Decía Tom King, a raíz de la reciente presentación del Rebirth de DC Comics, que Scott Snyder había hecho de Batman una serie personal donde no sólo Bruce Wayne tenía lugar, sino toda su familia y obsesiones. No es una afirmación banal, pues todo aquel que haya seguido la serie desde su número 1 hasta el presente 50 puede afirmar con rotundidad que ha leído el core del personaje y de su universo. Mirándolo en perspectiva, en la serie principal del hombre murciélago hemos visto crecer no sólo a Batman, sino a toda la batfamilia: desde la aparición de Bluebird hasta la aparición de nuevos Robin que han ido ayudando al personaje de cuando en cuando. Ese es el legado de Snyder. Ese ha sido su punto fuerte desde el inicio: un profundo convencimiento de que Batman no sería Batman sin sus villanos, sin su familia, sin todos aquellos que se dejan la espalda de forma anónima para ayudar al Caballero Oscuro en su continua cruzada por la paz en una ciudad atiborrada de desgracias y de una oscuridad perpetua que se cierne sobre todos sus habitantes.
Creo recordar que el propio guionista hablaba en alguna entrevista de la importancia de Gotham y su mitología en toda su etapa. Y no lo niego. Lo único que quiero pensar es que cuando Snyder habla de Gotham no habla de sus edificios ni de sus cloacas: habla de sus habitantes, de todos aquellos que de algún modo u otro se ven salpicados por la existencia de Batman. Ese ha sido uno de los grandes poderes de su etapa: haber dado voz a todos ellos y haber construido un universo bien definido desde el cual jugar, con mayor o menor acierto, para crear una etapa sólida que a buen seguro venderá como churros en los años venideros en distintos formatos.
Por esto último creo profundamente que Scott Snyder es un tío inteligente. Un guionista que entiende el medio y su situación actual a la perfección. Lejos de sublevarse contra los cánones e intentar ir a contracorriente como hizo Brian Azzarello con su Wonder Woman (y sabe Dios que su sangre y sudor le costó), Snyder ha sabido amoldarse a los editores y su industria. Ha sabido exprimir el jugo de los despachos para sacar adelante una etapa que ha tenido sus altibajos pero que, observada a toro pasado, se sostiene como una etapa gloriosa para un personaje difícil. Así, el guionista ha sabido esmerarse en ir construyendo pequeñas etapas bien diferenciadas que se han ido adaptando como un guante al formato de la industria: cada etapa funciona de forma tan independiente que es susceptible de ser llevada a tomo con carácter independiente. Cada una de ellas está perfectamente definida: esa Court of the Owls con uno de los mejores “villanos” de reciente creación que se recuerdan, ese Death of the Family con el mejor y más tenebroso diseño del Joker de toda su historia, el Año Cero y su –fracasado– intento de hacer algo con lo que competir con Frank Miller en los inicios del personaje, el Endgame con su intento de definir al Joker y lo que significa para Batman (sin llegar al nivel de Alan Moore, eso por supuesto) o este Superheavy donde el guionista ha intentado llevar aún más allá si cabe la relación entre Jim Gordon y Bruce Wayne. Todas ellas son etapas que han gozado del beneplácito de unos editores encantados con la misiva: de cada una de las historias tienen un tomo que vender en distintas ediciones y formatos y que, juntas, forman una etapa para la historia de la que se hablará durante años en foros, debates y convenciones.
Hay una cosa que me llama especialmente la atención sobre este run del guionista: todos los que le leemos conocemos sus defectos y sus virtudes. Es como si Snyder se hubiera desnudado durante estos 5 años y nos hubiera mostrado todas sus armas de guionista, todos sus defectos y virtudes. Es así por lo que todos estamos en virtud de opinar pues no en vano llevamos 50 números escritos por él a nuestras espaldas. Este Superheavy es quizá el arco más fácil de criticar de todos ya que –al menos personalmente– conocemos a la perfección como se las gasta el neoyorquino cuando se trata de escribir al Hombre Murciélago.
Y si nos atenemos a este número 50, la cosa está bastante clara: es el número más previsible de todos cuantos haya escrito el guionista. Vuelve aquí a caer Snyder en su defecto número 1: la previsibilidad. Da la impresión de que no sabe concluir un arco sin tener que recurrir a una grandilocuencia desatada que termina por llevar a Gotham al abismo y, de paso, desdibujar una trama original y trabajada. Le ocurrió con los búhos, con el Joker y con Enigma: cuando el villano es el protagonista todo funciona sobre ruedas. Sin embargo, cuando el villano es destapado y todo lo que sostiene la trama es la destrucción de Gotham, su castillo de naipes se derrumba y queda en evidencia el lado más oscuro del guionista. Es ahí cuando comienza el baile de personajes, con esa acción empaquetada donde el sentido varía de un lado hacia otro y, lo que es más grave, el villano termina convirtiéndose en una suerte de egomaniaco genérico que suelta monólogos sin cesar cebándose de lo que egomaniaco que es.
Este número 50 se puede resumir en pocas palabras pues es todo lo previsible que uno podía esperar: Bloom intenta destruir Gotham y, sorpresa, Bruce Wayne se alía con Jim Gordon para salvarla usando una serie de artilugios pseudocientíficos que apenas nos importan. Nada queda ya del dilema moral de Gordon en torno a llevar el traje. Nada importa ya el legado de Batman y su importancia. Y si bien Snyder nos acerca a esos términos en torno al final del tebeo, la acción sin límites que nos enseña aquí (y que ya vimos en arcos anteriores) disuelve la emoción y la inteligencia para convertirlo en carne de butaca y bol de palomitas. Todo es divertido y espectacular, sí, pero uno se espera más cerebro y menos pólvora con un guionista que ha demostrado por activa y por pasiva que, cuando quiere, es capaz de jugar más con nuestra lagrimita que con nuestras ansias de acción.
Aun así no se le puede negar ese talento que tiene en sostener sobre sus guiones toda la batfamilia. Como decía, todos tienen lugar en Batman. Desde la hija perdida de Alfred que ya es un miembro honorable del universo Batman hasta Duke Thomas, un Robin en potencia que es otra creación más de esta pareja creativa que no se ha cansado de sumar miembros que perdurarán en esta esquina del Universo DC. Y aún siendo Bloom un intento fallido de emular lo que podría ser un nuevo Joker, no cabe duda de que Jim Gordon ha podido encontrar en él un atisbo de némesis en este arco que aquí concluye y que supone un plus de energía y espectacularidad (en el sentido más literal de la palabra) en la historia del Hombre Murciélago.
Pero si hay algo que ha dotado de fuerza y carácter a la etapa de Scott Snyder ha sido el inmenso trabajo de un Greg Capullo que, por desgracia, parece que se tomará en breves unas largas vacaciones de la editorial. Creo sinceramente que el trabajo del guionista ha sido mejor visto de lo que debería por el buen hacer de Capullo. Hacía tiempo que no veía un equipo creativo tan conjuntado, tan homogéneo. Cuando la historia requería oscuridad, ahí estaba Greg Capullo otorgando atmósferas retorcidas y tenebrosas. Y aquí en Superheavy, donde se requería acción y locura, Capullo ha sabido dotar a la colección de un carácter dinámico en el que perdura su estilo personal y en el que no sobra la acción sin límites. Llamadme loco, pero veo en Capullo trazos del Frank Miller de The Dark Knight Returns en la forma de mostrar la acción sin frenos que la historia requería en cada momento. En 2011 no hubiera sabido decir si Greg Capullo era el dibujante que Batman necesitaba, pero ahora tengo muy claro que no se me ocurre otro mejor para haber ilustrado estos últimos 5 años de gloria para el personaje. Creo que nadie ha captado mejor la idea de Snyder que el propio dibujante: desde el mencionado Joker con máscara de piel hasta la propia armadura de Gordon.
El tebeo finaliza con un epílogo de Yanick Paquette en el que Scott Snyder, ya liberado de toda la acción, intenta retomar la dupla Gordon-Bruce para cerrar en torno al aspecto emocional. Quizá no lo consiga de todo, pero se agradecen dos cosas aquí: que se haya elegido a Paquette para dibujarlo y que Snyder quiera cerrar su etapa y darnos alguna pista de lo que está por venir.
No me cansaré de decirlo: este Batman #50 es puro Snyder. Un guionista que, para bien o para mal, ya nos ha mostrado todo lo que es capaz de hacer –y de no hacer–. Eso sí, lo que sabe hacer lo hace muy bien: convertir una etapa que comienza como la suave subida de una montaña rusa en una suerte de continuos loopings que van y vuelven para dejarnos extasiados al final. Por eso dudo que a estas alturas alguien se esperase algo distinto al blockbuster que tenemos entre manos. Nadie en su sano juicio le hubiera pedido a Sam Peckinpah una comedia romántica.
- Green Lantern #50, de Robert Venditti, Billy Tan y Vicente Cifuentes
- Detective Comics #50, de Peter Tomasi, Fernando Pasarín y Scot Eaton
- Catwoman #50, de Frank Tieri, Iñaki Miranda, Dan Panosian y Steve Pugh
- Action Comics #50, de Greg Pak, Aaron Kuder, Aaron Kuder, David Messina, Javi Fernández, Bruno Redondo y Vicente Cifuentes
- Superman #50, de Gene Luen Yang, Howard Porter y Patrick Zircher
- Green Arrow #50, de Bejamin Percy y Szymon Kudranski
Guión - 7
Dibujo - 9
Interés - 8
8
Espectacular conclusión de 'Superheavy', el último arco de Scott Snyder al frente de Batman. Repleta de acción, vuelve a caer en la misma estructura narrativa que todos los arcos anteriores del guionista.
Perfecta reseña y/o análisis Tomas, gracias.
Totalmente de acuerdo en lo previsible que es Scott Snyder en relación a la estructura de sus arcos, y fundamentalmente en su acto final de destrución y salvación a cargo de Batman. Y es que podríamos decir que lo mejor de Snyder no es el destino al que llega, sino el camino realizado. Y es que hasta llegar al final de la historia nos proporciona grandes momentos, en este mismo arco argumental, tenemos por ejemplo el Batman 44 (que mejor muestra de decirnos lo que es Gotham) o el 49 (este en cierta manera, es una especie de final de una de las tramas de Superheavy)
También se puede decir que sus finales no traen consecuencias (lo cual viene de lujo para una edición en tomo de cada uno de los arcos argumentales). Tal vez la excepción sea Endgame, pues no tengo claro que el Batman que finaliza Superheavy sea diferente al Batman de siempre (entendí que Snyder quería que este nuevo Batman tendría como motivación la esperanza, pero por la forma que ha surgido, no sé si será así, además de estar en camino el rebirth)
Por lo dicho, me parece curioso y adecuado, que la nueva serie de Snyder, All Star Batman, sea una especie de road movie con villanos, pues en cierto modo es lo que ha estado haciendo durante estos 50 números aunque sin salir de Gotham.
Finalmente destacar, como bien has hecho la titánica labor de Greg Capullo, cuya única peca, bajo mi opinión, son los rostros. Pero también se ha señalar la memorable labor de Plascencia al color.
Y para terminar, señalar de nuevo, que los números de Supeheavy son una delicia como grapa.
De nuevo, muchas gracias Tomas por lo bien que has descrito lo que ha sido el run de Snyder. Ahora esperar lo mejor de KIng y de Janin.
¡Muchas gracias a ti Pedro!
Efectivamente, sus finales no traen consecuencias. Quizás por eso el número 51 será una especie de número de cierre en el que se recuerde al lector por todo lo que ha pasado Batman en estos años y como ha ido cambiando su vida desde entonces.
Respecto de Plasencia toda la razón, un colorista espectacular que también se ha adaptado alos distintos arcos y necesidades de Snyder.
Muy buena reseña al igual que una etapa que he disfrutado muchisimo
Por cierto,cuando Bloom transforma los rostros de los batrobots en villanos de batman(en la imagen de arriba) son hiedra venenosa,pinguino,cocodrilo asesino,espantapajaros y el ultimo es ¿deathsot?
Yo diría que ese rojo y negro es más bien de Harley Quinn 😉
Yo diría que sí, es Harley Quinn. Cabe mencionar también el Robo-Joker que muestra a toda página Capullo hacia la mitad del tebeo.
Bueno para mi superhevy a sido ni mas ni menos la demostracion de que Bruce tiene que ser batman si o si,el manto puede ser tomado pero EL y solo EL es batman y llegado el momento ningun sustituto puede hacerlo mejor que el,que Gotham necesita a Bruce como Batman.
Parecido al mensaje que deja Superior Spider-Man.
Que era el mismo mensaje del Batman-Azrael de hace 25 años
Como dice una conductora de televisión famosa de mi país: «el público se renueva» 🙂
«Lejos de sublevarse contra los cánones e intentar ir a contracorriente como hizo Brian Azzarello con su Wonder Woman (y sabe Dios que su sangre y sudor le costó), Snyder ha sabido amoldarse a los editores y su industria.»
Muy de acuerdo. Por mucha calidad que tenga la Wonder Woman de Azzarello (o quizá no tenga tanta, todo es cuestión de gustos), hay que reconocer que se trata de una versión muy «personal» de la amazona, que no hubiera sido posible sin un reboot de por medio.
«con el mejor y más tenebroso diseño del Joker de toda su historia.»
Que el diseño del Joker con la cara arrancada es el más tenebroso de su historia no lo voy a negar, pero no creo que sea necesariamente el mejor. Parecía un personaje de una película de terror, al estilo de Freddy Krueger o Leatherface, más que el príncipe payaso del crimen. No olvidemos que el Joker, en esencia, es un villano «monotemático». Y en este caso, el tema son los payasos y todo lo relacionado con ellos. Lo que hace que el Joker sea verdaderamente aterrador no es solo su aspecto, sino lo que sabes que es capaz de hacer.
Había espacio para una versión más resumida de la Wonder Woman de Azzarello en Earth One, de no ser por que le dieron la tarea, bastante tarde, a Morrison, Azarello podía contar su historia y mostrar como piensa que debe ser escrita la amazona en uno o unos cuantos volúmenes, tal y como han hecho Straczynski y Johns con los otros componentes de la trinidad. Pero me alegra que haya ocurrido en la linea narrativa principal, teniendo los beneficios de esta en sus aspectos de publicación, pero sin responder ni entremezclarse con eventos masivos de magnitud editorial. Una buena etapa, sin mucha consistencia en el aspecto artístico, pero de calidad después de todo. ¿Imposible sin reboot involucrado? No del todo, recordemos que el guionista ha dicho en entrevistas que tenia todo más o menos pensado antes de que DC le diera la luz verde.
Efectivamente, Azarello podría haber escrito su versión de Wonder Woman dentro la línea Earth One, que permite una mayor libertad a los autores, dejándoles escribir «lo que ellos quieran» sin necesidad de ceñirse tanto al canon.
A lo que me refería cuando dije que la Wonder Woman de Azarello no hubiera sido posible sin un reboot era que el reinicio de los New 52 le dio a Azarello la oportunidad de reimaginar el universo de Wonder Woman partiendo prácticamente de cero. Yo no sabía que Azarello tenía ideas pensadas con anterioridad, pero algunas cosas que él planteó en la serie de la amazona hubieran sido más complicadas de hacer en un universo previamente establecido, con historias que sucedieron antes de las escritas por Azarello.
Cierto Leo. Respecto de lo de Joker quizá entremos en el terreno de la opinión (al final «lo mejor» en algo es muy subjetivo), pero no se puede negar del impacto que ha tenido y su originalidad. ¡Un gran tipo este Capullo!
yo me he quedado en el #44 que tanto le gustó al amigo pedro (sep,no estuvo mal) 😉
asi que,evidentemente,me reservo la opinión hasta que concluya dicho arco.
aunque en lo que me reafirmo,desde luego,es en que echaré de menos a capullo (si se acaba pirando,que no lo sé),y que el personaje de mr.bloom mola mucho.
..que ,por cierto,un amigo librero me dijo que parece que snyder tuvo una cierta «epifania» a partir de una leyenda urbana de internet(que por lo visto va a ser transformado en pelicula).
mira,ni idea,pero,hombre,algo si que…
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Me imagino que estarás leyendo Grayson, por ello creo que Janin va lograr que no echemos de menos al fabuloso Capullo (otra cosa es como lo hará Finch, y la diferencia de dibujos entre ambos).
El 44 creo que es muy interesante por distintas razones, pero especialmente es de los pocos números entre estos 50 que se puede leer sin conocer nada más, aunque esté relacionado con Mr. Bloom. (Otro que recuerdo, pero que era independiente a cualquier arco es el 34).
no.no sigo la de grayson,pedro.pero voy a tener que animarme con ella,porque no es la primera vez que oigo hablar de lo mucho que mola.
lo mismo que la de omega men.recomendadisima por todos lados.
algo tendrá.
Creo que ambas series te van a sorprender, son de mis series preferidas. En todo caso lo dicho, en cuanto leas algo de Grayson, te va a encantar Janin y estarás tranquilo con respecto a los dibujos de la serie Batman
Creo que el Tribunal de los buhós fue lo mejor de la etapa de Snyder y Capullo. El resto no me gustó. Siempre las cosas se pueden hacer mejor, pero luego de 50 números narrados me quedé con una sensación de Deja Vu, donde el dibujo sostuvo las falencias de las historias.
A mi Snyder me ha parecido un guionista competente y nada mas. Entre lo farragoso de sus textos de apoyo (se nota que era escritor de novelas) y lo repetitivo de la historia del Joker que mucho prometia y poco pasaba pues tampoco es para tanto. Luego si se tiene en cuenta que el mejor detective del mundo vivio en una ciudad que la controlaba los búhos esos y no se enteraba…. hubiera funcionado en una historia de principios. A este hombre ha tenido la suerte de tener a Capullo (un rara avis) de profesionalidad y constancia no visto en lustros dándonos una etapa con gran calidad artística. A ver como lo hace el guinista con otros villanos mas tradicionales, pero personalmente todos estos nuevos personajes no me dicen nada. El mejor en este aspecto fue Morrison que fue mucho mas original y nos regalo a un Damián muy bien desarrollado después por Tomasi.
Según lei en una entrevista a Azarello para aquellos que critican su etapa de WW por ser mas atípica, que si los lectores hubieran estado en las brainstorming de lo que querían hacer con la Amazona su etapa les parecería lo mas clásico posible
Entiendo lo que quieres decir, pero sí creo que en cuanto al joker hubo una mejora (o permiso) entre «Death of the family» y «Endgame».
Y por otra parte, tienes razón en lo del Tribunal de los Buhos, pero también es cierto que justo ese arco es «una historia de principios» dentro de los new 52 (aunque luego el principio fue Year Zero)
Muy curioso lo que comentas de la entrevista de Azarello.
Tengo un problema con Snyder, y creo que la mejor forma de definirlo (al problema) es comparar a Snyder con el novelista Dan Brown: premisa fuerte, desarrollo atrapante… final apático.
No es que los finales sean malos, sino que -como ya dijo Pedro Pascual Paredes-: no traen consecuencias. Sí, cierto que Endgame nos trajo la muerte de Bruce, pero Superheavy nos lo devolvió. Zero Year también colapsó al final, y más notoriamente aún Death of the Family o Night of the Owls.
De todas formas, muy disfrutable etapa del murciélago, aun cuando creo que Superheavy jamás debió haber existido (igual que Truth en Superman), ya que la premisa es de las más inverosímiles en la historia (sólo Snyder pudo hacer que nos la tomáramos en serio, la verdad).
Saludos!
Gracias por espolear el final de Endgame, arco que precisamente me estoy leyendo ahora.