El reciente
Su carrera en el mundo del cómic cuenta con series como Más allá de las nubes, El Gran Duque y El piloto del Edelweiss, todas ellas publicadas en España por Norma Editorial. Actualmente
Aprovechando su visita a Barcelona como invitado destacado al Saló del Cómic, y con la colaboración de Ficomic, aprovechamos para hablar con él y repasar su carrera, influencias y métodos de trabajo en una charla muy agradable.
Romain Hugault: Efectivamente, hice estudios de arte, estuve en la escuela de arte, en la cual no aprendí a dibujar aviones, obviamente hice dibujo clásico, pero al terminar tuve la suerte de hacer un primer álbum que tuvo mucho éxito y entonces vi que podía unir mis dos pasiones que eran la aviación y el dibujo, así que tuve la idea de hacer ambas cosas que me apasionan.
RH: Había un cómic que leía muchísimo cuando era pequeño que era Buck Danny y de hecho fue esto lo que me abrió el apetito para hacer cómic más tarde.
RH: Bueno, resulta que tuve un proyecto abortado con una gran editorial francesa. Estaban buscando a un dibujante que pudiera seguir con la serie Tanguy y Laverdure, que era muy conocida en Francia. Trabajé para ellos para esta prueba y al final no me cogieron porque pensaban que no tenía la suficiente experiencia ni era lo suficientemente conocido, así que se lo dieron a otro. Pero después de esa experiencia en la que tuve que trabajar gratis, con muchas limitaciones y que fue bastante dificultoso, decidí hacer un cómic pequeño sólo para mi, con aquello que me gustaba sin ninguna limitación. Como soy mal guionista utilice la carta de un piloto japonés kamikaze que encontré por casualidad. Los pilotos antes de hacer el último vuelo siempre escribían una carta de despedida y en este caso encontré esta carta de este piloto japonés que escribía a su padre disculpándose por el hecho de no creer en la causa de la guerra. El piloto de hecho no era muy fanático pero tenía un deber que cumplir y escribió una carta realmente muy emotiva que me arrancó lágrimas y todo. Pensé que utilizaría esa carta para explicar mi historia, usando la carta como voz en off del relato, e hice unas diez páginas. También por suerte, el editor actual que tengo, encontró este miniálbum y le pareció una historia muy interesante y dijo que la podríamos publicar. Hicimos tres historia más alrededor de esta historia principal y fue un éxito muy importante no sólo dentro del cómic de aviación sino también dentro del cómic en general.
RH: Fue el editor que decidió publicar la historia pequeña que te contaba del piloto japonés quien dijo “como vamos a crear tres historias más y queremos que esté todo bien ligado y atado vamos a dárselo a un guionista para que se ocupe de esta parte”. Con Regis hice un par de álbumes más y después ya pasamos a trabajar con Yann, que es un gran guionista de altos vuelos con el que estoy trabajando actualmente.
RH: Sí
RH: Efectivamente, en primer lugar sigo con él porque me da esta libertad de la que hablabas y segundo porque soy una persona fiel y leal de por sí. Es cierto que he tenido entrevistas con editoriales muy grandes y no digo que nunca vaya a trabajar con ellos, no lo niego, pero por ahora al trabajar con este editor pequeño tengo la sensación que estamos creciendo juntos y evolucionando juntos. Y también ahora mismo soy el autor que más ventas le reporta y entonces me escucha, me trata muy bien y me cuida muchísimo y me digo que quizás es mejor ser el número uno en un editor pequeño que ser uno de tantos en una editorial más grande con autores también mucho más grandes. Prefiero ser el número uno con él que pasar desapercibido entre otros autores en una editorial más grande.
RH: Generalmente soy yo el que da el punto de partida al guionista. Mira, por ejemplo, le digo que quiero hacer una historia sobre dos hermanos gemelos en la Primera Guerra Mundial y a partir de este eje que le doy yo él va desarrollando la historia. Para cuando yo ya estoy a punto de dibujar, él me da el guion y casi siempre es fantástico o sea que ya empiezo. Casi siempre la idea primera es mía.
RH: Con él trabajo de esta forma justamente desde hace ocho o nueve años. Encajamos a la perfección, los dos nos conocemos cada uno en su campo y nos acoplamos perfectamente.
RH: Sí y no. Sí en el sentido que, por ejemplo en Angel Wings lo que he tenido ganas de dibujar han sido estos aviones en concreto, así que el avión es determinante pero no en el sentido que el avión sea un personaje más. Digamos que me interesa más el piloto que el avión, o lo que me interesa más es la relación entre el piloto y la máquina más que simplemente el avión.
RH: Es la historia la que lo dicta en realidad. A mi me gusta tanto Japón como Estados Unidos y no tengo ninguna preferencia por uno o por otro. Depende de lo que quiera contar escojo un ángulo u otro. En realidad de los pilotos, independientemente de su nacionalidad, lo que me interesa es cómo actúan y no su país. Es la historia la que lo dicta.
RH: De nuevo fue una idea mía. Realmente me apetecía muchísimo crear un personaje que tuviera todo lo que me gusta como tiene la protagonista: es mujer, es guapa, es piloto y tiene carácter. Reunía todas las cualidades que me gustan en una mujer y además me gustaba muchísimo poder representar a una mujer así en un entorno de hombres y ver como lucha contra todo esto y también como se enfrenta al machismo de este ambiente.
RH: De hecho las ganas de hacer los álbumes de las pin-up me surgen después de hacer álbumes de guerra básicamente. Durante tres años hago historias muy duras y difíciles y luego estos álbumes son como un respiro para mi. Me apetece dibujar cosas glamurosas, cosas que me gustan, así que para mi es como un paréntesis después de hacer cosas más duras.
RH: De hecho es contradictorio porque aunque yo hago cómic no leo cómic, es decir, yo no vengo de este mundo. Yo no tenía una gran biblioteca llena de autores. Tenía los clásicos pero no vengo de este mundo. Lo cual pienso que me da cierta fuerza también porque no digo ‘quiero dibujar para ser como tal’ o ‘quiero parecerme a cual’. Simplemente parto de cero y yo hago mi estilo como a mi me gusta y creo que es algo me da mucha libertad. Creo que es algo positivo.
RH: Dibujo con lápiz sobre papel porque necesito sentir el papel, porque el producto final será el libro la plancha original es el libro. Dibujo así y añado el color con el ordenador pero con un lápiz, digamos pintando encima. Y la ventaja con las técnicas actuales es que lo que veo en la pantalla es exactamente lo mismo que tendré en el papel, mientras que si trabajara con acuarela a veces hay perdidas respecto al producto final y en cambio así no.
RH: En realidad con el guionista trabajamos a cuatro manos y en ningún momento el hecho de que yo sea tan detallista ha planteado un problema para la historia o el guion. Él prepara el guion y cada diez páginas lo vemos y podemos preparar la continuación. De diez en diez vamos adaptando pequeños detalles de detrás, y realmente nunca ha habido un problema respecto a fluidez que sea causado por la gran precisión de mi dibujo. Pienso que si la historia es buena, es buena aunque el dibujo pueda ser poco preciso. En realidad lo que cuenta es que sea buena la historia.
RH: Estoy trabajando en la continuación de Angel Wings. En un nuevo ciclo de tres álbumes, con la misma protagonista pero en este caso ambientado en la guerra del pacífico.
RH: Gracias.