto el pelo hablamos de tebeos.
Como decía, depende de la persona.
Pero no sé… nunca he recomendado, ni creo que recomiende, cosas como Watchmen, From Hell, Cerebus, Flex Mentallo, Crisis en Tierras Infinitas… independientemente de la calidad de estas obras, creo que un neófito FLIPARÍA para saber qué coño es eso que tiene delante.
«Pues yo siempre he creído que los que leemos comics tenemos una capacidad de razonamiento y una comprensión lectora mayor que el resto de los mortales»
¿Lo que..?
Esto es como aquello de que el ajedrez desarrolla la inteligencia…para jugar al ajedrez.
Después de nianoniano años leyendo tebeos he desarrollado una capacidad de razonamiento y comprensión lectora increible para los géneros que leo habitualmente. Para otros no tanto, aunque me adapto rápido. Pero si hablamos de libros de esos que no tienen dibujos, ahí sigo siendo el mismo ceporro de siempre.
Yo leí y disfruté Watchmen con doce años, así que nunca he entendido muy bien eso de la complejidad. Seguramente no entendí los detalles más «profundos» del cómic, pero lo que es disfrutarlo, un montón.
Por lo demás, muy buena entrevista.
“Pues yo siempre he creído que los que leemos comics tenemos una capacidad de razonamiento y una comprensión lectora mayor que el resto de los mortales”
¿Lo que..?
Aunque reconozco que desde que leo esta página me han asaltado algunas dudas XD
«Yo leí y disfruté Watchmen con doce años, así que nunca he entendido muy bien eso de la complejidad. Seguramente no entendí los detalles más “profundos” del cómic, pero lo que es disfrutarlo, un montón.»
Ostras, yo también. Siempre he pensado que era el único.
Para mí que lo mejor para ir familiarizando a alguien no lector de cómics en las claves de lectura de estos es un producto tipo El Jueves, como algo intermedio.
Watchmen también fue uno de los primeros tebeos que leí. Y me moló. Pero ya. El momento en que REALMENTE me di cuenta del pepino que tenía en mis manos fue a la décima vez, después de haber leído toneladas de otras cosas que también me molaron mucho y, esa vez sí, me permitían sumergirme al 100%.
Y he conocido, claro, a más de uno que ha empezado con Watchmen. Incluso From Hell. El problema no es que lo pasasen mal, necesariamente, para leérselos. Pero el resultado casi siempre es que se quedan con la trama principal, con que está muy bien contada, y ya*. Bien, vale, tío: te has leído Watchmen y te ha gustado. Con el mismo resultado que si yo me escucho El Anillo de los Nibelungos: me gusta porque es imposible que no lo haga, pero necesitaría entrenar el oído un poco en esto de la ópera para que no se me quede en algo superficial (y no me entre el sueño a las dos horas) y poder valorar la obra en lo que vale. Dame algo más digerible si quieres que realmente disfrute de la ópera.
*Alguna vez incluso he escuchado (y fijo que el resto de vosotros también) que «Watchmen no es pa tanto». Dale un Blacksad a ese tipo. Que flipe con los dibujos. Ya irá entrando en el lado oscuro.
Ostias, que no he dicho nada de la entrevista.
Me lo he pasado muy bien leyendo la entrevista, sobre todo en las partes no-Watchmen que son las que mas me molan.
Me he acordado de que hace unos años especulábamos, no sé si con base o haciendo castillos en el aire, con la posibilidad de que Norma publicase en España el tomo recopilatorio de los Harlem Heroes que salió hace unos años. Me encantaría.
http://www.amazon.co.uk/Complete-Harlem-Heroes-2000-AD/dp/1906735522
Yo es que estoy totalmente con, Spirit. Pero es que además, me parece subestimar la experiencia lectora de una persona por no haber leído cómics de superhéroes, y de ahí mi comentario. Que no habrá leído cómics, pero seguro que ha leído otras cosas y visto pelis y vive en el s. XXI. Además, que Watchmen trascienda el género también invita a que la gente se acerque a esta obra. La vida es muy corta, así que mejor que intentemos leer siempre caviar 😉
Yo no iba a volver a comentar, pero ya que me he puesto… Me parece que recomendar es una cuestión peliaguda, porque se tiene que conocer un poco bastante a la otra persona. Para mí un libro/cómic es como elegir un perfume. Así que no creo que la cuestión dependa de si eres hombre o mujer, sino de tus gustos personales. Es algo absolutamente ridículo. Esto de las diferencias entre sexos, y que encima colaboremos a crearlas, me da mucha rabia. Una amigA me descubrió uno de los cómics que más me han gustado: Predicador. Y de igual manera, si algún fémino entre los presentes me dice que le encanta Purita Campos, pues oigan, perfecto. Que la disfrute.
«Ostras, yo también. Siempre he pensado que era el único.»
Es que al fin y al cabo, al margen de todas esas dobles lecturas y demás, es una historia… ¡muy molona! La investigación de un asesinato, complots gubernamentales, conspiraciones y superhéroes venidos a menos que vuelven cuando más falta hace. Y mucha ciencia ficción. Y una atmósfera que atrapa desde el primer momento.
A la mierda todos esos análisis sesudos sobre Watchmen (que no leí hasta que casi tenía treinta años). ¡Lo importante de este cómic es que mola un huevo!
«Ahora bien, decir que Watchmen es muy compleja, que se tiene que leer con la perspectiva adecuada, bla bla bla parece un poco presuntuoso. Como si el lector de cómics tuviera una comprensión lectora y una capacidad de razonamiento mayor al común de los mortales»
No se trata de que no lo entiendan, sino de que no lo disfrutaran, o no lo disfrutaran completamente, no serán conscientes de los niveles de lectura que tiene y así cuando cierren el libro se quedaran con la idea de una lectura interesante y agradable pero poco mas, les faltaran herramientas y referencias para apreciarlo totalmente. y es una lastima perderse eso.
Alguien ha comentado mas arriba Planetary, ese es un ejemplo aun mejor. Alguien que no tenga minimos conocimientos de comic perderá todos los guiños, todos los dobles sentidos, todos los homenajes… y convertirá la lectura de una obra mayúscula en una simple entretenimiento. Los homenajes a Galactus, a los 4F… ¿como coño alguien que no tenga conocimientos de comics podrá entender completamente el episodio del entierro? imposible.
Y con esto no quiero decir que los comics sean un conocimiento críptico, para iniciados, el mismo principio se puede aplicar a cualquier ámbito.
O a tíos superfans de Rorschach porque es supermolón y está chalado y lo que dice mola un montón. Fuck off, man.
«Y he conocido, claro, a más de uno que ha empezado con Watchmen. Incluso From Hell. El problema no es que lo pasasen mal, necesariamente, para leérselos. Pero el resultado casi siempre es que se quedan con la trama principal, con que está muy bien contada, y ya*.»
¿Y? ¿Hablamos de disfrutar con algo o de sacarle el jugo hasta dejarlo reseco?
Estoy seguro de que he disfrutado con muchas lecturas (o películas) en mi vida a las que no les he sacado el 100% de su contenido, pero bueno, todo llegará. O no. Pero si lo he disfrutado, eso es lo que importa.
Y sobre que recomendar… yo a una profesora de literatura con la que salía, la gane con «La liga de los hombres extraordinarios» ,a la chica con la que estoy ahora, le he regalado los comics de Oz y de scottie Young y la Elektra ultimate y me ha pedido mas, se ha cabreado mucho al decirle que no había 😛
En general, como han dicho ahí arriba, para hipsters y pretenciosos que miran al comic por encima del hombro, se les da un Maus o un V de vendetta y se les calla la boca. El problema en si no son los comics, creo, sino dar el paso al de superhéroes, eso de gente volando tirando rayos por el culo, a los de fuera del mundillo les cuesta tomárselo en serio. Yo suelo empezar con Año 1, seguido de Dark knight y a partir de ahí, ya con cuidadito, Supreme power y los Ultimates, leotardos mas pegados a la realidad. Si han llegado hasta aquí ya el resto es fácil, una buena saga autoconclusiva de spiderman o batman y ya esta metido en la secta 😛
Dhaldon, tu lo que eres es un pagacomics.
por eso he metido planetary, dhaldon, porque si algo es la obra de ellis, es una carta de amor al noveno arte y la imposibilidad de valorarla en toda su magnitud (sin un conocimiento previo del género) que se da en watchmen, en la obra de ellis se lleva al extremo.
«¿Y? ¿Hablamos de disfrutar con algo o de sacarle el jugo hasta dejarlo reseco?»
Realmente de ninguna de las dos, pero ya sabes que los temas en estos foros tienden a irse por la tangente. Yo hablaba de recomendar tebeos.
Una cosa es que tú, que supuestamente te conoces a ti mismo y sabes qué puedes asumir y qué no, te encuentres Watchmen, el Ulises de Joyce o la autobiografía de Jodorowsky y decidas leértelo sin bagaje previo: fine. Ni eres el primero ni el último, ni estás loco, ni hay puto fallo.
Otra cosa (que es de lo que estaba hablando en un principio) es contemplar Watchmen, una obra de cierta complejidad, como El Cómic Perfecto para recomendar una primera lectura. Que un librero o un colega te diga «eh, tío, si quieres empezar a leer tebeos píllate éste» me parece un tanto precipitado. Como recomendar El Quijote de primera lectura.
¿Qué criterios valoramos para recomendar algo? La calidad, claro está, importa. Y hablamos de uno de esos tebeos de calidad indiscutible. Pero… ¿ya está? ¿Nada más? ¿Y la accesibilidad? ¿La complejidad? ¿No son también puntos importantes? ¿El bagaje y gustos de la persona en concreto? Si no tiene ni zorra de superhéroes, o directamente no le molan… ¿Watchmen, también? No sé, una cosa es que sea un cómic de referencia indiscutible. Una obra maestra inapelable. Otra, que sea tu primer polvo.
Quizás sea cosa mía, que veo como una especie de misión personal conseguir que el mayor número de personas de mi entorno acaben leyendo tebeos, y eso me lleva a ser bastante cuidadoso (y, modestia aparte, ¡a acertar de lleno casi siempre! La verdad es que soy cojonudo recomendando mierdas).
Que va ocioso, el pagacomics es el que da sin recibir nada a cambio, yo soy muy egoísta en ese aspecto. O como decía Annibal lector, quid pro quo… y hasta que no hubo el quo, no hubo comics, faltaría mas…:)
Así que no creo que la cuestión dependa de si eres hombre o mujer, sino de tus gustos personales. Es algo absolutamente ridículo. Esto de las diferencias entre sexos, y que encima colaboremos a crearlas, me da mucha rabia. Una amigA me descubrió uno de los cómics que más me han gustado: Predicador
Claro que depende de los gustos personales, pero estos gustos personales dependen de muchos factores. La educación que has recibido, en contexto socio cultural en el que has vivido,…, etc. Y uno de esos factores, guste o no, es el género.
Un ejemplo muy claro, cuantas lectoras de comics hay. Y cuantos lectores masculinos.¿no os preguntáis por que?
Yo soy lectora de comics desde mi más tierna infancia. A mi me gusta Predicador. Pero se que, estadísticamente hablando, habrá más mujeres que les guste «Strangers in Paradise» que «Predicador». Será por cuestiones culturales, será por cuestiones biológicas, será por lo que sea, pero es una realidad. Y que haya mujeres que les pueda gustar Predicador (¡¡leñe, yo soy una de ellas!!)no invalida esa afirmación.
«A la mierda todos esos análisis sesudos sobre Watchmen (que no leí hasta que casi tenía treinta años). ¡Lo importante de este cómic es que mola un huevo!»
Amén
Y a mi que el que nunca, nunca me falla es Calvin & Hobbes… Pero como dice Sputnik depende mucho de los gustos de la otra persona.
Hombre Diamond, no se los regalo en la primera cita, pero ya desde el principio hablo de mi afición y me acompañan a la tienda de comics y demás, después de un tiempo no les parece tan raro. Además el Young dibuja unos personajes tan monos que se miran el comic aunque solo sea por disfrutarlo 🙂
Watchmen sí que me parece una buena obra para iniciarse, solo me preocuparía que después todo le sepa a poco al que se inicie con esto.
Dejando de lado todas las referencias comiqueras de las que bebe, que no son necesarias para dejarse llevar por la trama, su narrativa no puede ser más clara y su dibujo más sencillo de entender, que es el principal handicap que puede encontrar alguien que no lee cómics habitualmente.
Cuando todavía estaba en el mercado en la primera cita les daba un condón y les decía «Esto te lo regalo, el relleno te lo tienes que ganar»
La idea era buena, las estadísticas pueden decir lo que sea.
Eso es curioso Diamond, todo mis conociods y parejas saben de mi afición, y de hecho cuando surge la ocasión hablo del tema, ayer mismo hablaba con un amigo que había visto un reportaje en la tele sobre el 75 aniversario de Superman y le habían sorprendido las referencias bíblicas del personaje, la identificación Mesias judeocristiano y tal. Estaba realmente interesado, pero después de dos horas de hablar del tema y de comics en los que esto se refleja no me pidió en ningún momento que le prestara ninguno comic.
Creo que la gente tiene una barrera mental que les impide considerar siquiera la lectura de un comic como una posibilidad, no se si lo asocian con infantilismo, no puede ser solo eso, el caso es que esa barrera esta ahí y rara vez se supera.
«¿En serio? Ya me gustaría a mí poder recomendarle un cómic a una chica y que no me mire como si estuviese ante un degenerado perverso.»
Le leche, pues… ¿dónde vives? Para no ir JAMÁS.
Yo no sé si soy más raro que la leche, pero conozco un montón de mujeres que, si no son lectoras habituales de cómics, no tienen ningún problema con ellos y los leen de vez en cuando con la misma naturalidad con la que alguien ve una peli.
Si puedes usar el cine, los libros o la música para intentar acercarte a la chica de turno, los cómics no son menos. Total, lo importante no es el qué, sino el cómo.
«Creo que la gente tiene una barrera mental que les impide considerar siquiera la lectura de un comic como una posibilidad»
Ídem. «No sé si soy más raro que la leche», pero conozco a un montón de GENTE que, si no es lectora habitual, no tiene ningún problema con los cómics y de vez en cuando dejan caer alguno.
Claro, lo que no hace la gente es entrar y pedirle al librero indicaciones de cómo leer la serie de Batman. Eso si que es de jodidos frikis. Pero el medio en sí…
Hace unos meses todos los modernos hablaban de Habibi, por ejemplo. ¡Gente normal hablando de cómics! ¡En los bares! ¡Mientras ríen, bailan e intentan pillar cacho!
Pues chico, dime donde vives, porque en mi entorno, que hay de todo, desde taxistas hasta ingenieros, lo máximo que he encontrado es a alguien que colecciona Asterix y poco mas, y eso de que hablen de comic, y encima independiente en el bar, vamos, solo me falta la banda sonora de «En la otra dimensión»
Santiago de Compostela. Será por los estudiantes. Será porque está de moda el frikismo y estas cosas. Será porque tenemos una biblioteca pública con los tebeos en la planta baja, a mano de tododiós.
Pero vamos: lo mismo me pasó en Ourense, donde viví 3 años, y en Barcelona. Será que me junto con gente molona.
Si si, por leer tebeos ya eres superior a quien ha leido La Iliada, a Platón o la última de Ken Follett…
A lo último fijo que sí.
Que una mierda sea mejor que otra mierda no afecta en nada a que sigan siendo mierdas. Pero si te hace ilusión, oyes, la mierda de Ken Follet es mejor que la mierda de Age of Ultron.
Eso sí, llamarlo «literatura» ha sido doloroso ya.
«Nene, soy gallego, asi que no vengas contando cuentos, eh?»
Tengo entendido que eres de La Coru Neno. La ciudad con menos porcentaje de lectores de Galicia (lo cual, existiendo Vigo, es para hacérselo mirar). So… come on.
Bah, igual mejor matizo, porque no creo estar describiendo ninguna utopía ni un fenómeno local: hablo de gente con inquietudes intelectuales, culturales y demás, la cual de entrada no es la norma en ningún sitio. La misma gente que va a un concierto de electropunk en las afueras y te recomienda la última de Nicolas Winding Refn tomando una birra te puede comentar que se ha leído Blankets. Y el mismo fulano al que te encuentras en todas las manifas y hace graffitis en el ensanche se ha leído algún que otro Sin City y flipa con Liberatore. Si me meto en el Tatooine (una disco de jar-roc) sé que puedo encontrarme a mucha peña que se ha leído Lobo y conoce de sobras a Alan Moore. Si entro en la Sala Moon (pub de modernos), fijo que alguno de esos gafapastillas sabe qué es Asterios Polyp. Si voy al Joker, me comeré una hamburguesa y beberé una caña mientras me leo los tebeos de Batman que hay en el mostrador y oigo a la peña encenderse con la sola mención de Nolan. Hace poco acampé en A Rebusca (un festival de música de dos días) y me llevé Boca de Diablo para leer en los tiempos muertos y las resacas. La gente acabó pidiéndomelo sin reparo, y les molaba. Ni uno de ellos era lector habitual. Tres eran mujeres.
No creo tener mil puntos de potra, ni que mi ciudad sea jauja. Me da la impresión de que los cómics están más que aceptados como una opción cultural por la generación nacida en los 70-80. Lo que escasea, eso sí, es gente que esté interesada en encontrar «opciones culturales». Incluso entre muchos lectores de tebeos, que confunden la falta de aceptación respecto a ser un friki de cojones (lo cual, aunque esté de moda, jamás molará) con la aceptación de un medio artístico.
Tienes una capacidad innata para entender solamente la superficialidad de las palabras como a ti te da la gana y llevar la contraria porque sí.
Pues claro que no es generalizado, joder. Pero no está mal visto ni condenado al ostracismo, sino integrado en la cultura.
Con el tema de Superman se me había pasado por completo esta entrevista, enhorabuena chicos, en materia de dibujantes habéis tocado el cielo, me la acabo de leer y de interesante que es se me ha hecho corta, hasta al propio Gibbons se la ha hecho corta!!!
Me extraña que Pedro no le haya metido caña con los BW, ¿Que te ha pasado señor Monje?
Enhorabuena chicos, muy buen trabajo.
P.D: García López Ruless!!
«Si, es tan doloroso llamar “literatura” a lo de Ken Follet, como “comic” a lo de Ultrón, y hay muchos mas ejemplos. Pero no se trataba de un concurso de que mierda huele más, sino de recordar a esa iluminada que “mierdas” hay en todas partes, y que no por leer una cosa, se es superior a quien lee otra. Ese “clasismo” de que “leer comics es super culto y me hace superior” es patetico»
Y nuevamente, Amra con malos modos mostrando que él tiene la única verdad y quien piensa distinto merece sus chanzas.
Joder macho, ¿eres jodidamente incapaz de expresar tus opiniones sin denigrar al resto?
Y que conste que no estoy de acuerdo con Pilar, pero desde luego tu eres el más claro ejemplo de que ella se equivoca…
Si nunca leiste comics te recomiendo esto:
«Watchmen», «The Dark Night Returns», «V de Vendetta»,»From Hell» «Adolf», «Preacher», «Maus»,»Sandman» y «El Eternauta»
Nunca recomendaria algo que no me impacte y mucho menos subestimaria la capacidad de otra persona.
Muchas gracias a todos los que trabajaron en tan interesante entrevista a un artista que admiro mucho
La gente acabó pidiéndomelo sin reparo, y les molaba. Ni uno de ellos era lector habitual. Tres eran mujeres.
Ahora sí que nos esta vacilando Sputnik 🙂 🙂 🙂
Pero oye, que estoy de acuerdo en que, al menos en la generación de los ’70, no está tan mal sito como parece. Puede sorprender al principio, pero luego la gente se interesa. Yo a la mayoría de amigos y compañeros les he dejado algún cómic y muchos me piden de vez en cuando que les deje otros para seguir leyéndolos. Tal vez no sean coleccionistas, pero no creo que este «mal visto» ni mucho menos. Y ahí están las audiencias de Los Vengadores o de El Caballero Oscuro para demostrarlo
Si, es tan doloroso llamar “literatura” a lo de Ken Follet, como “comic” a lo de Ultrón, y hay muchos mas ejemplos. Pero no se trataba de un concurso de que mierda huele más, sino de recordar a esa iluminada que “mierdas” hay en todas partes, y que no por leer una cosa, se es superior a quien lee otra. Ese “clasismo” de que “leer comics es super culto y me hace superior” es patetico
Te das cuenta que sólo estaba de broma ¿verdad?
«Otra cosa (que es de lo que estaba hablando en un principio) es contemplar Watchmen, una obra de cierta complejidad, como El Cómic Perfecto para recomendar una primera lectura.»
Estoy de acuerdo en casi todo lo que comentas, Sputnik, salvo en que yo no veo ningún problema en recomendar Watchmen como primera lectura… siempre que se den las circunstancias adecuadas. La más importante, en mi opinión, no es la complejidad (porque sí, los diferentes niveles de lectura están ahí, pero pienso que es perfectamente disfrutable si el lector no pasa del nivel más superficial), sino que deben gustarte los cómics de superhéroes. Si el adulto o niño en cuestión pasa de los superhéroes ya de partida, nunca se me ocurriría recomendárselo como primera lectura; pero si es alguien que ha disfrutado con las películas del género que pueden verse ahora, y que se muestra «receptivo» a este mundillo… toma Watchmen, y después me cuentas (al menos en mi opinión).
Yo también me dedico a ir introduciendo a la gente que me rodea en esto de los cómics, y al menos cuento con dos éxitos en mi haber: un sobrino que ya tiene 21 años y una sobrina de 13. Y bueno, aparte he conseguido que gente que no ha leído un cómic en su vida lo haga y llegue a disfrutarlo, pero engancharlos para la causa… eso ya es otro cantar.
No es lo mismo leer la Biblia si tu vida está inmersa en la experiencia de Dios, o si eres un progre de mierda que no ha estudiado religión en el colegio. En el segundo caso solo puedes aspirar a quedarte en la superficie y te pierdes las capas, los matices y las actividades complementarias propuestas: reuniones, hostias, flagelación, inmatriculaciones de fincas rústicas…
Hombre, la de “será por cuestiones biológicas” desde luego que sí que la invalida. A mí, por cierto, me gusta más SIP que Predicador, pero… infinitamente más. Andaré pasadito de estrógenos…
Creo que se me ha entendido mal. Yo no defiendo las tesis biológicas. Lo que trataba de decir es que, en nuestras aficiones, hay un marcado sesgo de genero (también hay otros sesgos, como la edad). Que conozcamos casos concretos no invalida la afirmación.
Ese sesgo existe, y me da igual los motivos por los que se ha producido (hay miles de explicaciones, ninguna me convence realmente,…quizás porque muchas de esas explicaciones conducen a la conclusión de que yo soy rara XD)
«Para disfrutarla, tienes razón; en su máxima expresión, ni de palo. Watchmen funciona porque está escrita directamente para (ojo, y por) lectores/as de superhéores, independientemente de que pueda ser disfrutada por cualquiera que se quiera meter en ella. Pero al mismo nivel, imposible.»
Bueno, en su máxima expresión, puede que me haya columpiado en ese punto, pero simplemente por el hecho de cualquier lectura de este palo, sea un cómic, un libro o cualquier otro medio, juega con el mismo «hándicap».
Y difiero, Watchmen precisamente esta escrita para acercar a la «gente de a pie» los superhéroes, para llevarlos a alguien más que el friki de siempre, como el mismo Dave Gibbons comenta en la entrevista. Por ello, Watchmen sigue siendo una obra tan destacable, porque intenta ir más allá del género superheroico y puede disfrutarla cualquiera (y comprenderla). Las referencias con las que juega Watchmen no implican una mayor compresión por haber leído La Saga de Fénix Oscura, los cien primeros números de Los Cuatro Fantásticos o Crisis en Tierras Infinitas porque lo de Watchmen no va del rollo «guiño al aficionado» que tanto se destila hoy en día en el cómic superheroico sino que se trata de un juego más refinado. En ese rollo, estarían Supreme o las historias de Alan Moore con Superman, ese tipo de relatos sí son más difíciles de disfrutar, comprender y entender sin un bagaje previo, sobre todo en su plenitud, aún teniendo en cuenta que seguro que aquí la mayoría empezamos subiéndonos al carro con alguna serie que tenía más de doscientos números a sus espaldas y no fue impedimento para nada.
Yo creo que alguien que se acerca a leer un tocho de 300 páginas como WATCHMEN ya tiene la suficiente cultura general como para captar ciertas referencias, aunque sean generales. También éstas están expuestas de forma sutil, haciendo la obra comprensible y disfrutable por sí misma. Es uno de los méritos de la obra, igual que considero que debería ser uno de los méritos de cualquier obra, sea en el género que sea. Trasladado al cine; ¿Cuánta gente ha disfrutado del SUPERMAN DE DONNER, EL BATMAN DE NOHAN, LOS X-MEN, SPIDERMAN, ETC…sin haber leído un sólo tebeo en su vida?
Es más; creo que sí que es un tebeo ideal para empezar a leer cómics, aunque sea por eliminación, ya que desde luego no es ideal ningún tebeo endogámico que parte de tropecientos supuestos anteriores y mil años de historias. Aunque sea un número uno, aunque vaya destinado a un público amplio, el cómic de supers es tan endogámico y autoreferencial que rara es la obra auto contenida que se disfruta por sí misma.
Por la misma regla de tres, ningún tebeo de supers se puede disfrutar por sí mismo sin haber leído mil antes. Por eso mismo, y porque no me los devuelven, yo paso de tratar de introducir a nadie en los cómics, es una batalla perdida si no hay un interés de antemano.
Recogiendo el guante de Ocioso, por muy ateo/progre/anticlerical/gnóstico/rojo que se sea, quien se acerque a leer la Biblia lo hará con alguna intención. Habrá quien diga que la plenitud es que sea una intención espiritual, pero también puede ser simplemente científica, histórica, cultural o incluso novelesca.
Y también opino que en los cómics de supers hay un sesgo de género. ignoro por qué (o podría marcarme un tocho al respecto especulando), pero es un hecho. Eso no invalida que yo, como hombre, pueda disfrutar de las jamonas protagonistas de STRANGE IN PARADISE (cómo hecho por un hombre) e incluso preferirlas a la flaca novia del PREDICADOR, pero es obvio que la industria sabe que su público mayoritario es masculino, igual que el canal DIVINITY está orientado a un público femenino. Ello no invalida que yo vea tal cadena cuando me interese porque también es cierto que, en estos tiempos, ese tipo de diferencias comienzan a difuminarse bastante…al menos desde que a las mujeres les gusta el fútbol.
Y a los tíos los realities como Tu Estilo a Juicio, Tu Vestido de Boda o el de las tartas.
(Lo digo por amigos míos, ejem.)
Alguien con inquietudes lectores que no hay leído cómics de superhéroes en su vida, es más que probablemente que no se sienta nada atraído por el género (en el 90% de los casos porque lo considere infantil), y en este caso, yo no recomendaría nunca Watchmen, sencillamente porque aunque sea mucho más que un cómic de superhéroes, el que tenga sus prejuicios (¿quién no tiene prejuicios contra algo?), difícilmente entrará en el juego propuesto por Moore. Da igual que el enfoque sea muy maduro y los diferentes niveles de lecturas. Efectivamente, es un cómic de superhéroes, y siempre va a repeler de partida a un sector del público lector al que no le interesen.
Ya digo, en mi opinión es más un problema de género al que se adscribe el cómic, que de complejidad (que en mi opinión, no tiene por qué repeler a nadie).
Esto es algo que solo entendemos los de provincias. En todos los terruños de la periferia tenemos un famoso al que consideramos la hostia, pero que a nivel nacional no deja de ser uno mas. Por ejemplo, en Asturias muchos consideran a Arturo Fernandez como poco menos que Cary Grant.
Por mucho que me guste Watchmen tengo que aceptar que no deja de ser el famoso del pueblo de los comics.
¿Para cuando la reedición del Grenn Lantern de Gibbons?
«¿Para cuando la reedición del Grenn Lantern de Gibbons?»
DC ya lo está haciendo, así que los materiales están accesibles y sólo es cuestión que ECC esté por la labor.
Por el contrario Watchmen sí se puede recomendar, no necesita conocimientos previos para disfrutarlo, y su “complejidad” no es mayor que la que pueden ofrecer muchas películas o libros que cualquiera haya podido leer.
Sí a lo primero, ni de coña a lo segundo, por las características propias del medio. Me explico.
Una novela es una plataforma de medio único, el visual «de letras», es decir, la lectura. La labor del lector en una novela tradicional no es más que la de leerlo y darle todas las sublecturas que se pretenda, pero siempre a través de ese único medio.
Una película es una plataforma multimedia, visual (imagen) y auditivo (desde efectos de sonido hasta diálogos y música), PERO con su propio tempo y además un tempo limitado. Siempre te queda la opción de ir fotograma a fotograma, analizando frase a frase y sonido a sonido, alargando la experiencia ad infinitum, pero no es el método de recepción habitual.
Un cómic es una plataforma también multimedia, visual de lectura y visual gráfico (con los matices de sombras -entintado- y colores), con un tempo que construye el propio lector. No hay un tiempo estipulado de lectura de una viñeta, pudiendo analizarse cada uno de los diálogos buscando todas las sublecturas (como en la novela) pero contrastándolas con el apartado gráfico que condicionará dichas lecturas (y por mucho que una novela sea descriptiva, los matices aquí los interpreta el propio lector, no le viene dado si eso que ve es una sonrisa, una media sonrisa o un estreñimiento).
¿A dónde voy con esto? A que Watchmen explotó prácticamente todas las posibilidades que otorgaba el cómic «tradicional» (por oposición a «experimental») apelando a todos y cada uno de los niveles que permite la lectura: diálogos que no se interpretan igual en la primera que en la segunda o tercera lectura; fondos de viñeta que apelan a un tiempo concreto y, por tanto, a los conocimientos históricos que tenga el lector; canciones y multirreferencias a la cultura pop (entre ellas el propio cómic de superhéroes); y todo ello unido por una historia que, aunque lineal, apela a varios niveles de narración.
Así que sí, la obra «se puede leer» sin ningún tipo de conocimiento previo, pero más allá de ese apartado final, el de la trama que resulte atractiva al lector, no va a ser apreciado su objetivo como obra.
Vamos, que no por poner «complejidad» entre comillas, Amra, al referirte a Watchmen, vas a poder conseguir devaluarla a ojos de nadie.
«Ahora sí que nos esta vacilando Sputnik»
Pues la verdad es que nop xD Lo juro por mi señora madre. Pero bueno: yo también me quedé muy gratamente sorprendido. Una de ellas ya era lectora habitual de cómic europeo, pero las otras dos se interesaron supongo que porque no había nada mejor que hacer a las cuatro de la tarde, recién comidos y en medio del puto monte. Además, no era un tebeo de los X-Men. Era Boca de Diablo, que es muy bonito de ver y está muy bien escrito y te lo ventilas en nada y tal.
A veces me da la impresión de que los lectores habituales de cómic tenemos más prejuicios acerca de lo que «el exterior» piensa de nuestro terruño que el que el exterior realmente tiene acerca del cómic.
Sputnik ha comentado: las otras dos se interesaron supongo que porque no había nada mejor que hacer a las cuatro de la tarde, recién comidos y en medio del puto monte.
También podíais haberos puesto a follar.
«No re das cuenta de que sí que generalizas? No está mal visto en esos cuatro o cinco lugares donde nos podemos encontrar con gente que comparte nuestra afición, pero sí en muchos otros. Los comics de Batman los encontrarás en la nesa de Joker, pero no en otros locales. Solo está integrado en determinada cultura.»
¿No te das cuenta de que siempre entiendes lo que quieres entender?
«También podíais haberos puesto a follar.»
Todas con chorvo.
Por qué no chingaron en lugar de hacer el gilipichi con tebeos, no lo pregunté. ¡Debería empezar a meterme en la vida sexual de mis colegas para tener algo que contar aquí!
Enhorabuena por la entrevista. Gibbons no es uno de mis dibujantes favoritos (tampoco sabría decir exactamente por qué: tal vez un poco rígido, tal vez un poco frío, tal vez un poco demasiado correcto… no sé; manías mías. Total, una más…), pero reconozco que es muy bueno; y ya sólo por su trayectoria y la transcendencia de su obra es uno de los grandes. Un placer, además, que autores de este calado sean de trato tan sencillo, sin aires de diva ni necesidad de mostrar una pose de genio o de gran autor.
Respecto a Watchmen; yo también creo que puede ser perfectamente leído por cualquiera, incluso por alguien a quién no le guste el genero de superhéroes. Pero también creo que se disfruta más (aunque sólo sea a modo de chiste privado) si se es seguidor de dicho género.
¿Qué recomendaría a un lector no habitual? Pfff… no sé. No soy muy de recomendar, y desde hace un tiempo no soy de dejar, que luego resulta que a veces esos tebeos se convierten en objeto sólo de ida. Pero bueno, claro, lo lógico no es recomendar algo porque sí, porque es lo que hay que leer, sino recomendar algo afín a los gustos de esa persona. Yo he dejado Wachtmen a una persona a la que no le gustaban los superhéroes (y le gustó), pero sé que si le dejo los X-Men o Batman no los va a disfrutar aunque la historia esté muy bien, así que le dejo otros más a su gusto (en la última remesa iban Contrato con Dios, Portugal, Ardalén y Frank Cappa) y tan feliz. Afortunadamente, hay tantos tipos de cómic que difícil será que haya alguien que no encuentre algo de su agrado. Y estoy de acuerdo con Spirit; hoy día, el cómic está totalmente aceptado como medio y no creo que se mire mal a nadie por leer un tebeo en lugar de un libro.
¿Recomendar Watchmen para un lector no iniciado?
Ufff, depende un poco de tus «objetivos».
Si lo haces para engancharlo al comic, quizás haya tebeos más recomendables.
Si lo haces porque Watchmen mola… bueno, habría que ver los gustos de ese lector.
Y si lo haces para dártelas de inteligente e intelectual o para demostrar que los tebeos no son para niños… Bueno, hay que tener cuidado porque el tiro puede salir por la culata. Conozco a más de uno que no se ha quedado impresionado por este cómic. Esas cosas pueden pasar.
gran entrevista, la verdad que es una pasada leer la trayectoria y los puntos de vista del maestro Dave Gibbons. Para mi la historia de Watchmen, lo que dibujo en Martha Washington… y el Superman con Moore son mis obras favoritas de este maestro de los lapices.
Watchmen sera recordada como una de las grandes obras del noveno arte del Siglo XX
Y volviendo a demostrar que te quedas siempre en la superficie, Amra, en todo momento he hablado dentro del «cómic tradicional» (y mira que lo he resaltado) y dentro de eso en el de superhéroes. Ahí sí que no vas a encontrar ninguna obra mucho más compleja que ésta ni de mayor calidad.
Vamos, lo veo muy difícil e invito a los ancianos del lugar a que propongan otro cómic tradicional (o sea, como he dicho, no experimental) y de superhéroes mejor. Todo sea por cultivarnos, me encantaría estar equivocado y tener otra obra por descubrir.
Si de lo que se trata es de quedar de inteligente, o de intelectual, nada mejor que recomendar las historias de el bueno de Cuttlas. Así, cuando te digan «¿pero qué es esta mierda?¡No son más que paridas y cuatro palitroques!» puedes soltar todo un discurso sobre la síntesis y el valor del fondo sobre la forma.
«OK, para ti la peseta. Como en Joker tienen comics de Batman en las mesas, eso significa que el medio está igual de considerado en la sociedad que, por ejemplo, el cine o la literatura. Si señor.»
Esa relación causa-efecto es una simplificación muy pobre hecha por ti. Yo lo usé como (un) ejemplo ilustrativo de una realidad más amplia. Pero, again and again, te quedas con la superficialidad y en este caso confundes un ejemplo con el discurso.
De todas formas, sep, considero que en «el mundo de la cultura», que de por sí está devaluado en la sociedad, el cómic está más que aceptado por toda una generación. No me he encontrado a nadie menos de 30 años y con un mínimo de inquietudes culturales que me mirase mal por leer un tebeo o que mirase a los tebeos peor de lo que mira al teatro, por ejemplo. Una cosa es que nidiós los lea de forma habitual. Otra que los menosprecien o se nieguen a leerlos. Y una cosa es que esté aceptado el medio en sí, y otra que esté aceptado el ser un jodío friki de los superhéroes, cosa que a veces el personal del mundillo confunde con «ser comiquero». Y otra cosa a mayores es que algo esté «aceptado» y otra que esté «mediatizado». En ese sentido, al menos tenemos las páginas culturales del domingo.
«Si de lo que se trata es de quedar de inteligente, o de intelectual, nada mejor que recomendar las historias de el bueno de Cuttlas. Así, cuando te digan “¿pero qué es esta mierda?¡No son más que paridas y cuatro palitroques!” puedes soltar todo un discurso sobre la síntesis y el valor del fondo sobre la forma.»
Eso me pasó, pero con Ware. Con lo que me callé el discurso sobre nada: no tenía sentido darle de hostias al mar.
Claro que igual fue culpa mía por entregarlo al lado de Calvin y Hobbes. Too much differences.
(A menos que, efectivamente, sea un fenómeno local. En ese caso, venid a Santiago: hay mujeres estrechas, una catedral y gente preocupada de su cultura).
Yo creo que ya esta muy superado lo de que te miren mal o te vean un bicho raro por leer comic, a mi nunca me ha pasado. Y eso que yo cuando leo en publico suelo leer en bolas y utilizo el nabo de atril, alguna sorpresa hay, pero de que este leyendo comics ninguna, oigan.
También yo leí Watchmen de chaval (13 o 14 años) y aquí estoy. No veo el problema.
Siempre le he tenido cariño a Gibbons, incluso como guionista. Sin embargo, esta deriva a lo Dillon no me acaba de convencer. Hay autores que cuando se «modernizan» pierden su encanto.
«Siempre le he tenido cariño a Gibbons, incluso como guionista. Sin embargo, esta deriva a lo Dillon no me acaba de convencer. Hay autores que cuando se “modernizan” pierden su encanto.»
No quería decirlo, pero estoy de acuerdo. Quizá es que tengo un gusto demasiado clasicote…
En cuanto a lo de la aceptación de los comics y sus lectores he de decir que me parecéis una gente rara de cojones y si os viera en persona seguro que os miraría mal.
«(A menos que, efectivamente, sea un fenómeno local. En ese caso, venid a Santiago: hay mujeres estrechas, una catedral y gente preocupada de su cultura).»
Pues de tanto en tanto me acerco porque me encanta callejear por el casco antiguo; incluso a veces cae, de paso, una visita a A Gata Tola o a… la otra… ahora no me acuerdo del nombre. Entre lo despistado que soy y que voy para pasear y dejar la mente en blanco, no me suelo quedar mucho con los locales; pero por mis narices que la próxima vez que vuelva he de buscar el Joker ese, sólo por el gusto de tomarme algo mientras leo un tebeo en lugar de la prensa.
Sputnik ha comentado: venid a Santiago: hay mujeres estrechas
Adecuación al médio físico, son muchas generaciones moviéndose por calles muy estrechas.
Por ejemplo, siempre se ha dicho que la asturiana tipo es bajita y regordeta. Pues lo mismo, mover al ganado por esas laderas tan empinadas obliga a bajar el centro de gravedad. De hecho, y es un estudio que me gustaría poder llevar a cabo algún día, tienen una pierna mas larga que la otra para compensar el desnivel.
«De hecho, y es un estudio que me gustaría poder llevar a cabo algún día, tienen una pierna mas larga que la otra para compensar el desnivel.»
Coño, Ocioso, no jodas. ¿Y cómo es eso?¿Nunca vuelven por el mismo camino?¿O para volver van caminando hacia atrás?
Amra ha comentado: hoy por hoy sigue sin tener la misma consideración que el cine o la literatura
Eso es cierto. Al cine y la literatura los consideran una mierda y un enemigo a batir. Al menos al comic lo ignoran.
Retranqueiro ha comentado: ¿O para volver van caminando hacia atrás?
Ups…
¿Cuela si digo que vuelven a lomos de una vaca?
Mmmm… Amazonas asturianas. ¿Quién podría resistirse a algo así?
Las mujeres leen mas libros porque están todo el dia en casa sin nada que hacer.
Por lo menos mientras no nos estamos bajando porno.
Jorge, coñas aparte, ¿estás bien? «Gestión Funerarias»…
También es oportuno señalar que las mujeres no leen el periodico entero sino solo las tres o cuatro últimas páginas. Los hombres leen el resto.
Sobre todo si es el AS o el Marca.
No sé si siguen haciéndolo, pero hace años el As aprovechaba una esquina de una de las últimas páginas para promocionar a una aspirante a actriz. El As, siempre apoyando la cultura. Tenía sus críticas porque la fotografía que acompañaba a su curriculum exponía la práctica totalidad de las cualidades de la chica. Criticas ridículas ya que se trataba de fotografías realizadas con tan buen gusto que gustaban por igual a hombres y mujeres.
Lo dices como si de verdad no supieras que siguen haciéndolo.
Ahora lo hacen de otra forma. Se pintan cosas en la barriga, se ponen una corona de flores, y ponen cara de mala hostia. Con eso consiguen salir en las primeras páginas y en muchos mas periódicos. Además sus condiciones laborales son mucho mejores: no es la primera vez que veo fotos del making of en las que un amable policía está sujetando a una chica a la que parece haberle dado un vahido.
Buf, menos mal que el pdf de Jorge viene con gráficos de barras, tanta letra me estaba saturando… en definitiva, que leemos pocos cómics o mejor dicho, que hay poca gente que lee cómics. Ya lo sabíamos, por eso somos frikis, si no seríamos normales.
Ua que estamos con libros, prensa y «Gestión Funerarias»… ayer leí en la prensa que murió Richard Matheson. Y acabo de ver en la wiki que fue el 23. Ni me había enterado.
¿Quién, Richard Matheson, ese insigne y polifacético cantante de tonadilla español?
¡No me jodas! ¿¡También él!? ¡¡Nooooooo!!
Por cierto, ¿a quién te refieres? Que ahora no caigo…
Muy buena entrevista. Recientemente he releído watchmen y es una pasada.
Eso explica tu alegría natural, George Nexus 😛
«Pues vale. Y yo te podría responder que lo que son simplificaciones son tus ejemplos, porque tus “experiencias” no se pueden extrapolar, pero si tu crees que sí, pues mejor para ti, asi serás más feliz, supongo.»
Creo que no entiendes el sentido de los ejemplos que he puesto. O, más bien, los has confundido con el mensaje.
Venga, un ejemplo: Si yo digo «en los bares de camioneros de la carretera por regla general se come de puta madre», ese es el mensaje. Si a continuación digo «hay uno cerca de Escairón en el que ponían un churrasco cojonudo a 2 euros*», es un ejemplo. Estoy ilustrando una afirmación a fin de que se entienda por donde voy cuando digo que «en los bares de camioneros de la carretera por regla general se come de puta madre».
Ahora bien, tú llegas y me dices que no. Que porque a mí me hayan puesto un churrasco cojonudo no significa que los baretos de camioneros tengan buena comida, que quien cocina de puta madre es Ferran Adriá y no las cocineras de esas mierda-sitios en los que sabedios qué normas sanitarias tienen. No has entendido el sentido del ejemplo. O has confundido el ejemplo con el mensaje.
*Verídico y asombroso, baidewei.
Dicho lo cualo, para evitar más malinterpretaciones, que pueden venir dadas por mi forma de escribir farragosa en ocasiones: tanto «en los bares de camioneros de carretera por regla general se come de puta madre» como «por regla general, la gente con inquietudes culturales no suele tener puto fallo con el concepto de leer cómics» son afirmaciones basadas tanto en mi experiencia como en la de otras personas que me rodean. En las reacciones de conocidos y extraños. Son, claro, subjetivas. Pero es que en ningún momento creo haber hecho una afirmación categórica a ese respecto, sino que he dado mi opinión (¿hola? ¿foro? «Yo no sé si soy más raro que la leche»).
De todas formas, no puedes confundir la percepción que pueda tener ese ente conocido como «la peña» respecto de los cómics con la importancia mediática del tebeo, su cantidad de lectores, su implantación en la sociedad, etc… o confundir, como me temo que has hecho, la afirmación de «la gente acepta los tebeos como una forma cultural válida» con «¡los tebeos le molan a todo el mundo!». Es juntar tocino y velocidad, cuando trataba de exponer algo mucho más sencillo con respecto a un comentario de Diamond (el 39): si a una tía cualquiera le hablo de tebeos no me mira como a un freak, porque no tiene esos prejuicios contra los tebeos: se la sudan igual que a mi me la suda la escultura moderna. Lo cual está muy bien: si me propones ir a ver escultura moderna quizás pique.
jorgenexo ha comentado: Yo no he tenido el menor problema en comentar en los cafés…
Se puede poner en el curriculum que eres aficionado a los comics de superheroes, el problema es que no te cogen. Pero por poder, se puede. Eso sí, una vez agarrado el trabajo no debería de haber mayor problema en comentarlo siempre que se haga con cierta actitud: hablar atropelladamente con profusión de zas y katabúms sacando tres dedos para hacer como que cortas el pincho de tortilla suele dar mala impresión.
Pero si se comenta con naturalidad en el momento adecuado no tiene por que haber mayor problema. Quien mas y quien menos tiene alguna afición considerada «infantil» en su tiempo libre, desde maquetas de trenes hasta muñequitos de plomo, y eso por mencionar solo las mas rancias.
Tengo miedo que en determinados ámbitos esté peor considerado confesar que lees literatura que comics. Lo segundo pueden considerarlo inofensivo, lo primero te convierte en un listillo.
Lo del futbol es otro cantar. Es un mínimo común divisor en las conversaciones y no hay mas remedio que tener unos conocimientos generales. Hay que saber cual es el pincho bueno del bar, que tiempo dan para hoy, y como ha quedado el equipo local el domingo. Saber leer y escribir es optativo.
En mi curro las conversaciones estrella versan sobre fútbol y puticlubs (este último algo menos desde que empezó a entrar gente más joven) pero nadie se ha burlado de mí por leer tebeos. O al menos, no en mi cara, vamos.
Y, aunque no le importe a nadie, voy a contar algo que me pasó hace años y que cada vez que me acuerdo me esmendrello de la risa. Debió ser entre el 90 y el 92. Estaba con mi mejor amigo, enseñándole un tebeucho que me había currado (y que era bastante mierda, por cierto). En esto que llega otro conocido. Nos pregunta que leemos. Le digo que un cómic. Nos pide verlo y me pregunta si lo hice yo. Le digo que sí. Lo lee y me lo devuelve diciendo: «La verdad es que eres un cómico de carallo.»
Hace muchos años ví en la tele un Estrenos Tv protagonizado por Michael Landon (un grande a reivindicar) que iba de un chaval que se hacía pis en la cama. Para quitarle el vicio su madre, que era una joputa, colgaba las sábanas meadas en la ventana a la vista de todos. El chaval volvía corriendo a toda hostia del cole para quitarlas antes de que las vieran sus amiguitos. No siempre lo conseguía y se burlaban de él. Pero a fuerza de correr y correr el chaval, en un ejemplo envidiable de superación, se convirtió en un atleta de élite que lo ganaba todo.
Cada vez que conozco a alguien que lee Fausto en alemán, sabe de futbol, de literatura y del Corsario de hierro pienso lo mismo: «Este tío tiene cosas que superar. Este tío se mea en la cama»
Lo que yo te diga.
Yo creo que hoy en día no está nada mal visto leer tebeos, al contrario, te da un plus de modernidad/contracultural/diferente, etc…Al fin y al cabo estamos en una sociedad «frikizada» en la que quien más o quien menos sigue JUEGO DE TRONOS, es fan del Batman de NOLAN o está enganchado a los video-juegos. Nos aprovechamos de esa inercia para disimular.
Vamos; yo he ido con tebeos al trabajo y nadie ha dicho nada al respecto. En cambio, se han sorprendido cuando he comentado que me gusta el SALVAME. Y desde que están de moda LOS MUNDOS DE GREY incluso no escondo tanto mi otra afición.
Lo del fútbol, hoy en día que incluso en Brasil reniegan de él y están por otras cosas, no lo tengo tan claro. Yo he sido desplazado de muchas conversaciones por hacer como jorgenexo, no tener ni idea ni de qué color es la camiseta, pero al fin y al cabo si estás un poco inmerso en la sociedad siempre se puede sacar algún chascarrillo, aunque sea sobre los problemas fiscales de Messi.
Muy buena la anécdota del niño que corría para que no le vieran las sábanas meadas. Yo también, cuando alguien es tan perfecto, me imagino que algo oculta. Luego pienso que aunque no lea a Fausto en alemán (ya me cuesta leer a Bendis en inglés), yo mismo soy capaz de tener una conversación sobre Bárcenas, sobre Belén Esteban, sobre Juego de Tronos, sobre fútbol aunque sea para decir que ojalá Hacienda embargue todos los campos de fútbol, sobre bendis y sobre mi vecina y digo…hombre, en verdad de lo que hay que huir es de la gente monotemática que sólo habla de una cosa.
En el fondo, también se puede resumir en la fábula del chico de pueblo que quería alcanzar la luna de una pedrada. No lo consiguió, pero de todos los mozos del pueblo fue el que lanzaba la piedra más arriba.
Ya me están «canizando» ciertas discotecas que se suponía que tenían cierto nivel. Por favor, al menos aquí, mantengamos el nivel. Nada de «chorbas» y estas cosas, si se quiere mantener una conversación de adultos hablad como tales 😛
Amra ha comentado: Alguién vio una película protagonizada por Victoria Abril, creo que basada en una historia real, que contaba la vida de un chaval que se sentía íntimamente mujer, con todos los traumas personales y problemas familiares que eso le ocasionaba?
No, no nos vas a liar para que hablemos de tu problema. Págate un sicólogo.
Si hombre, Cambio de sexo. Una de Vicente Aranda tardosetentas.
Oigan, a mi no solo me gusta el fútbol, la tebeología, las peliculilas y los libros sin santos, amén de la música rítmica, sino que encima escribo profesionalmente (o así) de todo ello. Y además soy un guaperas con bigote muy bien vestido.
«No nos vas a liar para que hablemos de tu problema. Págate un psicólogo»
Que se emborrache y se deje llevar, como hemos hecho todos.
zape ha comentado: Oigan, a mi no solo me gusta…
Ya ha salido el primer meoncete. ¿Alguien mas?
Súmese que juego bien al fútbol y al balonmano y que conservo todo el pelo y se tendrá un cálculo aproximado del volumen de la micción y su persistencia en el tiempo.
Eso es que no has probado mi versión con chorizo…
Evidentemente solo queda la honrosa solución de los patricios romanos. Aquella que Tom Hagen le sugería a Frankie Pentangeli.
Una tortilla española que se mancille con algo que no sea cebolla sólo merece la pena capital para su perpetrador.
*el pimiento verde se gira, ofendido, y marcha hacia el horizonte*
Pues mis tortillas de patata son legendarias. Cuando estudiaba (o algo) la carrera desfilaba la gente por casa para probarla.
Patata, mucha cebolla, huevo, sal y aceite.
Le doy la vuelta en el aire y mi record está en una de 10 huevos.
El problema es que estoy desentrenado. Desde que cambiamos de gas a vitro me niego a hacerlas. Diga lo que diga Arguiñano no es ni parecido.
Yo la más rica que he comido, fuera de casa, ha sido la de Ambiente del Sur, un bar bien majo en Barcelona.
Ya estamos exagerando. Hay muy buenos pintxos de tortilla «estándar» en Donosti, no me exageres. Sin ir más lejos, junto al Buen Pastor, enfrente de la biblioteca, hay una serie de bares y cafeterías; pues en el Plaza ponen una tortilla de patata (creo que incluyen miga de pan en la mezcla, dándole un toque diferente y algo más de consistencia) que no veas cómo entra para almorzar.
Y en la Parte Vieja depende de a qué bar de pintxos vayas, no jodamos. Si te vas al Ganbara, aka. «El sitio para timar guiris», pues te van a robar sí o sí. Pero si te quedas en la calle Fermín Calbetón, entre el Sport y alguno más ya te quedas a gusto, y si no en el Zeruko, una calle más allá.
¡Sagerao! 😛
Una tortilla de patata no puede llevar chorizo, pimiento, espárragos o la mierda típica de tu pueblo. A esas cosas, que están también muy ricas, se las llama tortilla de patata con chorizo, tortilla de patata con pimiento y así sucesivamente.
Si se habla de tortillas de patatas no se puede no mencionar Betanzos.
Cuando he pinchado los comentarios de la entrevista, no estaba preparado para encontrarme con una conversación sobre tortilla de patatas 😐
Yo digo «si» a las tortillas de patatas con cosas que no son cebolla, de cuando en cuando.