Entrevista a Jim Lee

Sábado 30 de Mayo, las 16:00 de la tarde y un servidor tiene cita concertada con nada más y nada menos que Jim Lee para hacerle una entrevista. Dicho así suena casi a sueño de cualquier seguidor de los mutantes con más de treinta años a sus espaldas, por desgracia, la entrevista, al igual que la de Mike Mignola, tuvo que ser compartida con cinco medios más además de nosotros lo que hizo que tan solo pudiésemos hacer una pregunta (la marcada en rojo) y el primer medio en la rueda de preguntas formuló pudo formular dos preguntas. Resulta curiosa esta nueva formula de multi entrevista pero entendemos a la organización y los horarios que disponen los autores son los que son, y los medios acreditados en el salón pues también son los que son, así que agradecidos de que al menos pudiésemos compartir media hora con Jim Lee quien demostró ser alguien muy alejado de divismo y al que el comic le sigue apasionando a pesar de la posición a la que ha llegado. Aprovecho para dar las gracias a Alberto Morán por la transcripción de la entrevista y a Josep Ramon quien se encargó de hacer las fotos que acompañan al texto.

• ¿Qué crees que has aportado, visual o narrativamente, al universo de Batman?

Vaya… no lo sé, es una pregunta que me va un poco grande, ya que no soy yo el que tiene que decidirlo. La historia se entiende después de que hayan tenido lugar los hechos, y yo todavía estoy tomando parte en ellos. Muchos aficionados me han dicho que dibujo lo que para ellos es el Batman definitivo, el Batman que más se parece a la imagen que tienen en mente del personaje. Mi Batman vendría a ser una mezcla del de Frank Miller, el de Neal Adams; todos los Batman que leí cuando era joven. Mi objetivo a la hora de dibujarlo siempre ha sido insuflarle mucha energía: es un personaje sin poderes, tiene sus batarangs y su coche, pero cuando lo dibujo intento que de la impresión de que vuela, de que es súper fuerte. Con esto en mente, intento que transmita energía, potencia, movimiento. En cuanto al resto de personajes de la serie… bueno, se dice que un héroe es tan grande como sus villanos, y creo que Batman tiene la mejor galería de villanos de todas. En Silencio tuve la oportunidad de dibujar a un montón de esos villanos, así que la aproveché para actualizar su lenguaje corporal y su aspecto al Siglo XXI.

• Echando la vista atrás, ¿qué piensa de la editorial Image, la editorial que fundó junto a otros dibujantes como Todd McFarlane? ¿Qué opina de lo que fue y de en qué se ha convertido?

Como he dicho antes, la historia se entiende mejor cuando los hechos ya han tenido lugar. Aún estamos en el presente, ya tendremos tiempo en el futuro de hacer valoraciones. En cualquier caso, fue una época muy interesante de mi vida: tenía 27 años, pasamos de crear una pequeña editorial a convertirla en la segunda compañía de cómics por detrás de Marvel. Llegué a tener a 120 personas trabajando para mí. Eran tiempos muy emocionantes, pero también muy caóticos. Todos nosotros, Todd [McFarlane], Mark [Silvestri], éramos jóvenes pero con mucho éxito, así que había mucha competitividad, muchas rivalidades… al final teníamos una cocina con pocos cocineros pero muchos críticos culinarios, y aquello no se sostenía. Pero dicho esto, el año pasado nos reunimos todos los fundadores de Image en Phoenix, Arizona, y fue fantástico: era como una reunión familiar, como si fuésemos hermanos. Lo pasamos muy bien. Es una parte de nuestras vidas, una parte muy especial que no se podrá repetir jamás. Con el paso del tiempo, hemos ido olvidando los acontecimientos dolorosos y desagradables, quedándonos con lo bueno. Me alegro muchísimo de haber sido parte de aquello, pero no volvería a vivirlo por nada en el mundo.

• Después de dibujar a Batman y a Superman, solo queda Wonder Woman para completar la Trinidad. ¿Le gustaría probar? ¿A qué guionista escogería para dibujar a éste personaje?

¡No [me gustaría probar]! (Risas) Bueno, quizá. Tiene gracia, porque John Byrne y George Pérez son dos grandísimos autores que ya aportaron su visión del personaje para DC e intentaron hacer de ella un personaje moderno y con éxito. Es una tarea difícil porque no es sencillo identificarse con ella: es una mujer creada del barro para ser perfecta. No es como Superman, que es algo así como el emigrante definitivo, un ser que tiene que adaptarse a nuestro modo de vida y a nuestra sociedad día a día; y tampoco es Batman, que tiene un pasado trágico y sobrepone la justicia a la venganza. Para mí es un personaje con el que me resulta difícil empatizar. En cualquier caso, la dibujé durante el arco argumental Para el mañana y me resultó divertido. Es un icono. Pero no sé si me atrevería con una serie regular. Es un personaje complejo, emocionals, con una galería de villanos completamente distinta a la de, por ejemplo, Batman. Supone un gran desafío trabajar con ese personaje.

• ¿Cuándo empezaste, llegaste a pensar que serías uno de los dibujantes más influyentes de la industria?

¡Por supuesto que lo pensé! (Carcajada) No, en serio, creo que lo más irónico de todo es que llegué al mundo del comic para poder trabajar a mi bola desde casa, sin tener que trabajar con nadie más que con un editor y el guionista. Y aquí estoy ahora, rodeado de gente, dando entrevistas a los periodistas de Barcelona y conociendo a su alcalde. Eso es precisamente lo que me aterraba de joven, no quería nada de esto, solo quería meterme en mi habitación y dibujar. Es irónico y sorprende haber acabado en esta posición. Ahora los chavales interesados pueden ver a autores famosos del mundo del cómic en la televisión o en internet y pensar “qué chulada”, pero cuando yo empecé no había nada de eso, no había información, libros o internet sobre la vida de los autores, sobre cómo eran. Así que empecé en esto porque sentía pasión por el dibujo. Jamás pensé que se llegaría a este punto de difusión, con el New York Times publicando artículos sobre los trajes de Batman. Para mí es algo totalmente inesperado, casi surrealista: cuando empecé, los comics eran una afición marginal, algo que no comentabas a los demás. Pero tomé aquella decisión porque me apasionaba, no porque fuese a ser lo que me daría de comer. La verdad es que he tenido mucha suerte: empiezas dibujando superhéroes y acabas dando entrevistas en Barcelona. ¿Quién me lo iba a decir?

• Te fuiste de Marvel cuando eras la estrella de la editorial. ¿Qué miedos surgieron en el momento de la marcha, y qué sentiste cuando tuviste el primer número de WildC.A.T.S en tu mano?

Bueno, dejé Marvel con entre 26 y 27 años. Y cuando eres joven eres bastante más ingenuo, no piensas tanto en las consecuencias: fue esa ingenuidad la que me dio el valor. En todo momento tuve la confianza de que incluso si Image fracasaba, sería capaz de recuperarme y seguir trabajando en el mundo del comic. Además, exceptuando a mi hijo no tenía más responsabilidades, y eso me dejaba en una posición más cómoda. Así que en el fondo me alegro de haber sido ingenuo.

En cuanto al primer número de WildC.A.T.S, no recuerdo esa clase de cosas porque el momento de la publicación no es el más importante para mí. El comic no se materializa en el momento en el que lo tengo en las manos porque trabajo en él día a día: incluso cuando estaba en Marvel, el momento en cuestión me resultaba más anticlimático que otra cosa, en plan “oh, vale, ya está… vaya, han coloreado el fondo de rosa”. De hecho, me resultaba decepcionante verlo publicado, porque cuando estás dibujando un comic lo dibujas tal y como lo tienes en mente, mientras que la versión impresa parece una fotocopia del trabajo original. Lo que sí me gusta mucho es ver cómo se recopila mi trabajo, por ejemplo con Batman: Silencio. Reunieron los doce números y los pusieron en un bonito tomo en tapa dura, eso me gustó mucho, pensé: “vaya estos son dos años de mi vida”. Me encanta notar el peso y saber que puedo cargarme a alguien con él. (Risas) Le da cierta elegancia, me gustan mucho los tomos en tapa dura.

• ¿Cuál ha sido la influencia del anime o el manga en su obra, ya sea directa o indirecta (por ejemplo a través de Frank Miller)?

Creo que la obra manga que más me ha influido fue Akira, la leí publicada por Dark Horse, y me impresionó mucho la narrativa, la cinética, la acción, los diálogos, el tono, el ambiente… muchos de los diseños de Akira influyeron en mis X-Men, por ejemplo cuando dibujaba robots. Me gustan mucho los manga, mis hijas adoran el manga y tienen una conexión con este género que yo nunca tendré, ya que ellas lo están viviendo y disfrutando desde el principio. Me gusta Death Note, Naruto, Appleseed. También me ha influenciado el comic europeo de Manara o Moebius. Creo que un dibujante nunca tiene que cerrarse a ninguna influencia, hay un montón de cosas chulas que me gusta incorporar a mi estilo.

• ¿Qué le parece el regreso argumental/revisión de Batman en All Star Batman?

Bueno, no creo que All Star Batman y Robin tenga como referencia el origen de los personajes, sino todo lo contrario. Es diferente, es blasfemo para muchos, es una aproximación distinta que refleja el cambio artístico de Frank Miller con respecto a un personaje tan importante como Batman. Desde que escribió a Batman por primera vez ha publicado muchas cosas como 300, Sin City o Martha Washington… creo que el enfoque de All Star Batman y Robin refleja ese camino que ha recorrido, las cosas que han cambiado para él desde la primera vez que escribió al personaje. Así que para mí tiene sentido que lo escriba así, mientas que para un aficionado al Batman clásico será difícil tragarlo. De todas formas, para mí es crucial que el personaje tenga su propio recorrido y su propia longevidad: Batman en los 50 y los 60 era un personaje cómico, y no fue hasta los últimos 60/principios de los 70 cuando volvió a ser un detective, así que no hay que tener miedo a experimentar con él. Y creo que si hay alguien apropiado para experimentar con él, ese es Frank Miller.