Luego de posicionarse como uno de los artistas de cómics españoles (aunque también de todo el mercado) más interesantes de la actualidad, con varios años de carrera en Marvel Comics donde destacan su Daredevil y su etapa en Amazing Spider-Man y con otros tantos antes en DC Comics sobresaliendo Batgirl: Year One, el perfil autoral de Marcos Martín se tornó aún más atractivo cuando decidió no continuar en la editorial del mainstream para dedicarse a un proyecto propio, de original iniciativa.
Este es The Private Eye junto a Brian K. Vaughan, anunciado y lanzado en marzo de este año, soportado en una plataforma online llamada Panel Syndicate, vendiéndose este nuevo cómic exclusivamente en formato digital y a un precio que pone el lector.
Por la originalidad de la iniciativa, y también del cómic en sí, surgieron muchas preguntas las cuales Marcos tuvo la cortesía de responder en detalle, por lo cual le agradecemos nuevamente. Ylos dejamos con la entrevista.
Al habla con Marcos Martín
Zona Negativa: Primero que nada, gracias por atender a nuestras preguntas. Empecemos con unas preguntas ligeras para romper el hielo y así crear un ambiente un poco distendido. En las palabras finales del #1, Brian comenta que vosotros dos os conocisteis años ha, ¿Podrías hablarnos de cómo os conocisteis y de en qué momento entendisteis que queriais trabajar juntos? ¿Que te aporta Brian como guionista?
Marcos Martin: Como comenta Brian, nos conocimos a finales del 1999, al inicio de nuestra carrera, cuando nos juntaron para trabajar en una historia corta de Batman. En esa época vivíamos los dos en Nueva York y resultó que éramos vecinos, así que quedábamos de vez en cuando para charlar y tomar café. Teníamos ideas y gustos similares y nos hicimos amigos, así que seguimos en contacto incluso después de que yo volviera a Barcelona y él se mudara a California.
Respecto a lo que me aporta como guionista, la respuesta es fácil: buenos guiones. 🙂
ZN: Ahora que ya hemos cotilleado un poco, vayamos por faena. Luego de esa historia de Batman, siguió la colaboración en la miniserie del Doctor Extraño publicada en 2006. Se sobreentiende que aquel trabajo fue positivo para ambos, así que… ¿por qué habéis tardado hasta este año en volver a colaborar? ¿Es posible que se nos haya escapado algún trabajo vuestro en conjunto? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que dijisteis que queríais hacer algo juntos hasta que os pusisteis a ello?
MM: La verdad es que, desde esa primera historia corta de Batman, habíamos intentado volver a trabajar juntos varias veces pero, dejando de lado la minserie del Dr. Extraño, no había podido ser por una razón u otra. Finalmente, a principios del 2011, coincidió mi decisión de dejar la Marvel con la propuesta de Brian para hacer The Private Eye juntos.
ZN: Con The Private Eye estáis innovando en muchos temas. Iremos uno a uno, porque el cómic en sí da para mucho. Ahora mismo estáis probando un novedoso sistema de distribución por el que ponéis el cómic a disposición de los lectores al precio que ellos estén dispuestos a pagar. Esta iniciativa tiene que ser altamente aplaudida en los tiempos de crisis que estamos viviendo. ¿Tuvisteis en cuenta el contexto político y económico actual a la hora de idear este sistema? Aún es pronto para hablar de resultados pero, ¿creéis que el experimento será viable?
MM: La idea de la modalidad de pago era anterior a la crisis y yo creo que la hubiésemos aplicado, con independencia del contexto económico. Lo que sí que ha hecho la crisis es afianzarnos en la certeza de que esta propuesta era la más justa. Creemos que en una época como la que estamos viviendo, donde parece que la solución pasa por el sacrificio de muchos para asegurar el beneficio de unos pocos, es necesario contraponer el sacrificio de unos pocos para beneficiar a muchos. Y a nivel simbólico y a muy pequeña escala, espero que nuestro modelo sea ejemplo de eso.
Y que conste, que, cuando hablo de sacrificio de unos pocos, en este caso me refiero a nuestro papel como empresarios no como creadores. No me gustaría que se interpretase ésto para apretar más a los autores, al contrario.
Respecto a si es viable o no, es todavía pronto para saberlo. De momento está funcionando pero hace falta analizar todavía muchos factores para ver si es algo que pueda tener continuidad a largo plazo o si es aplicable a otros autores, por ejemplo.
ZN: ¿Qué podéis decir a aquellas personas que quieran bajarse el cómic y dada su situación económica no se lo descargan porque pondrían un precio muy inferior al que realmente pagarían por vuestra obra (y, reconozcámoslo, esas cosas a veces dan vergüenza)?
MM: Que se lo bajen sin remordimientos. Este modelo está hecho precisamente para eso. Preferimos que la gente tenga la oportunidad de leerlo aunque sea sin pagar, a asegurar un beneficio a costa de aumentar el precio del producto y restringir el mercado. A corto plazo puede ser perjudicial para nosotros pero esperamos que a la larga beneficie a todos.
ZN: Este sistema de distribución es diferente al de mecenazgo, pero tiene sus puntos en común. ¿Os inspirasteis en las webs en las que la gente puede donar dinero para un proyecto a la hora de idear el sistema de distribución?
MM: Si te refieres a páginas como Kickstarter, aunque nos parecen brillantes, creemos que no es el modelo ideal en casos como el nuestro, donde somos autores con suficiente reconocimiento como para asumir el riesgo de presentar el producto acabado antes de pedir a la gente que pague por ello.
El concepto en sí no es nada nuevo y está más próximo al que ya puso en práctica Radiohead en su día o el cómico Louis C.K más recientemente y que, actualmente, aplica un portal de música como Bandcamp.
ZN: Con el sistema de distribución ponéis en jaque a la piratería. Si hay gente que considera lícito descargar los productos de X empresa porque en realidad el autor no se lleva más que un porcentaje muy pequeño de las ganancias, en este caso lo tiene crudo porque quien piratee os están robando a vosotros directamente, y encima sin excusa, que dejáis que el precio lo ponga el lector. ¿Creéis que si las empresas copian vuestro sistema se daría un varapalo a la piratería? De hecho, ¿qué pensáis de la piratería?
MM: Mi opinión al respecto de la piratería es que la clave está en la educación. Internet es un medio maravilloso y ha traído consigo una cantidad de oportunidades capaces de cambiar los paradigmas en los que se movía la relación entre las industrias creativas y los consumidores. Yo creo que la época en que las empresas dictaban el precio de los productos se ha acabado y lo normal sería que el mercado evolucionara hacia otro tipo de modelo, donde la relación entre autor y consumidor sea mucho más directa.
Ahora sí, esa idea que Internet ha contribuido a extender de que la cultura es gratis, en eso no estoy de acuerdo. La cultura ha de ser libre, que es muy diferente, pero tiene un coste. Cuál es ese coste es algo que se debe decidir entre creadores y consumidores. Es esta nueva relación de corresponsabilidad lo que más nos atrae a nosotros, donde como autores nos comprometemos a crear un producto de calidad y los lectores deciden el valor que ese trabajo tiene de acuerdo con las posibilidades, circunstancias y percepción de cada uno. Por eso, incluso el posible fracaso de nuestra iniciativa sería válida desde un punto de vista pedagógico.
ZN: ¿En algún momento os habéis planteado publicar la obra en papel? Si la respuesta es no, ¿Cambiaríais de idea si la gente o alguna editorial os lo pide? De hecho, varios lectores nuestros ya manifestaron que prefieren esperar la potencial e incierta edición en papel…
MM: Hemos tenido varias ofertas para publicar la obra en papel, tanto antes como después de su salida digital, pero no tenemos planes para hacerlo. Y no tenemos nada en contra de las publicaciones impresas, al contrario. Pero creemos que el caso de The Private Eye es especial y su vida (corta o larga) debe ser únicamente digital.
ZN: Otro punto muy importante, es la publicación simultánea en inglés, español y catalán, explotando de una manera casi inédita las posibilidades de la red global, aunque viéndolo realizado parece una idea obvia, del tipo “¿cómo no se le ocurrió antes a nadie?”. ¿Cómo surgió esta idea para su proyecto? ¿Planean ampliarlo a más idiomas?
MM: Éste era otro de las posibilidades que ofrecía este método de distribución y que tuvimos muy claro desde el primer momento. Como comentas, era una de las consecuencias más claras de un lanzamiento global como es éste. De hecho, nos hubiese gustado salir con algún idioma más (francés, en principio) pero las posibilidades económicas de las que disponíamos no nos lo permitía. El éxito del primer número nos ha permitido financiar por el momento dos versiones más, en portugués y francés. Nos gustaría ir añadiendo idiomas pero nos vemos limitados tanto por una cuestión económica como de tiempo, ya que yo me hago cargo también de la rotulación.
ZN: Vayamos al cómic. Dada vuestra estrecha relación de amistad es muy posible que las ideas incluidas sean de los dos, ¿Es así? ¿Cuál es el sistema creativo? Ahora mismo tenéis la máxima libertad creativa, ¿cuán lejos estáis dispuestos a llegar a explotarla?
MM: Bueno, la libertad creativa, como tú dices, es máxima y se llevará lo lejos que la historia lo requiera, ni más ni menos. Obviamente, no nos vamos a cortar ahora que no tenemos supervisión editorial pero tampoco nos vamos a forzar a cosas que no vengan a cuento sólo porque podemos.
En cuanto al sistema que utilizamos es muy similar al habitual americano. Brian hace primero el guión del número y luego lo comentamos entre los dos para ver que cosas funcionan mejor o peor. Después yo hago los bocetos y volvemos a discutir sobre mis propuestas o cambios. Y a partir de ahí ya sigue el proceso habitual de dibujo, entintado, color y rotulación.
En ese primer proceso de discusión es donde se mezclan las ideas de uno y otro. Pero por regla general, podemos decir que la idea argumental es de Brian y mi aportación, dejando de lado la translación al medio narrativo del cómic, se remite más a conceptos o propuestas visuales que ayuden a reforzar la intención de la historia.
ZN: Para quienes aún no tuvieron posibilidad de leer el cómic, ¿pueden contar brevemente de qué trata exactamente The Private Eye? ¿En qué os inspirasteis para crear los personajes?
MM: The Private Eye transcurre en un futuro cercano y en un mundo donde Internet ha desaparecido tras una catástrofe que desveló la información personal de millones de usuarios. En esta situación de máxima exposición, la privacidad personal se convierte en el valor más preciado de una sociedad que lo lleva al extremo de crear identidades secretas para su vida y relaciones diarias. Nuestro protagonista es un paparazzi, el equivalente a un investigador privado, que se verá envuelto en un misterio con ramificaciones mayores de las que en un principio podía parecer.
En mi caso, la inspiración para el diseño de los personajes, en un nivel puramente visual, viene de mil referencias distintas. Pero creo que, sobre todo, es consecuencia de la mezcla entre la tradición más clásica del cómic americano con la que me he formado y la influencia más reciente del manga, especialmente gente como Taiyo Matsumoto, por ejemplo.
ZN: Existe una curiosa relación entre la forma de publicación y distribución del cómic y la historia que allí narran, con Internet, lo digital, y los medios electrónicos en el centro de atención de todo esto. ¿Cuán intencionada es esta relación? ¿Cómo se influyeron entre sí el modo de publicación y la historia? ¿Hay algún mensaje escondido detrás de The Private Eye en este sentido? O lo que es lo mismo, ¿qué trasfondo tiene la historia? Porque resulta hasta un tanto contradictorio la premisa del mundo futurístico y la publicación exclusivamente digital…
MM: La idea de la distribución digital era algo que hacía mucho tiempo que tenía en la cabeza y por tanto, muy anterior a la propuesta del cómic. Pero en cuanto Brian me comentó la premisa vi claramente que éste era el cómic ideal para llevar esa idea a la práctica. O sea, que fue más una afortunada coincidencia que una intención buscada.
Dicho esto, la publicación digital le añade una cierta dosis de ironía al producto. Y no creo que sea contradictorio, en tanto que la historia es un comentario sobre nuestra sociedad actual y el cambio que Internet y las redes sociales han tenido en nuestra vida y nuestras relaciones. Una distribución tradicional en papel podría haber llevado precisamente, a la percepción de un enfrentamiento entre el mundo analógico y el digital, en el cual hubiésemos estado tomando partido claramente.
Respecto a la manera en que todo ésto ha influido en la historia, habrá que esperar a ver cómo se va desarrollando porque pueden haber sorpresas…
ZN: Hay una gran discusión sobre los tebeos digitales. En DC publican los tebeos digitales en formato cómic cortado por la mitad, de manera que se lee bien en varios dispositivos y a la hora de publicar lo hacen en formato cómic juntado dos páginas digitales en una. En Marvel utilizan los motion comics. Algunos autores más experimentales utilizan la página continua… Vosotros habéis optado por un formato de página que se ve bien en todos los dispositivos. ¿Qué os ha llevado a esta decisión? ¿Qué pensáis de los otros formatos?
MM: Una de las cuestiones fundamentales a la hora de plantear este proyecto era la universalidad del formato. Era necesario que el lector no tuviese problema a la hora de poder visualizar el cómic. A nivel técnico eso significaba la apuesta por el PDF, a los que posteriormente añadiríamos el CBR y CBZ para comodidad de la gente que dispusiera de aplicaciones específicas para la lectura de cómic. Y a nivel formal, ha supuesto la adopción del formato de página panorámico para que se adapte perfectamente a la medida de la pantalla del ordenador, sin necesidad de hacer scroll. Por lo demás es un cómic tradicional en todos los sentidos porque, en mi opinión, no es necesario nada más.
No tengo nada en contra de las otras opciones que se utilizan a la hora de presentar el cómic en formato digital. Pero por lo que he visto, creo que se corre el riesgo de desvirtuar el medio para acabar haciendo pases de diapositivas o storyboards animados.
ZN: Uno de los géneros principales que atraviesa a The Private Eye es la ciencia ficción. Mediante la ambientación en el futuro se hace un análisis, o como mínimo un comentario, sobre las generaciones nacidas y criadas en el final del siglo XX y principios del XXI, y con ello también de nuestra cultura y sociedad actual. ¿Qué profundidad pretenden dar a este aspecto? ¿Conciben al cómic, y a los productos de ficción y entretenimiento en general, como un medio para analizar y opinar sobre nuestro presente?
MM: Todo producto de ficción y entretenimiento, sea del medio que sea, tiene la capacidad de presentar un análisis o reflexión sobre cualquier aspecto de nuestra realidad. Personalmente, cuando consumo historias de género (tanto superhéroes como ciencia ficción) yo prefiero que ésto sea así, aunque no tiene porque ser condición obligatoria. Lo que para mí sí es indispensable en este tipo de historias es que sean entretenidas.
ZN: Otro elemento importante de este cómic son las máscaras, pero abordándolas en un sentido bastante alejado de los superhéroes. ¿Es esto una opinión sobre nuestro presente? ¿Lo ven como una posible futura evolución de nuestra sociedad, en el sentido de la pregunta anterior, en base a la actual utilización de perfiles con seudónimos y demás en las redes sociales? Quizás sea parte importante de su historia… y en ese caso, ¿qué nos pueden comentar sobre las máscaras en este mundo futurístico?
MM: Efectivamente, las máscaras y disfraces cumplen aquí la función que hoy en día tienen los seudónimos en Internet. Tienen que servir para ocultar y a la vez, reflejar la personalidad de la persona que se esconde detrás. Por eso, en muchos casos, no se trata tanto de disfraces como de una evolución de la moda pasada por la aplicación del criterio personal de cada uno.
Sobre si es una posible evolución de nuestra sociedad, no lo creo, no. No es algo que siga un proceso lógico de evolución de la realidad sino que se tiene que entender de forma más metafórica. La historia no funciona si se intenta aplicar una explicación racional de los acontecimientos sino como fábula.
ZN: A nivel artístico, ¿cuál es tu forma de trabajo previo al paso a dibujar?
MM: Como ya he comentado, antes de ponerme a dibujar me leo el guión varias veces, lo comento con Brian y después aboceto la mitad del número, aproximadamente, en tamaño Din A4. Durante este tiempo, busco también todas las posibles referencias que pueda necesitar y aprovecho para diseñar lugares o personajes si se da el caso. Una vez repasados los bocetos de nuevo con Brian, los escalo para ocupar el tamaño normal de un original, los imprimo en gris muy claro y ya me pongo con el dibujo final. Es un proceso muy habitual en muchos dibujantes, vamos, no tiene nada de especial.
ZN: ¿El diseño del mundo y los personajes futurísticas corren por cuenta tuya o trabajaron en conjunto con Brian? ¿Cómo llevas crear situaciones, objetos y personajes de un futuro medianamente lejano?
MM: La premisa de este mundo, muy analógico, táctil, palpable y aparentemente más cercano a una visión utópica que distópica corre a cargo de Brian. Mi trabajo consiste en traducir ese concepto a soluciones visuales concretas. Se mezclan, por ejemplo, objetos de nuestro pasado más cercano con evoluciones más o menos verosímiles de tecnologías actuales como la levitación magnética o la arquitectura sostenible.
De todas formas, intento integrar todos esos elementos de manera orgánica, para que contribuyan a la atmósfera de la historia pero en un nivel de protagonismo secundario, a no ser que cumplan una función concreta en el desarrollo de la acción.
ZN: ¿Con qué elementos disfrutas más cuando dibujas?
MM: Con las viñetas en negro. 🙂
ZN: A lo largo de estas páginas se incluyen muchos detalles y referencias de marcas, libros, películas discos, etc. ¿Quién es el responsable de esto? ¿Brian, tú o los dos? ¿Es un elemento relevante para el cómic o sólo una especie de juego para situarnos en este mundo?
MM: Son detalles que a veces sirven para ambientar el mundo en el que estamos y otras para aportar alguna información sobre los personajes. En algunas ocasiones son indicaciones específicas de Brian y en otras aportaciones mías.
Por poner un ejemplo, en la escena en la oficina del primer número, el personaje de P.I. está leyendo el libro de Joseph Heller «Something Happened«. Eso es cosa de Brian y aporta pistas sobre la personalidad del protagonista. Los posters de las películas en el fondo son cosa mía. También ayudan a la construcción de su personalidad y dan una pista sobre el personaje de la femme fatale a punto de aparecer y el futuro desgraciado que le espera.
ZN: ¿Qué te ha supuesto el cambio digital, es decir, pasar de pensar a que lo que dibujas va a ser leído en papel a pensar en que lo que dibujas será visto por una pantalla?
MM: El cambio fundamental diría que tiene que ver con el hecho de no existen las páginas encontradas con lo que te tienes que plantear cada plancha como un cambio de página. Es decir, tienes que estructurar la narración de manera que la información que das en cada página acabe siempre en pequeñas incógnitas que lleven al lector a querer apretar el botón para pasar a la siguiente.
Puede parecer una tontería pero realmente cambia la manera en que te enfrentas al guión.
ZN: Y hablando de cambios, ¿cómo fue el cambio a la hoja horizontal? ¿De quién fue esta decisión y cómo influyó en tu estilo?
MM: La decisión fue mía y tenía que ver con la idea de que encajara en el formato más habitual de pantalla de ordenador sin necesidad de hacer scroll. La verdad es que afecta bastante a la manera de estructurar la información, una vez más, porque tienes que buscar soluciones distintas a las que te permite el formato vertical habitual. A veces funciona mejor y otras peor pero poco a poco me voy acostumbrando.
Curiosamente, a nivel narrativo creo que el formato apaisado funciona muy bien con una historia ambientada en Los Ángeles, ya que refuerza de manera sutil esa sensación de horizontalidad que tiene California, en contraposición a la verticalidad de escenarios como el de NY.
ZN: Eso es todo… Muchas gracias por su tiempo, que sabemos que muy valioso, y mucha suerte con la publicación del resto de la serie.
MM: Muchas gracias a vosotros por vuestro interés y apoyo.
Con la buena pinta que tiene The Private Eye y aún no me hecho con ninguno de los números. Los que la estáis siguiendo… ¿está tan bien como parece?
» Internet es un medio maravilloso y ha traído consigo una cantidad de oportunidades capaces de cambiar los paradigmas en los que se movía la relación entre las industrias creativas y los consumidores. Yo creo que la época en que las empresas dictaban el precio de los productos se ha acabado y lo normal sería que el mercado evolucionara hacia otro tipo de modelo, donde la relación entre autor y consumidor sea mucho más directa.
Ahora sí, esa idea que Internet ha contribuido a extender de que la cultura es gratis, en eso no estoy de acuerdo. La cultura ha de ser libre, que es muy diferente, pero tiene un coste. Cuál es ese coste es algo que se debe decidir entre creadores y consumidores. Es esta nueva relación de corresponsabilidad lo que más nos atrae a nosotros, donde como autores nos comprometemos a crear un producto de calidad y los lectores deciden el valor que ese trabajo tiene de acuerdo con las posibilidades, circunstancias y percepción de cada uno. »
Muy, pero que muy de acuerdo.
Respecto al cómic, sólo leí el número 1 (pagué 1$)y es bueno. No tan contundente como el 1 de Saga o e Y el último hombre, pero guay, neonoir futurista.
A mí me da coraje… que tarden tanto en sacar el siguiente número xD De momento me parece bastante buena y original, a ver que tal continua pero vaya, recomendable cuanto menos.
Que Marcos Martín es un artistazo como una casa está más allá de toda duda razonable, y la única lástima es que no haya hecho más números de DAREDEVIL o de lo que sea, porque todas y cada de sus páginas son una lección de story telling, diseño, composición, buen hacer, etc…
Dicho esto, además me congratula ver que es un tipo humilde con las ideas claras. Apoyo todas y cada de sus palabras, justas, razonadas y muy lejanas del divismo avaricioso de la SGAE o de tótems como ALEJANDRO SANZ (que además no pagan impuestos en su país).
Personalmente, tan sólo diciendo que quien lo considere se lo baje gratis sin remordimientos me ha ganado.
Yo me he bajado los dos números pagando 1 euro, que es poco pero a su vez es el precio que considero justo dado que los costes de impresión, distribución, margen del librero, etc…son nulos. Considero que con que haya 25.000 personas más como yo en el mundo tienen amortizado el proyecto y los gastos de la web.
Dicho esto, también digo que soy reacio al medio digital para los cómics, y espero que se publique en papel. No obstante, me ha parecido una iniciativa muy loable y valiente, y creo que es sobre este camino que deben circular el uso de las nuevas tecnologías.
La historia en sí es muy buena, como siempre a la espera de cómo evoluciona. Pura ci fi imaginativa con unos dibujos acojonantes. Vamos, compramos morralla a saco por el triple a gualtrapas que no lo merecen, vamos a negar una miseria a alguien que le pone el corazón, el arte y el valor.
Una gran oportunidad desaprovechada. ¿Por qué no habéis dejado que vuestro Marcos Martín entrevistara a Marcos Martín? De ahí Nolan habría sacado una trilogía.
Leída la entrevista, que sigan los aplausos a Brian y especialmente a Marcos, que se le ve cercano y con los pies en la tierra a pesar de ser un artista como la copa de un pino.
Yo llevo pagados $5 por cada número y pienso seguir haciéndolo para apoyar la iniciativa en función de que siga llenándome como lo hace. Por cada número malo bajaría un dólar el precio a pagar del siguiente, pero mientras siga así y no siendo de periodicidad mensual, ahí tienen mi dinero para seguir creando arte.
Enhorabuena por la entrevista y gracias a Marcos Martín por aceptarla.
Prefiero que Nolan siga inspirándose en One Piece…
http://i999.mangareader.net/one-piece/711/one-piece-4226571.jpg
En otro orden de cosas, cojonudísima entrevista, y yo encantado de pagar mis 4 dolares por número (que es lo que pagaría en Comixology por un número recién salido de DC por el mismo número de páginas) de esta obra.
Vaughan no es el tío que más me flipe del mundo, pero le tengo muchas ganas a esto del Private Eye.
Pues igual me lo he saltado por estar con el móvil pero de dónde se baja esto????
A mí personalmente me gustaría más en papel soy un poco retrógrado en ese sentido.
Louontherocks, el link está, pero aqui está de vuelta: http://panelsyndicate.com/
Yo creo que acabarán sacándolo en papel en algún momento; es cuestión de tiempo. Prefiero esperar…
Imagino que todos los que se niegan a pagar este cómic en formato digital después no se quejarán del precio del formato físico que creen que llegará. Espero, si se diera el caso, no tener que oír cosas como «¡Pero si ya lo han amortizado con las copias digitales! ¿Por qué tan caro?», siendo un cómic en formato apaisado y específicamente creado para el mercado digital.
En fin… ¡ukachaka, ukachaka!
Jo! reverend me has leído la mente con lo de MM vs MM
Yo me lo imaginaba tal que así.
Muchas gracias Mariano ya le he echado un ojo
¡Esas manos tan Ditkonianas que dibuja Marcos Martín me vuelven loco! Como ya comenté en su momento, enhorabuenérrima a Vaughan y Martín, tan valientes como humildes y creativos.
Es un gustazo de cómic para los ojos: esas composiciones de páginas PERFECTAS, ese milimetrismo, ese mundo imaginario tan fascinante como terrorífico,… Una delicia. Le auguro a la obra el mejor de los futuros.
¡Van a crear la historia en cómic para la Historia del Cómic!
Otro más que ha leído los 2 números, a 2€ cada uno. La historia me ha gustado mucho y el dibujo más el color me parece una pasada!! El abuelete del prota es brutal con sus tattoos y sus piercings, xDD
También se pueden mejorar, para mi gusto 2 aspectos, uno sería la periodicidad, muy larga entre números y la otra la traducción al català, que podría ser más neutra y no tan centrada en el dialecto central.