Esta es una buena época para morirse.
Tras las soberbias Crisálida (Reservoir Books) y Canción de navidad (Reservoir Books),
Hace años que Carlos Giménez se ha ganado el derecho a dibujar lo que le dé la gana, ya que sigue creando de manera regular obras de una calidad extraordinaria, a pesar de que el año que viene cumplirá 80 años. Es el gran cronista sentimental de la realidad española de los últimos ochenta años, gracias a obras como Paracuellos, Barrio, Rambla arriba, Rambla abajo, Los profesionales, España: Una, grande y libre o 36-39: Malos tiempos, todas ellas recopiladas por DeBolsillo. Un autor que siempre se ha caracterizado por su compromiso político y su valentía a la hora de defender sus ideales, algo que sigue haciendo en todos sus últimos trabajos.
En esta tercera parte nos encontramos con su alter ego Pablo (o Pablito, o el tío Pablo o el señor Pablo, según la época que este relatando) que ya ha hecho las paces consigo mismo tras las reflexiones a las que le llevo la muerte de su amigo Raúl. Consciente de que su tiempo se acaba, mientras espera plácidamente su propia muerte establece un dialogo con una versión de sí mismo, que le sirve de réplica, en el que analiza su vida y el mundo actual. A diferencia de los dos primero cómics de la trilogía, en esta ocasión nos nuestra una visión más amable de su vida. Mientras reflexiona sobre la vida, la muerte y la situación del mundo que deja, bucea en sus recuerdos y nos va relatando algunas anécdotas. Algunas nos dejan un sabor amargo y otras más dulce, pero sin esa sensación de tristeza que veíamos en los dos primeros libros de la trilogía, solo se atisba cuando recuerda a su madre.
A diferencia de en Cuento de Navidad que usaba la obra de Dickens como hilo conductor, esta obra resulta más inconexa ya que el papel de hilo conductor lo toma las diversas anécdotas que recuerda, pero no es óbice para disfrutarla por igual, ya que, pese a los saltos temporales, estamos ante una obra muy accesible.
Además de sobre la mortalidad y la vejez, que son los temas principales de la trilogía, Carlos Giménez reflexiona sobre otros muchos aspectos de la sociedad como el excesivo culto a la belleza y a las apariencias, la libertad de expresión, el dinero, la situación socio-política actual, la destrucción del medioambiente, etcétera. Una exposición de sus ideas sobre lo que funciona mal en el mundo, quizás es una visión excesivamente pesimista, pero no deja ser su visión.
Aunque narrativamente Carlos Giménez siga siendo un privilegiado, con el paso de los años sus trabajos han ido perdiendo brío, algo normal y por lo que han pasado todos los autores que llegan a su edad todavía en activo. Sigue conservando su personalísimo trazo y un estilo que se puede reconocer a distancia, pero sus páginas ya no son tan brillantes como antes, aunque todavía es capaz de firman secuencias tan sensacionales como la que sirve de final a este cómic. Sus personajes siguen siendo muy expresivos y llenos de vida y la mirada de sus niños nos sigue encogiendo el corazón.
La edición por parte de Reservoir Books de las obras de Carlos Giménez, tanto nuevos trabajos como reediciones a través del sello DeBolsillo, parece haberle insuflado de un torrente de energía creativa. Como en las ocasiones anteriores cuenta con un diseño precioso que dota a todos sus trabajos de identidad, además de contar con buen papel y reproducción. Como extras incluye una entrevista al autor. Estamos deseando conocer los planes que nos preparan para el año 2021 en el que el maestro cumple 80 años y toca celebrarlo como merece su talento.
Leer el nombre de Carlos Giménez en la portada de cualquier cómic sigue siendo una garantía de calidad, lo que tras una carrera de más de sesenta años y jalonada de éxitos, no debería ser una sorpresa para nadie. Es hoy es una buena prueba del talento que atesoran sus trabajos y que sirve para poner el punto final a la trilogía iniciada con Crisálida con una visión menos trágica y amarga, aunque igual de certera. Ahora nos toca esperar a ver con que nuevo trabajo nos sorprende el próximo año que a buen seguro mantendrá el interés, mientras lo esperamos, podemos disfrutar de nuevo de la relectura de sus anteriores trabajos.
Guión - 8.5
Dibujo - 7.5
Interés - 9
8.3
¿Final?
Un gran colofón a una trilogía tan buena como dura. Una reflexión sobre la vejez y la muerte tan lucida y realista como amarga.