Especial BAFF:DILWALE DULHANIA LE JAYENGE, de ADITYA CHOPRA.

Continuamos con el repaso a las películas vistas en el BAFF, Barcelona Asian Film Festival..

DILWALE DULHANIA LE JAYENGE, de ADITYA CHOPRA

 

DILWALE DULHANIA LE JAYENGE, India, 1995, comedia musical, 189 minutos, urdu.
Dirección: Aditya Chopra(nacido en 1971)
Guión: Javed Siddiqui y Aditya Chopra
Reparto: Shahrukh Khan, Kajol, Amrish Puri, Farida Jalal
Música: Jatin Pandit
Premios: Best Film providing Popular Entertainment National Award
Nota final:6,5

 

Sinopsis: “Chaudhry Baldev Singh es un inmigrante indio que vive en Londres con su mujer y sus dos hijas, Simran y Chutki. Es indio de corazón, un hombre de gran moral. Las ha criado con el convencimiento de que son extranjeras en otro país, en el que viven por motivos puramente económicos. Algún día regresarán a Punjab, a sus raíces, a la cultura en la que firmemente cree su padre. Raj es alocado, despreocupado, adinerado y algo golfo viviendo en la misma ciudad con su padre con el que se ha integrado bastante bien en la sociedad occidental. Simran y Raj coinciden en el principio de un interrail por Europa Continental, y aunque al principio el carácter de gigoló de Raj no gusta nada a Simran, se van enamorando durante todo el trayecto. Pero el problema viene cuando Simran le cuenta a Raj que está prometida con una persona que no conoce. Una vez en Londres, el padre de Simran cree que han tenido una aventura y emigran todos a Punjab. Raj se entera y decide seguirles. Tendrá que ganarse el favor de toda su extensa familia y sobretodo la del padre y oponerse a este matrimonio pactado y a una tradición milenaria”.

Valoración: DDLJ, como es conocida mundialmente esta historia, es una comedia romántica considerada como una de las mejores de los años 90. La historia es ahora típica: chico conoce chica, se enamoran, ella está comprometida con un idiota y el luchará por su amor. Como muchas historias de Bollywood, nada nuevo bajo el Sol. Pero es que antes de esta película la mayoría de éxitos cinematográficos eran cintas de acción como Sholay, a la que recientemente ha superado en número de semanas consecutivas en cartel, mas de 500! (10 años, ¿ya cuadra no?). Pero aquí nos encontramos con una historia más realista, con excepciones como la escena del piano. La función se aguanta gracias al buen nivel humorístico de Shahrukh Khan, una mezcla entre Jackie Chan y Georgie Dan (se parece físicamente), la belleza de Kajol(Simran), su química durante todo el metraje y el buen hacer del resto de actores, donde todos cuentan en un momento u otro, encabezado por Amrish Puri, bordando el papel de extranjero en una tierra hostil, de la que sólo quiere sacar provecho económicamente para volver a su país y tradiciones (recordaréis este actor por ser el malo maloso de “Indiana Jones y el templo maldito”, una de sus pocas incursiones fuera del cine local indio junto con Ghandi). Aunque la historia nos parezca tópica ahora, cierto es que la segunda parte de la misma se vuelve más interesante, ya que no sabemos qué hará Raj para atraer la atención de tantos familiares dispuestos a dar en matrimonio a la chica con un desconocido.

La música es parte fundamental de cualquier producto Bollywood que se precie, y este fue uno de los que sentaron cátedra. Merecedora de varios premios, convirtió cada canción en un hit instantáneo en su país. Algo novedoso en ese momento fue que las canciones influían en la historia, hablaban de lo que estaba pasando en ese momento, por lo cual no puedes “desconectar un rato” ya que te pierdes reacciones y mensajes de unos personajes a otros. Aunque es evidente que Simran está doblada cuando canta, no es la primera actriz que presta su belleza pero no su voz, como Esther Williams, Ava Gardner o Natalie Wood. No importa si es en pro de narrar un amor más fuerte que las costumbres milenarias y proteccionismo anti-occidental. La coreografía no tiene nada que envidiar a las actuales, y otra vez fue esta película la que definió los estándar del género.

Personalmente lo que más me ha quedado grabado es el problema de las mujeres afrontando su destino sacrificando su vida para hacer feliz al hombre que aman (o que le ha sido asignado). La madre de Simran encarna con una riqueza de matices impresionante esta problemática. Cuando era joven tuvo el mismo problema, no recibió la misma educación que su hermano porque era más importante que éste sacara buenas notas para su futuro progreso y que encontrase un buen trabajo. A medida que va creciendo, se va sacrificando siempre en pos de una superioridad masculina que sin ser violenta físicamente sí lo es psíquicamente ahogando miles de mujeres a lo largo de generaciones. Es precisamente cuando nace Simran que ella decide que esto se tiene que acabar, se tiene que romper la cadena por algún lado, y promete que Simran no vivirá su mismo infierno. Pero el peso de la tradición y el miedo a lo que dirán los demás hicieron que desisitiera. Ahora, con Simran en edad de casarse, vuelve a tener la oportunidad de luchar por su felicidad, por la de todas las mujeres índias. El mensaje parece ser que huyendo no consigues nada, enfréntate a la adversidad y siempre saldrás ganando. Los dos o tres momentos en los que se afronta este tema son de lo más emotivo de la película, dándole una profundidad necesaria para que una comedia no se convierta en una paparruchada.

Sobre el mensaje general de la cinta, hay diversidad de opiniones: mientras hay gente que opina que es una crítica a la conservación totalmente pura de las tradiciones más arcaicas de la cultura índia, otras voces claman al cielo por el mensaje que se da a los jóvenes que van a ver esta historia, donde se ensalzan estos mismos valores denigrando la cultura occidental. Personalmente creo que no es ningún de los dos extremos: mientras que nos muestra en pantalla aspectos cuotidianos de la vida índia que han sobrevivido a lo largo de los años, no parece que haga una defensa a ultranza de estos valores. De hecho, el personaje del padre de Raj, viste de forma occidental incluso cuando vuelve al Punjab, aunque tiene que aclarar que lleva su país en el corazón. Este personaje encarna la mezcla de tradición y modernidad es su justa medida, tomando lo mejor de cada caso y proyectándolo sobre su hijo, que ese sí es un vago y un embaucador carismático, ejemplificando la juventud actual que no tiene ningún respeto por las tradiciones, la jerarquía o simplemente el respeto hacia los mayores. Aunque por suerte, su encuentro casual con Simran harán cambiar su forma de ser (es un decir) y hacer florecer su lado más serio y comprometido.

Quizá una de las pocos aspectos negativos es el rodaje en sí: el novato director Aditya Chopra comete errores de continuidad, tanto en situación de personajes como de línea temporal. Verano e invierno se alternan en pocas horas, Europa parece un pañuelo con lo rápido que pasan de un país a otro (e ignoran un montón de sitios), los extras miran a la cámara (horrible!), etc Realmente al metraje le sobran 30 minutos o más, se podría haber quedado en 2:30 y no habría pasado nada. La primera parte de la historia, la más dibujada con un tiralíneas gastado de recorrer siempre los mismos trazos, hacía que mirase el reloj demasiadas veces. La segunda parte, aunque ya monográfica en el aspecto de intentar ganarse el favor de la familia de Simran, atrae más por las propias estrategias de Raj y el enfrentamiento de Simran con su padre. La única escena que realmente sobra es la pelea final, realizada de forma en que vemos claramente que no se dan golpes, y unas reacciones totalmente fuera de lugar. Sobra absolutamente.

Leyendo opiniones sobre la película en varios foros, se podría decir que DDLJ se ha convertido en una de las mejores historias para muchos tipos distintos de gente. Desde europeos hasta afro-americanos, muchos son los mensajes que veneran esta historia de amor contra los elementos. Personalmente no iría tan lejos, ya que a ciertas edades todos ya hemos visto suficiente cine como para que no nos sorprenda, pero sí es cierto que deja un recuerdo agradable, ya que como reza el título, “el amante valiente de corazón se llevará a la novia”.

Aunque lo parezca, no es pastelosa

Lo mejor: la química entre los enamorados, el gigoló insoportable acaba siendo carismático con su humor pícaro y sin vergüenza, las canciones.
Lo peor: la risible escena de lucha en cámara lenta, muchos fallos de continuidad que pueden molestar y distraer
Curiosidades: Bollywood parece un negocio familiar: Simran (Kajol), es prima de Rani Mukherjee, protagonista de Black, de la que hablaré en los próximos días si todo va bien. Las dos protagonizan “Kabhi Khushi Kabhie GAM” y “Kuch Kuch Hota Hai”, las dos dirigidas por Karan Johar, responsable de varios de los últimos megaéxitos del cine comercial índio. El mismo es gran amigo de Shahrukh Khan, con quien Kajol ha rodado también los últimos blockbusters bollywoodienses. Lo dicho, el pastel se lo comen entre pocos, y los espectadores van más en masa a verlos una y otra vez. Y producidos todos por la familia Chopra, homónimos índios de los grandes productores USA como Jerry Bruckheimer o Spielberg.