Skottie Young no es un hot-artist. Y posiblemente nunca lo será, al menos en la acepción más “noventera” de la palabra. Pero es un dibujante que está de actualidad, y no lo decimos porque en los premios Eisner del 2015 anunciados al cierre de esta edición haya obtenido dos nominaciones gracias a su trabajo en la serie regular de Mapache Cohete. Skottie ha tenido una trayectoria no muy extensa pero dedicada en exclusiva a Marvel siempre con un perfil bajo… hasta la irrupción de sus portadas “baby variants”. La fiebre por los bebés Marvel no se veía desde que los zombies inundaron el catálogo y las portadas marvelitas hace ya una década. El artista ha sabido canalizar este éxito con nuevas obligaciones sin prisa pero sin pausa, añadiendo primero tareas de guionista en series Marvel y en un futuro cercano al frente de su propia serie regular independiente en Image. Un todoterreno creativo y una figura de referencia con un estilo muy personal. Porque, reconozcámoslo… ¿quién no quiere ver a su héroe favorito “versionado” por Skottie Young?
Skottie Young: Yo fui de esa generación de niños que empezó leyendo Mad Magazine y Archie. Creo que fue cuando tenía unos once o doce años. No empecé a leer el género de superhéroes hasta que cumplí los catorce.
S.Y.: A mí el que más me gustaba era Sergio Aragones, seguido de Jack Davis. Eso era de cuando yo devoraba la Mad Magazine, claro. Luego caí enamorado del estilo de gente como Sam Kieth, Keith Giffen, Greg Capullo o Chris Bachalo. Si la memoria no me falla, esos eran los primeros autores a los que empecé a seguir mes a mes y a comprarme todo lo que dibujaban.
S.Y.: La verdad es que he dibujado desde siempre, antes incluso de empezar a leer cómics. No recuerdo cuando empecé a dibujar, pero sí que me acuerdo de que mis padres me compraban libros y cuadernos para colorear y yo, en vez de colorearlos, lo que hacía era copiar los dibujos en otras hojas. A mí me gusta pensar que todos los niños empezamos a dibujar… pero que solo algunos nunca dejamos de hacerlo. Respecto al hecho de dedicarme a ello… creo que tendría unos 17 o 18 años cuando lo valoré en serio. Nunca le había dado importancia a tener trabajo o no, así que tampoco supuso ninguna presión más allá de intentar pasármelo bien.
P.M.: ¿Cómo fue tu entrada en el mercado del cómic profesional?
S.Y.: Conocí a una persona en una convención de cómics y empecé a desarrollar proyectos para convencer a Image. Hubo un día en el que este amigo mío estaba en las oficinas de Marvel cuando le preguntaron a ver si conocía a alguien que pudiera hacer un fill-in en una serie. Sugirió mi nombre… y me dieron el trabajo. Fue el primer cómic completo que hice. Era el tercer número de una miniserie de el Hombre de Hielo. No he dejado de dibujar y de ganarme la vida con ello desde entonces.
S.Y.: Me encantó trabajar con Chris [Yost] en esa serie. Tuve la oportunidad de dibujar un gran reparto de personajes y de dejar mi huella en ellos. Además, aprovechamos para traer a Magik de vuelta al Universo Marvel después de mucho tiempo, así que eso estuvo bien. Creo que dibujar New X-Men fue un momento importante en mi carrera, porque además en esa serie empecé a usar un estilo más libre y me sirvió para aprender mucho.
S.Y.: La verdad es que nunca me ha preocupado si mis series eran populares o no. Siempre he tratado de pasármelo bien trabajando y experimentar con el dibujo. Los Nuevos Guerreros fue la primera serie de mi carrera en la que tuve oportunidad de aportar ideas desde el principio, tanto en diseño como en el desarrollo de la idea. Zeb [Wells] y yo éramos buenos amigos y hablábamos mucho de qué hacer con la serie. Eso hizo que el proyecto fuera divertido. Mucha gente me pregunta por los diseños, pero la verdad es que todos ellos fueron bastante naturales… excepto Nova y su casco. Odio ese casco [Risas]
P.M.: Después de eso, has estado más de cinco años de tu carrera trabajando en el Mundo de Oz con Eric Shanower. ¿Qué te ha motivado a seguir durante tanto tiempo con esos personajes?
S.Y.: Me gustaba el contenido y, sobre todo, la libertad de explorar mi imaginación. No estaba limitado por las reglas de los superhéroes y podía hacer lo que quisiera. Además, las miniseries vendieron bastante bien así que no había razón para cambiar algo que no estaba roto. Eric era un guionista muy inteligente y además un buen dibujante, así que yo estaba muy cómodo trabajando para él porque sabía muy bien cómo escribir para un dibujante.
S.Y.: Fue tan simple como que me preguntaron con qué series o personajes me gustaría trabajar y les di una lista de mis favoritos. En esa lista mencionaba a varios personajes, y Rocket era uno de ellos. Esto fue un poquito antes de que se estrenara la película así que fue todo bastante tranquilo y pausado. Reconozco que a me gusta mucho escribir comedia, así que Mapache está siendo la combinación perfecta. Y luego está, el hecho de que la película haya elevado la popularidad del personaje.
S.Y.: Desearía poder contar una historia fantástica sobre los orígenes de todo esto, pero básicamente fue un pedido por parte de una cadena de tiendas de cómics para que les hiciera una portada alternativa [para Avengers vs X-Men] con personajes Marvel en versión bebé. Vendieron un montón de esas portadas y poco después me pidieron que hiciera un par más. Y así, poco a poco, hasta la actualidad. Si las cuentas no me fallan, creo que ya he hecho más de 100 portadas en total. Y evidentemente, me ha hecho muy feliz que haya habido tanta gente a la que les hayan entusiasmado.
P.M.: Recientemente has anunciado una nueva serie de creación propia para Image: “I Hate Fairyland”. ¿Qué te llevó a dejar de dibujar para Marvel a cambiar a Image?
S.Y.: Todavía queda unos cuantos meses para el estreno de la serie, que saldrá alrededor de otoño, así que de momento no puedo decir mucho. Pero llevaba años queriendo hacer mis propias, incluso desde que empecé a leer cómics. Y esta idea en concreto es la que más, así que este era el momento perfecto para llevarlas a cabo. Espero que a la gente le guste.
P.M.: ¡Última pregunta! Nos gustaría saber qué comics o novelas gráficas estás leyendo y disfrutando actualmente.
S.Y.: Ahí van algunas, aunque son muchas más. Descender, de Jeff Lemire y Dustin Nyugen; Black Science, de Rick Remender y Matteo Scalera, Rumble de John Acurdi y James Harren; Trees de Warren Ellis y Jason Howard; Y, por supuesto, Groo.
La popularidad de Mapache Cohete todavía no ha tocado techo e incluso todo parece indicar que ha desarrollado el poder de la omnipresencia, a prueba de balas. Marvel no ha podido retrasar lo inevitable y ha asignado a Skottie Young la tarea de narrar las aventuras regulares de Rocket y su fiel amigo Groot, poniendo a prueba la teoría de que los personajes solo pueden funcionar en pequeñas dosis o como secundarios. Young realiza las labores de autor completo al frente del guión y dibujo, en un papel tan difícil de ver en la Marvel de hoy en día, acompañado únicamente por el francés Jean-Francois Beaulieu al color.
El resultado de la apuesta no podía ser más satisfactorio. Una mezcla de estilos desenfadados, cafres y alocados sobre una base de space opera clásica. El descanso inicial enseguida da paso a una alocada persecución, asesinatos múltiples, misterios, venganza y, uh-oh, ex-novias de todas las longitudes y latitudes de la galaxia. Eso sólo puede acabar mal para nuestro nuevo bocazas favorito. El ritmo sin pausa del primer arco argumental, la caracterización del héroe en una nueva faceta de Casanova intergaláctico, la creatividad en lo que a secundarios y teloneros se refiere y un carisma desbordante son los puntos a favor de la serie, nominada a dos Premios Eisner y que ha llegado a batir en ventas a arañas y mutantes.
Porque quienes de entrada piensen que el dibujante de las adaptaciones de las novelas del Mago de Oz ha aplicado la fórmula Disney en este producto deberían cambiar de mentalidad, ya que el acercamiento es más propio de Looney Tones o Cartoon Network que del candor clásico de la casa madre de Marvel, por mucho que el dibujo típica y erróneamente catalogado como “infantil” pueda llevar a equívoco. Y es que el dibujo, en caso de que el lector piense que la serie no es para tirar cohetes (perdón por el chiste malo), es un argumento de peso suficiente para la degustación de esta obra orientada a todas las edades.
Jajaja le dicen oye que comics estas leyendo y como ahora curra para image todos los que dice son de esa editorial. Le preguntas hace 3 meses y te dice avengers, ms marvel, etc
Bueno quitando todo eso, no se si va conmigo este rollo superdeformed que ya esta inventado y no es nada original en realidad. El tío dibuja de lujo pero creo que la formula de puede agotar rapidito.
Recuerdo que en su primer arco en New X-Men me echó para atrás. Ahora bien, en el segundo le dio por darle a su estilo un toque a lo Sienkiewicz y le quedó espectacular.
No recuerdo ahora mismo otro caso de un dibujante que pasase de no gustarme nada a convencerme por completo de un número a otro.
Aunque sus comics de Oz me encantan, me gustaría tenerle en una serie con personajes juveniles como aquellos New X-men de los encargó, y donde experimento con acabados que le han ido haciendo crecer hasta recibir premios por su trabajo. Además, hizo que realmente pareciesen adolescentes, por complexión, y hasta moda, no los habituales «adultos pequeños» de otros dibujantes. En ese sentido es, junto a Adrian Alphona, uno de mis favoritos.
Tenía que dejarle hacer Runaways, seguro que lo petaba
Skottie Young es un grande ya después de su participación en el Oz de Shanover. Encima dice que uno de sus artistas favoritos es Sergio Aragonés (vilipendiado por estas tierras)… que es también de los míos.