Hemos tenido el placer de entrevistar a Kyle Higgins, autor del universo superheroico del momento en el cómic independiente, el Massive-verse, casa de su creación propia más conocida, Radiant Black, así como de otros superhéroes creados por diversos autores. Su empresa es Black Market Narrative, su propia editorial, y publican en Estados Unidos bajo el manto de Image Comics, mientras que en España es Norma Editorial la encargada de lanzar los cómics del Massive-verse. Kyle Higgins escribió y dirigió The League, un corto independiente de superhéroes que se estrenó a finales de 2008. Joe Quesada, el editor en jefe de Marvel, se interesó por el cineasta responsable de ese corto y lo puso en contacto con Tom Brevoort, que aprobó su idea para un cómic del Capitán América. Desde ese momento, Kyle Higgins fue encadenando pequeños proyectos para Marvel y DC hasta convertirse en asiduo del universo Batman gracias al apoyo de Scott Snyder. Al mismo tiempo, se atrevió a lanzarse con la miniserie C.O.W.L., dibujada por Rod Reis, cuya reseña podéis leer aquí. Posteriormente, nuevamente con Reis, escribió la serie de ciencia ficción Hadrian’s Wall. Ambas colecciones, publicadas por Image Comics, tuvieron ventas modestas, nada que ver con las de los Power Rangers. Su trabajo escribiendo la serie principal de los Power Rangers y gestionando el devenir de todos los cómics de esa franquicia recibió dulces alabanzas de críticos y miles de lectores.
Tras el final de su etapa al frente de los Power Rangers, Kyle Higgins fundó la editorial Black Market Narrative con la intención de publicar su serie más ambiciosa hasta la fecha: Radiant Black, una serie deudora de los Power Rangers y Spiderman que está consiguiendo muy buenas cifras de ventas. Éxito que no es ninguna sorpresa para quienes hemos leído a Kyle Higgins. En los últimos años, además de lanzar spin-offs propios de Radiant Black, tanto de otros Radiants como el de No/One, Higgins ha trabajado con personajes como Ultraman y realizado otras series de creación propia fuera del Massive-verse, como Ordinary Gods o Deep Cuts. Dicho esto, vayamos con la entrevista.
ENTREVISTA A KYLE HIGGINS
Si te parece bien, nos gustaría empezar con una pregunta sobre los Power Rangers. Parece existir cierta relación, cierta evolución incluso entre los Power Rangers y el Massive-verse. ¿Qué opinas de esto?
Diría que sí, que claro que la hay. En 2015 lancé la nueva serie de Mighty Morphin Power Rangers para BOOM! Studios y escribí los primeros treinta y tantos números. Jamal Campbell y yo creamos a Lord Drakkon e ideamos el crossover con motivo del 25 aniversario, Red Quebrada. Escribí una novela gráfica original que transcurría en el mismo universo titulada Alma de dragón, con la que quería contar la última historia de Tommy Oliver como Power Ranger. Escribí el guion y dirigí el doblaje del videojuego Battle for the Grid. También dirigí a Jason David Frank para el corto en acción real que se hizo para promocionar ese juego.
Nada más empezar a trabajar en los Rangers, conocí a Mat Groom y a Michael Busuttil, quienes ahora se han convertido en dos de mis colaboradores principales en el Massive-verse, además de ser quienes llevan el asombroso pódcast Ranger Danger. Los tres hicimos muy buenas migas desde el principio y empezamos a grabar comentarios del director mensuales con los que acompañar cada número del cómic. Todos nos dimos cuenta rápidamente de que teníamos destrezas e intereses narrativos muy complementarios. Esto nos llevó a trabajar juntos en algunos proyectos de lo más divertidos hacia el final de mi etapa en la serie. Uno de estos proyectos fue el corto promocional y una lectura del guion de Red Quebrada en vivo, en la que 15 actores de la serie de televisión volvían a dar voz a sus personajes. La lectura se acompañó con ilustraciones del cómic y música nueva del compositor original de los Power Rangers, Ron Wasserman.
Mat y Michael también son quienes terminaron de despertar en mí ese gusanillo por el género del Tokusatsu, más allá del conocimiento y la curiosidad que ya tenía por Kamen Rider y Super Sentai. Entre bastidores, los tres empezamos a trabajar en toda clase de proyectos nuevos. Uno de ellos fue el Inferno Girl Red de Mat. Ver cómo Mat empezaba a darle forma a su propia superheroína adolescente inspirada en el Tokusatsu y colaborar con él como editor tuvo una influencia clara en Radiant Black.
Por aquel entonces también había estado trabajando en otra idea inspirada en el Tokusatsu, aunque a menor escala. Esta idea surgió como una posible serie digital después de que el proyecto en acción real de Lord Drakkon y the Coinless se quedara en la estacada cuando Hasbro adquirió la licencia de los Power Rangers. Ya tenía en mente la iconografía del agujero negro en miniatura, que podría quedar impresionante en acción real, y el título, Radiant Black. Con el tiempo, esta idea se convirtió en una propuesta de miniserie de seis cómics para la que trataba de encontrar al dibujante adecuado. Mientras tanto, también trabajaba en una idea para DC sobre un milenial al que despiden de Wayne Enterprises y se muda con sus padres a los suburbios de Gotham. Al final decidí que aquella historia ambientada en Gotham no era algo con lo que quisiera seguir, pero el concepto me parecía muy vigente.
A lo anterior hay que sumarle la propuesta de Tom Brevoort de hacer Ultraman en Marvel tras mi paso por los Power Rangers. Debido a todo ello, cuando Eric Stephenson me preguntó si me interesaría crear a mi propio superhéroe, me pareció el siguiente paso lógico a dar. De pronto, era como si todas las piezas del puzle encajaran, así que decidí tratar de crear el cómic de superhéroes que me gustaría encontrar en las librerías, influenciado por el género que tanto disfrutaba como lector y como creador, y al que más se me estaba empezando a asociar.
Te has declarado un gran seguidor de los superhéroes. Has trabajado para Marvel y DC. ¿Es muy diferente respecto a hacer tu propia serie?
Contar historias con y sobre los personajes que te encantaban de pequeño, personajes que seguramente te animaron a querer ser guionista de cómics, es algo increíblemente gratificante. Sin embargo, escribir para los universos compartidos de Marvel y DC también puede resultar limitante, pues siempre hay factores externos que debes tener en cuenta al trabajar con personajes que no te pertenecen. También tienes esa responsabilidad hacia el material que te precede respecto a lo que tratas de reinventar. Además, cada vez parece más difícil contar historias relevantes de superhéroes clásicos hoy en día. Creo que la narrativa también se resiente en muchos de estos personajes porque en la actualidad se han convertido en algo muy valioso para las compañías en muchos otros medios, a la vez que, desde mi punto de vista, parecen estar tremendamente desgastados. Algunos de estos personajes tienen 80 años de historia, por lo que ahora todo parece reciclado o repetido o una vuelta al pasado.
Está claro que cuando trabajas con tus propias licencias no estás sujeto a muchas limitaciones más allá de lo que te veas capaz de ejecutar. En el Massive-verse, nos tomamos la idea de contar historias de superhéroes en 2023 muy en serio. Es un mercado muy saturado y creemos que tenemos la gran responsabilidad de ir con todo si queremos pedirles a los lectores que se acerquen a un nuevo cómic de superhéroes a estas alturas. Gran parte de nuestra pasión por probar cosas innovadoras para el medio viene de ahí.
He tenido mucha suerte y me siento muy agradecido de haber tenido la oportunidad de desarrollar una relación con mis superhéroes favoritos que muy pocos fans y escritores llegan a formar. Es genial que Dick Grayson me ayudara a convertirme en mejor narrador. No estaría creando ninguno de estos cómics hoy en día si no fuera por el tiempo que pasé escribiendo a Nightwing, a Batman y a los Power Rangers.
Me gustaría preguntarte sobre tus influencias antes de sumergirte en el Massive-verse. Te gustan los superhéroes, pero los cómics van mucho más allá. También está el mundo del cine, en el que has trabajado. Dime, ¿cuáles son tus influencias?
Simplemente me gustan las buenas historias, sin importar el medio. También me encantan los narradores innovadores e inmersivos. Soy firme defensor de comprometerse con una idea tanto como sea posible. Me encanta el potencial de explorar conceptos hasta sus últimas consecuencias emocionales y temáticas. Memento es mi película favorita por lo bien que combina sus conceptos con su forma. Pone a los espectadores en la piel de Leonard de una forma única e inmersiva que además es muy específica en relación al concepto.
Marcelo Costa había trabajado antes contigo como dibujante para Power Rangers. Nos gustaría que nos contaras un poco sobre el proceso de crear Radiant Black con él y vuestra rutina de trabajo habitual.
En el mundo del cine se suele decir que el 90 % del trabajo de dirección consiste en el casting. Creo que pasa lo mismo con el equipo creativo de un cómic.
Marcelo y yo nos conocimos a través de Eduardo Ferigato, a quien Rod Reis pidió hacer algunas páginas para nuestra segunda serie en Image, Hadrian’s Wall. Tras ello, mientras ayudaba a Mat Groom a darle forma a su primera serie para Image, Self/Made, le pedí a Eduardo que la dibujara y él llamó a Marcelo para el color. Las primeras páginas nos dejaron boquiabiertos. Cuando se las enseñé a Dafna Pleban, mi editora en Power Rangers, le gustaron tanto que se puso en contacto con Marcelo para pedirle que se hiciera cargo del color de Power Rangers en números posteriores de nuestra etapa.
Hay ciertas cualidades que algunos coloristas tienen al respecto de la renderización y la forma de entender la luz y las formas que son buenos indicadores de que también pueden ser buenos dibujantes. Sabía desde el principio que Marcelo era uno de esos coloristas. Cuando empecé a buscar un dibujante con quien darle forma a Radiant Black, también tuve en cuenta que Marcelo es un gran admirador del género sentai.
Así que le pregunté a Marcelo si estaría interesado en intentar hacer un cómic como Radiant Black, y lo estaba. Decidimos que primero intentaríamos diseñar al personaje para ver cómo trabajábamos juntos y si esta colaboración iba a funcionar. Marcelo empezó a proponer diseños y fue en la segunda tanda cuando dio en el clavo con el traje. Un diseño espectacular. Después hicimos algunas páginas juntos y pasamos por varias pruebas hasta encontrar el estilo adecuado, pero llegados a ese punto todo iba ya como la seda. Los dos teníamos claro que teníamos que hacer esta serie.
Nuestra dinámica de trabajo es, justamente, bastante dinámica. Nos organizamos por Google Chat, con hilos grupales y mensajes privados. Marcelo y yo nunca nos hemos visto en persona, pero hablamos todos los días y a menudo trabajamos en los cómics juntos en tiempo real. Es un artista increíble, un diseñador asombroso y un colaborador maravilloso. No se me ocurre un compañero mejor para hacer este cómic.
Una de las claves de Radiant Black es su conexión con el mundo real. Vuestros personajes son personas de distintas edades con problemas muy reales. ¿Refleja esto tu preocupación sobre el estado actual del mundo y de la sociedad norteamericana?
Sí, esa ha sido siempre la idea del universo Marvel, que su mundo fuera el que ves al mirar por la ventana. Ese concepto siempre me ha atraído mucho. Sin embargo, por diversas razones, creo que eso no se da tanto ahora mismo. Es algo que suele ocurrir cuando los cómics, los personajes y los universos crecen más allá de cierto punto. Así que pensé que teníamos una oportunidad de intentar crear nuestra propia versión de esa idea para esta década, de centrarnos en superhéroes nuevos, contemporáneos y con los que fuera muy fácil empatizar. Superhéroes que, como milenial que soy, se enfrentaran a algunos de los problemas que atravesamos en la actualidad quienes pertenecemos a, seguramente, la última generación en creerse la falacia del sueño americano. Me gusta describir Radiant Black como Power Rangers con problemas de adultos. La idea de profundizar en personajes y en problemas generacionales a través de unas lentes con la estética de nuestra infancia es algo que genera un profundo interés en mí.
Dejemos la oscuridad que parece querer conquistar nuestro mundo a un lado… Sin importar lo mucho que sufran los personajes, parece que Radiant Black al final siempre mantiene un mensaje más o menos optimista. ¿Es esa la intención?
Diría que sí. A pesar de que yo mismo me siento cada vez más cínico, creo que en el fondo sigo siendo optimista, o al menos me gustaría serlo. Creo que hace falta ser optimista para tratar de labrarse una carrera creativa. Con el paso de los años, conforme más he escrito y más viejo me he hecho, me he ido sintiendo más cómodo con el optimismo y la ambigüedad. Resulta gratificante contar historias que muestren el lado positivo de la condición humana de vez en cuando.
Uno de los problemas principales de los cómics de superhéroes de hoy en día es el eterno retorno. Sin importar lo que hagas, los personajes siempre van a llegar a un punto que los llevará de vuelta a su estatus original. De vuelta a vivir con tía May, de vuelta a trabajar como periodista… Sin embargo, fuera de las dos grandes, los superhéroes sí tienden a desarrollarse más allá de eso. ¿Piensas sobre Radiant Black en estos términos? ¿Existe un plan a largo plazo para la serie?
Existe un plan a largo plazo que básicamente consiste en que los personajes crezcan y cambien. Y no todos lograrán llegar hasta ese punto, como en la vida misma. Tengo una idea general de lo que haremos hasta el número 50 o 60. Aunque dentro de esa idea queda mucho margen para la exploración.
Los lectores españoles ya han leído los tres primeros volúmenes. Marshall y Nathan tienen una relación muy especial. Parece que hay varios giros inesperados en su historia. Es una idea interesante. ¿Seguirá desarrollándose esta relación?
Sí, desde luego. Nathan y Marshall y su amistad forman parte del corazón de Radiant Black. Este cómic está protagonizado por ellos dos. Está diseñado para poner a prueba y explorar a estos dos mejores amigos, millennials desencantados, y su relación; además de su relación con todos sus sueños y esperanzas sin cumplir.
En realidad, antes de Radiant Black vino C.O.W.L., una serie del mismo universo que se lanzó en 2014. Ya se ha publicado en España, hace muy poco. ¿Qué nos puedes decir sobre ella? ¿La consideras un punto crucial en tu carrera como creador? ¿Ya esperabas por aquel entonces que fuera el principio de todo un nuevo universo?
C.O.W.L. trata sobre la liga de trabajadores organizados de Chicago en los años 60. Se basa en la película de mi tesis universitaria, The League, una mezcla de superhéroes y género negro de 30 minutos de duración que grabamos en película de super 16mm. Tenía un montón de efectos visuales, trajes, escenarios, etc. Fue esa cinta la que me consiguió la atención de Joe Quesada en Marvel, que es como empezó mi carrera. Por lo que sí, sin duda es un proyecto y una serie importante para mí.
Siendo sincero, no puedo decir que en su momento pensase en ella como una parte de un universo mayor. Sin embargo, desde que empezamos a trabajar en Radiant Black y a dar forma al Massive-verse, las conexiones entre C.O.W.L. y Radiant Black se dieron de forma muy natural, sobre todo en cuanto a lo que significaban para los personajes y lo que representaban para nosotros. Por eso, aunque sea un cómic del 2014, ha cimentado las bases del Massive-verse desde el principio.
Radiant Black ya llevaba un año en librerías cuando se lanzó Supermassive. Desde ese momento, se empezaron a anunciar otras series ligadas a Radiant Black. Llega el Massive-verse. Diferentes autores y sus propios superhéroes se presentan en el mismo universo que Radiant Black. ¿Cómo surge una idea así? ¿Cómo se encuentra a los demás autores?
Cuando Eric Stephenson me preguntó si me interesaba crear a mi propio superhéroe, algo contemporáneo, optimista y con toques de ciencia ficción, pensaba que podría haber un mercado para superhéroes nuevos. Me pidió que le avisara si se me ocurría algún otro autor que pudiera encajar con el proyecto. Ryan Parrott ha sido uno de mis mejores amigos desde la universidad. El hecho de que los dos termináramos escribiendo Power Rangers a la vez y de que recogiera mi testigo cuando dejé la serie fue una coincidencia muy loca. A Ryan y a mí nos unió nuestro amor por los cómics en general, por los cómics de Image y por los superhéroes. Él fue la primera persona a la que llamé para ofrecerle la oportunidad y unos tres días después me propuso la idea de lo que acabaría siendo Rogue Sun. Lanzamos o, por lo menos, anunciamos el Kickstarter de Inferno Red Girl al final del primer número de Radiant Black. Aunque al principio todos queríamos formar parte del universo de superhéroes de Image, al poco de lanzarse Radiant Black nos dimos cuenta de que sería posible, y muy interesante, poder tener un rincón para nuestros propios superhéroes dentro de Image. Un universo, si quieres definirlo así, de títulos que funcionen por separado pero combinen genial. Y de un puñado de antiguos escritores de los Power Rangers. Así es como se puso en marcha todo el plan para Supermassive, Rogue Sun, Inferno Girl Red y lo que se acabaría convirtiendo en el Massie-verse.
Supermassive está escrito por seis personas y dibujado por varios artistas. También es un evento en el que los superhéroes no se pelean entre sí. ¿Fue esto el resultado de un proceso creativo alocado o sucedió de forma orgánica?
Esa es la historia que nos propusimos contar. Queríamos hilar bien las cosas y pretendemos seguir haciéndolo. Queríamos que los números unitarios de Supermassive fueran autocontenidos de un modo que te permita entenderlos, disfrutarlos y obtener una experiencia narrativa plena aunque no hayas leído nada antes. Dicho lo cual, estos números también reflejarán el status quo de todos los personajes, por lo que tendrán un valor añadido para sus arcos si has leído las demás series. El cómic lo ideamos entre todos, con Mat Groom al cargo de la estructura y Michael de qué páginas escribía cada uno. Todo estaba en un documento de Google desde el que hacíamos apuntes y reescribíamos. Fue una pasada.
Asumimos que estos autores mantienen los derechos sobre sus creaciones. Inferno Girl Red, Rogue Sun, The Dead Lucky… ¿Tenéis alguna clase de contrato que os vincule a todos o se trata de algo más bien apalabrado? ¿Tenéis pensado desarrollar más en profundidad el concepto de «universo de superhéroes»?
Cada uno posee los derechos de su cómic. En el caso de Radiant Red y Radiant Pink, los derechos los tenemos Marcelo y yo mismo porque forman parte de Radiant Black. Todos trabajamos genial juntos y tratamos de crear algo con lo que todo el mundo se sienta implicado. Por lo que sí, desde luego que planeamos seguir desarrollando ese universo.
Por ahora parece que los cruces entre estos personajes han sido bastante esporádicos. En el futuro, ¿las series llegarán a depender mucho entre sí?
Hemos querido crear cada cómic con el objetivo de que funcione de forma autónoma, sin depender de ningún otro título. Una vez al año, haremos un crossover especial de 48 páginas, Supermassive, en el que se reflejará el status quo de todos los personajes en ese momento. Como he dicho antes, la intención es que no sean lecturas obligatorias, pero sí un buen añadido para quienes sigan alguna serie. Más allá de eso, si un personaje aparece en el cómic de otro, no tendrás que leerte las dos series para entender la historia.
Además de los héroes creados por otros autores, el Massive-verse también tiene otras series que tú has creado pero que escriben otros guionistas. ¿Supervisas estos proyectos personalmente? ¿Cuánta libertad creativa tienen sus autores?
En esos casos sí que ejerzo de supervisor. Intento darle a todos la máxima libertad creativa posible. Por lo general, participo en la creación del concepto y guío un poco las cosas a medida que van llegando las escaletas, o hago llamadas para ayudar a desentrañar la historia en ciertos puntos, o sugiero mejoras para alguna línea de diálogo, etc. Ha habido algunas cosas que no hemos podido hacer debido a los planes que tengo para los personajes o la mitología del universo, pero han sido muy pocas. Encontrar a los autores adecuados a los que confiar tus personajes resulta esencial para que todo salga bien.
Radiant Red ya está en España. El equipo creativo de la serie incluye a Cherish Chen y dos artistas españoles muy queridos: David Lafuente y Miquel Muerto. Radiant Red ya era uno de los personajes más interesantes en la serie principal. ¿Qué puedes contarnos sobre ella?
Radiant Red cuenta la historia de Satomi Sone, una profesora de enseñanza media que entra en sincronía con la fuerza Radiant. Satomi tratará de salir del lío enorme en el que se ha metido a sí misma tras robar algunos bancos para no perder su casa por culpa de un marido adicto al juego, al tiempo que toma algunas decisiones sobre la clase de senda que está dispuesta a recorrer. Esta miniserie es una carta de amor a los cómics que mezclan crímenes y superhéroes. Es algo así como la Breaking Bad de los cómics de Radiant Black.
David y Miquel han sido dos de mis artistas favoritos desde hace varios años, o desde hace muchos años en el caso de David, desde su etapa en Ultimate Spiderman. Trabajamos juntos por primera vez en el número seis de Radiant Black, en el que se contaba el origen de Satomi. Por eso, cuando llegó el momento de profundizar en su historia, estaba entusiasmado de que los dos quisieran volver y crear todo esto con nosotros. Me encanta esta serie. Espero que los lectores españoles la hayan disfrutado.
Parece que el Massi-verse está recibiendo mucha atención. ¿Estás feliz con el resultado? ¿Te esperabas esta recepción?
Siempre esperas ser capaz de crear algo que le llegue a la gente y se convierta en una serie rentable, pero una cosa es lo que esperas o crees tener y otra bien distinta que funcione en la práctica. Les estoy muy agradecido a todos los lectores que nos han dado una oportunidad y nos acompañan en este loco viaje narrativo. Tratamos de desafiar lo que un cómic de superhéroes puede llegar a ser.
La última gran incorporación al Massive-verse ha sido NO/ONE, donde colaboras con Brian Buccellato y Geraldo Borges en una historia que parece estar muy cargada a nivel político. Aunque todavía queden unos cuantos meses para su lanzamiento en España, ¿podrías darnos un pequeño adelanto? ¿Qué nos contaréis en NO/ONE?
NO/ONE es una experiencia policíaca superheroica de 10 números, y la llamo experiencia porque lleva nuestra narrativa crossmedia al siguiente nivel. La serie ha sido diseñada para suceder en tiempo real en Pittsburgh, Pensilvania, donde comienza una serie de asesinatos que tienen el objetivo de rendir cuentas. Hay un hacktivista digital llamada NO/ONE que ha incitado el inicio de este movimiento de asesinatos por responsabilidad y que ha adoptado una presencia similar a la de Batman en la ciudad. Pero lo que hace a esta serie algo verdaderamente único son sus periodistas, Julia Page y Teddy Barstow, quienes documentan todos los sucesos para un periódico local. Ahora, desde la nueva división multimedia del periódico, les han pedido que hagan un pódcast en el que recoger los progresos de su investigación. Ese pódcast lo haremos de verdad cada mes con la colaboración de Rachael Leigh Cook y Patton Oswalt, quienes darán voz a Julia y Teddy junto a otros muchos actores de gran talento y popularidad como Todd Stashwick, Yuri Lowenthal, Tara Platt, Christina Venezuela, Azim Rizik, Walter Jones, y Loren Lester.
También escribiremos y publicaremos todos los artículos de periódico del cómic en una página web real con la ayuda de Peter Nickeas, un antiguo periodista policial para el Chicago Tribune y la CNN que nos hace de consultor. Además, publicaremos vídeos virales hechos con Unreal Engine y lanzaremos una web de NO/ONE con la que los lectores podrán interactuar a través de una terminal de comandos.
Hemos diseñado este cómic para ser un cómic de crimen y superhéroes totalmente inmersivo.
El tema principal de esta entrevista era Radiant Black, pero también estás implicado en otros proyectos para Image: dos series limitadas llamadas Ordinary Gods y Deep Cuts. Dioses por un lado y jazz por otro, ambas propuestas bastante distintas de Radiant Black. Nos gustaría que nos contaras un poco acerca de estos cómics. ¿Qué quieres expresar a través de ellos?
Ordinary Gods es una serie a la que llevo muchos, muchos años dando vueltas, así que estoy entusiasmado de poder contar por fin esta historia de ciclos de reencarnación divinos y arquetipos de los que deriva la vida humana en una historia de acción tipo John Wick o Matrix.
Deep Cuts es otra serie que significa mucho para mí. Crecí tocando la trompeta hasta que cumplí los 25 o así. Este proyecto lo empecé junto a uno de mis mejores amigos, quien también es uno de mis colaboradores más frecuentes, Joe Clark. Con Deep Cuts queríamos crear una miniserie de seis números de 48 páginas ambientados en distintas décadas del jazz en Estados Unidos. Es una historia que abarca docenas de personajes a lo largo de 60 años mientras se exploran la esperanza, las dificultades y las alegrías con que la música nos conecta.
Joe y yo nos conocimos cuando tocábamos en grupos de jazz en el instituto y hemos trabajado juntos de muchas formas distintas con el paso de los años, desde hacer la banda sonora de mis cortos hasta un álbum original para C.O.W.L., pasando por Ordinary Gods y llegando hasta Radiant Black en la actualidad. Joe también trabaja como trompetista, compositor y arreglista, además de como profesor para las Northwestern University y Depaul University de Chicago. Es un tío con muchísimo talento.
Este es un proyecto en el que llevamos más de cuatro años trabajando. Nos hemos documentado mucho y estamos ansiosos por ponerlo al alcance de los lectores. Es una mirada sin tapujos al jazz y a las personas que lo tocan y lo viven.
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C.O.W.L. 01. Principios de poder
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