Especial Día del Libro – Yo espero a mi librero

En Barcelona, al Día del Libro lo llamamos Sant Jordi y tenemos por tradición regalar tanto libros como rosas. ¿Y qué mejor opción para regalar este día tan señalado que un libro que lleva una rosa en su portada? Por eso mi elección es Candy Candy, La historia definitiva de Keiko Nagita.

Una de mis tradiciones personales de Sant Jordi es regalar cómics a los que habitualmente no suelen leerlos. Por esto, ésta es una obra perfecta para regalar a alguien a quien quiero y que creció con la serie de televisión de Candy Candy allá por la primera mitad de los años 80. Con este título se podrá reencontrar con una Candy ya adulta y rememorar la historia trufada de tragedias pero también de amistad y romanticismo.

Otra de las tradiciones de Sant Jordi en Barcelona es pasear por los centenares de puestos que ponen las librerías, quioscos, editoriales o partidos políticos (sic) en busca de ese libro para regalar. Una tradición digna de masoquistas amantes de las multitudes y los apretujones que suelo evitar comprando ese libro especial el día antes, sin aglomeraciones, en mi librería favorita. En mi caso esa librería es, desde hace 30 años, Antifaz Cómic, situada en la principal arteria comercial del popular barrio de Gracia barcelonés.

Antifaz es como una segunda casa para mí. Paso por allí cada semana (ventajas de tener mi librería de cómics de camino entre el trabajo y el hogar). Allí seguro que encontraré a Paco y a Carme ordenando las últimas novedades y siempre con algún buen consejo que dar, como cuando me descubrieron las bondades de François Bourgeon. O, según el día, puede que me atiendan Gon y Eduard con los que charlaré un rato sobre el próximo Festival de Cine de Sitges (donde hemos coincidido más de una vez) o sobre el último álbum de Blake y Mortimer. Y sea el día que sea, especial o no, siempre encontraré algo para llevarme a casa aunque sólo sea el recuerdo de un rato agradable en compañía de gente muy maja.

Por desgracia este año no podré hacerlo pero estoy seguro de que cuando toda esta situación pase, allí estarán ellos con una sonrisa y alguna buena recomendación, y allí estaré yo comprando mi regalo del Día del Libro aunque sea con unas cuantas semanas de retraso. Las tradiciones hay que respetarlas.

Por cierto, para quien quiera adelantar sus compras y también apoyar a los libreros, Antifaz acepta pedidos por mail, Facebook o Instagram que se podrán recoger una vez abra la librería.

P.D. La obra recomendada supone el debut de Arechi Manga, porque en estos tiempos también merece la pena apoyar a las pequeñas editoriales 😉

Podéis contactar con librería Antifaz Comic en su página web y en Facebook.

Cuando empecé a coleccionar cómics seriamente, descubrí, hace ya más de un lustro, una pequeña librería llamada Viñetas situada en la calle Luna, el corazón las librerías de cómic de la capital madrileña. No llevaban mucho tiempo abiertos, aunque tenían ya experiencia en el sector puesto que habían regentado otra librería recientemente. Hasta entonces, mi relación con los cómics había sido muy cercana, sí, pero aún no había empezado a coleccionar, especialmente americano. Leía y consumía sobre todo manga, y en menor medida DC y europeo. Fue gracias a los libreros: Javier, Sergio y Carlos, que yo empezara a introducirme más profundamente en este medio y a desarrollar por completo mi pasión por el mismo. Eso es uno de los regalos más bonitos e importantes que nadie puede hacerte. Y fue posible debido a que tienen unas virtudes que destacan sobre la mayoría de las tiendas de la zona: calidez y cercanía, con un trato personalizado y agradable a cada uno de sus clientes, sean habituales o no. Unos valores hoy por desgracia puestos en tela de juicio por la crisis del coronavirus, pero que deberían ser una máxima indispensable para cualquier dueño de un negocio, o dependiente, y que desafortunadamente no lo son.

Pero más allá de esos valores, también tienen un amplio conocimiento del sector y una gran cultura comiquera, por lo que puedes pedirles ayuda si la necesitas, ya que no dudan en recomendarte y orientarte tanto si eres novato como si eres más veterano en el medio pero buscas algo en específico, y además con total honestidad, tratando siempre de encontrar la mejor solución posible para lo que está buscando el cliente, independientemente del factor económico y del negocio que les pueda reportar o no. Es más, no dudan en recomendar otras librerías de la zona si no disponen de algún cómic en particular por el que les pregunten y el cliente tenga prisa por conseguirlo.

Su catálogo es amplio y variado, especializado en americano, independiente y europeo, aunque también con un pequeño apartado de manga, que se va ampliando poco a poco, y de cómics de segunda mano.

Así pues, si lo que buscáis es no solo ir a comprar tus cómics del mes, si no celebrar y compartir de alguna forma tu pasión por este medio, o intentar acercarte a él de la mejor forma posible, Viñetas Cómic es la opción más recomendable de Madrid.

Yo personalmente lo seguiré haciendo, acudiendo regularmente a Viñetas a comprar mis tebeos, más allá de cómo quede o no este país después de esta crisis y de la relativa normalidad que recuperemos. Y precisamente, uno de los primeros cómics que voy a adquirir tras la cuarentena va a ser Biblioteca Sandman: Overtura, que es la enésima edición de la obra por parte de ECC Ediciones, pero que supone un punto de partida perfecto para todo aquel que quiera coleccionar Sandman, ya que se van a publicar todas las obras, tanto las series regulares como las miniseries y especiales, en quince tomos. En mi caso, además, me permitirá poder tener físicamente una de las obras más hermosas y brillantes del artista que es J.H. Williams III a lo largo de su larga u dilatada trayectoria profesional. Sin duda una de las mejores opciones para un día tan especial como es Sant Jordi, o el Día del Libro, y que tendremos que aplazar, al menos físicamente, hasta que este maldito virus comience a desaparecer de alguna forma de nuestras vidas.

Podéis contactar con librería Viñetas Cómic en su página web, en Facebook, Twitter y Youtube.

No soy una persona que tenga muchas tradiciones, ni preste atención a las fechas más señaladas del calendario, es más, normalmente no sé en qué día vivo. Pero debo reconocer que mi día favorito del año es el día del libro. En los últimos años siempre quedo con una persona muy especial, una de las más maravillosas que he tenido la suerte de conocer, y no pasamos la tarde mirando los puestos de la calle. Y entre las muchas tiendas y stands que vemos hay una visita ineludible: la librería Joker de Bilbao. Desde hace más de veinte años es mi librería de cabecera. No es solo porque tengan cualquier cómic que pueda desear, ni tampoco por las presentaciones, eventos o exposiciones, ni siquiera por esa maravillosa sección infantil. Ni siquiera por los Sugus que te daban cuando llevabas bolsa de casa y no te seguías cargando el planeta. No. Si voy a Joker, y seguiré yendo, es por la amabilidad y amor por el cómic de un equipo maravilloso capitaneado por Fernando e Iñigo. Gracias a ellos he podido disfrutar de cómics que nunca hubiera comprado si sus recomendaciones y de grandes momentos hablando de cómics. Algo que nunca me va a ofrecer ningún dueño de una mastodóntica tienda de venta por internet o el dependiente de una gran cadena.

Para intentar sobrellevar la crisis han habilitado las precompras de las novedades de Mayo de Norma, además participan en la iniciativa de todostuslibros.com de crear cheques regalo para canjear cuando se abran sus puertas. Podéis acceder desde aquí.

Así que siguiendo con nuestra tradición ahora estaríamos entrando en Joker para comprar Preferencias del sistema de Ugo Bienvenu editado por Ponent Mon. Una historia de ciencia-ficción con crítica al mundo actual, de la que mi compañero Tristan Cardona hizo una fantástica reseña aquí. Si ya tenía ganas de comprarlo antes de leerla, ahora me puede el ansia. Pero yo espero a mi librero lo que haga falta.

Podéis contactar con librería Joker en su página web, en Facebook y Twitter.

Leo cómics desde pequeño, pero durante mucho tiempo fue una pasión más que consumía de manera casual. Un poquito de esto, otro poquito de aquello, esa obra que dicen que es tan famosa… No me convertí en coleccionista hasta que no empecé a ambicionar saber mucho más sobre el medio y, sobre todo, hasta que no tuve un sueldo con el que hacerle frente a ese nuevo vicio. Fue entonces cuando mi novia me llevó una tarde a la calle Luna de Madrid, “la calle de los cómics”, y nos repasamos toda su extensión tienda por tienda. Me pillé cosillas en algunas de ellas, pero lo que yo andaba buscando con ansia era el segundo tomo de Predicador, que me acababa de volver loco con su primer volumen pero que, como tan a menudo sucede con ECC, tenía agotada su continuación. En esas entré en la última tienda de la calle, un local chiquitín e impoluto con un mimo como imagen. Allí, cuando pregunté por ese segundo tomo, un agradable dependiente llamado Javi me confirmó que tampoco lo tenían, pero me ofreció prestarme un segundo número que tenían ellos guardado para que sus clientes pudieran continuar la historia mientras se editaba de nuevo. Y yo me quedé perplejo, claro. ¡Era la primera vez que entraba allí! Al salir, mi novia y yo decidimos que la próxima vez que fuéramos a la calle Luna iríamos a su tienda, por haber sido tan majos.

Han pasado cinco años y hay pocas cosas en mi rutina que me hagan tanta ilusión como reservar una tarde de viernes para lo que bautizamos como “comicdas”, comer en un sitio nuevo con mis mejores amigos al salir de la oficina y a continuación dirigirnos al centro de Madrid para hacer la compra del mes en esa tienda, Viñetas Cómic, una tradición que se ha repetido sin excepción cada mes y que solo ha podido romper esta dichosa pandemia. Viñetas es mi pequeño templo, un sitio que siempre huele bien, en el que siempre paso más tiempo del necesario y en el que siempre me reciben con un “hola” cariñoso sus anfitriones, Sergio, Carlos y (aunque esté feo hacer distinciones) en especial Javi, con quien suelo enrollarme como las persianas chismorreando sobre esta nueva serie o aquel nuevo guionista, mientras me pone doble bolsa para poder llevarme la pila de tomos que luego compartimos mi amigo Diego y yo mientras tomamos una varias cervezas en Malasaña.

Hoy por el momento me quedo en casa y Viñetas sigue cerrado. Allí sé que me espera un ejemplar de Spider-Man: Toda una vida, un tomo que llevaba meses esperando y que tuvo que quedarse en tierra en febrero por aquellas famosas erratas en francés (mon dieu!). No hay problema, podemos esperar. No son tiempos fáciles para ellos ni para ninguna librería, y por eso, cuando todo esto pase, seré el primero en estar en su puerta para recuperar el tiempo perdido y salir de allí cargado como un elfo navideño. Porque en un mundillo tan pequeño como este tenemos que apoyarnos entre todos.

Podéis contactar con librería Viñetas Cómic en su página web, en Facebook, Twitter y Youtube.

Ir a comprar los comics del mes es, en muchas ocasiones, una mera excusa. Una excusa para dejarse caer por esas cuatro paredes que conforman la tienda de TajMahal de Zaragoza, regentada ya por la segunda generación de libreros.

Mi excusa para visitarlos, cuando todo este acabe, será poder deleitarme con el especial USA del 80 aniversario de Robin. Y es muy acertado que se trate de un aniversario.

Un aniversario es una especie de celebración del tiempo pasado. Un tiempo que he pasado vinculado a esa librería desde que en 1989 vi su anuncio en un cómic de Ediciones Zinco. Un anuncio que me motivó para preguntar a mi padre donde estaba la calle que allí se reflejaba, Juan Pablo Bonet, y si estaba muy lejos de nuestra casa. Tenía 13 años y el mundo era muy grande.
En realidad, estaba lejos para los parámetros de un niño. Y por ello mi padre se pasaba de vez en cuando a comprarme alguna de mis peticiones, cuando salía del trabajo. Hasta que un día, un sábado, me enseñó a ir andando desde casa para, según me dijo, poder vivir la experiencia por mí mismo. En ese momento no lo entendí.

La cuestión es que fue un agradable paseo que me permitió poder ver la tienda por primera vez y lo que fue más importante, conocer a Pepe, el librero, que desde detrás del mostrador regentaba aquel espacio lleno de historias, sueño y emociones, encapsuladas entre las viñetas y las páginas de los libros que cuajaban las estanterías.

Pepe, me vio crecer. Me vio evolucionar. Pepe, me cuidó, me llevó a mi primer Salón del Cómic de Barcelona y me acompañó de alguna forma en mi transformación de niño a joven. Fueron muchos viajes, muchos sábados por la mañana mirando los comics recibidos de USA (fue de las primeras librerías de España en traer producto americano de forma directa), fueron muchos comics conseguidos gracias a su labor de búsqueda, porque cada vez que entraba en la tienda no era un niño que iba a gastarse su dinero, era un lector, un muchacho que disfrutaba leyendo comics y que, en aquel entorno, gracias a Pepe, se sentía especial.

Y luego llegó el relevo y llegó de la peor forma posible. Pepe nos dejó, pero no lo hizo sin dejar antes un pedazo de su alma entre nosotros, fosilizado en la tienda, para que nunca nos pudiéramos sentir huérfanos del todo. El tiempo se lo llevó y todos perdimos algo ese día. Yo perdí un buen amigo.

Hoy sus hijos, Enrique y Daniel, mantienen vivo el legado, el sueño que empezó hace más 30 años, siendo algo más que uno esforzados libreros que trabajan mucho para mantener su negocio a flote. Los dos entienden que no se trata de estar detrás del mostrador, sino del vínculo que se crea entre quien visita su tienda y ellos, a través del noveno arte, los libros y los juegos de mesa. Ambos han trascendido al negocio, lo han expandido, lo han evolucionado y no permiten que nadie se vaya de su tienda sin sentirse igual de especial de lo que un día su padre hizo con aquel muchacho de 13 años que se dejó seducir por los brillantes colores de los tarjes de licra ajustada.

Gracias por formar parte de mí historia y de la de tantas y tantos otros lectores.

Podéis contactar con librería TajMahal Comics en su página web, en Facebook, Twitter e Instagram.

Lo cierto es que tengo unos cuantos cómics reservados, por desgracia vivo a bastantes kilómetros de la librería en la que suelo comprar, en una ciudad donde no hay un sitio para hacerme con cómics más que unas librerías no especializadas que tienen productos muy limitados, pero por suerte mi librera me los guarda cuando salen y paso a por ellos una vez al mes. La despreocupación que tengo se la debo a Rocío en la Librería Noveno Arte de Avilés, soy fiel desde que abrió y lo seré hasta que me muera. Es cierto que la venta por internet facilita la adquisición desde puntos en los que no hay librerías especializadas, pero se pierde ese ritual de ir, echar un vistazo a novedades que no sabes si comprar o no, charlar y compartir recomendaciones, ese valor añadido no lo cambio por el hecho de tener un cómic antes. Así que aprovecho esta entrada para agradecer el trato que recibo en Noveno Arte y diré que, en cuanto abra de nuevo, lo primero que le voy a pedir es que me reserve el tomo de Ascender, que sacó Astiberri el pasado mes de Marzo, bueno, en realidad lo que haré es añadirlo a la lista de compras habituales. Hasta tal punto me conoce que cuando ve que en mi lista falta algo que suelo comprar me escribe: “Oye Igor, te falta tal serie, ¿la dejaste o es que se te olvidó?”, ese cuidado y ese buen hacer no tienen precio. Nada de vender portadas dobladas, los cómics con errores son devueltos antes de que lleguen al cliente, dando información y con mucho cuidado hacia los lectores son los motivos por los que compro allí, y los motivos por los que debemos, ahora más que nunca, apoyar a nuestros libreros y libreras en sus negocios, perder ese valor añadido es perder una parte de humanidad, y eso es el arte: humanidad. ¡Muchas gracias!.

Con respecto a la obra diré que Jeff Lemire es un guionista que cuanto más pasa el tiempo más interesante me resulta, no soy un gran fan de toda su obra pero me parece que los últimos años ha desarrollado historias que le ponen en una buena posición dentro del cómic norteamericano, Gideon Falls o Royal City dan buena cuenta de ello, pero si tuviera que quedarme con una sería Descender, una obra de ciencia-ficción que se sale mucho del estilo del guionista, aun manteniendo alguno de sus temas recurrentes, que además está ilustrada por Dustin Nguyen, el cual le da un toque único. Una vez terminada esta serie hicieron algo que me fascinó, continuarla pero cambiando los elementos de ciencia-ficción por la magia, así nace Ascender. Solo me había leído un preview y no necesito más para saber que me encantará. Estoy ansioso por ver cómo me sorprenden, por ver como se manejan en este nuevo escenario y por disfrutar de otra forma del arte de Nguyen.

Podéis contactar con librería Noveno Arte en su página web, en Facebook y Twitter.

Ya he perdido la cuenta de los años que hacer que la librería Comix Box en Santa Coloma de Gramanet es para mí una segunda casa en la que ir a hacer mis compras y pasar un rato de charla con su dueño Miguel. Es una tienda muy pequeña pero increíblemente bien surtida, porque Miguel siempre se ha preocupado de estar al día con las novedades y de tener un fondo importante en el que rebuscar. He tenido también la oportunidad de estar varios años detrás del mostrador, en citas como este Día del Libro que este año se ha suspendido por razones obvias y la experiencia ha sido de lo más enriquecedora. Comix Box también tiene un puesto en el Mercat de Sant Antoni todos los domingos, un lugar que para los barceloneses sigue siendo muy especial y que para los lectores de cómic es una oportunidad para encontrar alguna joya. Pasada la cuarentena tengo muchas ganas de volver a estos dos lugares y poder disfrutar de mis lecturas pendientes y de otras que siempre caen de improviso o recomendación del personal. Entre otras lecturas he reservados estos días en Comix Box El día más largo del futuro de Lucas Varela, publicado en España por La Cúpula. Es una compra que llevo postergando mucho tiempo, pero que me llama la atención desde la primera vez que tuve conocimiento de ella. Durante el confinamiento Comix Box ha puesto en marcha una iniciativa para que sus fieles (y quién quiera) pueda hacer sus pedidos y reservar sus cómics para recoger posteriormente en librería. Esta iniciativa servirá para que la tienda tenga unos ingresos básicos y así poder ir cubriendo los gastos hasta que podamos abrir. Como aliciente todos los pedidos, en agradecimiento y deferencia a los clientes tendrán un 5% de descuento.

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Este tomo aglutina una serie de comics del Trepamuros de los cuales guardo un gran recuerdo. David Michelinie y Erik Larsen se marcaron una época de aventuras sin freno, sin grandes apuestas, pero que conforman un conjunto muy entretenido para su lectura, o en este caso relectura en el formato de Marvel Héroes.

Estos números suponen asistir al resurgir de los Seis Siniestros bajo el mando del Doctor Octopus. Encontramos a Elektro, el Hombre de Arena, el Buitre, Misterio y el Duende (si Kraven estaba muerto por entonces………..). También podemos ver momentos inolvidables como el enfrentamiento con el Doctor Muerte, la aparición de Cardiaco (madre mía tuvo hasta miniserie) y el cortejo de Willie Lumpkin (el cartero de los Cuatro Fantásticos) a tia May (esta mujer ha tenido más éxito de lo que tendré yo en mi vida).

En definitiva, una serie de comics en consonancia con lo que se veía en los 90, pero en mi humilde opinión muy notables. Erik Larsen con su trazo cartoon, se encuentra en sus inicios pero veremos cómo evoluciona de una manera progresiva, dibujando a un Spiderman dinámico y potente visualmente.

Por lo que a la tienda de comics se refiere, debo decir, cómo no, que el encargo ha sido para Tajmahal Comics. Esta tienda de Zaragoza es y ha sido todo para mí en este maravilloso mundo del comic. Cualquier cosa que he necesitado, ahí estaba, y si no se disponía del material, los dueños de la tienda lo conseguían. Mis primeros comics USA, los conseguí allí hace la friolera de 20 años. Sus actuales timoneles son Dani y Enrique, que siguen el legado de sus padres, Pepe y Marisa, unas personas maravillosas.

¿Qué puedo decir de los que se han convertido en mis amigos?, muy sencillo, que son unas personas humanas, estupendas y que encima son honestas. Su dedicación y trato humano hace que tardes de coloquio con Gustavo Higuero entre el olor a comic, sean de lo más deseable cada semana. Lo que destaco de ellos es su tenacidad frente a la adversidad, por lo que espero y deseo que tras este apocalipsis zombie sigan en la trinchera dándonos lo que más amamos: cómics.

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Cuando se planteó la idea de llevar a cabo esta entrada, tuve claro que quería participar. Siempre he sido visitante habitual de todo tipo de librerías y papelerías y, afortunadamente, La Laguna, por su condición de ciudad universitaria, tiene muchas. Pasear por las calles del casco histórico presenta la oportunidad de asomarse a negocios que, teniendo como factor común la venta de tebeos, tienen sus singularidades y diferencias, haciendo buena la máxima de que en la variedad está el gusto. Desde la Librería Lemus y sus maridajes de vino y viñetas a El Pa-So y sus sugerentes ediciones, pasando por el Árbol Blanco y su siempre tentador expositor de artículos de promoción comercial, Nymeria Comics y su labor de divulgación de todo tipo de juegos de mesa y terminando con Dagobah y su casi recién estrenado local.

Hoy me decanto por Dagobah, porque, hace unos días, recibí el mensaje de que había llegado el segundo tomo de Ragnarok, la obra que supone el reencuentro entre Walter Simonson y la mitología nórdica. Había encontrado el primero rebuscando un poco entre las estanterías y su lectura me había traído gratos recuerdos. Los años no pasen en balde y las leyendas de las deidades germánicas han sido objeto de múltiples interpretaciones, pero, en este caso, se puede decir que quien tuvo también retuvo. El caso es que, ya fuera por cariño hacia el autor y la propuesta, ya fuera por el deseo de ver el final de la historia, encargué el segundo tomo, hace unas semanas en un día que, en este momento, me parece ubicado en un tiempo remoto. No es la primera vez que lo hago y no es la primera vez que me avisan a través de un mensaje de correo electrónico mas, en esta ocasión, hay un trasfondo especial: me indicaban que seguían trabajando a puerta cerrada y que, tan pronto como volvieran a abrir, podría pasar a recoger aquel tebeo. Aquel aviso traía consigo la esperanza de que las cosas volverían a su cauce y de que, a no mucho tardar, podríamos reencontrarnos y podría terminar una historia cuya lectura tendrá para mí, no tengo duda, un significado muy especial.

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¿Alguna vez habéis ido un domingo al Mercat de Sant Antoni de Barcelona? ¿No? Mal. Apuntadlo en la lista de cosas que hacer después del confinamiento. En la columna “prioritarias”. En este mercado dominical no hay ropa ni complementos, solo libros, cómics, películas, videojuegos y artículos de colección que ni siquiera podéis imaginar. Es uno de esos lugares donde nosotros, los lectores, nos podríamos perder entre montañas de emoción y entusiasmo.

Pero vayamos un poquito más allá, al número 62 de la Ronda de Sant Pau. Aunque en el cartel vemos una representación de la Tierra, en el logo leemos: “UNIVERSAL” y no miente. Entrar en Universal es acceder a un multiverso de historias. Entre sus estanterías hay más universos de los que jamás podremos leer, de los que jamás podremos vivir.

Ahora que ni siquiera podemos pasear por los pasillos de nuestra Universal, es cuando más apetece volver a tu tienda habitual, charlar con los dependientes, incluso con algún comprador y llevarnos ese botín para engrosar nuestras estanterías.

Cuando esta situación pase, entre los tomos manga de mi compra, habrá un volumen de cómic independiente. Uno que llevo bastante tiempo esperando y que devoraré igual que sus protagonistas devoran a algunos de los hombres de su entorno. Estoy hablando del segundo volumen de Insext, la obra de Marguerite Bennet y Ariela Kistantina editada por Planeta Cómic. Época victoriana, ocultismo, sensualidad, bichos asquerosos y horripilantes… ¡Esta serie lo tiene todo!

Mientras tanto, solo espero con resignación el día que podamos volver a decir en el podcast aquello de: ¡Universal-comics.com, donde están, todos los cómics del mundo!

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Tenía la tierna infancia de 12 años cuando compré mi primer cómic de superhéroes. Mi hermano había llevado a su casa el número 12 del coleccionable rojo de Spiderman de Forum que salió con motivo de la primera película del personaje y en dicho número había una épica pelea entre el trepamuros y el Dr. Octopus escrita por Bill Mantlo y Al Milgrom. Era un forofo de la serie de animación del personaje en los 90 así que tenía claro que necesitaba más.

Obviamente con esa edad no iba solo a ninguna parte y más viviendo en las afueras de A Coruña, así que mi madre me acercaba y me compró en Alita Comics, tienda ubicada en la Ronda de Nelle, el primer número (y varios más) de ese coleccionable con los primeros números del The Amazing Spiderman de Roger Stern y John Romita Jr. que me encantaron aún más. A muchos amigos míos que también coleccionaron cómics por aquella época les entraron más los dibujos más modernos por los ojos pero yo estaba encandilado con la sencillez de esas historias, era lo que necesitaba. Los años pasaron, Alita Comics abrió dos tiendas más (otra en Coruña en el barrio del Orzan y otra en Santiago de Compostela) y yo fui creciendo, ya primero pagando esos cómics con mi paga y luego mis ingresos. Mi amor por el medio solo creció y creció por aquel entonces, descubrí más personajes, universos y géneros y en Alita me trataron como una persona fiel y ayudaron también a que se incrementase más mi afición por la lectura.

En Coruña celebramos el maravilloso Viñetas desde o Atlántico, un Salón del Cómic que forma parte de la semana grande de la ciudad en el mes de Agosto. Los cómics de Stern y Romita Jr., son, posiblemente, los más memorables para mi de Spiderman y vi que tenían en su stand de la feria el último recopilatorio que sacó Panini de dicha etapa y que compré encantado hace tres años. Para mi era cerrar un círculo, ya que me faltaban algunos números de ese coleccionable rojo. Ahora por fin tenía toda esa etapa y fue en el mismo sitio al que iba yendo desde hacía 15 años.

Puede que la temática principal sea lo que se vaya a comprar en dicha librería cuando acabe todo esto, pero para mi no importa tanto lo que vaya a comprar, porque voy a salir de allí con un montón de cosas sean las que sean, sino también las ganas de volver y tener una charla de buen rollo con Toño, con Fátima, con Sanmi, con Aurora o con quien sea. Porque al fin y al cabo es sentirse como en casa.

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La Ilíada es el origen (o uno de los orígenes, si es que eso no es una paradoja) de la cultura occidental en la que por suerte o por desgracia (más por suerte que por desgracia, le pese a quien le pese) estamos inmersos. Santiago García es el origen (o uno de los orígenes, si es que eso no es una paradoja) del boom de la novela gráfica que nuestro país ha experimentado por suerte o por desgracia (ya sabéis que viene aquí) en los últimos años.

Santiago no es solo uno de los traductores y críticos de la historieta más reputados de España (cuenta en su haber con libros como La novela gráfica y Cómics sensacionales), sí no que ha reinventado el género de superhéroes (en El Vecino), el de la fantasía épica (en Beowulf) y la biografía (en Las meninas). Es precisamente en esta última obra donde coincidió con Javier Olivares, el Frank Quitely de nuestro Morrison patrio.

Así que en esta nueva novela gráfica editada por Astiberri tenemos a un dibujante poseedor de una deslumbrante técnica expresionista y a un escritor sensacional que domina los géneros como nadie usando como tema la destrucción de los ejércitos aqueos por la cólera de Aquiles.

¿Quién da más? Pues yo, porque pienso redondear la experiencia y comprar La cólera en SinTarima, un entrañable enclave en el centro de Madrid que flanquea La Plaza de Santa Ana y el Teatro Español. Su librería hermana ConTarima se encuentra al lado del Cine Doré, a unas calles de distancia.

En SinTarima/ConTarima no solo puedes disfrutar de las últimas novedades en nóvela, cómic y libros sobre cine, música, pintura o teatro; sí no que poseen un impresionante catálogo de novelas, comics y ensayos maravillosos (pero prácticamente imposibles de encontrar en cualquier otro sitio) y de rarezas (y la tienda está limpia de la morralla prefabricada que atesta las grandes superficies, lo que es de agradecer). Para colmo, los encargados de la tienda son unos «locos maravillosos» encantadores, siempre dispuestos a charlar un rato sobre la última extravagancia editorial que ha pasado a engrosar su almacén.

Podéis contactar con librería SinTarima/ConTarima en su página web, en Facebook y Twitter.

Corría Octubre del año 2002. Yo tenía catorce años y acaba de conocer el mundo de los cómics, los Juegos de Rol, wargames y todas esas aficiones que hoy conservo y que me convierten en un friki de manual. Por Logroño, mi ciudad natal, se hablaba de que todo ese material se vendía en Minas de Moria, una librería que tenía el mismo nombre que la famosa fortaleza enana creada por Tolkien y que tenía todo ese material y más. Yo me mofaba. ¿Una librería especializada y friki? ¿En Logroño? Normalmente mis colegas de chats y foros de rol o cómics hablaban de ellas, y las más cercanas en Bilbao o Zaragoza, pero tales palacios del saber y el entretenimiento no llegaban a Logroño. Jamás.

Pues bien, era verdad, y hace casi dieciocho años Moria abrió sus puertas para no tener que cerrarlas hasta que este maldito bicho decidió infectar el país y dejarnos sin cómics. Desde el año 2002 no ha habido un solo tebeo que no haya comprado en Moria, un regalo para mis amigos, para mi pareja, para mí mismo. Cada vez que compro un cómic lo hago allí, y le digo a mi mujer «me voy a discutir con el librero». Y es que, la compra online puede aportar muchas cosas, siendo la comodidad la mejor de ellas, pero charlar acerca de mi última compra con Iñigo, Pedro, Oscar, Diego o Javier (y con Juanpa, quien ya no está por allí pero que me enseñó a leer Dragonlance) mientras ves como la parroquia juega a Magic, a Vampiro o a D&D es una experiencia que hay que vivirla para entender lo grande que es.

Mi agradecimiento es aún más especial, al ser Moria la librería que en Mayo de 2018 y para celebrar el Día del Cómic Gratis, nos acogió a servidor, y a mis geniales compañeros Diego García Rouco y Gustavo Higuero Artigas para hablar sobre cómic mainstream y diversidad, en una charla en la que sentimos aquellas paredes como nuestra casa. He reservado el Hellblazer de Garth Ennis, cómic que ya tengo, no porque lo esté esperando (tengo otras reservas programadas que llegarán cuando todo esto pase) si no porque Hellblazer de Garth Ennis fue el primer cómic que Moria me dijo que me tenía reservado sin necesidad de pedirlo por whatsapp. Y es que, así de cercanos son en Moria, una librería que es mucho más que eso, que lleva catorce años siendo mi casa y que estoy deseando que vuelva a abrir sus puertas para poder deleitarme con sus gentes y estanterías una vez más.

Habla amigo, y entra.

Podéis contactar con librería Minas de Moria en su página web, en Facebook y en Twitter e Istagram.

¿Creeis en las coincidencias? En septiembre de 1994 abría sus puertas Sabadell Còmic (antiguamente Norma Sabadell), recuerdo como si fuese ayer como en el caluroso mes de agosto de dicho año paseando por el carrer de Sant Antoni vi un cartel con su próxima apertura. Di saltos de alegría, por aquel entonces, mis visitas a dichos panteones estaban restringidas a visitas esporádicas a Barcelona, principalmente a Continuará Cómics o Universal Cómics, pero esto era diferente, una librería especializada a pocos kilómetros de casa era algo con lo que mi yo de dieciséis años jamás se había atrevido a soñar. Han pasado casi veintiséis años de aquella primera visita, y si la memoria no me falla, no ha habido ningún mes que haya dejado de visitarles a por mi ración de cómics. En todos estos años, no sólo me ha servido para ver en Rafel Sabater, su dueño, a ese mentor que tanto sabe de cómics, aquel al que puedes pedirle consejo sobre si dicho cómic vale o no la pena teniendo una respuesta sincera y honesta al respecto, algo que valoro enormemente.

Sabadell Cómic ha sido mi constante en estos 25 años, quizás no sea la tienda más grande de todas, ni tenga el mayor fondo editorial, pero es mi tienda de cómics, mi santuario, aquel lugar donde no me importaría pasar las horas muertas descubriendo mil y una aventura y sobretodo, charlando con Rafel, sin olvidarme de su simpatiquísima mujer, Judit, o de ayudantes temporales o en la sombra como Jose Antonio Serrano o Joan Mestres.

Pero oye, esto iba de hablar de Sant Jordi y hablar de un cómic que tengo guardado para cuando vuelva a abrir sus puertas, y ¿sabéis lo que os decía antes de las coincidencias? Pues resulta que cuando abrió sus puertas en septiembre de 1994 salió a la venta el cuarto prestigio de Marvels que lleva por título El día que ella murió, cómic que estoy convencido fue una de las primeras compras que hice a Rafel así que, qué mejor forma de cerrar el círculo que volviendo a la tienda y comprando el Marvel Facsímil Marvels #4, el mismo cómic 26 años después y volver a emocionarme con los guiones de Kurt Busiek, deleitarme con la belleza de las páginas de Alex Ross y llorar – de nuevo – con la muerte de Gwen Stacy.

Gracias Rafel, por tantos buenos momentos en todos estos años y mucha fuerza y abrazos para estos días tan duros que nos ha tocado vivir.

Por último, aprovecho para comentar que Sabadell Cómic ha lanzado varios vales para ayudar a la editorial mediante un importe y que no caducan siendo canjeables por cualquier material de la librería, tanto novedades como fondo editorial. En el siguiente enlace encontraréis las distintas formas para llevar a cabo la transferencia.

Podéis contactar con librería Sabadell Còmic en su página web o en Twitter.

Una de las cosas que más echo de menos en este confinamiento son mis habituales visitas a Joker. No exagero si digo que de media voy más de una vez a la semana a este particular santuario del noveno arte. Su olor a tinta y papel impregna el diáfano espacio que combina novedades y cómics clásicos.

Precisamente, una de estas joyas imperecederas es lo que más espero como agua de mayo (nunca mejor dicho). Desde que estoy en Zona Negativa, gracias a amigos como Diego García Rouco, Jord T. Pardo o Igor Álvarez he descubierto obras que hasta hace poco me eran completamente ajenas. No se me caen los anillos por reconocer que Thorgal era una de ellas.

La espectacular reseña que Tristan Cardona realizó sobre el primer integral, que recogía los cuatro primeros números de la serie, me llamó poderosamente la atención y Diego me confirmó que era una lectura obligada. Si tenía pocos alicientes, cuando llegué a Joker y comprobé la preciosa edición que había puesto a la venta Norma Editorial no tuve otra que hacerme con ello. Al llegar a casa devoré sus aventuras cargadas de fantasía vikinga con toques de ciencia ficción. El autor belga Jean Van Hamme firma unas historietas inolvidables con idean tan locas como bien llevadas. Su comunión con el artista polaco Grzegorz Rosinski es total, y el dibujo de Thorgal una vez disfrutado, no se olvida jamás. Como también recuerdo siempre la librería de mis amores.

El fantástico personal de Joker, encabezado por Fernando Tarancón, me ha proporcionado siempre la dosis comiquera necesaria para mi peculiar ritual. Ese en el que estoy únicamente yo con mi cómic, mientras el resto del mundo se para. Paradojicamente, el mundo ahora se ha parado y aunque todavía queda para que pueda recoger el tercer volumen de Thorgal en Joker, seguiré disfrutando de las compras que hice antes de que comenzara la cuarentena. Cierto que la salud y la alimentación es lo primero, pero la cultura es el flotador al que agarrarnos para seguir cultivándonos cuando vienen mal dadas. Yo espero a mi librero.

Podéis contactar con librería Joker en en su página web, en Facebook, Twitter e Instagram.

Hoy es 23 de abril, es Sant Jordi y, como casi todos los redactor@s que me han precedido y como casi todos vosotros, hoy lo habría celebrado en la calle.
Antes del confinamiento solía desayunar fuera, cuando tenía que comprar algo, lo hacía y como todos los jueves me hubiese dirigido a Freaks para buscar los cómics de cada semana, hoy con más motivo porque es Sant Jordi.
Allí me hubiese esperado Enrique Torres con los tebeos que sabe que me interesan y siempre solía caer algo más. Freaks está abierta desde 1999 y está bien situada en la calle Alí Bei, 10, bajos izquierda, de Barcelona. Al principio eran dos locales contiguos separados por un portal – en realidad eran tres pero esto es otra historia – y la parte de cómics la llevaba Francesc Lozano, un gran profesional y mejor persona (sonrisa de complicidad) que le dio un pronto y se jubiló a los cincuenta y pocos para irse a vivir con su pareja a Valencia. Nos dejó muy solos, de hecho uno de los habituales nos llama a todos Las viudas de Paco, un apelativo cariñoso que no comparto; en realidad somos Los huérfanos de Paco, porque la viuda oficial es Enrique…
Hoy en Freaks me hubiese encontrado con obras como Rompehielos, Nenúfares Negros y Rani que les tengo muchas ganas, pero sobre todo con un hermoso libro teórico de Pepe Gálvez titulado Vittorio Giardino. Variaciones sobre la línea clara que me hizo tilín en seguida, lo hojeé, me pareció muy completo y no se porqué lo dejé para la semana siguiente y en estas que llegó el confinamiento…
Y es que estas son las cosas que solo encuentro en Freaks, además de recopilaciones de strips de importación, retapados de la EC, algún que otro álbum de BD en francés… y si te gusta el cine tiene una impresionante selección de libros dedicados al séptimo arte.
Le he enviado un mail y le he pagado la comanda y así cuando abra solo tendré que recogerlo, pero seguro que cae algo más… Luego me pasaré por Norma Comics y Gigamesh que están muy cerca.
La rosa ya la he regalado, en nuestro pequeño patio tenemos dos hermosos rosales que por Sant Jordi nunca fallan.

Feliz Sant Jordi a todos, en especial a los libreros.

Salut!

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