Entrevista a Frank Miller – «En vez de continuidad, yo prefiero verlo como mitología»

Leyenda, genio. Dios. A estas alturas, el nombre y la figura de Frank Miller (Enero 1957, Maryland, EEUU) no necesita presentación. Gracias a ECC Ediciones, el pasado Héroes Comic Con todos los aficionados españoles pudimos disfrutar de su presencia en el festival celebrado en la capital madrileña, protagonizando sesiones de firmas y una espectacular presentación en la jornada del sabado. Igualmente gracias a ECC Ediciones (¡thanks a lot, ECC!), en Zona Negativa pudimos entrevistar al creador de Batman: Año Uno, Sin City o 300. Miller nos recibió en su hotel, en pleno corazón de la ciudad madrileña, ataviado con una americana negra que dejaba entrever la camiseta negra impresa con el cartel que el propio autor ha hecho para el evento, protagonizado por la trinidad deceita. Y con su sombrero, por supuesto. Íbamos cargados de nervios. ¿Qué le preguntas al hombre a quien le han preguntado todo? Este mismo salón le habían preguntado por Trump tanto como por sus próximos proyectos, y queríamos evitar caer en los tópicos. En definitiva, nervios, muchísimos nervios por nuestra parte, como si fuéramos unos novatos, temerosos de su mirada. Pero todos estos nervios se disipan en cuanto @NereAguirre le roba su primera sonrisa durante las presentaciones formales (ver imagen de antes, y despúes), siempre mirando de lado con una mirada pícara en las pequeñas distancias. Quince minutos con el guionista que triunfó con Daredevil, Dark Knight, 300 o Sin City, y hay que aprovecharlos. Hoy os traemos esta entrevista, como primer plato de una jornada dedicada en exclusiva al autor en Zona Negativa, en lo que hemos venido a bautizar como el #FrankMillerDayZN. Esta entrevista estará acompañada por hasta nueve reseñas, puntuales a cada hora en punto (desde las 09:00 hasta las 17:00) analizando varias de las obras que han hecho famoso a Frank Miller. Por nuestra parte, sin más dilación, os dejamos con las preguntas en cuestión.

Pedro Monje: Nuestra primera pregunta es la pregunta más original en la historia de las entrevistas de cómics. ¿Cómo empezaste a leer cómics, y cuáles eran los cómics que más te gustaban?

Frank Miller: Empecé a leer cómics gracias a mi padre. Cuando yo era pequeño mi padre trabajaba de comercial, y tenía que hacer muchos viajes a Nueva York. Siempre que volvía de Nueva York me traía comics para que pudiera leer. Era el regalo que siempre me hacía y ello me metió en el mundo del cómic. No tardé en decirle a mi madre que quería ser dibujante de cómics. Eso sí, mi cómic favorito era Superboy y la Legión de Superhéroes. No había idea suficientemente loca para que quedara mal en la serie. Estamos hablando de principios de los años sesenta.

P.M.: Desde que dejaste la serie regular de Daredevil, podemos decir que siempre has centrado tus historias en Marvel o DC en “aventuras de origen” o “últimas aventuras”. ¿Crees que es posible que una de estas editoriales maten su continuidad algún día y todas las historias sean así, o Elseworlds?

Frank Miller: Interesante. No lo sé muy bien, porque la continuidad es muy engañosa. Tenemos personajes que tienen unos veintitantos años pero llevan teniéndolos durante sesenta años. O más en el caso de otros. En vez del término continuidad yo prefiero usar el concepto de mitología, y jugar con ella aquí o allá según haga falta, pero nunca estar atado a ella. Puedes contar una historia con el Superman de hace 50 años si eso es lo que deseas. En realidad yo creo que es porque nunca me ha interesado la continuidad realmente, ni cuando era pequeño. No es para mí.

P.M.: Quién se ha acercado a tus distintas interpretaciones de Batman puede decir que es un fascista. Entiendo que te lo han preguntado muchas veces pero…

Frank Miller: Si, si. Pero yo no creo que haya convertido a Batman en nada. Hay un millón de formas de interpretar a Batman, eso es lo bueno del personaje. Yo mismo lo he hecho de muchas maneras, pero luego tienes por ejemplo la versión de Adam West, que es con la que yo crecí y de la que tan buenos recuerdos tengo. O la de Dick Sprang que nadie habla. O de la de Jerry Robinson. Y yo soy muy, muy fan de la versión de Bruce Timm de Batman en la serie animada. Todas son igual de validas. Desde el superhéroe al vigilante, o al liberador de un pueblo oprimido, que es como también me gusta a mí hacerlo. Pero ello no quiere decir que sea un fascista ni que yo lo haya convertido en un fascista para todo el mundo.
P.M.: Tenemos una reflexión sobre las que queremos saber tu opinión. ¿Crees que un mal dibujo puede estropear una buena historia?

Frank Miller: [Se queda pensativo…] No, no puede. Pero sí que puede hacer que la historia no te importe [Risas]. La historia siempre tiene que ser lo primero, y luego viene el dibujo, aunque también es cierto que una mala historia puede verse mejorada por un muy buen dibujo, aunque nunca será una obra maestra.

P.M.: La semana pasada estuvimos en Getxo con Chris Claremont y le pedí su ayuda para esta entrevista. Le pedí una pregunta. Ahí va. “La miniserie de Lobezno: Honor fue la última vez que dibujaste el guión de otra persona en tu carrera. ¿Qué hice mal?”.

Frank Miller: [Risas] Bueno, bueno. Esta sí que es difícil. [Se queda callado]. Un ilustrador hace dibujo. Un guionista escribe historias. Un cartoonist combina ambas cosas, y ahí es donde me gusta moverme. Pero aquel proyecto con Lobezno fue muy divertido. Nos sentamos un buen rato y hablamos sobre tooooodas las cosas que queríamos volcar en un cómic y conseguimos llegar a un acuerdo para hacer una historia que él quisiera contar y que yo quisiera dibujar. Fue divertido.

P.M.: Ahora que sabemos que vas a hacer por fin un proyecto con Superman… una pregunta con trampa. ¿Superman debería matar en algún escenario?

Frank Miller: Superman puede matar, podría hacerlo siempre que quiera. De todas formas, yo apostaría por no publicar esa historia. Y la mía no va a ir por ahí, ni mucho menos. [Nos sonríe maliciosamente]

P.M.: Hablando de matar… Al final de tu primera etapa en Daredevil decidiste matar a Elektra. ¿Cómo llegaste a esa conclusión?

Frank Miller: Por dos razones. Porque estaba condenada [sonríe esperando nuestra complicidad]. Creo que la historia desde un principio llevaba a su muerte. Y la segunda razón… porque era una mala persona. El héroe estaba profundamente enamorado de ella, si. Pero ella no dejaba de hacer cosas malas. Era una mala persona… pero a la gente le encantaba. Los aficionados adoraban a Elektra. Y eso me sacaba de mis casillas [risas]. Por aquel entonces yo solía hablar mucho con Howard Chaykin, y le pregunté a ver qué podía hacer para que los lectores dejaran de quererla. Me dijo: “haz que mate a algún personaje carismático y majo”. Así que construí esta historia en la que, vale, no mataba, pero atravesaba el pecho de ese pobre periodista Ben Urich… ¡¡y la gente la quería todavía más!! [Risas] Así que si quería que Elektra desapareciera tenía que ser yo mismo quien impartiera justicia… Pero me puse nervioso y la traje de vuelta, y luego tuve que hacer una novela gráfica para asegurarme de que se quedaba muerta para siempre… Pero claro, entonces es cuando Marvel la trajo de vuelta [Risa maliciosa] No siempre puedes ganar.

P.M.: [Risas] No creo que te sorprendiera, ¿no?

Frank Miller: No, nada. [Frank sonríe maliciosamente girando la cabeza]

P.M.: De Batman te han preguntado mucho, pero me gustaría hablar un poco sobre la figura de Robin, esa parte más “brillante” de la mitología de Batman. Sin embargo, tu primer uso de Dick Grayson fue como el Joker y su figura en All-Star era más maltratada o trágica. ¿Cuál es tu opinión sobre la figura de Robin?

Frank Miller: Hmm, pregunta interesante. Yo creo que si se creara Batman hoy no se haría con Robín. Estoy contento con la interpretación que hice en All-Star Batman con Jim Lee, pero con la del segundo Dark Knight… Si pudiera hacerlo de nuevo desde el principio, no lo haría así. Me arrepiento un poquito. Pero así es el arte.

P.M.: Hablemos de un par de proyectos que nunca salieron. El primero de ellos es aquel relanzamiento de Batman, Superman y Wonder Woman que preparasteis Steve Gerber y tú pero que DC Comics rechazó.

Frank Miller: Ah, si, si. Bueno, aquello fue hace mucho, mucho tiempo. Esto surgió de una de aquellas quedadas, generalmente en bares, que hacíamos algunos de nosotros hace años y que daba lugar a charlas largas e ideas locas. Por varias razones estos relanzamientos no salieron, pero acabé cogiendo las ideas y reenfocarlas en lo que luego fue Año Uno.

P.M.: También quería hablar un poco de la película de Batman que estuviste preparando con Darren Aronofsky. ¿Qué pasó con aquello?

Frank Miller: Este es un caso curioso. Es de las pocas veces en mi carrera que me he sentado a debatir sobre Batman con otro creador y su versión de Batman era mucho más siniestra y oscura que la mía [Risas]. No parábamos de discutir. Quería llevar al personaje a sitios a los que yo no me atrevería a llevarle. Le decía todo el rato “Batman no haría esto, Batman tampoco haría esto otro”. Por el momento yo sonaba como DC Comics [Risas]. Quería hacer que Batman torturara a algunos personajes de forma muy, muy casera. Al final a Warner no le convenció la propuesta que hicimos y optaron por una versión más vendible a los niños, y con más juguetes. Y menos oscura que la de Darren…

P.M.: Solo una última pregunta. El otro día te vimos en el Museo ABC, donde ahora se está mostrando una retrospectiva de cómic español durante los últimos 70 años . ¿Qué te pareció?

Frank Miller: Había una parte que no me llamaba la atención, que es la que imita al comic americano, porque de hecho vi que había hasta una versión española de Superman que me pareció más humorística. Eso me interesa menos.. Pero luego vi que había mucho contenido que era 100% de aquí, y me interesó la historia detrás, la parte política, la mitología… Todo eso. Y quedé muy impresionado, y esto no quiero que parezca que es un detalle sin importancia, porque es importante y mucho, es la calidad de impresión y del dibujo. De las técnicas y de las muestras de las agencias. Siempre que voy a convenciones a otros países intento echarle un vistazo a la producción de ese país… y es cuando empiezo a comprar cosas.

P.M.: Muchas gracias por tu tiempo, Frank. Ha sido un placer.

Frank Miller: Muchas gracias a vosotros.

A continuación incluimos además algunas de las declaraciones más interesantes de Frank Miller (a preguntas que obviamente no íbamos a repetir en la entrevista) durante la charla moderada por David Macho, al menos hasta la entrada de Brian Azzarello y ese auténtico showman que es Bill Sienkiewicz (el resto de la charla la dejamos para otro día).

David Macho: ¿Cuándo decidiste convertirte en un autor de cómics?

Frank Miller: Tenía cinco años cuando le dije a mi madre que iba a hacer cómics para el resto de mi vida. Era un poco friki de los cómics a esa edad, ya que al fin y al cabo aprendí a leer con los cómics. Y quería contar historias con los héroes. Tuve otros trabajos según me iba haciendo mayor pero era malo en todos ellos [Risas]. Fui repartidor de periódicos y fui un muy mal conserje nocturno, porque lo que hacía era dedicarme a escribir historias con la máquina de escribir de mi padre. Tengo el honor de decir que he sido de las pocas personas en la historia que ha sido despedido del trabajo por su propio padre. Así que tuve que hacerme un autor de cómics porque no podía conseguir ningún otro trabajo de forma honrada.

D.M.: Cuando empezaste tu carrera, posiblemente tenías referentes como Will Eisner y Neal Adams. ¿Qué opinaron de tu talento cuando vieron tu trabajo por primera vez?

Frank Miller: Empezaré con Will Eisner, una de las tres influencias más importante que he tenido, junto a Jack Kirby y Neal Adams. Solo Neal Adams estaba en el listín telefónico cuando les busqué, así que fui al primero al que llamé. Me cogió su hija y me dijo que su padre me dejaba pasarme por su estudio. Así que allí fui, a enseñarle mis páginas. Neal Adams me dijo tres cosas: lo primero, que yo no era nada bueno dibujando. Lo segundo, que nunca lo iba a ser. Y tercero, me preguntó a ver de dónde venía (Vermont) y que mejor me volviera [Risas generalizadas]. Le pedí verle un mes más tarde, y aceptó. Volví un mes más tarde… y me dijo exactamente lo mismo [Risas]. Esta rutina siguió así durante un tiempo, hasta que llegó el día que hizo una llamada telefónica (a Gold Key Comics) y le dijo al editor: “Tengo alguien para ti. No dibuja bien, pero sabe contar una buena historia”. [Más risas, el público ya está en el bolsillo]. Así conseguí una historia de tres páginas para Twilight Comics. Eso es lo que me abrió la puerta y lo que me permitió hacer más cómics para DC Comics y luego para Marvel Comics. Durante un tiempo hice lo que podía conseguir, y llegó un momento en el que Gene Colan, el hombre que había estado dibujando Daredevil durante mucho tiempo, no podía seguir y me presenté para que me dejara dibujar la serie. Yo no dejaba de llamar a puertas.

D.M.: ¿Y con respecto a Will Eisner?

Frank Miller: Will es una guía espiritual para mí. Cuando estaba haciendo Daredevil le enseñé mis páginas, que claramente estaban muy influenciadas por su estilo. Y como había hecho Neal Adams, me dijo todo lo que estaba mal en mi estilo, pero de una forma mucho más amable [Risas]. Fue como un segundo padre para mí. Fue un sueño conseguir en mi carrera conseguir hacer esa obra que es básicamente una traslación de mis conversaciones y entrevistas con él. Y entones es llegó uno de los mejores piropos profesionales que he recibido, por parte de Neal Adams, cuando le contó a Jim Shooter como me había dicho muchas veces que lo dejara y que me fuera, pero cómo yo seguía yendo a su estudio y acabé mejorando. Le dijo “sigue sin saber dibujar caras, pero es muy bueno”. [Risas enloquecidas].

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