Durante principios de los años setenta del pasado siglo, Joe Shuster, uno de los cocreadores de Superman, vivía prácticamente en la miseria a pesar de que el personaje que alumbró junto a Jerry Siegel había generado millones de dólares a la editorial para la que habían trabajado. Joe, dibujante ya bien entrado en la cincuentena de años, había desarrollado problemas de visión con la edad, e incapaz de encontrar ningún otro empleo, sobrevivía a duras como mensajero. Un día, le tocó llevar un paquete precisamente a las oficinas de DC Comics, contra la que había perdido hacía tiempo todo intento legal de reconocimiento artístico y económico por su copaternidad del Hombre de Acero.
Esta es la anécdota real en la que Francis Díaz Fontán ha basado su cortometraje Éste es Joe de 2014, con una duración de cuatro minutos y un presupuesto de tan solo 150 euros. Francis, que a veces firma su trabajo como F. Ferreiro, es un profesional del storyboard y otras tareas del mundo audiovisual, y además un fan declarado del Último hijo de Krypton. El corto, tras haberse hecho eco de él tanto medios nacionales como la conocida página norteamericana Bleeding Cool y haber recorrido más de cuarenta festivales (incluido un pase en Cannes fuera de la competición oficial), será proyectado en la San Diego Comic Con, uno de los eventos comiqueros con mayor repercusión del mundo. Un sueño hecho realidad para cualquier aficionado a Superman que Francis nos contó en exclusiva en esta extensa y fructífera entrevista que quiso la casualidad que mantuviésemos con él al poco de enterarse de la noticia. Además Francis nos contó abundantes detalles del proceso creativo de su pieza, y pudimos tener una muy agradable charla sobre multitud de aspectos de la historia del Hombre de Acero.
Zona Negativa: Cuéntanos un poco, Francis, ¿qué es Éste es Joe? ¿De dónde sale la idea?
Francis Diaz Fontán: Bueno, pues Este es Joe es un poco la forma que tuve de contar una anécdota concreta de la vida de Joe Shuster, cocreador de Superman. En ella aproveché e hice todo lo posible para darme un paseo por toda la historia del Hombre de Acero a lo largo de sus distintas etapas. Quería además dar una pequeña moraleja, quería reflexionar un poquito sobre lo que es elegir tu propio camino, lo duro que puede ser éste, y aún así las pequeñas recompensas invisibles que puede tener. Ésas que a lo mejor solamente uno mismo es capaz de notar.
ZN: ¿Qué mensaje querías transmitir con el corto, éste que comentas de las recompensas?
FDF: Sí, sobre todo eso. Me lo planteé en un principio como si fuera un spot de televisión, un anuncio sin producto y con moraleja en lugar de eslogan. Ya tenía desde el principio claro que quería dar un pequeño mensaje inspirador,sobre todo porque analizando la vida de Joe Shuster ves que hay muy poca felicidad. Y acepté un poco el desafío de intentar buscar el final feliz donde a lo mejor no era muy evidente.
ZN: Además con un personaje como Superman, al que se le atribuye ser un símbolo de esperanza, parece que la metáfora viene al pelo…
FDF: Si, cómo fan de Superman quería buscar ese punto. Quería buscar ese optimismo y ese sentido de la felicidad, y ese mensaje positivo tan característico de Superman. Quería buscarlo en la medida de lo posible en esta historia y, bueno, yo creo que en cierto modo lo he conseguido.
ZN: ¿Entonces, eres un aficionado a los cómics y al personaje, o simplemente como cineasta te pareció una historia interesante que filmar?
FDF: Pues en cierto modo un poco las dos cosas. Por encima de todo, a pesar de que prácticamente toda mi carrera ha sido en audiovisuales, yo por encima de todo me considero dibujante. Incluso antes de empezar a trabajar en audiovisuales yo ya devoraba cómics de mala manera. Especialmente Superman tengo que decir, pero un poquito de todo. Yo creo que mi segundo personaje favorito es el Increíble Hulk, que es de Marvel. Y he estado muy en consonancia con todo lo que publicaba Marvel durante mucho tiempo. Es muy fácil además conectar con el producto Marvel, pero aún así por algún motivo los personajes de DC siempre me han llamado un poco más al corazoncito. Especialmente Superman. Para mi Superman es de lo mejorcito. También es verdad que la primera película que vi en el cine fue Superman III. Eso ya me acercó mucho al mundo de los superhéroes. Los cómics que había en la casa de mis tíos…mi madre tiene nueve hermanos, muchos chicos entre ellos y habían estado coleccionando Superman de la etapa publicada por Novaro, entonces era lo que conocía. Y luego además cuando empecé a gastarme mi paga semanal en cómics, empecé con Superman, y sobre todo tuve la suerte de que me tocó la etapa de John Byrne, que a mí me parece que a día de hoy sigue siendo de lo mejorcito. Me acuerdo del primer número que compré, creo que era el 17 de ediciones Zinco, en el que Superman está de paso por la ciudad de Gotham pero no aparece Batman en ningún momento, sino Etrigan. Me pareció una historia genial, aluciné con el dibujo, estaba entintado por Dick Giordano, un artista con tanta fuerza en su uso del pincel…Y a partir de allí si bien ya estaba bastante enamorado de Superman, esa admiración terminó de cimentarse y ya desde entonces no paré de leer cómics, no paré de gastarme el dinero de la paga semanal en ese tipo de producto. Luego uno descubre el cine que es mi otra gran pasión, y como dibujante donde he tenido la oportunidad de trabajar es en cine, y es donde he desarrollado mis capacidades, he aprendido un montón de cosas en un montón de departamentos.
ZN: ¿Qué versión de Supermán es la que más te gusta, ya sea dentro como fuera del cómic?
FDF: Bueno, yo creo que mi favorita en el cómic va a seguir siendo la etapa de John Byrne. Siempre recurro a ella y siempre que me leo una nueva versión me acuerdo de lo bien que estaba la de Byrne. O incluso puedo pensar. “Mira, esta parte está mejor “. Pero siempre es mi punto de referencia. Me gustaron mucho las pelis originales.
ZN: ¿Te refieres a las de Christopher Reeve?
FDF: Si, perdón, me refiero a las de Christopher Reeve. Está muy mal utilizado lo de “El producto original” porque realmente antes hubo unos seriales de Columbia, una serie televisiva de George Reeves estupenda, unos cortometrajes que se emitieron en cine, los de los hermanos Fleischer, que eran una maravilla, fueron el primer Oscar que tuvo Superman. Me refiero, sí, a las películas de los setenta y ochenta. Me gustó mucho la primera a pesar de que a ratos fue un peli como de mayores, que bebía más de Terremoto o de La aventura del Poseidón que del mundo de los cómics. La forma que tuvieron de casar el personaje de Superman con el mundo de los adultos, el mundo de las películas de altura, yo creo que eligieron eso, la catástrofe de los 70. Luego a ratos, tenía un tipo de humor que a mí me parece un poco vomitivo, el tema de Otis, ese rollo tan National Lampoon, y ese tipo de comedia que fuera de los 70 no tiene razón de ser.
ZN: Por lo visto fue una imposición de los Salkind, los productores, que su idea original era hacer una película que tuviese como referente a la serie de televisión de Batman, aquella tan camp de los años 60 con Adam West.
FDF: Sí, de hecho había un momento en el que Tom Mankiewicz reescribió unas cuantas cosas y le dio un tono mucho más apropiado. Pero bueno, aún así, me gustó. Me sigue gustando mucho Superman III por ejemplo. Tiene una pelea del bueno contra el malo, el doppelganger, que me parece que está muy bien. Aunque creo que cinematográficamente, y aquí es donde quería ir, me voy a quedar bastante con Man of Steel. A pesar de las críticas que tiene a mi es una peli que me gustó bastante el punto de vista. Es una peli muy imperfecta en muchos aspectos entre los que destaco principalmente que no puedes coger y hacer un Superman que sea 100 % para adultos. Que no tenga un appeal, ya independientemente de la violencia, que no resulte atractiva para los niños. Y eso creo que es algo que siempre tienes que intentar mantener un poquito. Intenta hacer un Superman adulto, vale, pero intenta que siga siendo atractivo para los niños. Y ya no estoy hablando de violencia porque violencia tiene Indiana Jones: En busca del arca perdida tiene a un montón de nazis derritiéndose de una manera muy gore y a los niños les encanta. Entonces, puedes mantener un grado de violencia, pero no mantengas el nivel adulto tan alto y tan potente, el nivel filosófico tan poderoso como para que un niño se aburra. Eso no mola. Pero bueno, en general audiovisualmente me ha gustado mucho. Me gustó mucho el Superboy de los 80, le tengo mucho cariño. Me gustaron un montón de aspectos de Lois y Clark; por ejemplo me llamaba la atención que hay que ser muy valiente para sacar así a Superman, que es un personaje considerado muchas veces de una forma un poco anquilosada pero al mismo tiempo es un personaje que se ha interpretado a un montón de estilos, un montón de tendencias muy modernas. Y en Lois y Clark consiguieron convertirlo un poco en un ídolo de comedia romántica, darle toquecitos de Luz de Luna, por ejemplo, aquella serie de Cybill Shepherd y Bruce Willis, con unos resultados bastante majos. No mantuvieron ese nivel durante toda la serie pero la verdad es que me gustó mucho. Y luego por ultimo tengo que mencionar la serie de animación de Bruce Timm, que me parece una de las mejores versiones. En general todo lo que ha hecho Bruce Timm siempre es muy fácil considerarlo una de las mejores versiones de lo que sea que haya hecho de toda la historia del personaje. Tanto con Batman como con Superman me parece que hizo verdaderas maravillas. Incluso en la Liga de la Justicia, yo creo que no hemos tenido una Liga de la Justicia ni en cómic ni en audiovisuales tan potente como aquella serie que empezamos a ver en 2001, que era una gozada.
ZN: A lo largo de Éste es Joe aparecen imágenes de ése sosias de Superman dibujado en los diversos estilos de los artistas más representativos a lo largo de la historia del Hombre de Acero. ¿Te encargaste tú personalmente de esos dibujos y animaciones?
FDF: Sí, al cien por cien. Todos los hice yo e intenté mantenerme fiel a la época concreta. Por ejemplo, empezamos, lo primero que vemos es a Joe dibujando a un Superman un poco a su estilo. Realmente el Superman que estaba dibujando no era exclusivamente al estilo de Joe Shuster. El que traté de mantener era un poco ese, pero mezclado con la revisión, la interpretación que hicieron de su estilo en los estudios Fleischer para la animación y un poquito de influencia de los estilos de Jack Burnley y John Sikela, que eran otros artistas contratados por Joe Shuster y Jerry Siegel para la parte artística. Entonces hice un poco el Superman clásico de esa época – el que mi mujer y yo llamamos “el hawaiano” porque tiene los ojos un poco achinados (risas), tiende a ser chatito y demás-, pero vamos, influido un poquito por otros artistas de la misma época y que contribuían a Superman.
Y luego ya pasamos a una de las versiones de Superman más características, que era un poco el de Wayne Boring, Dick Sprang y Stan Kaye… el primer Curt Swan, al que vimos un poco en esos códigos… Estaba pensando un poco más, a pesar de que fue un estilo que popularizó Wayne Boring, que es el que lo impulsó, tenía más en mente a los acabados de Stan Kaye y un poco la suavidad y belleza de Curt Swan que a Wayne Boring. Porque éste solía poner unas caras un poco más extrañas, las orejas muchas veces de soplillo, la forma de la boca era muy característica…y aquí la hice un poco menos característica, un poco mas con el rollo de galán que solían poner Curt Swan, Stan Kaye y un poco Dick Sprang que también era bastante más preciosista dibujando las caras.
Luego ya pasamos a una de mis etapas favoritas, que es la de los setenta con ese Superman tan definido por Ross Andru, Jose Luis García López…Neal Adams, que Neal Adams es uno de mis artistas favoritos. Ahí vemos un homenaje a su primera portada para…Superman 223 me parece que era, el inicio de la saga de Kryptonita nunca más. Aquí cambié un poquito, me las apañé para que no se viese el emblema por una cuestión de copyright y demás. No me importaba alejarme un poco del estilo. Como la postura y el tono eran tan parecidos, pues me dejé llevar un poquito, y si no se parecía por estilo no me importaba. Pero cuando vemos el plano de la mano dibujando un Superman, sí que intenté que tuviera un poco ese sabor a Jose Luis García López, Ross Andru y Neal Adams, y espero haberlo conseguido.
Luego hay un momento en el que vemos unos dibujos animados, que me inspiré directamente en la Filmation. Se ven a través de una tele, eran un producto característicamente televisivo a diferencia de los dibujos animados de los Fleischer, los cuales eran muy ricos, tenían una animación impresionante, había mucha rotoscopia, calcado de imagen real, pero el sabor era alucinante. Como tampoco tenía forma (porque lo tenía que hacer todo yo, me hice la animación, la preparación, la limpieza, el coloreado), entonces tiré un poquito más de la Filmation, que era una animación mucho más limitada donde si te fijas en el plano de la tele (que además es una tele real, es una fotografía y le puse cámara al hombro un efecto) el plano ves que lo único que se mueve es el fondo y la capa. Intenté hacer algo con mucha economía de medios muy inspirado en aquel tipo de producto, que era de una animación limitadísima.
Y luego también en la parte de los ochenta se puede ver también un par de viñetas con el Lex Luthor con el traje verde y morado, el Brainiac robótico que nos trajeron Marv Wolfman y Gil Kane. Luego ya hay un momento en el que se empieza a ver la etapa de John Byrne con esa Lois con pelo corto, ese Clark con gafas muy redondas pero con un aspecto bastante más potente, bastante más de macho alfa, y un pequeño homenaje a su saga de Legends en el momento en que se enfrentaba a Darkseid porque ves a un Superman en las nubes y justo lo que aquí tapa su emblema, lo que me ayuda a evitar un problema de copyright es la mano de Darkseid.
ZN: Te quería preguntar precisamente por eso: ¿Hasta qué punto es problemático por temas de propiedad intelectual hablar sobre un personaje que pertenece a DC cómics? ¿Cómo afrontaste éste tema?
FDF: Pues mira, la forma en que me la planteé fue: “Yo no soy un experto en leyes, no soy un experto en propiedad intelectual y tampoco tengo forma de subcontratar (y menos en este corto que costó 150 euros)”. Entonces empecé a intuir todos los elementos que me parecían conflictivos y hubo algunos que directamente tuve que asumir. Por ejemplo, evité poner DC, lo sustituí por AC, en parte por dos cosas. Porque DC son las iniciales de Detective Comics y puse AC un poco en homenaje a Action Comics. Pero cuando se detallan los contratos, si das al pause en los momentos concretos, ves que en realidad es Active Comics para evitar todavía más los posibles problemas. Y luego además porque me hizo gracia un poco como fan del Rock duro que soy, pensar en “AC/DC” al juntar los dos logotipos, el ficticio y el real y tener el nombre de una banda de Rock.
Me paso una cosa curiosa: intentando huir de los problemas de copyright definí a DC Cómics como AC. El caso es que cuando subí parte de los videos del making of, sobre todo la parte en la que transformaba la portería de mi casa en la recepción de AC Comics con mas mármol, con mas tal, puse en el enunciado “Comparativa AC comics”. Recibí un mail de una persona diciéndome que ellos eran AC comics, que llevaban publicando desde 1983 y por un lado me dio mucha pena que intentando huir de una infracción de copyright incurrí en otra.
ZN: Sí, publican FemForce desde hace años y fueron de los primeros en recuperar para su continuidad a viejos héroes cuyos derechos son de dominio público, una práctica relativamente habitual hoy por hoy.
FDF: Exacto, como Black Terror, el Daredevil original o el Blue Beetle original. Les pedí mil disculpas porque el corto estaba además ya estrenado, pero tengo que decir que me alegré mucho de ése mail porque me permitió descubrir a AC Comics, que publican un montón de material clásico que me parece de primera. Si gracias a mi pequeña torpeza alguien les puede conocer desde aquí sería genial, porque les debo esa consideración.
Por otro lado no quise poner el emblema de Superman, porque es una marca registrada, conocidísima, que es un producto de la Warner y con lo que no quería ningún tipo de problema. Nunca se llega a ver un emblema de Superman completo. Además es que ha habido un caso hace poco de una localidad no sé si norteamericana o canadiense, no lo tengo ahora muy claro, en la que hubo un niño que murió de cáncer y que querían hacerle una estatua de bronce del niño disfrazado con su pijama de Superman, ya que era un gran fan. Y hubo problemas de copyright, aunque al final la Warner les permitió usar el emblema. Ellos tienen que proteger sus licencias, yo tampoco quería caer en “Oh, no, las propiedades de los poderosos”. Hasta donde yo sé si de repente la Warner claudica en determinado tipo de cosas, puede utilizarse como jurisprudencia para liberalizar determinado tipo de marcas y que ya las pueda utilizar cualquiera, entonces entiendo que una compañía tenga que proteger su producto, realmente. Intenté no ser yo el que fuera a dar ningún problema.
¿Qué más? Aparte del emblema, el propio título de Superman: no se ve “Superman” escrito en ningún momento. Se ve algo muy parecido. Lo que pasa es que diseñé mi propio banner de Superman, mi propio letrero, pero cambié la “M”: no es exactamente igual, además, al original, pero además cambié la “M” para convertirla en una letra totalmente inexistente, una mezcla entre una “M” y una “H”. Pero luego corté el plano en momentos concretos para que parezca que está escrito “Superman”. Pero luego si se abre el plano, ves que realmente no pone “Superman”, pone otra cosa. Y recurrí a ese tipo de truquitos.
Luego hay un momento en el que se ve el logotipo de la Warner, el logotipo antiguo de Time Warner Company, pero lo cambié por “Werner” y el logotipo no es exactamente igual, es un poco mi versión, y ese tipo de cosillas. Realmente puede que un abogado si se pone a investigarlo podría obtener a lo mejor causas de infracción de copyright, pero yo creo que la intención por mi parte de protegerla o distanciarme es super sana y creo que cualquiera podría ser sensible a eso.
ZN: Pero, a pesar de que obviamente el corto también es una carta de amor al personaje, ¿no te preocupaba esa posibilidad de meterte en problemas legales?
FDF: Hombre, a mi una cosa que me preocupaba mucho era el hecho de que en cierto modo es una crítica a la política laboral de DC. Pero yo lo que enfoqué fue a una crítica a las personas que en su momento llevaban una compañía. Y además centré un poquito el planteamiento en la llegada de la Warner como uno de los elementos decisivos que hicieron que se cambiase esa situación, que se empezasen a considerar los derechos de Joe y Jerry; en cierto modo así fue, la Warner fue uno de los principales motores.
ZN:…ante la presión de, entre otros, Neal Adams y su intento de constituir un sindicato de autores.
FDF: Si, hubo una gran campaña pero podía haberla habido antes bajo el mando de Jack Liebowitz y haber caído en saco roto. Al final pudieron contar con que una compañía dijera: “Pues es verdad”.
ZN: Me llama la atención esto de la crítica a personas concretas que llevaban una compañía. En la anécdota real en la que está basada el corto, parece ser que Irwin Donenfeld al ver a Joe Shuster trabajando como mensajero le dio cien dólares de forma humanitaria, preocupado genuinamente por él, y que luego fue Jack Liebowitz quien echó de la oficina al cocreador de Superman de forma desagradable. Sin embargo aquí has fusionado ambas reacciones de los dos propietarios de DC, tan distintas entre sí, haciendo que Liebowitz le dé el dinero a Shuster como quien tira un hueso a un perro, como comprándole para que no volviese por allí.
FDF: Sí, están fusionadas, porque yo lo que quería, lo que necesitaba en tan poco tiempo –dura cuatro minutos y me di un paseo casi desde los años treinta hasta casi los créditos de Man of Steel– era resumir. Cambié cosas, algunas por economía narrativa. Entonces, por un lado quería cimentar un poco la “maldad” del “malo” y por otro tenía que darme prisa. Es verdad que Donenfeld tuvo el detalle en los ascensores de darle cien dólares a Joe de forma amable (le veía que llevaba una chaqueta rota y demás) y luego fue Jack el que echó del edificio. De verdad me habría encantado poder montar eso, tener más tiempo para poder contar eso, poder contar ese ying y el yang; de que no toda la cúpula directiva en DC era gente mala. Pero no tenía tiempo y necesitaba además dejar cimentada un poco la maldad de mi antagonista: entonces ahí si jugué un poco a la ficción, a la interpretación, al biopic donde me tomo ciertas libertades. Y entonces convertí ese acto de darle los cien dólares, un acto bondadoso de Donenfeld, en un acto aún más repulsivo por parte de Jack Liebowitz en plan: “Toma esta mierda y lárgate”. Y creo que más o menos en la película queda clara la intención, el gesto de darle los cien dólares como algo todavía más cutre por parte del malo, algo que a nuestro Joe ficticio le causa cierta repulsa. Es algo que me gustaría dejar claro: he intentado más o menos ceñirme en cierto modo a la historia real pero hay cosas en las que uno no puede evitar caer en trabajar un personaje. Aunque quiera, en el fondo yo tampoco conocí a Joe Shuster, murió cuando yo tenía 12 años. Es muy difícil que al final acabase la cosa libre de mi propia interpretación. Y así se ve porque hay un momento en el que vemos a un Joe que se comporta como yo le dije al actor que se comportase Joe.
ZN: El reparto incluye a Martín Latorre, Javier Díaz, Ignacio Fontán, David Lorrio, Leticia Fontán, Susana Díaz, Raúl Justel, Ignacio Aldasoro, Bárbara García… ¿Cuál fue tu papel en el corto? ¿Eres el director, el productor…? ¿Cómo resultó el rodaje?
FDF: De hecho prácticamente me encargué de todos los departamentos. La dirección artística es exclusivamente mía. La fotografía es en gran medida mía, lo que pasa es que sí que recurrí en algunos momentos a dos directores de fotografía compañeros para que me ayudasen con la cámara porque había una secuencia en la que tenía que estar trabajando con mi padre, que es quien interpreta a Jack Liebowitz, quien interpreta al malo, y lo que no me veía capaz era de encargarme de diafragmar la cámara y de la iluminación mientras lidiaba con un actor inexperto, que el pobre bastante hizo. La verdad es que creo que lo hizo muy bien, no tenía previsto sacar tantísimo de él, pero ahí supe que necesitaba a alguien. Y llamé a un compañero de profesión a Josu Ubiria, un profesional como la copa de un pino y la verdad es que fue una gozada trabajar con él. Nos ayudó en esa secuencia y en todas las que ves a Joe Shuster andando por la calle, en las que disfracé a la Calle Velazquez (en Madrid) de Nueva York. Y luego la secuencia de la recepción de AC (ése DC comics ficticio que creé para no tener problemas de copyright) me la llevó un amigo muy querido, gran fotógrafo además, Julio Martinez se llama. Además hizo un esfuerzo enorme porque esto lo hicimos un domingo y en aquella época Julio estaba atravesando una racha de salud horrorosa habiendo tenido el viernes una sesión de quimioterapia que le dejó bastante baldado. Y aún así vino a las diez de la mañana el domingo al portal de casa de mi padre, que es lo que utilizamos para la recepción de AC y la verdad es que fue una gozada contar con él. Hubo un momento en el que se tuvo que ir porque había madrugado en contra de la prescripción facultativa, pero nos dejó el set de luces montado. Hicimos la fotografía entre los dos, pero la verdad es que todo el set de luces fue suyo y fue una gozada poder contar con ellos. Y luego en otra cosa en la que pude contar con alguien fue en el montaje. Me había encargado de todo el proceso y necesitaba a alguien que me llevase la contraria. Entonces me hice un montaje pero como necesitaba que alguien lo revisara y dijese que cosas no funcionan y demás, llamé a una amiga de la profesión, Cristina Laguna, que es montadora profesional, y le dije: “Ale, llévame la contraria todo lo que quieras” Remontó un montón de cosas, cambió un montón de cosas…yo como soy un director un poco pejiguero hubo un montón de cambios que hizo ella que volví a revertir al principio, pero agradecí un montón alguien con esa visión tan objetiva que yo ya no tenía y que ella sí pudo aportar. Y fue la verdad una gozada trabajar con ella.
Ya que he comentado lo de mi padre: le pedí que se dejase bigote de Jack Liebowitz y él no quería dejárselo porque le quedaba fatal. Entonces lo que hizo fue dejarse barba y esperar al último momento a afeitársela excepto el bigote. Con tan mala suerte que mi padre, que tiene una barba ya medio canosa, que igual no daba una sensación muy respetable en el círculo en el que se mueve…su novia y sus amigos le dicen: “Pero bueno, ¿a dónde vas con esa barba?”. Y tuvimos la malísima suerte de que la novia de mi padre perdió a su madre poco antes del rodaje. Aún así pude contar con mi padre: no se afeitó para ir al tanatorio para poder respetar esa caracterización. Y es algo que estoy en deuda con mi padre y su novia por haber hecho ese esfuerzo. Que realmente al pobre no le apetecía nada dejarse barba, no le apetecía nada dejarse bigote, y encima tenía un motivo de peso, la etiqueta le obligaba a darse un afeitado e ir al tanatorio como una persona normal; y aún así hizo el esfuerzo, y ella lo respetó y les doy desde aquí gracias a los dos, de verdad.
Otra cosa curiosa que me sucedió fue que Joe Shuster era zurdo y a la hora de encontrar casting, mi primo (que era el que hacía del joven Joe Shuster, que era el que salía dibujando) es zurdo también. Coincidencia perfecta. Era todo perfecto excepto por una cosa: la persona que hacía los dibujos en los planos cerrados en los que se ve la mano dibujando de verdad…la mano es mía. Y yo no soy zurdo. Y como quería mantener más o menos los ángulos del resto de las imágenes porque estaban basadas en fotos de Jerry y de Joe que habían visto trabajando, quería mantener ese ángulo. Según ese ángulo, la mano zurda está tapando el dibujo y además a mi me venía mucho mejor utilizar mi mano derecha, que es la que me dio la providencia para dibujar. Así que tuve la mala suerte de al final tener que convertir a mi Joe Shuster en diestro y pedirle a mi primo que utilizara su mano derecha en sus planos y al final pues eso. Me quedé muy triste porque al final todo era perfecto excepto yo.
ZN: ¿Tenías experiencia previa en el rodaje de cortos?
FDF: Pues a ver, como dibujante de storyboards y como miembro del departamento de arte he participado en un montón de piezas. Ya sea en cortos, largos, o piezas publicitarias. En rodaje había trabajado por ejemplo como ayudante de dirección. Y lo que había hecho antes de Joe era coproducir con un grupo de compañeros de la profesión un cortometraje bastante más grande en el que me había ocupado de un montón de cosas como diseño de títulos de crédito…teníamos un monstruo (se puede ver online además el corto), una criatura que era una especie de Nosferatu, una especie de mezcla entre vampiro y zombi. Había diseñado también la criatura y me había encargado de un par de labores de producción y de producción ejecutiva. Y este corto había sido bastante caro. En éste caso no fui a rodaje porque era fuera de Madrid y yo me tenía que ocupar de mi trabajo, de mi hija y de un montón de cosas. Pero bueno, fue un rodaje de más de cuarenta mil euros donde todo era bastante ambicioso, donde conseguimos llegar al último tramo de los Goya antes de la nominación, estuvimos entre los catorce seleccionados previos, casi casi podríamos haber llegado a estar nominados. Y después de eso, que era mi primera experiencia como productor (que luego he vuelto a repetir como productor asociado en otras piezas), ya dije: “Lo próximo lo quiero dirigir yo, me quiero encargar de todo lo que pueda«, como así ha sido, «y quiero hacerlo con la menor cantidad de pasta posible”. Y pasé pues eso, de cuarenta y un mil y pico euros a ciento cincuenta. Ciento cincuenta incluido, después de una de las jornadas de rodaje, irnos a cenar y que cada uno pidiera lo que quisiera y eligiese el postre que quisiese (Risas). Incluso algunos tickets de aparcamiento de la gente que lo necesitara. O sea, realmente lo que me costó fue cuarenta y dos euros el letrero gigante, el banner de AC comics, la música que fueron unos treinta pavillos y unas cuantas facturas más.
ZN: ¿Quién se encarga de la música, por cierto? Hay momentos realmente emotivos en el tramo final.
FDF: ¿Sí? Pues mira, te voy a decir quien se encargó, pero antes, ya que has sacado el tema de la emotividad, la música es lo que ha suscitado más diferencia de opiniones entre todas las personas que lo han visto. Me han dicho cosas del tipo: “La música es muy emotiva”, o me han dicho: “La música super plana y no cuadra”. Sí es verdad que una de las últimas críticas que hemos recibido, que no puedo sino estar de acuerdo es que la música, en los momentos emotivos, influye mucho en el espectador. Y eso no lo niego, todavía es lo primero que dirijo: no estoy en un punto en el que vaya a dejar las cosas poco atadas para que sea el espectador el que vaya generando su propio clima. Todavía en eso voy poquito a poquito y es verdad que en ese sentido he manipulado mucho. La música la compré por internet. Era de un artista que, la verdad, hubo un momento en el que tenía tres piezas, estuve escuchando un montón de ellas y seleccioné tres finalistas: bueno, pues dos de ellos eran de éste artista que se llama Dan Phillipson, al que pude contactar para darle las gracias a pesar de que, bueno, tú lo compras a través de un operador de música online y demás. A pesar de eso, le escribí para darle las gracias y para compartir con él la pieza, para ver qué tal le había parecido. Y sobre todo me interesaba saber si le cuadraba. Porque él a lo mejor tenía unos sentimientos componiéndola y demás pero a lo mejor le había llamado la atención, o le había cuadrado el tipo de uso que le había dado. No tuve respuesta a eso, me dijo que le había gustado mucho pero tampoco quise estar aquí haciéndole una entrevista. Pero la verdad es que desde entonces todo lo que he escuchado suyo me ha gustado bastante, no descartaría volver a utilizar piezas suyas o incluso en un futuro si existe la posibilidad, escribirle y decirle “Tengo una pieza ¿Te gustaría componer algo específico para ella?”
ZN: ¿Qué recorrido está teniendo Éste es Joe en festivales y demás?
FDF: Pues la verdad es que muy bueno, yo la verdad es que no esperaba que tuviese gran cosa: es una pieza muy pequeña, es un producto que además nada un poco entre la ficción, el documental y la animación. Tiene un poquito de todo hasta tal punto que puede estar en tierra de nadie porque no llegue no llegue a ser ni documental ni ficción ni animación. Entonces eso lo hacía un producto como difícil. Y en ese sentido hemos conseguido bastantes selecciones, vamos por la selección cuarenta y seis. Nos han dado dos premios al mejor corto documental en dos festivales. Uno en La Almunia de Doña Godina en el festival FESCILA que fue una gozada estar allí y poder presentarlo, poder asistir a la gala de premiados y poder recibir ése que fue mi primer premio. Y luego otro en un festival llamado FICAIJ, destinado a los niños y los adolescentes, y ahí obtuve el premio al mejor corto documental para público juvenil. Y fui evaluado por un jurado juvenil, y la verdad es que me hizo mucha ilusión recibir ese premio. Y luego he tenido un par de menciones especiales, una en la Comet Con de Asturias, una convención del medio comiquero y de ocio alternativo…y del mundillo friki (Risas). Y luego una que me ha hecho especial ilusión en la celebración de la Superman Celebration de Metropolis, Illinois. Hay una ciudad en Illlinois que se llama Metropolis y que celebra su fiesta anual de Superman, me seleccionaron la pieza y tuve la mención especial de mejor corto en el apartado de drama. Fue una gozada, la verdad, me habría gustado poder ir, porque es el típico evento que a uno le gustaría ir como mínimo una vez en la vida, y esta vez tenía hasta un motivo para ir. Si algún día tengo la oportunidad de ir, ya no va a ser presentando mi propio corto. Es una cosa que me da una pena enorme. Pero qué le vamos a hacer, la economía está como está y al final me he tenido que quedar en casa. También estuvo seleccionado en el festival de Cannes, aunque no en la competición oficial, ya que exigen estreno mundial para esa categoría. Organizan una actividad paralela llamada Short Film Corner, y tuvimos la suerte de proyectar allí.
ZN: ¿Tienes pensado hacer más cortos de éste estilo, relacionados con el mundo del cómic?
FDF: Pues mira, curioso que lo digas, porque en su momento, cuando concebí esta historia, tenía en mente hacer algo parecido con Bill Finger y así poder reutilizar escenarios, reutilizar personajes y demás, poder tener gente parecida en el cast, y por lo que sea entre trabajo, entre las obligaciones que me ha llevado esta pieza todavía no he podido meterme. Incluso hay momentos en los que digo: “¿Al final lo voy a hacer, o al final igual se queda en agua de borrajas?”. Pero sí me habría gustado haber contado la historia de Bill Finger y sus problemas con toda la situación con Bob Kane.
ZN: ¿Te interesa especialmente en la figura de Joe Shuster como tal?
FDF: Bueno, la historia me encantó, la anécdota me encantó. Probablemente si no hubiera habido esa anécdota es muy posible que también me hubiese ido más a Joe Shuster que hacia Jerry Siegel pese a que éste sea en cierto modo el creativo detrás de Superman, hasta tal punto que hubo un momento en que Joe Shuster se distancia un poquito y Jerry Siegel llamó a otro artista, a Russell Keaton me parece que era, para que se encargara de Superman. No sé, que incluso hubo un momento en el que estuvimos a punto de tener a un Superman sin Joe Shuster, pero en ningún momento hubiésemos tenido un Superman sin Jerry Siegel. Pero yo soy dibujante y Joe Shuster era el dibujante. Por afinidades habría tendido muy fácilmente a recurrir a contar la historia desde el punto de vista de Joe incluso sin esta anécdota tan curiosa de él trabajando de mensajero teniendo que llevar un paquete precisamente a DC Comics. Incluso sí, hubiese recurrido también a Joe Shuster o hubiese contado la historia de ambos, pero no habría podido evitar darle cierto protagonismo especial al dibujante.
ZN: ¿Y has pensado dedicar esfuerzos al mundo del cómic en sí mismo?
FDF: Pues mira, hasta los 15 años estaba convencido de que lo que iba a intentar era siempre tender hacia el mundo del cómic. Luego, en torno a los 17 años, me di cuenta de que me apetecía un poquito más descubrir el mundo del storyboard. Descubrí el mundo del storyboard en 1993, cuando me compré un libro sobre el making of de Jurassic Park, y vi lo que fue mi primer storyboard completo como dios manda y me empezó a parecer una maravilla esa especie de guion ilustrado. Pero bueno, yo seguía queriendo ser dibujante y seguía muy fan del mundo del cómic, siempre tenía la sensación de que iba tender hacia eso. Y en 1997, cuando ya te acercas a Selectividad y estás empezando a ver un montón de opciones, y ves que hay un carril, por así decirlo, dentro del mundo audiovisual y no lo hay tanto para el mundo del cómic…Y a mí me encantaba el cine y en ese punto estaba muy volcado como fan al producto cinematográfico casi casi más que al comiquero a pesar de que no dejaba de leer cómics y seguía gastándome la pasta en cómics, me estaba definiendo más a mí mismo como un hombre de pelis. Y luego hubo un momento en el que ya a los 18 años empecé a estudiar animación y por lo que sea ya empecé a pensar en términos audiovisuales. Y no te digo que lo abandoné totalmente, porque totalmente no se abandona nada hasta que la palmas, pero sí que lo empezaba a ver más lejano hasta el punto que a los 19 años ni siquiera me planteaba ya trabajar en el mundo del cómic. Y a los 21 el tipo de producto que ya estaba trabajando profesionalmente como dibujante de storyboard…veía la ilustración comiquera y no veía más que diferencias entre el tipo de trabajo que yo hacía y el mundo del cómic. Y había un montón de cosas que me daban pereza: ese acabado de fondos, ese claroscuro, ese acabado de tinta tan perfecto…muchas veces el storyboard aunque esté coloreado (que lo suelo colorear yo) y con un montón calidad de luz y sombra… la luz y sombra se aplica de otra manera, se funciona de otra manera. Y no sé por qué ya me veía bastante distanciado de eso. Y hoy en día me sigue pareciendo una gozada ver a los dibujantes de cómic americano cómo funcionan, ver esos claroscuros, ver esas tintas tan maravillosas…y sobre todo ver a los españoles que tenemos a CAFU, a Bruno Redondo -que me parece una maravilla-, Jorge Giménez que es un auténtico artista, Mikel Janin…tenemos gente que a mí me produce una admiración inmensa y al mismo tiempo digo: “Es que si me tengo que plantear hacer lo que hacen ellos… me muero de la pereza, es que me muero de la pereza de estar ahí preocupándome por esas sombras de tinta, me da algo”. Estoy en ese sentido muy a gusto y estoy muy volcado además en el mundo audiovisual hasta tal punto que he empezado ya a hacer mis cosas que trascienden a lo meramente artístico, entendiéndolo como la ilustración. Ya he hecho trabajos de doblaje, he hecho labores de post producción –en Joe disfruté muchísimo con la post producción-, me sigue encantando la animación, que siempre parece ser que es algo que está cercano al cómic, pero no tanto. Entonces es algo de lo que ya ni me acuerdo, pero me sigue pareciendo una gozada el mundo del cómic y no dejaré de ser fan del cómic hasta que me muera, eso lo tengo clarísimo.
ZN: Vamos a ir terminando, Francis. Cuéntanos ¿cómo y dónde pueden disfrutar nuestros lectores del corto?
FDF: Bueno, a ver, ahora mismo está complicado. A mí me encantaría…mira, yo este corto lo he hecho para que lo pueda ver todo el mundo. He intentado que fuera bonito para los fans y que al mismo tiempo fuera interesante para la gente ajena al mundo del cómic. O sea, realmente lo he hecho para que la gente lo vea. Pero el curriculum de un corto, mal que me pese, es su trayectoria en los festivales. Quería darle un buen paseo por todos lo que pueda. Más o menos el circuito de festivales dura entre dos y tres años, probablemente en el caso de Joe dure menos, me da la sensación: es muy cortito porque realmente es muy pequeño desde muchos puntos de vista, por lo que te he comentado antes de que es una mezcla de tres géneros que hace difícil que encuentre su sitio en muchos festivales. Porque simplemente dirán que no es totalmente de ficción, no es totalmente documental y no es totalmente de animación y se quedará fuera de muchos festivales por eso. Pero de momento hasta que llegue a Youtube como dios manda y lo podáis ver todos todavía le queda un poco. Llevamos cuarenta y seis festivales, me gustaría que estuviera en unos cuantos más, y dentro de poco se proyecta en un festival en el que pedían que no estuviese disponible en internet así que de momento queda un poquito. En Zona Negativa seréis de los primeros en ser advertidos de cuando esté disponible. Y ya aprovecho para darte la pequeña primicia: This is Joe, se va a proyectar dentro de no mucho, en agosto, en la San Diego Comic Con, me lo han confirmado hace poco y creo que sois los primeros en saberlo más allá de mi madre y mi mujer.
ZN: Pues muchísimas gracias por la primicia, Francis, y por supuesto por la entrevista. Le deseamos un buen futuro a Éste es Joe dentro de ese tiempo que le queda dentro de los circuitos.
FDF: Muchas gracias y de verdad que estoy deseando que lo pueda ver todo el mundo. Porque me comentó hace poco Jorge Giménez precisamente, el artista: “¿Cómo no lo pones para todo el mundo? ¡Tiene que estar para todo el mundo¡” y es que tiene toda la razón. Pero al mismo tiempo lo que no puedo es quedarme fuera del festival por ese tipo de cosas, porque me gustaría que este corto tuviese ese pequeño curriculum, que hiciese ese viaje, me parece importante para él. Y luego ya poder retirarse tranquilamente en Youtube, y que lo vea todo el mundo.
Si tenéis interés en en ver el corto, vivís en Madrid y tenéis la ocasión, se proyectará el próximo Jueves 9 de Julio a las 19:45 en la sala La Escalera de Jacob (C/ Mancebos 4, por la zona de Lavapies) como parte del Festival de Cortometrajes “Sueños de Cine”.
ACTUALIZADO: Éste es Joe ya está disponible para su visionado en Youtube:
Pues me temo que parece que no, Eduardo. Como dice Francis en la entrevista, para poder concurrir en diversos festivales, siguiendo su normativa tuvo que retirarle hace no mucho a «Éste es Joe» la posibilidad de ser visionado online.
Desde aquí trataremos de manteneros informados de las proyecciones que vaya teniendo el corto allí donde se den hasta que éste sea por fin volcado para ser visto en internet.
Un saludo, siento no poder dar otra respuesta. Me consta que Francis también lo lamenta.
¿Y para los que no somos de Madrid ni vamos a bajar? ¿No se puede ver o descargar online en alguna parte?
Pues me temo que parece que no, Eduardo. Como dice Francis en la entrevista, para poder concurrir en diversos festivales, siguiendo su normativa tuvo que retirarle hace no mucho a «Éste es Joe» la posibilidad de ser visionado online.
Desde aquí trataremos de manteneros informados de las proyecciones que vaya teniendo el corto allí donde se den hasta que éste sea por fin volcado para ser visto en internet.
Un saludo, siento no poder dar otra respuesta. Me consta que Francis también lo lamenta.