Especial Action Comics #1000

Analizamos el esperado número mil de Action Comics con un artículo especial con la opinión de diferentes redactores.

12
8141
Aviso de Spoilers: El artículo que sigue a continuación sobre Action Comics trata información de actualidad en Estados Unidos, por lo que puede desvelar detalles argumentales que todavía no han sido abordados en la edición española.
 

Edición original: DC Comics.
Guión: Dan Jurgens, Peter J. Tomasi, Marv Wolfman, Paul Levitz, Geoff Johns, Richard Donner, Scott Snyder, Tom King, Louise Simonson, Paul Dini, Brad Meltzer, Brian Michael Bendis.
Dibujo: Dan Jurgens, Patrick Gleason, Curt Swan, Neal Adams, Olivier Coipel, Rafael Alburquerque, Clay Mann, Jerry Ordway, José Luis García-López, John Cassaday, Jim Lee.
Entintado: Norm Rapmund, Patrick Gleason, Butch Guice, Kurt Schaffenberger, Neal Adams, Olivier Coipel, Rafael Alburquerque, Clay Mann, Jerry Ordway, Kevin Nowlan, John Cassaday, Scott Williams.
Color: Hi-Fi, Alejandro Sánchez, Dave McCaig, Jordie Bellaire, Trish Mulvihil, Laura Martin, Alex Sinclair.
Formato: Grapa, 80 páginas.
Precio: $7.99

 

Ayer reflexionaba en el artículo especial de los centenarios de Action Comics, y en concreto del #800-900, sobre la tipología de este tipo de números conmemorativos, que obedecen a la celebración especial de algún tipo de aniversario, ya sea en tiempo real o simplemente por motivos puramente numéricos. A veces son números dedicados a homenajear de verdad un personaje, un símbolo y los valores que representan, como en el caso de La travesía el héroe, del número 800 de Action Comics, y en otros es simplemente una recopilación de historias cortas con escritores y artistas muy populares con un objetivo más comercial que otra cosa. Se nos olvida que el número 1000, el 800, el 600 o el que sea no es solo un número, si no un aniversario, un cumpleaños, una celebración que como tal debe homenajear al susodicho cumpleañero, sea persona, personaje o tebeo, como es el caso. No es solo una ocasión para vender cómics, es o debe de ser una fiesta para todos los lectores que llevamos años y décadas comprando y leyendo historias de Superman, de Batman, de Wonder Woman y de tantos otros superhéroes que forman parte de nuestra historia y de nuestro ser.

Action Comics y Superman existen desde hace ya 80 largos años, han acaecido guerras mundiales, crisis económicas, políticas y culturales, y los tebeos de este superhéroe se han seguido publicando sin descanso y sin importar el contexto, trascendiendo generaciones de abuelos, hijos y nietos, entreteniendo e inspirando a niños, niñas, hombres y mujeres de toda edad y condición hasta llegar al día de hoy. Me gustaría decir que el cómic y el personaje que cambió para siempre la cultura y el hermoso arte que todos amamos, ha tenido una celebración milenaria a la altura de su historia y de su importancia, pero por desgracia no ha sido así. El número mil de Action Comics es una recopilación de historias con mayor o menor interés de artistas y guionistas de buen nombre, que a su manera intentan homenajear a Superman, en mi opinión, sin demasiado éxito, no por la calidad de los autores, que la tienen de sobra, sino por lo erróneo del formato. Para bien o para mal, esto es el número mil, y espero que aunque para mí haya sido insuficiente, vosotros seáis capaces de disfrutar y sentir que con este cómic están dando el homenaje que se merecen esta colección y este personaje. Sin más dilación, procedo a analizar cada una de las once historias que componen este Action Comics #1000.

From the city that has everything

El primer relato que nos encontramos al empezar a leer la primera página, escrito e ilustrado por Dan Jurgens, el guionista que ha estado escribiendo la colección desde Renacimiento hace ya casi dos años. Estamos ante una historia que es literalmente un homenaje a Superman, dentro y fuera de la página, ya que nos narra cómo los ciudadanos de Metrópolis se han reunido para ofrecer un homenaje a su héroe. Clark asiste junto a Lois y Jon al evento, mientras observa como diferentes ciudadanos de todo tipo y condición, desde bomberos, policías o incluso criminales que le agradecen haberle llevado por el buen camino, amén de personajes famosos como Maggie Sawyer o Perry White. No es hasta que se libera de su preocupación por los Khunds, que recientemente había luchado contra ellos, cuando de verdad Superman se relaja y puede disfrutar del momento.

Un relato que aunque le falta emotividad, es importante porque supone la despedida de un guionista fundamental en la historia del personaje, Dan Jurgens, que se atrevió a matar a un hombre que parecía invencible, y que le ha llevado por múltiples aventuras y odiseas hasta el día de hoy, siempre con aventuras repletas de acción y momentos épicos. Hoy Jurgens no dice hasta nunca, si no hasta luego, porque si volvió una vez, puede volver más. Al menos yo honestamente así lo deseo, gracias una vez más, Dan.

Never Ending Battle

En esta historia, Vandal Savage tiene a Superman atrapado en una especie de ilusión y bucle de hipertiempo en donde si bien al principio parece que iba a ser un repaso del personaje a lo largo de las décadas, ya que comienza en los años 30 con el primer Superman que conocimos, con poderes distintos, se convierte en algo más estándar al mover al personaje por distintos lugares y situaciones que homenajean momentos y obras importantes con el hombre de acero con protagonista, pero que no tienen sentido ni coherencia entre sí, y mediante las cuales además Vandal intenta destruir a Superman, algo que evidentemente no consigue. Peter J. Tomasi firma esta extraña aventura con las estáticas y geniales ilustraciones de Patrick Gleason.

An Enemy Within

Un querido veterano como Marv Wolfman se encarga de escribir corta historia, con ilustraciones del fallecido Curt Swan que entendemos que estaban inéditas hasta ahora. Una historia en la que curiosamente Superman no es el protagonista si no el narrador, dejando el centro de la atención y de la acción para la capitana Maggie Sawyer, que se encarga de resolver una negociación con rehenes en la que Brainiac está involucrado, mientras Superman hace un alegato a favor de la humanidad y de los valores de superación y esperanza que él piensa que representan.

The Game

Paul Levitz y Neal Adams firman esta breve historia con un humor y un aire muy setentero en el que Luthor y Superman se enfrentan en una partida de ajedrez en la que el maquiavélico calvo demuestra tener muy mal perder y Superman una inusitada previsibilidad. Simpática, pero sin más.

The Car

Una de las mejores historias de este número, en el que Geoff Johns y Richard Donner rescatan en un movimiento muy inteligente a Butch Matson, el que es técnicamente el primer villano con nombre de la historia de Superman, en aquel primer número de Action Comics en el que Butch secuestra a Lois Lane, y es perseguido por Superman hasta que le alcanza levantando su coche y dando lugar a la icónica portada. Aquí Johns y Donner nos cuentan un poco más de este personaje, humanizándolo y dándole otro encuentro muy interesante con Superman. Y todo ello con el estupendo y cinematográfico arte de Olivier Coipel, que dibuja como los ángeles.

The Fifth Season

Scott Snyder y Rafael Albuquerque, equipo artístico conocido sobre todo por American Vampire y algunos números de Batman, son los encargados de contarnos esta tierna historia de amor/odio entre dos personas, Superman y Lex Luthor que son enemigos desde siempre, pero que en algún momento, tanto en el cómic como en otros medios, han sido amigos o simplemente rivales. Bonito para los más modernos, quizá extraño e irreal para los más clásicos, pero honestamente prefiero este tipo de Luthor que el envidioso villano cuya única obsesión es Superman, me gusta pensar que hay mucho más allá de todo eso, como se ha venido demostrando en los últimos años, especialmente desde New 52 y Renacimiento.

Of Tomorrow

La esperada historia de Tom King, el guionista de moda, llevaba unos días en la red disponible para el público (de forma legal publicada por la propia editorial), por lo que igual no es sorpresa para mucha gente y pasan de largo cuando lleguen a ella en la primera lectura de este número. Y sería una pena, puesto que es una historia muy emotiva que merece más de una lectura, ya que Superman se despide por última vez de sus padres y de su planeta de adopción, la Tierra, en un mundo postapocalíptico en donde el Sol se traga el mundo y lo convierte en llamas. Incluso más allá de que te llegue más o menos al corazoncito, lo cierto es que está genialmente escrita y muy bien dibujada por parte de Clay Mann.

Five Minutes

Ni cinco minutos se tarda en leer esta historia de Louise Simonson con dibujo de Jerry Ordway en la que Superman hace una reflexión sobre el periodismo y una comparación con el “oficio” de superhéroe, equiparándolos en utilidad e importancia para la sociedad. Pues vale.

Actionland

¿Quién no ha fantaseado alguna vez con visitar un parque temático centrado en Superman? Cualquier fan del personaje tiene ese profundo deseo que espera que se haga realidad. Paul Dini parece que comparte este deseo, y en esta historia se atreve a soñar con ello montando un parque de atracciones mediante el que podemos visitar los momentos más importantes de la vida de Superman y sus combates con los villanos montados en la nave que le llevó de Krypton a la Tierra. El problema es que, como en la vida real, este parque aún no existe, es un sueño de los fans, y en la historia de Dini, una ilusión de Mr. Mxyzptlk, que gracias a la ayuda de su exuberante novia, reconoce de alguna forma ser también fan de Superman, y que forma parte de él tanto como de nosotros. Una forma muy divertida de homenajear al personaje por parte de Dini, utilizando además un personaje de actualidad como Mr. Mxyzptlk, que se convierte así no solo en el mejor relato de todos, sino en el más acertado en lo que debería ser un número aniversario. Y encima lo ilustra el mítico José Luis García-López, por lo que no se le puede pedir más a esta brillante e hilarante historia.

Faster than a speeding bullet

Sabemos que Superman es fuerte, duro como el acero, que puede volar, pero no nos olvidemos que, quitando a Flash, y a algún personaje más secundario como Black Lightning, es posiblemente el superhéroe más rápido del universo DC. Brad Meltzer se propone demostrarlo con esta historia ilustrada por John Cassaday que narra segundo a segundo la carrera contrarreloj del héroe de Metrópolis por parar la bala que un criminal ha disparado a una valiente mujer. La historia finaliza con un alegato sobre cómo no solo Superman inspira a los ciudadanos que protege, sino que estos también a él. En mi opinión es como mezclar la velocidad con el tocino, nunca mejor dicho, es decir, no considero que sea la forma más adecuada para hacer esa reflexión sobre el personaje, pero al parecer Meltzer no opina lo mismo.

The Truth

La historia de Brian Michael Bendis cierra este número especial, mostrándonos un pequeño aperitivo de lo que está por venir, una carta de presentación de un nuevo y hormonado villano (marca de la casa de Jim Lee) llamado Rogol Zaar que está decidido a acabar con Superman y su prima, Supergirl, como ya ha hecho con todos los kriptonianos, y con su planeta, Krypton. Una potente forma de empezar su andadura en DC, con una revelación importante, y con un impactante villano que a juzgar por la paliza que le da a Superman, puede ser mucho más peligroso y destructivo que Doomsday.

Y esto es lo que ha dado de sí el número milenario del tebeo más longevo que se siga publicando en la actualidad, que como dije al principio, ha resultado ser un simple número de historias cortas con autores y artistas de renombre, que salvo un par de buenas excepciones no cuentan nada especialmente interesante ni arriesgado. Los homenajes han sido variados y más o menos presentes de forma constante en todas las historias, pero por algún motivo no he sido capaz de conectar como debería con ellas. Puede ser simplemente algo personal, pero creo que un número mil merecía algo más impactante y emotivo. En definitiva, no va a pasar a la historia como uno de los mejores homenajes de la colección, ni del personaje, aunque al menos podemos seguir disfrutando de sus aventuras después de 80 largos años.

Y antes de dar paso a mis compañeros, que os van a contar desde lo más profundo de su ser y con sinceridad y honestidad sus impresiones, sentimientos y emociones al leer este histórico número, os dejo con las variant covers especiales que están dedicadas cada una a una década de la historia de Superman, desde 1930 hasta el año 2000, ordenadas desde Steve Rude hasta Lee Bermejo. Que las disfrutéis.

Opinión de la redacción

Gustavo Higuero

Imagino que al otro lado del ese charco llamado Atlántico habrá alguna mujer o algún hombre que hoy 18 de abril de 2018 vea como llega a las tiendas el número mil de Action Comics y recuerde el día que compró el número uno en 1938. Han pasado 80 años y esa mujer o ese hombre, octogenarios ambos, revivirán momentos de su infancia que quedaron atrapados, como si fueran ámbar, entre las páginas de aquella primera historia escrita por Jerry Siegel y Joe Shuster. 80 años y mil números después Superman sigue entre nosotros y lo hace mirando al futuro, sin temor, listo para enfrentarse a los nuevos desafíos que, sin duda alguna, le esperan. Desafíos que van mucho más allá de los meros villanos o de sus aventuras… son desafíos que saltan al mundo real en forma de amenaza palpable en un mercado que se convulsiona violentamente augurando nuevos y diferentes tiempos editoriales. Sin duda alguna se trata de un trabajo para Superman.

Para esas personas que vivieron ese primer número de Action Comics hoy es un día muy especial. Para esas personas que empezaron en esto de leer comics en la década de los setenta, los ochenta, incluso los noventa, en definitiva, solo importa cuando empezó todo para cada uno… también es un día especial. Tal vez no hayan vivido esos 80 años del personaje, pero lo hemos podido acompañar a lo largo de…, cada uno que ponga los años que precise, y hemos volado junto a él, surcado galaxias, vencido infinidad de veces a Luthor, Mr. Mxyzptlk, el Parásito, al Erradicador, al Juguetero, Brainiac, Darkseid… Nos hemos emocionado, incluso vertido lágrimas, viéndolo caer inerte a manos de Doomsday, mientras un escalofrío nos recorría la espalda. Superman había sido derrotado y dado por muerto. Pero seguimos a su lado y asistimos a su resurgimiento, su camino a través de la muerte solo fue un suspiro y seguimos caminando al lado de su sombra. Dejamos los años noventa, el traje azul, los poderes eléctricos y nos fuimos a un Nuevo Krypton, a andar por Estados Unidos… Y tantas y tantas historias anteriores a Crisis donde todo podía pasar y pasaba.

Historias y más historias que se solidifican en un especial que conmemora no solo el número 1000 de Action Comics, sino también los 80 años del primer superhéroe, de Superman. ¿Y qué nos podemos encontrar entre las ochenta páginas de este cómic que ya ha hecho historia por su significado? Pues un especial que cumple con lo esperado, pero que no es capaz de escapar de los convencionalismos y no sabe ir más lejos que ser un repositorio de historias, escritas y dibujadas por grandes autores, con el fin de plasmar en sus viñetas y textos un homenaje a la altura de las circunstancias. A la altura de Superman.

El intento es loable y se percibe en cada historia, pero el resultado resulta algo decepcionante en su conjunto, pues al final es un crisol de aventuras donde las hay mejores y peores, con las que honrar tan ilustre fecha y personaje. Los autores buscan atrapar al nostálgico, al soñador, al aventurero, al apático, al ilusionado, al aburrido, al divertido, al triste y al alegre, en definitiva a todos aquellos que van a mirar de nuevo un cómic tras mucho tiempo apartados de ellos. Un cómic convencional, mágico sin duda, pero diseñado para llegar a todos de la forma más directa y contundente, sin nada especialmente remarcable que no sea el capítulo de despedida de Tomasi y Gleason del personaje, el adiós de King a los padres de Superman o el cómo Meltzer nos resume quien es Superman a golpe de gatillo. Diniy Johns que se acercan al personaje con respeto y dignificándolo o Jurgens, uno de los escritores que mejor ha entendido a Superman, que en su historia aglutina la esencia pura y destilada del último hijo de Krypton. La solvencia de estos autores contrasta con la de veteranos como Levitz, Simonson o Wolfman, cuyas historias no pasan de ser correctas, mientras que el trabajo de Bendis, que debuta en DC en este cuaderno, resulta cuanto menos desalentador por lo que nos plantea. Un número plagado de luces y de sombras, con el que dar paso a una nueva etapa para el hombre de acero.

Pasar y disfrutar de un número histórico, sumergiros en el convencionalismo y rescatar entre todas las historias la que de verdad os haga sentir que Superman está más vivo que nunca. Al final solo podemos esperar estar aquí para cuando se publique el número 2000. A fin de cuentas nunca se sabe lo que podrá pasar, ¿verdad?

Jordi Molinari

Mil números publicados. 80 años publicando una serie de forma ininterrumpida, en algunas ocasiones como en los últimos meses, incluso con más de un número al mes. Aunque este número ha tenido que esperar unas semanas de más, para coincidir con su aniversario. Pero aquí estamos, 80 años de Superman y un Action Comics #1000 para celebrarlo. Una efemérides real, histórica y sin precedentes, que bien valía que el Equipo DC pudiese aportar en conjunto, lo que significa para cada uno de nosotros. Mentiría si asegurase que no leí primero las grapas de las Secret Wars de Marvel, porque quizás pudiese haber sido así. Pero el primer gran evento que me marcó en mi pre-adolescencia, fue sin duda La Muerte de Superman. Por aquel entonces, tenía la suerte de tener hermanos bastante mayores, que fueron mi única fuente casual de cómics en aquella época. Se podría pensar que, para alguien que había crecido con Bola de Drac y Bola de Drac Z, eso que el protagonista muriese y resucitase ya estaba muy visto.

Pero mientras Son Gokuh era una inspiración para quienes lo rodeaba, Superman lo era para el mundo. Y es que Superman ha sido eso desde hace 80 años, una inspiración a algo mejor. Si, antes de Superman ya existían los cómics. Y si Batman es un superhéroe, habían superhéroes antes que Superman. Pero en mi opinión, no es así. Antes había vigilantes, aventureros. Pero Batman y otros, se vuelven superhéroes porque nacen después de Superman, porque comparten su mismo universo. El concepto “súper” no es casualidad, es lo que marca un antes y un después en el mundo del cómic. Como la aparición de la escritura, separa la prehistoria de la historia. En este sentido, desde DC hacen un reconocimiento/homenaje cuando deciden relanzar Tierra 2, donde la primera en aparecer es Wonder Woman. Allí no hay “súpers”, hay maravillas. Así que no sólo celebramos 80 años de Superman, también 8 décadas de superhéroes. Tenemos delante de nuestros ojos el Action Comics #1000, y queda la gran pregunta: ¿reflejará todo lo que significa para mi, y que creo debería de significar para todos?

La primera de las historias corre a cargo de Dan Jurgens y Norm Rapmund, directo a los 90s que fueron mi primera toma de contacto con el personaje en papel. El autor se despide de una última etapa bastante memorable, quitando el bajón de la revelación de Mr. Oz, sin saber si tuvo poder de decisión en dicha identidad. La historia refleja muy bien lo que comentaba en el párrafo anterior, pues diferentes personas de diferentes ámbitos explican el impacto de Superman. Todo el mundo está encantado con el Día de Superman, salvo el propio Kal-El. Cuando lo das todo a cambio de nada, cuesta aceptar recibir algo a cambio. Afortunadamente, Clark comprende la importancia para aquellos que celebran el Día de Superman, y Jurgens puede despedirse al menos de forma digna de esta serie. Otro que se despide es Peter Tomasi – actual guionista de Superman -, cuya historia es todo un repaso a los 80 años del personaje de Superman. Le acompaña como no podía ser de otro modo Patrick Gleason – que no se despide de la serie, pues será el nuevo dibujante regular -, donde cada página tiene significado. Y la página final es todo un reflejo de su etapa conjunta.

Paso a los autores invitados, siendo el primero Marv Wolfman junto a Curt Swan. Cómo decía, el mayor don de Superman es la inspiración en la humanidad. Y esta historia intenta reflejar esto, a la vez que juega con que Superman no es omnipresente. La importancia de Metropolis en la figura de un superhéroe del calibre del kryptoniano. De como Superman puede ayudar a hacer un mundo mejor, incluso sin estar físicamente presente. La siguiente historia cuenta con 2 pesos pesados del universo DC. Por un lado, los autores Paul Levitz y Neal Adams. Por otro lado, Superman y Lex Luthor. Una batalla eterna, sin importar el juego, en la que el bien siempre termina imponiéndose al mal. Una historia sencilla, con un tributo a Jack Kirby, que sabe a poco. Podría haberse publicado en cualquier momento y sería lo mismo. Y aquí, rompe un poco el tono marcado al inicio, en la que veíamos el mismo Superman – y superverso – del Action Comics #999 y que veremos en gran parte en el Action Comics #1001.

En este sentido, también ocurre lo mismo con la historia de Geoff Johns y Richard Donner. Quizás la diferencia recae en este caso, que claramente es una historia del pasado. Vendría a ser la continuación de la mítica portada del Action Comics #1. Seguramente sea lo único que no haga de esta historieta algo totalmente olvidable. Lo que consigue pobremente la historia de Levitz/Adams, queda mucho mejor enfocado en la historia de Scott Snyder y Rafael Albuquerque. Además, se muestra el pasado conjunto de Clark y Lex en Smallville, y su relación adulta queda mucho más ambigua. Es posible que Luthor sea un villano y megalómano. Es posible que no lo sea. O que lo sea, que además sea más cosas. Superman no es Superman porque fuese kryptoniano, sino porque fue criado por Jonathan y Martha Kent. Sobre ellos, sobre el legado que dejaron en su hijo adoptivo Clark, trata la historia de Tom King y Clay Mann. De como, por mucho que el tiempo pase, ese vínculo jamás desaparecerá. Cuan importante fue para convertir Kal-El en Clark Kent, y a Clark Kent en Superman. Que eso fuese uno de los elementos que tomase Akira Toriyama para crear a Son Gokuh, marca hasta que punto sin la crianza de los Kent, no hubiésemos tenido este Superman.

Cómo decía, los 90s fueron muy importantes, y esto se refleja nuevamente con el equipo creativo de Louise Simonson y Jerry Ordway. Uno de los puntos quizás más característicos y menos aprovechados, es la faceta periodística de Clark Kent. Desafortunadamente, aquí sólo se muestra para ver como lo compagina siendo Superman. No cómo puede también ayudar e inspirar a las personas. Paul Dini se junta con el dibujante definitivo de DC Comics, José Luis García-López, para repasar la historia de Superman a través de los ojos de uno de sus enemigos más emblemáticos. Y como incluso en él, la influencia de todo lo bueno que representa Superman, le acaba afectando positivamente. En este caso, si logra reflejar lo que pretende contar el relato. Brad Meltzer suma esfuerzos con John Cassidy para contradecirme. Siempre estoy hablando de como Superman inspira a la gente. Y ellos generan un relato, para demostrar lo contrario. Que es la gente la que, constantemente, inspira a Superman. Sin duda es una relación simbiótica de ambas sinergias. Pero a veces nos olvidamos, tanto autores como lectores, de esta segunda parte, y es de agradecer historias así.

Finalmente, llegamos a la historia que todos estábamos esperando. No por su calidad, sino porque es la previa a la mini-serie Man of Steel, y sobretodo, el primer contacto de Brian Michael Bendis con las series de Superman. Y el guionista, junto a un Jim Lee que ha vivido épocas mejores, me devuelve a cuando empecé a leer La Muerte de Superman por primera vez. En este sentido, no puedo pedirle más a Bendis para esta previa. Aún así, no me sirve para darle un cierre de lujo a un número que podría haber aportado más. Me quedaré con la parte más positiva, que tenemos al principio unas dignas despedidas. En medio, veo historias reflejadas de lo que Superman significa para mí. Y un cierre que me genera interés a lo que vendrá en los próximos meses.

Pedro Pascual

En el año en que voy a cumplir 40 años, ya es difícil que me la den con queso respecto a política económica, historia del siglo XX, periodismo y sanidad. El paso de los años lográ que uno vea el truco y no caiga en la magia de la enésima banda de rock alternativa/independiente o de los films aupados con dolares por la academia. Pero en mi espíritu y corazón de padre huraño y sabelotodo, aún hay un resquicio para la inocencia y no ver los hilos: el tebeo.

Desde mi reencuentro con el mundo comiquero, a lo que se añadió años mas tarde la paternidad, la narración gráfica hizo que recuperase una porción olvidada de mi niñez, y que la trascendencia y profundidad de los estudios y las lecturas, dejasen paso a lo inmediato, al entretenimiento, a las 23 páginas del comic book americano. Por ello, el vivir en presente la publicación del Action Comic#100 me emociona, haciendo que el paso de sus páginas estén acompañadas por el ritmo vertiginoso de las aurículas y los ventrículos.

Sin la ilusión de pensar que los reyes magos traen regalos la noche del 5 de enero o que el ratoncito Pérez te deja un regalo bajo la almohada cuando se te cae un diente, es difícil leer un estilo de arte protagonizados por enmascarados que luchan contra el crimen, alienígenas que vuelan o hijas de Zeus.

Es en la librería que se haya en el ático, donde uno se permite olvidarse por un rato de la corrupta realidad, de las mentiras diarias, de los horarios esclavos y de las diferentes responsabilidades, y se deja embriagar ante la llegada de Bendis o la publicación del Batman#50.

¿Action Comic#1000 está a la altura? ¿A la altura de qué? ¿De tanta expectación? Pues sin duda, no, pero es algo esperable, las grandes historias suelen circular por carreteras secundarias alejadas de las efemérides, pero por otra parte vence a causa de habernos atrapado al elegir una de sus numerosas portadas – ¿Hay alguna mejor que la de Allred?- o al leer con una sonrisa cada una de las historias, hasta culminar con la tan esperada, la escrita por Brian Michael Bendis y dibujada por Jim Lee, la cual finalmente es una historia in media res , a modo de aperitivo de lo que se nos ofrecerá Man of Steel ¿Logra, esta última, su objetivo de generar un gran hype? No, ni por historia – muy corta- ni por villano, pero leeré con pasión el primer número de la miniserie – que tendrá a los lapices a Ivan Reis – del mismo modo que lo hace mi hijo con el enésimo capitulo de Blaze y los Monster Machine o mi hija con los de Dora la Exploradora , ¡qué es mucho!

Si he de destacar una de las historias, me quedo con las quince páginas de Never Ending Battle , y más que por el argumento de la historia – que es coherente con lo que se pide a un número conmemorativo – por el trabajo visual, donde Patrick Gleason y Alejandro Sanchez trasladan el guión de Peter Tomasi de manera desbordante, dejando a un lado la narrativa secuencial, por quince splash page.

Por dos de ellas pagaría una cifra de cuatro cifras; la de Superman deteniendo de espaldas una locomotora – gran contraste entre la serenidad del niño rubio con peto, y pelota entre las manos, y el gesto de esfuerzo de un Superman de la edad de oro.

La segunda no es, ni la magnífica que muestra a Superman elevando sobre sus brazos un tanque nazi, ni la que asemeja a Kal El con una de las estampas más conocidas de la novela de Swift, sino uno de los secretos mejor guardados de Action Comic#100 que aun servidor sorprendió. Página que impacta y maravilla por el color del fondo y el rayo que atraviesa el delgado cuerpo, como por la terrorífica imagen de Superman.
Cabría preguntarse, cuánto hizo cada uno de los dos dibujantes. Aunque uno, que lee los cómics como un niño abre un kinder bueno, se alegro con ver la firma que en está página se hallaba bajo la de Gleason.

Sí, me ilusiono con poco, pero no hay que olvidar ¡que soy un niño que fue feliz con una Atari, mientras el resto jugaban, junto a su roscón de reyes, con la flamante Nintendo!

Víctor Rodríguez

Esta mítica cifra merecía realmente un número como este. Un verdadero homenaje a la mitología del personaje, abarcando un amplio abanico de géneros en los que Superman brilla con todo el esplendor del sol amarillo que le da sus poderes. Y un reparto maravilloso de artistas dando una especial visión de cómo pueden ser las aventuras de Superman. Tenemos todo tipo de géneros para todo tipo de gustos. Desde las historias clásicas hasta momentos reflexivos, pasando por sencillos homenajes y cartas de amor hacia la S, como la que hacen Tomasi y Gleason para despedirse del personaje. La historia de Simonson, donde el Hombre de Acero reflexiona sobre su profesión de ser humano y la equipara con su otro trabajo de superhéroe, es una de las que más me han sorprendido, seguramente porque yo mismo soy periodista y uno de los muchos motivos por los que me decanté por esta carrera fue porque mi ídolo de la infancia era periodista. A este respecto, hace tiempo que echo de menos una aventura de Superman iniciada en una investigación periodística de Clark.

Es un lujo volver a ver la firma de autores como Paul Levitz, José Luis García López, Marv Wolfman, Jerry Ordway, el querido Curt Swan, Paul Dini, Geoff Johns y Dan Jurgens, uno de los mejores autores que han escrito historias de Superman, que abre este especial después de haber guionizado toda la reciente etapa del personaje, desde el #957, cifra de la recuperación de la numeración clásica. Es un homenaje a él también el hecho de darle la oportunidad de encabezar este compendio de historias cortas. Además, tenemos una pequeña muestra de lo que Tom King, el actual guionista estrella de DC, podría aportar al personaje.

Y es una gran idea cerrar el número milenario con esa última historia, después de mirar tanto hacia atrás y hacia el interior de Superman, con la aventura que abre una nueva era, que llega de la mano de Brian Michael Bendis. El futuro inmediato de la franquicia de pasa ahora por sus manos y aquí tenemos un pequeño avance de lo que nos tiene preparado. A mí me ha dejado con ganas de más y me ha parecido un broche ideal para este encuentro especial. Pero podría haber sido diferente.

Entiendo la necesidad de homenajear al personaje juntando a grandes autores, que en su mayoría han dado buenísimas historias. Es también un homenaje a todos ellos, aunque dé la sensación de que en la compañía no han querido arriesgar contando únicamente una gran historia, sino que han apostado por un formato sencillo al recopilar unas historias cortas salidas de la creatividad de unos auténticos profesionales del maravilloso noveno arte.

Aunque me encante la propuesta, me hubiera encantado más si nos hubieran ofrecido en 90 páginas una apoteósica historia, una aventura grande, donde el bueno de Clark tuviera que vérselas con un implacable enemigo, o más de uno. Donde la Tierra volviera a estar en peligro y sólo el superhéroe más grande de todos los tiempos (le pese a quien le pese) pudiera resolverlo. Hubiera preferido una amenaza, una gran amenaza, que superara a toda la Justice League y finalmente Superman lograra derrotarle, para asombro de los lectores pese al clásico happy ending. Y hubiera dejado la maravillosa antología para el número de complemento que también han sacado a la venta con motivo del aniversario.

No quiero reprochar, las aventuras ofrecidas están bien, las he disfrutado, pero como ocurre en los conciertos en los que mis bandas favoritas tocan sus grandes éxitos en la mayoría de su repertorio, me quedo con la sensación de que estos sentimientos ya los he tenido. Aunque me alegre tenerlos.

Sin más, este es el punto final a una etapa de Superman, que comienza a renglón seguido con una nueva e ilusionante, de la mano de un maestro del negocio, Bendis, que ha declarado su amor por el personaje y va a guionizar la nueva mini Man of Steel y las dos series principales. Nada menos. Confiemos en él y en su saber hacer para seguir disfrutando de las aventuras de mi héroe favorito.

Juan Iglesia

Tenía que ser él. No podía ser otro. Pese a lo confuso e intrincado de la serie, con sus vaivenes en la periodicidad, sus varios volúmenes, su enmarañada numeración, Action Comics llega al número 1000. Y con él, su principal huésped, el dueño indiscutible de sus páginas. Aquel que el mundo conoció al mismo tiempo que la propia publicación: Superman.

Con toda la intención, DC ha hecho coincidir esta milenaria efeméride con el 80º Aniversario de Superman, es decir, con la publicación del Action Comics #1 (abril de 1938).
¿Qué celebramos entonces exactamente? ¿El primer milésimo de Action Comics? ¿El de Superman? ¿O los ochenta años de ambos? Qué más da.

Ya se sabe que Action Comics no fue el primer comic-book. Ahí estaba ya Detective Comics (1937), e incluso antes New Fun Comics (1935). Como tampoco fue Superman el primer superhéroe. Las viñetas habían mostrado previamente las aventuras de Phantom o el Vengador Carmesí, y fuera de ellas estaban el Gladiador Hugo Danner o el Hombre de Bronce Doc Savage, que rozaban lo superheroico.

Sin embargo, la huella dejada por aquella estelar primera aparición del Hombre de Acero fue tan profunda, su impacto tan estruendoso, que el eco de la explosión todavía resuena aquí y ahora. Mil números, ochenta años e innumerables aventuras después.

Superman llegó a este mundo en una época llena de incertidumbres, donde los tambores de guerra resonaban con fuerza. Una época en la que la desesperanza y la miseria se abatían sobre amplias capas de la sociedad. Por eso, antes que el Hombre del Mañana, el Hombre de Acero, la Maravilla de Metrópolis o el Último Hijo de Krypton, Superman fue el Defensor de los Oprimidos.

Huelga decir que el mundo no se ha librado de la guerra y la miseria. Y, sin embargo, parece que cuesta mantener una versión actualizada del Superman confiado, vitalista e intransigente en su lucha contra la injusticia que para muchos le define como personaje y como icono. Desde hace bastante tiempo proliferan variaciones de un Superman esquivo y desconfiado cuando no entregado a una especie de súper-despotismo ilustrado. La representación del Defensor de los Oprimidos como el Opresor Supremo hace furor entre algunos autores y sectores del fandom.

No veo en esto una vuelta de tuerca a la vieja afirmación de que “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente” como podría parecer. Más bien una ridiculización, una deconstrucción cínica e irónica de la necesidad de esperanza o, más pomposamente, de los límites y la verosimilitud de la “lucha por el Bien”. No es una visión carente de interés y ha dado algunas de las mejores historias recientes del personaje. Pero no deja de resultar curioso que se justifiquen estas variaciones en negro y su querencia por enterrar y superar las versiones anteriores por la supuesta inviabilidad actual de la caracterización prototípica del kryptoniano.

Pocos indicadores de lo que han cambiado las cosas en estos mil números y ocho décadas parecen tan significativos. En 1938 era el tiempo de mirar al cielo con esperanza. En 2018 es el tiempo de temer a las sombras en los callejones. Es muy posible que narrativa y estéticamente hayamos ganado mucho. En otras cosas, quizá no tanto.

Es evidente que el inflexible maniqueísmo que animó al personaje hace mil números no tiene cabida en la actualidad. Como no es menos evidente que entre eso y convertirlo en el Villano Definitivo media todo un océano de posibilidades donde explorar las dificultades que comporta saber distinguir lo que es justo y correcto de lo que no y el coste de defenderlo en este mundo de locos. Superman todavía tiene algo que decir en esta otra interminable batalla. Quizá por otros mil números. Mil números donde podamos ver un personaje humano, demasiado humano, humano superlativo (eso es lo que para mí significa ser Super-Man) y no ora el Dios del Viejo, ora el del Nuevo Testamento.

En todo caso, cuando abramos este ejemplar de Action Comics no estaremos sólo ante un tebeo sino ante el justo homenaje al momento en el que todo empezó. Y al personaje que lo hizo posible.
A tu salud, Kal-El, Clark Kent, Superman. Mil ejemplares nos contemplan.

Gracias, Jerry y Joe.

Especiales centenarios de Action Comics

Action Comics #1-300, por Pedro Pascual Paredes

Action Comics #400-900, por Victor José Rodríguez y Cristian Miguel Sepúlveda

Aviso de Spoilers: El artículo que sigue a continuación sobre Action Comics trata información de actualidad en Estados Unidos, por lo que puede desvelar detalles argumentales que todavía no han sido abordados en la edición española.   Edición original: DC Comics. Guión: Dan Jurgens, Peter J. Tomasi, Marv Wolfman, Paul…

Un cómic simbólico.

Cristian Miguel Sepulveda - 6
Pedro Pascual Paredes - 7
Jordi Molinari - 7
Gustavo Higuero - 6
Víctor José Rodríguez - 8

6.8

Un histórico número mil con un sabor agridulce. Es entretenido, incluso divertido y emotivo en ocasiones pero debería ser mucho más impactante.

Vosotros puntuáis: 7.62 ( 12 votos)
Subscribe
Notifícame
12 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
Garrac
Garrac
Lector
18 abril, 2018 15:47

Ha estado bien el especial, desde Dan Jurgens haciendo fanservice de Dan Jurgens, pasando por el guiño a la etapa de Byrne en el especial de Gleason, la historia de Wolfman, Neal Adams haciendo fanservice de Neal Adams,Donner volviendo a la carga, el extraño final que deja Snyder, Tom King molando, Simonson de vuelta, el tándem JLGL-Dini, la emocionante historia de Meltzer y el trollazo final de BENDIS!

Como única queja, he echado en falta a Joe Kelly por aquí, o al menos algún guiño a su etapa, que es de mis favoritas, y se le echa de menos. Por lo demás, parece prometedor lo que ofrece BENDIS!, asi que estaré atento a lo que haga

Y sobre todo. Felicidades Supes

Aruso
Aruso
Lector
18 abril, 2018 19:36

Pues no se, esperaba algo mas de este especial. No es que no me haya gustado pero me ha dejado un sabor agridulce.
De todas las historias presentadas la única que de verdad me ha encantado ha sido la de Geoff Johns y Richard Donner, tanto a nivel de guión como dibujo, las de Tomasi, King y Syinder también han estado bien y el resto las calificaría desde normalitas hasta pelin aburridas.
En mi opinión una cifra tan mágica como 1000 se merecía un especial espectacular y no simplemente uno «correcto» tirando a bueno.
PD: Por cierto, la historia de Bendis con su villano random y su mano a la continuidad, mal empieza. A ver que tal su paso por el Hombre de Acero y si no acaba siendo un nuevo Straczynski en vez de un Byrne…

Matches_Malone
Matches_Malone
Lector
18 abril, 2018 22:12

Guionistas de moda, guionistas de siempre, guionistas convencionales y muy poco, modernos y veteranos, innovadores y clásicos, y una vez más, Paul Dini se vuelve a elevar por encima de todo.
No me cansaré de elogiar a este autor que, desde hace la tira de años, cada vez que firma una historia nos regala un pedazo de Arte sin tener que reinventar ni revolucionar nada, ni dar la enésima vuelta de tuerca a un personaje o inundarnos con con un concepto trepidante; simplente, tiene idea chulas, escribe bien, y con ello crea las historias que a él mismo le gustaría leer.
Desde tus Batman TAS a este Action Comics 1000, pasando por tus Detective Comics, Mad Love, Zatanna y Black Canary, Batman Dark Night, lo que me dejo en el tintero y lo que está por venir: gracias, Paul. De verdad. Te echaremos de menos cuando te vayas, ya lo creo, y ojalá no te vayas nunca.

AlbierZot
AlbierZot
Lector
19 abril, 2018 1:59

Bonito homenaje. No desentona ninguno de ellos en cuanto al ambiente general que se respira y que tan bien resumen el Never Ending Battle de Tomasi y Gleason y la portada de Allred (que nunca defrauda). Bien por Jurgens; muy buena la historia de King; y prometedor el acercamiento sin concesiones de Bendis, con un Jim Lee libre de manierismos que da gusto verlo y que, sin embargo, me deja con la duda de lo que ha querido hacer en la portada, que es un horror, y en la que parece como si hubiese tratado de encapsular todos los Superman habidos y por haber en un sólo dibujo, porque si no, no se explica.

elBlueNules
elBlueNules
Lector
19 abril, 2018 10:45

Coincido en que el cómic en sí no está mal, pero tío, que estamos ante el primer #1000 de la historia del cómic mainstream… Podrían haber hecho algo mucho mejor, por no hablar de que es un poco triste que haya más nivel general en el Annual de Black Panther (con McGregor, Priest o Hudlin) que aquí…

Cambiando de tema, no deja de ser curioso que Akira Toriyama se pasase casi toda la primera saga de DBZ copiando elementos de Superman (más adelante ya copiaría elementos de Días del Futuro Pasado o realizaría guiños a Spiderman, como el Gohan de instituto vistiendo exactamente igual que el Peter de Amazing Fantasy #15), y que ahora BENDIS! se marque un Freezer en toda regla, que no sólo desvirtúa nuestra visión de las últimas horas de Krypton y parte del «éxodo» del bebé Kal El, sino que además es innecesario cuanto menos. En fin, mientras salga algo que valga la pena de todo eso…

Meyol
Lector
19 abril, 2018 16:31

Sin duda las mejores son las que repasan la historia de Superman y la del coche, el resto se dejan leer.

La más decepcionante quizás sea la primera, el Captain America 695 tiene una idea similar pero está mucho mejor llevada y ejecutada.

En materia de portadas me quedo sin duda con la de los bonos de guerra y con la que está llena de guiños al pasado de Superman.

Forager
Forager
Lector
13 mayo, 2018 15:30

En mi copia no sale la historia de Levitz y Adams. He pensado que lo mismo era cosa de ser un ejemplar con variant cover, pero mi librero lo ha mirado y en las copias que le han llegado con la edición estándar, digamos, tampoco sale.

Pedro Pascual Paredes
En respuesta a  Forager
13 mayo, 2018 20:14

Forager, tú copia es correcta, yo tengo la de Allred y tampoco contiene esa historia.
El artículo lo hicimos en base a una copia digital que la incluía. Revisando a causa de tú comentario, acabo de ver que The Game se encuentra en el tomo que conmemora los 80 años de Superman.

Gracias por señalar el dato y mis disculpas por las molestias que te hemos generado (hasta ahora no me había dado cuenta de la ausencia)

Un saludo

Forager
Forager
Lector
En respuesta a  Pedro Pascual Paredes
13 mayo, 2018 20:41

Molestia ninguna, Pedro. Es un placer leerte.

Igverni
Lector
13 mayo, 2018 19:54

Gracias por el artículo. Yo compré el comic con la portada de Lee Bermejo, la mejor junto a la de Allred, y mucho mejores que la de Jim Lee. Y me ha parecido un tebeo muy chulo para tener en casa. No necesariamente por la calidad de las historias en si, aunque me dejaron satisfecho, sino por el homenaje al personaje que se transmite en cada página.

Las mejores historias para mí son las de Tomasi-Gleason y Tom King+Mann, aunque no creo que ninguna desentone.

Por ponerle un pero, se me hizo raro no ver en este tebeo a John Byrne o Grant Morrison, dos nombres super importantes en la historia del personaje. Hubiera sido muy grande ver de nuevo a Byrne dibujar a Superman. El caso es que creo recordar que salió de DC de mala manera, pero no estoy seguro. Hubiera sido brutal que DC hubiera limado asperezas para que hubiera podido participar, aunque hubiera sido con una portada. Sobre Morrison, dado que sigue trabajando en DC, entiendo que haya sido un problema de agenda…

Pedro Pascual Paredes
En respuesta a  Igverni
13 mayo, 2018 20:29

Gracias por comentar Igverni ( ¡Y a todos los demás!)

Respecto a Byrne parece que ninguno de los dos estaba con muchas ganas. He aquí lo que escribió en su foro:
«I was contacted by someone at DC, who left a message. When I called back, I got a recording telling me which number to press if I wanted to be taken off that “call list”.

And that’s where it stands.»

Es decir, parece que DC dio un primer paso sin tener mucha confianza en un respuesta (¿ esa es la razón de no insistir?) Y Byrne al hacer la rellamada y ver que le pasaban con un ordenador, pues tampoco insistió.

¿Lo suyo no sería que la llamada la hubiese realizado el propio Johns, Lee o DiDio con su teléfono? El momento lo requería

Lo de Morrison aunque sea por agenda, resulta extraño ¡Quién no va a querer participar en un número #1000! Espero que para Detective si esté.

Un saludo

Igverni
Lector
En respuesta a  Pedro Pascual Paredes
13 mayo, 2018 23:15

Gracias por la info de Byrne! Qué lástima , en todo caso…